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Responsabilidad ética en el ejercicio profesional de enfermería

Laura Patricia Sierra Causado


Valeria Vásquez López

Jorge Herrera

PROGRAMA DE ENFERMERIA

MONTERIA / CORDOBA

2020
Responsabilidad ética en el ejercicio profesional de enfermería

Cuando hablamos del personal de enfermería estamos hablando de las personas


que están entrenadas en las técnicas específicas del ejercicio de la profesión,
sustentado en la lógica del método científico profesional de enfermería, acorde al
desarrollo científico y tecnológico de las ciencias. Sobre esta parte del servicio de
salud hay muchas responsabilidades como por ejemplo: Cuidar la salud del
individuo en forma personalizada, integral y continúa respetando sus valores,
costumbres y creencias Participar en la confección, análisis y discusión de la
situación de salud de su población, detectando grupos vulnerables, factores de
riesgo e implementando acciones tendientes a su disminución y/o eliminación,
ejecutar acciones que den solución a los problemas de salud, identificados en el
Análisis de la Situación de Salud, ejecutar acciones comprendidas en los
programas de salud que den solución a los problemas de su comunidad entre
otras.
Es importante mencionar que la responsabilidad ética de la enfermería, va más
allá de los cuidados fisiológicos que se le brindan al paciente, los enfermeros se
encargan también de brindar apoyo psicológico y mental en cada uno de los
procesos de atención de enfermería, puesto que es quien más interactúa con el
paciente. Es cierto que el enfermero no tiene función ni obligación de recetar o
medicar, pero es importante al momento de explicar y sustentar las
recomendaciones médicas para el buen cumplimiento de tratamientos o cualquier
procedimiento de cuidado.
De esta forma, el cuidado enfermero se concibe como un derecho que se orienta
hacia las personas, siendo imprescindible que los profesionales sanitarios funden
sus decisiones en el pensamiento crítico, el cual se traduce en “un pensamiento
que va más allá de las destrezas del análisis lógico, implica poner en cuestión los
supuestos subyacentes en nuestras formas habituales de pensar, actuar y
basándose en ese cuestionamiento crítico, estar preparados para pensar y hacer
de forma diferente", este tipo de razonamiento debe adicionalmente ser coherente
con el actuar ético, es decir, con aquellos dictámenes éticos que descansan en
principios y códigos que guían la práctica. En este sentido la ética profesional y los
valores de la bioética se unen para configurar la responsabilidad que las
enfermeras tienen con la sociedad.
En este mismo contexto se expresa que las normas morales de las profesiones se
aprenden durante los años de formación y durante el ejercicio profesional, por
ende la educación ética, permite que las enfermeras asuman su rol como
profesionales comprometidas y responsables, capaces de tomar decisiones éticas
autónomas, para ofrecer atención de alta calidad. Asimismo, el comportamiento
moral se refiere a la acción sobre la base de las decisiones.

Además de esto, el concepto de ética profesional, que tiene relación con la calidad
moral del trabajo, implica el modo de llevar a cabo el quehacer, entrega
vocacional, responsabilidad, honestidad intelectual y práctica. Así, la
responsabilidad profesional aparece en el interior de la responsabilidad moral y de
la conciencia evitando toda falta voluntaria y disminuyendo en lo posible el número
de faltas involuntarias por debilidad humana, flaqueza propia o negligencia ajena.
Como profesión, la enfermería invariablemente ha estado vinculada a la ética en
su actuar, desde la interacción con el paciente hasta la toma de decisiones
morales ante un dilema ético. A este respecto se ha de recordar que son las
profesionales quienes deben establecer los marcos éticos y deontológicos para el
control de la competencia profesional como garantía de seguridad para los
pacientes/clientes. La práctica ética de la enfermería es un proceso complejo que
combina los procesos de razonamiento ético y comportamientos éticos
Como conclusión podemos decir que la responsabilidad profesional se debe
enfocar en brindar cuidados de calidad a las personas. El compromiso ético
resulta fundamental, como una forma de orientar la praxis de las enfermeras/os y
ha de ser entregado como herramienta desde el inicio de la formación de
pregrado, continuando en el postgrado. El conocimiento de los diferentes tipos de
responsabilidad permitirá proceder con cautela y en concordancia con los
principios éticos que rigen en el ejercicio de los cuidados.

Laura Sierra

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