Tema 2.

2 Jerarquía de valores
Para algunas personas esta jerarquía o escala de valores, tiene la forma de una escalera,
donde el peldaño superior es lo divino (Dios) lo más valioso y el placer como el inferior, el
de menos valía, indicando que nuestra preferencia debe estar enfocada a los bienes
superiores y evitar desordenarnos eligiendo valores inferiores como el placer, pues quien
rige su vida sólo por el placer y nada más que el placer se vuelve un hedonista (quien
coloca el placer como el bien supremo), que no reflexiona las consecuencias de sus actos
humanos, por ejemplo, un diabético que come un gran trozo de pastel, y sólo quiere
satisfacer el placer de comerlo sin importarle que puede subírsele la glucosa hasta
provocarle un coma diabético y con ello incluso la muerte; el que se deja llevar por un
arranque pasional y sólo le interesa satisfacer el placer sexual, sin tomar en cuenta los
efectos, que pueden ser un embarazo no deseado, el contagio de una enfermedad de
transmisión sexual, el faltar a la palabra dada a su pareja siendo infiel, etc.
El acto fundamenta de la voluntad es el querer, el apetito voluntario tiende al bien, pero
habrá que discernir qué es realmente valioso, qué es lo preferentemente apetecible, y para
ello habrá que juzgar a través de la recta razón, que iluminará al intelecto indicándole que
es lo realmente conveniente, aquello que lleve al perfeccionamiento integral de nuestra
naturaleza humana.
Hay muchos valores y muchas propuestas de clasificación de valores, aquí te presentamos,
la jerarquía de valores según Ballesteros (2006).
Religiosos Morales Estéticos Intelectuales Afectivos Sociales
Físicos Económicos

Religiosos: Nos colocan frente a lo sobrenatural y nuestra personalidad se ve totalmente

afectada al permitir que nuestra vida entera sea dirigida por la luz de la fe.
Ejemplo: Fe, esperanza, caridad.
Morales: Afectan nuestra conducta en todos los ámbitos: nuestro libre asentimiento a la ley
moral -recta razón- troquela nuestra conciencia que emite juicios de bondad o maldad ante
nuestros propios actos y los de los demás.
Ejemplo: Prudencia, justicia, templanza, fortaleza.
Estéticos: Enriquecen toda nuestra personalidad, eminentemente espirituales, porque
requieren forzosamente de la intervención material que actualiza nuestra sensibilidad,
permitiéndonos así, el gozo de la belleza.
Por ejemplo: Elegancia, arte, belleza.
Intelectuales: Aluden a la capacidad racional, lógica.
Por ejemplo: Ciencia, sabiduría, entendimiento.
Afectivos: Se realizan en este terreno fronterizo en el que las facultades superiores -
inteligencia y voluntad- han de gobernar a las inferiores: emociones, pasiones y estados de
ánimo, los cuales son acompañados por cambios corpóreos.
Por ejemplo: Amor, respeto, benevolencia, gratitud.
Sociales: Aluden a nuestra capacidad de interacción con otras personas y de adecuación a
diferentes entornos humanos.
Por ejemplo: Igualdad, paz, prestigio, cooperación.
Físicos: Incumben al bien de nuestro cuerpo.
Por ejemplo: Ejercicio, nutrición, salud e higiene.
Económicos: Se refieren a bienes materiales a los que se les da un valor convencional.
Por ejemplo: Ahorro, dinero, inversión.

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