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Universidad Dr.

José Matías Delgado

Facultad de Ciencias y Artes “Francisco Gavidia”

Escuela de Psicología

Sexualidad Humana (SC40)

Resumen Capitulo 1

Catedrático:
Dr. Jesús Villacorta

Estudiantes:
Gabriela Alejandra Guardado Trujillo
Laura Marcela Santos Morales
Mauricio Ernesto Salinas Romero

Antiguo Cuscatlán, La Libertad, El Salvador 29 de julio de 2022.


Sexualidad humana

La sexualidad humana es un concepto realmente complejo, una sola definición se quedaría


corta para poder describirla, para entenderlo es necesario comprender ciertos conceptos
que están estrechamente vinculados:
● Sexo, se entendera cómo sexo a la división que se hace entres especies debido a
sus organismos anatómicos, en especifico, los organos sexuales. Sexo también se
entenderá como todas aquellas actividades físicas que involucren a los organos
sexuales, ya sea, para la reproducción o para el placer.
● Género, es sobre todo una construcción social que hace énfasis en aquellas
características que son propias de lo masculino y femenino. Acá también se
incorporan los conceptos de identidad de género y roles de género.
● Conducta sexual, hace referencia a las actividades físicas que involucran el cuerpo,
por ejemplo, masturbación, estimulación, coito, etc.

Entendiendo y conociendo más estos conceptos se puede entender la sexualidad humana


como las diferentes maneras en las que nos expresamos y experimentamos como seres
sexuales. La sexualidad, por lo tanto, se vuelve una parte esencial de nosotros.

Para el estudio de la sexualidad humana existen diversas disciplinas que intentan explicar y
comprender ésta, existen tantas disciplinas para estudiar la sexualidad porque hablamos de
algo que cuenta con características biológicas, psicológicas, sociales y culturales. La
sexualidad no solo se limita a sus órganos, o a la cultura y cómo esta influye en nuestro
comportamiento, es un concepto amplio y por lo tanto, debe estudiarse como tal.

Se dice que la sexualidad es algo corporal, ya que hay material genético involucrado,
órganos, hormonas, cerebro, fisiología, anatomía, etc. que complementan la sexualidad
desde un enfoque biológico. También la sexualidad está relacionada con la capacidad de
pensamiento, el identificarnos como hombres o mujeres, la información que aprendemos
para comportarnos, medirnos, actuar, la fantasía que involucra la sexualidad y nuestra
capacidad de regular la misma. Al mismo tiempo, se implican las emociones y afectos,
nuestras motivaciones, los afectos sexuales y sociales, incluso, nuestra estabilidad
emocional. Por otro lado, también se relaciona con los comportamientos sociales, normas
culturales, roles, expectativas, patrones, y demás.

Algo importante a destacar es que la sexualidad pertenece al reino de la libertad, es decir,


se deben tomar decisiones, tanto por el hombre como por la mujer. Sin embargo, al hablar
de libertad se debe hablar de valores y éticas, justamente, estos últimos dos términos son
los que diferencian la sexualidad humana de la animal y es lo que la humaniza. Como
sabemos, la sociedad en la que vivimos se ve influenciada por una alta variedad de valores
y actitudes sexuales, teniendo en cuenta que el sexo es una función natural y forma parte
de nosotros a lo largo de nuestra vida y que la manera en que expresemos nuestra
sexualidad es una decisión personal, es decir, esto nos lleva a poder elegir libremente
cómo, dónde y con quién nos relacionamos sexualmente, lo cual al mismo tiempo nos hace
tener que enfrentarnos a una amplia variedad de decisiones.

Todos los seres humanos poseemos un conjunto de valores morales, es decir, vivimos en
un mundo de diversidad que está compuesto por muchos códigos morales, tradiciones
culturales y creencias. Por lo tanto, el sistema de valores nos brinda un marco que permite
juzgar la aceptabilidad de las opciones sexuales, pues antes de tomar una decisión sexual
determinamos si la elección a la que nos vamos a enfrentar realmente se ajusta o no a
nuestros valores morales, teniendo en cuenta que nuestro sistema de valores o nuestros
estándares sexuales la mayor parte del tiempo se ven influenciados por nuestros padres,
compañeros, religión, etnia y la valoración propia de todas estas influencias.

Los sistemas de valores que nos brindan un marco guía para poder definir la aceptabilidad
moral de las decisiones sexuales pueden clasificarse en: legalista, el cual sustenta la
conducta ética en base a un código de leyes morales proveniente de alguna fuente externa,
como el credo de una religión. Muchas personas prefieren estar informados por autoridades
religiosas o por escrituras de que una determinada acción es correcta o incorrecta. En
cuanto a las éticas situacionales, se sostiene que una decisión ética debe basarse en el
genuino amor por los demás, más que por las normas morales rígidas, pues el teólogo
Fletcher defiende que una decisión sexual debe estar fundamentada en el contexto de la
situación particular a la que se enfrenta una persona. Por otro lado, el relativista ético
defiende que no hay una manera objetiva de justificar un conjunto de valores morales sobre
otro, ya que la esencia de la moral humana se basa en que cada uno pueda deducir sus
propios principios y los adapte según su conciencia. El hedonista, se dirige por la búsqueda
del placer y no por si una conducta está moralmente o situacionalmente justificada y
sostiene que "si te hace sentir bien, hazlo". El ascetismo, el cual es elegido por sacerdotes y
monjas católicas para poder consagrarse a la búsqueda de lo espiritual, implicando el
rechazo de los deseos materiales y sexuales. El utilitarismo establece que la conducta
moral se basa en cuanto a sus consecuencias, es decir, se caracteriza a una conducta
como ética cuando esta ocasiona el mayor bien y el menor daño. Por último, el racionalismo
hace referencia al uso de la razón para establecer y valorar el curso de una acción, ya que
cree que toda decisión debe basarse en el intelecto y razonamiento, más que en las
emociones o en la obediencia a una fe en particular.

Desde hace mucho tiempo atrás hemos estado invadidos de información sobre el sexo a
travez de muchos canales informativos tales como: los periodicos, programas de televisión,
libros, revistas, entre otras. Por lo que esto es muy común que tienda a confundirnos y a no
saber diferenciar la veracidad de la ficción, esto es muy observable en nuestra sociedad, en
diversas ocasiones asumimos que las figuras que representan autoridad como lo es el caso
de los médicos, políticos, nos brindan información respaldada en hechos y que por ende
están cualificados para tomar decisiones que pueden llegar a afectar nuestras vidas, por lo
tanto cuando dos figuras que representan autoridad poseen opiniones diferentes sobre un
tema en específico, entramos en un debate pensando cómo ambos pueden tener razón.
La idea central del pensamiento crítico es no dar las cosas por sentadas, quiere decir ser
incrédulo ante lo que aparece en la prensa, declaraciones por figuras de autoridad o
celebridades, comentarios de nuestro círculo social, etc. A su vez se enfoca en encontrar
razones que fundamenten nuestras creencias, no dejarnos guiar por los sentimientos. Las
personas que poseen un pensamiento crítico han aprendido a analizar las definiciones de
los términos, consideran la evidencia y deciden si la información o argumentos son dados
por válidos y a la vez lógicos.

Debemos tener en cuenta que existe algo muy importante en este caso hablamos del punto
de vista biológico, el cual se centra en el papel de los genes, hormonas, sistema nervioso y
otros factores biológicos de la sexualidad humana. El sexo es el que realiza la función
biológica de la reproducción. Estudios de la biología del sexo nos han brindado datos
destacables como; la erección ocurre cuando el pene se llena de sangre tambien que la
lubricación vaginal es el resultado de la acción de suduración de las paredes vaginales, que
el orgasmo es un reflejo de la médula espinal asi como un evento psicológico. Conforme
han pasado los años los investigadores en biología han realizado grandes avances en la
asistencia a las parejas no fértiles para que estas puedan llegar a concebir ejemplo de ello
la ayuda de técnicas de fertilización en laboratorios. Y no solo eso, la biología ha logrado
expandir nuestros conocimientos de la sexualidad y nuestras capacidades para poder
superar los problemas sexuales. A pesar de que la biología gobierne la sexualidad de otras
especies con humanos la cultura y la experiencia son roles fundamentales en determinados
casos estos son los más importantes. En cuanto a la sexualidad humana implica una
compleja interacción en cuanto a factores biológicos y psicológicos.

Dentro del punto de vista evolucionista se sostiene que las especies pueden variar tanto en
sus características físicas como en su conducta social y a la vez su forma de emparejarse.
Charles Darwin argumentaba que especies animales y vegetales no fueron creados
independientemente, al contrario, evolucionaron a partir de formas de vida por los
mecanismos de la selección natural o la supervivencia del mejor adaptado, pues en cada
una de las especies, ciertos individuos logran estar mejor adaptados que otros. Por lo tanto,
los que mejor se adapten, poseen una probabilidad más alta de sobrevivir y poder
reproducirse.

El punto de vista de la comparación entre las especies, se centra en que la conducta sexual
entre mamíferos que son superiores estará menos controlada por el instinto que entre las
especies inferiores. También, sostiene que la experiencia y el aprendizaje se vuelven más
importantes en la sexualidad en cuanto ascendemos la escalera de la evolución.

Por otro lado, el papel que juega el punto de vista transcultural es el de proporcionar la
visión de la forma en que las creencias culturales influyen y afectan la conducta sexual y al
sentido de la moralidad de las personas. Este punto de vista, nos muestra la importancia del
aprendizaje en la conducta sexual, ya que como se mencionó anteriormente, las sociedades
difieren en cuanto a actitudes sexuales, costumbres y prácticas, pero los miembros de dicha
sociedad comparten las mismas estructuras anatómicas y capacidades psicológicas para
lograr el placer sexual. Sin embargo, es importante señala que estas prácticas sexuales y el
alcance o no del placer pueden ser muy diferentes.

Los puntos de vista desde la psicología toman en cuenta las muchas influencias
psicológicas, es decir, percepción, aprendizaje, emociones, personalidad, etc. que impactan
en nuestro comportamiento sexual y a nuestra experiencia sexual tanto como hombres
como mujeres. Sigmund Freud junto a su teoría del psicoanálisis sostenía que todos
nacemos con un instinto sexual, el cual está basado en la biología que debe ir encaminado
a través de vías de escape que sean socialmente aceptadas para que dé lugar a un
conflicto en la familia y en la vida social. Así también, Freud introdujo el concepto de zonas
erógenas, que consiste en la idea de que muchas de las partes de nuestro cuerpo, no solo
los órganos genitales, son sensibles a la estimulación sexual. De acuerdo a su teoría del
desarrollo psicosexual, todos los niños atraviesan cinco etapas de desarrollo:

● Oral
● Anal
● Fálica
● Latencia
● Genital

Dichas etapas, son denominadas de acuerdo a las zonas erógenas predominantes en cada
etapa.
Asimismo, Freud sostenía que para los niños era normal el desarrollar sentimientos de
carácter erótico hacia el padre del otro sexo durante la etapa fálica, los cuales generan un
conflicto con el padre del mismo sexo.

Por último, se dice que la conducta sexual no solo la determinan factores biológicos y
psicológicos, sino también factores sociales. Estos factores sociales, forman nuestras
actitudes sexuales, creencias y conducta. Dentro del punto de vista sociocultural se
consideran una serie de factores en cuanto a las diferencias en la sexualidad entre los
subgrupos de una sociedad, los cuales pueden ser:

● El tema del número de parejas sexuales que tiene una persona


● La edad
● El nivel de educación
● Diferencias en la religión
● La pertenencia a una etnia
● Estatus socioeconómico
● Estado matrimonial

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