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MÓDULO 4.

PROGRAMA
DE
EDUCACIÓN EMOCIONAL
MÓDULO 4.
ORIENTACIONES PARA APLICAR LOS CONOCIMIENTOS
ADQUIRIDOS
INTRODUCCIÓN

Cada vez son más numerosos los docentes que conocen la importancia de
educar o alfabetizar emocionalmente en el aula. Sin embargo, no todos
conocen por dónde empezar.

Como veréis, en los documentos adjuntos a este módulo, modelos de


programas hay muchos y básicamente todos son muy similares, aunque
estructurados de diferente manera.

A la hora de trabajar la educación emocional existen otras opciones


(estrategias y procedimientos) además de los programas:

• Orientación ocasional: Los profesores aprovechan la ocasión del momento


para impartir conocimientos relativos a la educación emocional.
• Asignaturas optativas: Se ofertan asignaturas optativas sobre la educación
emocional.
• Acción tutorial: El departamento de orientación, en colaboración con los
tutores, desarrollan un plan de acción tutorial, como instrumento dinamizador
de la educación emocional. La acción tutorial no se entiende como una función
aislada, sino una actuación educativa que debe realizarse de forma colectiva y
coordinada, implicando a los tutores, resto del profesorado, familias y al centro
en general.
• Integración curricular: Integrar los contenidos de la educación emocional
mediante materiales preparados para ajustarse a las diferentes unidades
didácticas. No debemos olvidar que la educación emocional debe entenderse
como un tema transversal, por ello la integración se debe hacer de forma
transversal, es decir a lo largo de las diversas materias académicas, y a lo
largo de todos los niveles educativos. El profesorado de cualquier materia
puede incluir en ésta, contenidos de carácter emocional.

1. LOS PROGRAMAS DE EDUCACIÓN EMOCIONAL

Como veremos más adelante la estrategia de intervención más adecuada


para la consecución de los objetivos de la educación emocional es el modelo
de programa (plan de actuación o acción sistemático y organizado con la
finalidad de conseguir unas metas u objetivos educativos).
La intervención a través del modelo de programas en educación emocional
debería incluir como mínimo las siguientes fases: objetivos, contenidos,
metodología, actividades y evaluación.

Previamente al diseño del programa, resulta imprescindible, haber acometido


una fase de análisis del contexto (características del centro educativo y del
entorno social, formación del profesorado en educación emocional,
disponibilidad del profesorado, recursos disponibles, etc.), y una de
identificación de necesidades y en función de esto estableceremos unas
estrategias de intervención.

A la hora de identificar las necesidades se puede partir de una evaluación


inicial. Ésta se puede llevar a cabo a través de la observación de
comportamientos en distintas actividades de aula y con diferentes profesionales
o mediante la realización de algunas pruebas: sociogramas, cuestionarios de
autoestima, escalas de observación, …

Una vez programado o diseñado (fundamentación, objetivos del programa,


contenidos a desarrollar, selección de actividades, recursos necesarios,
temporalización, destinatarios y criterios de evaluación), es el momento de
aplicarlo de forma sistemática, no dejando al azar ni a la buena voluntad del
momento ningún aspecto.
Tras su aplicación o ejecución (puesta en marcha de las actividades) es
imprescindible la fase de evaluación del programa.
Resumiendo.
1. Análisis de contexto.
2. Identificación de necesidades.
3. Diseño: Justificación, objetivos, contenidos, metodología, actividades y
evaluación.
4. Ejecución o aplicación.
5. Evaluación.

2. OBJETIVOS GENERALES DE UN PROGRAMA DE EDUCACIÓN


EMOCIONAL

Bisquerra (2000), enumera los siguientes objetivos generales de la educación


emocional:
• Promover el desarrollo integral del alumno/a.
• Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones
(autoconocimiento).
• Identificar las emociones de los demás.
• Desarrollar la habilidad para regular las propias emociones.
• Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas.
• Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
• Desarrollar la habilidad de automotivarse.
• Adoptar una actitud positiva ante la vida.
• Mejorar las relaciones interpersonales.
• Desarrollar las habilidades de vida para el bienestar personal y social.
• Reconocer los conflictos como situaciones propias de las relaciones
personales.
• Mejorar adaptación escolar, social y familiar.

3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS EN UN PROGRAMA DE EDUCACIÓN
EMOCIONAL:

El objetivo primordial de un programa de educación emocional debe ser


favorecer el desarrollo equilibrado de la personalidad de todo el alumnado,
enseñándoles otra forma de pensar que les ayude a experimentar emociones
más positivas y así afrontar los retos o cualquier situación de su vida con
conductas más adecuadas y adaptadas al contexto.
En definitiva, queremos que los niños o adolescentes se sientan felices y
seguros, para poder desarrollar de una forma óptima sus potencialidades
intelectuales y académicas.
De forma más concreta o específica y dependiendo de la previa identificación
de necesidades y análisis del contexto, un programa de educación emocional
podría tener junto a los objetivos enumerados en el apartado anterior estos
otros algo más específicos:

• Aprender a reconocer y expresar emociones.


• Aprender a identificar e interpretar el lenguaje no verbal.
• Desarrollar la capacidad para prevenir y controlar el estrés, la
ansiedad y los estados depresivos.
• Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar subjetivo.
• Desarrollar el sentido del humor.
• Mejorar la autoestima.
• Desarrollar la capacidad para diferir recompensas inmediatas en favor
de otras recompensas mayores pero que se obtienen más a largo plazo.
• Desarrollar la resistencia a la frustración.
• Mejorar las habilidades sociales.
• Aprender a ponerse en el lugar del otro desarrollando la empatía.
• Adquirir habilidades para comunicarse de manera asertiva con los
otros y con uno mismo.
• Mejorar las habilidades sociales para cooperar y trabajar en equipo.
• Desarrollar habilidades para el diálogo.
• Aprender a participar democráticamente, respetando los turnos de
palabra y cumpliendo los acuerdos establecidos.
• Mejorar el nivel de amistad y solidaridad en el grupo.
• Minimizar los conflictos y agresiones.
• Aprender a buscar soluciones constructivas e imaginativas que
ayuden a superar los conflictos de forma no violenta.
• Mejorar del rendimiento académico.

4. CONTENIDOS O MÓDULOS A DESARROLLAR EN UN PROGRAMA DE


EDUCACIÓN EMOCIONAL:
La consecución de los objetivos o metas que nos hayamos propuesto al
implementar un programa de educación emocional, llevarán implícita el
desarrollo de una serie de contenidos.

Estos pueden pasar por los siguientes:


• Inteligencia emocional.
• Autoconocimiento emocional.
• Funcionamiento de las emociones.
• Conocer que son los sentimientos y para que se utiliza.
• Autoestima.
• Autocontrol emocional.
• Automotivación.
• Empatía.
• Resolución de conflictos.
• Habilidades de vida.
• Habilidades sociales y de comunicación.
• Comprensión y regulación de las emociones.
• Observación y expresión de sus sentimientos.
• Participación activa en todas las actividades y dinámicas.
• Respeto por las expresiones de los otros.
• Atención e interés por las dinámicas.

Un programa de Educación Emocional debe incidir en dos habilidades o


competencias: Intrapersonal e interpersonal, es decir, que los niños
aprendan a pensar sobre sus propias emociones, sus pensamientos, el efecto
de sus conductas en los demás y en ellos mismos y sus respuestas corporales.

La conjunción de estas habilidades va a favorecer el desarrollo de niños


equilibrados emocionalmente y, como consecuencia, con adecuados
rendimientos tanto escolares como personales.
A continuación, os expongo una recopilación de contenidos divididos en una
serie de bloques o módulos tomando como base las competencias intra e
inter personales:
A. HABILIDADES O COMPETENCIAS INTRAPERSONALES.
Fomentando la conciencia o autoconocimiento, autonomía y
autorregulación emocional y partir de las mismas buscar soluciones a
aquello que les incomoda y desequilibra conduciéndoles al bienestar y la
salud propia

MÓDULOS O BLOQUES DE CONTENIDOS:


1. Competencia en conciencia emocional. Nos permite darnos cuenta y
ser conscientes de emociones propias y ajenas. Las actividades de este
bloque tratarán entre otros aspectos de enseñar al niño, que existen
diferentes emociones, positivas como la alegría o desagradables como
la ansiedad o la tristeza. Se pretende también que el niño identifique las
situaciones que puede provocar cada emoción, y aprenda a analizar las
emociones que en ocasiones pueden solaparse, siendo también capaz
de discriminar su intensidad.
• Identificar y ser conscientes de las emociones propias. Lo que
sentimos.
• Poner nombre a las emociones. Expresar. Vocabulario emocional
• Identificar y ser conscientes de las emociones de las demás
personas.
• Conocer el propio estado emocional.
• Comprender el significado y las ventajas o desventajas de cada
una de las emociones.
2. Competencia en autorregulación emocional. Nos permite responder
de manera adecuada a las distintas situaciones emocionales (estrés,
frustración, cansancio, enfado, debilidad, miedo, inseguridad, alegría,
ilusión…). Diferenciar las respuestas emocionales que nos hacen sentir
bien o mal para poner en marcha estrategias de autorregulación
emocional:
• Estrategias y procedimientos de regulación emocional: diálogo
interno, relajación, reestructuración cognitiva...
• Estrategias para el desarrollo de emociones positivas.
• Regulación de sentimientos e impulsos.
3. Competencia en Autonomía emocional. Nos permiten definir y valorar
las cualidades positivas de uno mismo, así como las que son
susceptibles de mejorar, tener confianza en nosotros/as mismos/as,
conseguir una autoestima ajustada, pensamiento positivo,
automotivación, toma de decisiones de manera adecuada.

• Noción de identidad, conocimiento de uno/a mismo/a
(autoconcepto).
• Valoración positiva de las propias capacidades y limitaciones.
Sentirnos competentes y valiosos.
B. HABILIDADES O COMPETENCIAS INTERPERSONALES. La
búsqueda de soluciones, en múltiples ocasiones, va a estar relacionada
con sus iguales. Estas habilidades van a fomentar las relaciones
positivas con los demás así como la resolución de conflictos y retos de
forma creativa. Es decir, habilidades socioemocionales, habilidades de
vida y bienestar, manejar conductas asertivas, mostrar empatía, dominar
la resolución de problemas, ….

MÓDULOS O BLOQUES DE CONTENIDOS:


1. Competencia en Habilidades socioemocionales. Ser capaces de
manejar cada una de las distintas y variadas situaciones sociales con el
conjunto de emociones positivas y negativas que ello conlleva. Se
trabajará el manejo de la ira, la comunicación, la asertividad, cómo hacer
y rechazar peticiones, la resolución de conflictos interpersonales,
cuándo, dónde y cómo se expresa al otro lo que se está sintiendo, etc.

Su desarrollo implica:
• Escucha activa de las otras personas. Así, les haremos sentirse
importantes.
• Dar y recibir críticas de manera constructiva.
• Comprender al resto y conseguir que nos comprendan.
• Ser asertivo/a en nuestro comportamiento, estando dispuestos a
ser sinceros/as y expresar lo que pensamos, sentimos y
hacemos ante el resto y a lo que representan.
• Enfrentarnos inteligentemente a cada uno de los conflictos que
tenemos en nuestro día a día, entendiendo conflictos y
problemas como parte de la vida. Estrategias para la resolución
de conflictos.
• Mantener buenas relaciones interpersonales con las personas con
las que vivimos o trabajamos.
• Trabajar en equipo e implicar a las personas en proyectos y
objetivos.

2. Competencia en Habilidades para la vida y el bienestar personal. Se


trata de ofrecer recursos que ayuden a organizar una vida sana y
equilibrada, superando posibles obstáculos que la vida pueda deparar y
conseguir la felicidad.
• Habilidades de organización (del tiempo, trabajo, tareas
cotidianas) y desarrollo personal y social.
• Habilidades en la vida familiar, escolar y social.
• Actitud positiva y real (mediante planes de acción individual) ante
la vida.
5. METODOLOGÍA

• Estará condicionada por las características propias de cada etapa
educativa, contexto, necesidades, particularidades de cada grupo u
alumno/s, tipo de actividad, objetivos o metas a alcanzar, etc.
• Se partirá de una metodología activa, participativa para llevar a cabo
un aprendizaje emocional significativo y funcional en cualquier
contexto y situación. El alumno debe ser el protagonista del proceso de
enseñanza-aprendizaje de las emociones y nuestro objetivo fundamental
debe ser mantener activa la mente del niño mediante las situaciones de
aprendizaje y tratar de hacerle observar, analizar y verbalizar las
diferentes situaciones que se le presentan.
Se trata de poner a los alumnos en contextos adecuados en los que se
generen procesos de construcción, se favorezcan las situaciones
comunicativas y se puedan modelar habilidades y comportamientos.
• Es muy importante hacer conscientes a los alumnos en cada
momento de lo que está aprendiendo, que no lo vivan sólo como un
juego o pasatiempo. Por ello al final de cada sesión se debe llevar a
cabo una pequeña reflexión para que comprenda qué hacen y por qué y
qué es lo que están aprendiendo. Esta reflexión puede realizarse con los
niños de edades más tempranas, en voz alta por el maestro o a través
de la realización de un dibujo y de forma gradual en edades más
avanzadas, dejar el protagonismo al alumno recogiendo estas
reflexiones por escrito de forma individual o grupal.
Es imprescindible que los niños verbalicen sus emociones para
reflexionar e integrar los conocimientos y experiencia nuevas.

Papel del profesor:


• Principalmente debe ser mediador y guía.
• Proporcionar modelos de actuación, ya que los niños y niñas tienden a
imitarlo e interiorizar en sus conductas habituales. (Un buen modelo
tiene adquirida la competencia que desea enseñar).
• Debe ser competente emocionalmente para ello, debe contar con la
formación adecuada. Solo así podrá utilizar esa competencia en todos
los ámbitos, mejorando en los procesos de enseñanza.
• Debe utilizar un lenguaje sencillo y breve a la hora de explicar las
actividades al alumnado. Se pueden utilizar imágenes.
• Utilizar el diálogo guiado.
• Promover la participación y la escucha activa entre los alumnos.
• Estimular la reflexión y el razonamiento. Se considera la parte más
importante de la actividad porque evidenciará si los objetivos propuestos
han sido interiorizados y en qué medida.
• Valorar verbalmente las conductas adecuadas a los objetivos, y
reforzar positivamente al grupo cuando logre los objetivos.
• Identificar incidentes negativos sin entrar en acusaciones directas.
• Fomentar un clima educativo que facilite la asimilación y el cumplimiento
de las normas establecidas, por parte de todos los miembros del grupo.
• Ante incumplimientos de normas, tomar decisiones justas y
democráticas.
• Fomentar una relación entre el educador – alumnado basada en un
clima democrático, con relaciones de comprensión, amor, aceptación,
confianza mutua y respeto para que el alumno se exprese sin
inhibiciones, con libertad y confianza.

6. ACTIVIDADES

• Las propuestas didácticas o actividades serán motivadoras y creativas,


haciendo disfrutar a los alumnos mientras están aprendiendo. A través
de la motivación, los alumnos prestarán más atención y trabajarán más a
gusto en el aprendizaje de las emociones.
• Las actividades no deben ser un trabajo más de cada alumno
enfrentado a un folio y todos haciendo lo mismo.
- Las actividades propuestas se realizarán a través de estrategias
emocionales y vivenciales. Destacamos:
- El juego, en especial el juego simbólico, el juego socio-dramático y
el juego cooperativo ya que favorecen la capacidad de ponerse en el
lugar del otro y la mejora de la comunicación verbal, al tiempo que
fomentan la adopción de modos de comportamiento diferentes al
permitir la observación de las habilidades que utilizan los iguales.
- Las dramatizaciones, pues permiten el trabajo en contextos
protegidos en los que los sentimientos no son reales. Esta estrategia
facilita la exploración y la práctica de situaciones, reduce la ansiedad
ante situaciones desagradables, facilita la toma de conciencia y
comprensión de puntos de vista diferentes al propio.
- El cuento, por su valor como recurso tanto educativo como
terapéutico.
- Otras técnicas pueden centrarse en: El contacto corporal (abrazar,
besar, acariciar…), los títeres y marionetas, el uso de la prensa,
fotografías, revistas, … y dinámicas de grupo muy diversas.

• Dependiendo del objetivo a conseguir o de los contenidos que estemos


trabajando, daremos importancia a las actividades de debate sobre las
diferentes perspectivas que existen en el aula, a la interacción entre
los compañeros, o a las actividades individuales, favorecedoras de
la introspección.
• Dependiendo del tipo de actividad, edad, desarrollo madurativo,
características del grupo, etc. Las actividades se pueden realizar
individualmente, pequeños grupos o grupo-clase. Cada actividad
indicará el procedimiento de su desarrollo.
• Las actividades se presentarán secuenciando progresivamente su
complejidad, de las más sencillas a las más complejas.
• La duración de cada actividad estará condicionada por la capacidad de
atención y retención del alumnado, edad, ….
• Las actividades que desarrollemos en el aula pueden tener continuidad
en casa u otros contextos. El trabajo en equipo entre familias y
escuela, resulta enriquecedor para todos.
• Es conveniente crear una programación vertical de toda la etapa
educativa, donde aparezca una secuenciación de objetivos,
contenido y actividades a realizar, por niveles o cursos y que se siga el
mismo modelo en todo el centro. Por ello, la coordinación entre los
tutores o responsables de la puesta en marcha y seguimiento es
indispensable.
• Las actividades estarán distribuidas en el marco de las competencias
emocionales.

MODELO DE FICHA TÉCNICA PARA CADA ACTIVIDAD:

NOMBRE: DE LA ACTIVIDAD.
OBJETIVO/S: DE LA ACTIVIDAD.
PROCEDIMIENTO: PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD.
RECURSOS: MATERIALES Y HUMANOS NECESARIOS PARA SU
EJECUCIÓN.
TEMPORALIZACIÓN: TIEMPO APROXIMADO DE DURACIÓN.

7. EVALUACIÓN

Todo programa, y los de educación emocional no lo son menos, debe ser


evaluado. Aunque es sabido que medir las emociones resulta complicado,
dado que las emociones son subjetivas.

La evaluación nos permite recoger información para determinar en qué


medida se han logrado los objetivos propuestos, así como identificar los
puntos fuertes y débiles del programa y a partir de ahí, poder realizar una
mejora continua procediendo a modificar o añadir aquello que consideremos
que puede mejorar el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Para que un programa emocional cumpla con su finalidad debemos constatar
que los procesos de enseñanza diseñados han sido adecuados a las
necesidades detectadas y ha ayudado en el desarrollo de las
competencias emocionales programadas.
La evaluación resulta por lo tanto muy enriquecedora a la hora de determinar
la valoración del grupo, la puesta en marcha del programa y finalmente la
idoneidad del mismo.

La evaluación debe ser continua y formativa, integrada y paralela a todo el


proceso educativo.

Debemos evaluar tanto el proceso de desarrollo de las actividades como el


producto final. La evaluación se llevará a cabo en tres momentos:

- Evaluación inicial: Al inicio del proceso para determinar el punto de


partida del alumnado y adecuar los objetivos y contenidos.
- Evaluación formativa o continua: Se trata de una evaluación que
se lleva a cabo a lo largo del proceso de desarrollo del programa,
donde iremos recogiendo información de la idoneidad de lo diseñado
para poder ajustar y modificar lo que consideremos oportuno. Se
lleva a cabo a través de instrumentos de evaluación tales como, la
observación directa en las distintas actividades, el registro de
sesiones y las valoraciones de los que intervienen a través de
cuestionarios o diarios (que veremos a continuación).
- Evaluación Final: Nos aportará datos sobre el desarrollo del
programa, el cumplimiento de los objetivos propuestos y los cambios
producidos desde el inicio de la puesta en marcha del mismo. Los
instrumentos de evaluación pueden ser registros, donde valoremos el
funcionamiento del programa y nos autoevaluemos.

A continuación, presentamos dos herramientas cualitativas utilizadas para la


evaluación del proceso de un programa y algunas otras que también pueden
ser útiles:

• El diario: En él se describe lo que ocurre. Mediante un registro narrativo. Se


recogen las conductas, situaciones, experiencias, anécdotas, valoraciones,
contenidos y resultados o producciones de cada actividad o sesión realizada
(dibujos, cuentos, caretas…). Se pueden incluir fotos del producto creado.
Si lo van cumplimentando los alumnos se puede establecer un turno rotativo
entre el alumnado para que realice esta función.

• El cuestionario: es la herramienta que al término de cada actividad nos


ofrece una reflexión sobre el funcionamiento del programa. El cuestionario
contiene diversos indicadores de evaluación que ayudan a evaluar la misma:
- Grado de placer: Observar qué emociones manifiestan quienes componen
el grupo ante el desarrollo de la actividad (manifestaciones emocionales
espontáneas, como la risa, expresiones faciales, felicidad…).
- Grado de participación. Observar si en las actividades participan todos los
alumnos y en qué medida.
- Clima del grupo. Observar la expresión emocional del grupo de alumnos.
Si en las actividades de grupo se aprecian el respeto, el diálogo, la
coordinación o conductas de resistencia o agresividad o incluso de pasividad.
- Comunicación y escucha. Valorar si las explicaciones que el profesor ofrece
son escuchadas, si en la puesta en común o reflexión los alumnos se escuchan
activamente, y si en el desarrollo de la actividad la comunicación intragrupal es
efectiva.
- Grado de cumplimiento de los objetivos. Valorar si los objetivos propuestos al
principio de la actividad se han logrado y en qué medida.
- Elementos positivos y dificultades de la sesión, y cómo mejorar dichos
aspectos.
- Descripción subjetiva de la sesión.


CONCLUSIÓN

A modo de conclusión decir que, un programa de educación emocional busca


el desarrollo de la Competencia Emocional a través de la programación de
unos objetivos. Estos objetivos se conseguirían mediante el desarrollo de unos
bloques de contenidos. Para trabajarlos se proponen una serie de actividades
en cada uno de los bloques ordenadas de menor a mayor complejidad y que
nos orientan para su aplicación. La metodología propuesta parte de un enfoque
constructivista donde el alumno aprende a través de propuestas dinámicas,
motivadoras y funcionales. Todo ello se complementa con una propuesta de
recogida de información para poder tener conocimiento de cada grupo y el
desarrollo del programa mismo.

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