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Aprendiendo sobre las emociones: Manual de educación

emocional (2012)

La orientación como lo menciona Pereira (2006) es “un aspecto primordial de la


acción educativa porque contribuye al logro de objetivos educacionales; las
finalidades y métodos de la educación y de la orientación convergen en el estímulo
al desarrollo personal y social de los alumnos” (p.41)

Así mismo Gordillo (1979) señala la orientación como “un proceso educativo
individualizado de ayuda al educando en su progresiva realización personal”
(p.106) (p, 9 del documento)

Descripción de las emociones (p, 10)

La educación emocional se entiende como un proceso educativo que se extiende


de manera continua y permanente. Su objetivo principal es fortalecer y potenciar el
desarrollo emocional, considerándolo como un complemento fundamental del
desarrollo cognitivo. Ambos aspectos son elementos esenciales para el desarrollo
integral de la personalidad. Para lograr este propósito, la educación emocional se
enfoca en fomentar el desarrollo de conocimientos y habilidades relacionadas con
las emociones. De esta manera, se busca capacitar a cada individuo para
enfrentar de manera más efectiva los desafíos que se presentan en la vida
cotidiana.

La finalidad última de la educación emocional es promover el bienestar personal y


social. Al brindar a las personas las herramientas necesarias para comprender,
gestionar y expresar sus emociones de manera saludable, se busca mejorar su
calidad de vida y fortalecer las relaciones interpersonales.

Objetivos de la educación emocional:

• Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones.


• Identificar las emociones de los demás.
• Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones.
• Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas.
• Desarrollar una mayor competencia emocional.
• Desarrollar la habilidad de automotivarse. (Bisquerra, 2007, p243). (página
del documento, 11)
Para Bisquerra (2009) la educación emocional tiene como objetivo el desarrollo de
dichas competencias emocionales, las cuales se definen como “el conjunto de
conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar
conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos
emocionales” (Bisquerra, 2009, pp. 1-2). (p, 12)
Descripción de las competencias emociones (p, 12 - 14)
Goleman (1996) señala puntualmente varias ventajas de la educación emocional
en las cuales sobresalen:

Autoconocimiento emocional:

• Mejora el reconocimiento y la designación de las propias emociones.


• Mayor capacidad para entender las causas de los sentimientos.
• Reconocimiento de la diferencia entre sentimientos y acciones.

Manejo de las emociones:

• Menor cantidad de bromas, peleas e interrupciones de la clase.


• Mayor capacidad para expresar adecuadamente el enojo, sin pelear.
• Menos suspensiones y expulsiones.
• Menos comportamiento agresivo o autodestructivo.
• Más sentimientos positivos sobre ellos mismos, la escuela y la familia.
• Mejor manejo del estrés.
• Menor soledad y ansiedad social.

Aprovechamiento productivo de las emociones:

• Más responsabilidad.
• Mayor capacidad de concentrarse en la tarea que se tiene entre manos y de
prestar atención.
• Menos impulsividad, mayor autocontrol.
• Mejores calificaciones en las pruebas de rendimiento escolar.
• Empatía: interpretación de las emociones.
• Mayor capacidad para comprender el punto de vista de otra persona.
• Mejora de la empatía y de la sensibilidad para percibir los sentimientos de
los otros.
• Mejora de la capacidad de escucha.

Mejora de las relaciones personales:

• Mejora en la resolución de conflictos.


• Mejor actitud positiva en la comunicación.
• Mayor preocupación y consideración.
• Mayor cooperación, ayuda y actitud de compartir. (Goleman, 1996, pp. 326-
327) (p, 15)

La etapa niñez intermedia abarca entre los 5 y 9 años, en esta etapa el desarrollo
emocional consiste en el control de las emociones negativas. Los niños descubren
lo que les produce enfado, miedo, tristeza y cómo otras personas reaccionan ante
la presión de estas emociones y aprenden a modificar su comportamiento en
consecuencia. Ellos asimilan entre sentir una emoción y expresarla. (Papalia et al,
2005, p.372) Además algunos cambios en el desarrollo emocional que son propios
de la etapa del desarrollo son:

• Una mayor capacidad para entender emociones complejas como el orgullo


y la vergüenza.
• La comprensión de que se puede experimentar una emoción en una
situación determinada.
• Una mayor tendencia a tomar en consideración los hechos que da lugar a
una reacción emocional.
• Mejora en la capacidad de suprimir u ocultar reacciones emocionales
negativas. (p, 16)

Ser docente no se limita únicamente a impartir clases, sino que implica educar y
preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos de la vida. Cuando un niño o
niña ingresa al sistema educativo, es el docente quien asume un papel
fundamental como modelo a seguir. A través de su labor y utilizando diversas
estrategias, el docente busca promover un crecimiento significativo en cada uno
de sus estudiantes, con el objetivo de formar personas integrales.

Es importante destacar que ser docente conlleva una gran responsabilidad y


compromiso. Se hace un llamado a todos los docentes, sin importar su género,
para que continúen adelante con esta noble tarea. La entrega, el compromiso y la
dedicación son pilares fundamentales en la labor docente, ya que a través de ellos
se logra formar personas con valores, conocimientos y habilidades necesarias
para desenvolverse en la sociedad.

La labor del docente va más allá de transmitir conocimientos académicos. También


implica fomentar el desarrollo personal, social y emocional de los estudiantes. El
docente se convierte en un guía y mentor, brindando apoyo y orientación a cada
estudiante, ayudándolos a descubrir y desarrollar su potencial único.

Es importante resaltar que el trabajo del docente no solo se limita al aula, sino que
también implica una constante actualización y mejora profesional. Los docentes
deben estar en constante aprendizaje, actualizando sus conocimientos y
adquiriendo nuevas herramientas pedagógicas para adaptarse a las necesidades
cambiantes de los estudiantes y de la sociedad en general.

En conclusión, ser docente implica mucho más que impartir conocimientos


académicos. Es una vocación que requiere entrega, compromiso y dedicación
para educar y formar a las personas desde una perspectiva integral. Los docentes
son modelos a seguir y desempeñan un papel fundamental en la vida de sus
estudiantes, guiándolos y preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo
actual. (p, 26)

El tener conocimiento acerca de las emociones que regularmente experimentas


juega un papel fundamental en el autoconocimiento emocional. Te permite tener
una mayor comprensión de tu estado interno, deteniéndote por un momento para
reflexionar sobre lo que está sucediendo en tu vida y evaluar si te sientes
satisfecho/a con las acciones y decisiones que sueles tomar habitualmente.
Además, tener conciencia de cómo reaccionas ante diferentes situaciones también
te brinda información valiosa sobre tu nivel de satisfacción con tu vida diaria. Si
notas que no te sientes complacido/a con ciertos aspectos de tu rutina o tus
acciones habituales, es importante encontrar maneras de sentirte más cómodo/a y
en armonía con tu vida.

El proceso de conocerte a nivel emocional implica explorar y reconocer las


diferentes emociones que surgen en ti. Esto te permite identificar patrones
emocionales recurrentes y comprender cómo influyen en tu bienestar general. Al
estar consciente de tus emociones, puedes tomar decisiones más informadas y
adaptar tus acciones para promover un mayor equilibrio y satisfacción en tu vida.

Es importante destacar que el autoconocimiento emocional no se trata solo de


identificar las emociones negativas, sino también de reconocer y valorar las
emociones positivas. Esto te permite potenciar y cultivar aquellas emociones que
te brindan bienestar y felicidad, y buscar maneras de generar más momentos y
actividades que te proporcionen satisfacción. (p, 30)

Es fundamental realizar un análisis detallado de las emociones que experimentas


a lo largo del día, así como las situaciones que las desencadenan. Es importante
reflexionar sobre si te resulta fácil o difícil identificar estas emociones y si tu estado
emocional se mantuvo constante o experimentaste una variedad de emociones a
lo largo del día.

Además, es necesario examinar tus respuestas emocionales ante estas


situaciones y determinar si consideras que tus reacciones son apropiadas o si hay
aspectos en los que deberías trabajar. Es completamente normal experimentar
una amplia gama de emociones durante el día, ya que estamos expuestos a
diversas circunstancias y eventos. Lo crucial es ser consciente de estas
emociones y utilizar esta conciencia para fomentar tu propio autoconocimiento
emocional.

Al analizar tus emociones diarias, podrás identificar patrones emocionales


recurrentes y comprender cómo influyen en tu bienestar y calidad de vida. Este
proceso de autoevaluación te permitirá tomar decisiones más informadas y
conscientes, así como ajustar tus acciones y respuestas emocionales para
promover un mayor equilibrio y bienestar en tu vida.

Es importante destacar que el análisis de tus emociones no se trata de juzgarlas


como buenas o malas, sino de reconocerlas y comprender cómo te afectan. Al ser
consciente de tus emociones, podrás tomar medidas para gestionarlas de manera
saludable y constructiva. Esto implica desarrollar estrategias para lidiar con las
emociones negativas y potenciar las emociones positivas.

El proceso de autoanálisis emocional requiere paciencia y autocompasión. Es una


oportunidad para explorar tus sentimientos más profundos y comprender cómo
influyen en tu bienestar físico, mental y emocional. Al estar en sintonía con tus
emociones, podrás establecer una conexión más profunda contigo mismo/a y
cultivar una mayor autenticidad y autenticidad en tu vida. (p, 34)

Actividad reconocer emociones (p, 35)

El desarrollo de la competencia emocional y el manejo adecuado de nuestras


emociones son aspectos fundamentales en la vida de las personas. Antes de
buscar formas de expresar y gestionar nuestras emociones de manera saludable,
es esencial tomarnos un tiempo para comprender qué es lo que está provocando
dichas emociones en nosotros.

Este proceso de autoexploración nos permitirá identificar las situaciones o eventos


que están generando esas emociones en particular. Una vez que tengamos
claridad sobre las causas, podremos buscar soluciones y estrategias efectivas
para abordar la situación y manejar nuestras emociones de manera saludable.

Otro paso crucial en el manejo de las emociones es reflexionar sobre nuestras


respuestas ante cada emoción que experimentamos. Es importante evaluar si
nuestras reacciones son las más adecuadas tanto para nosotros mismos como
para las personas que nos rodean. Al ser conscientes de nuestras respuestas,
podremos ajustarlas y buscar alternativas más positivas y constructivas.
Es fundamental recordar que a menudo actuamos impulsivamente cuando nos
enfrentamos a diversas emociones. Sin embargo, es esencial tomarnos un
momento para reflexionar sobre las posibles consecuencias de nuestros actos
antes de tomar cualquier decisión o acción. Este breve instante de reflexión nos
brinda la oportunidad de evaluar las implicaciones de nuestras acciones y tomar
decisiones más informadas.

Espero que esta estrategia de reflexión te ayude a adquirir una mayor conciencia
sobre las causas, respuestas y consecuencias de las emociones que
experimentas en tu vida cotidiana. Este proceso de aprendizaje es fundamental
para desarrollar habilidades efectivas de manejo emocional. Te invito a que
integres este ejercicio en tu día a día, reservando un momento para reflexionar y
evaluar cómo te comportas frente a las diferentes emociones que experimentas.
Verás cómo esto te ayudará a gestionar de manera más efectiva tus emociones y
a cultivar un mayor bienestar emocional en tu vida. (p, 36)

En ocasiones, se tiende a percibir que experimentar emociones como el enojo, el


miedo y la tristeza es algo negativo. Esta creencia ha llevado a muchas personas
a reprimir dichas emociones hasta llegar a un punto en el que ya no pueden
contenerlas, desencadenando explosiones emocionales que tienen consecuencias
tanto para ellas mismas como para quienes las rodean. Sin embargo, esta idea es
completamente errónea, ya que en el ámbito de la educación emocional, es
esencial permitirse experimentar y expresar emociones, ya que el objetivo
principal es aprender a manejarlas en lugar de suprimirlas.

Es fundamental comprender que cada individuo tiene la responsabilidad de


gestionar sus propias emociones. Esto implica que cada persona debe buscar
formas de manejar sus emociones de manera saludable, ya sea explorando ideas
y estrategias propias o adoptando recomendaciones y sugerencias de otros
individuos experimentados en el tema. Lo más importante es que cada persona
descubra qué le funciona mejor para gestionar las diversas emociones y ponga en
práctica estas estrategias en su vida cotidiana.
Dentro del contexto de la educación emocional, es esencial comprender que la
vivencia y la expresión de emociones son elementos fundamentales para el
crecimiento y el bienestar emocional. Suprimir o reprimir las emociones puede
tener repercusiones negativas a largo plazo, tanto a nivel individual como en las
relaciones interpersonales. Por lo tanto, es crucial fomentar un ambiente en el que
las personas se sientan seguras y empoderadas para expresar sus emociones de
manera adecuada y saludable.

Es necesario romper con el estigma de que ciertas emociones son "malas" o


"negativas". Todas las emociones, incluyendo el enojo, el miedo y la tristeza, son
parte natural de la experiencia humana y tienen su propósito y función. Al
permitirnos sentir y expresar estas emociones, podemos comprender mejor
nuestras necesidades internas, identificar las situaciones que las desencadenan y
buscar soluciones efectivas para abordarlas de manera constructiva. El manejo
emocional no es un proceso estático, sino un camino de aprendizaje continuo.
Cada individuo tiene la capacidad de desarrollar habilidades y estrategias para
gestionar sus emociones de manera más efectiva. Es importante reflexionar sobre
nuestras respuestas emocionales habituales y evaluar si son las más adecuadas
para nosotros y para los demás.

En la vida diaria, es común experimentar una variedad de emociones debido a las


diferentes situaciones que se nos presentan. Por lo tanto, es esencial mantener
una autoconciencia emocional constante para identificar nuestras reacciones
emocionales y evaluar si nos sentimos satisfechos con nuestras respuestas. En
caso contrario, es necesario explorar nuevas formas de sentirnos cómodos y en
armonía con nuestras vidas.

Tomarse un momento para analizar y comprender las causas, respuestas y


consecuencias de nuestras emociones en el día a día es un paso importante en el
proceso de aprendizaje y manejo emocional. Este proceso nos permite fortalecer
nuestra capacidad de autorreflexión y nos brinda la oportunidad de tomar
decisiones más conscientes y equilibradas en nuestras interacciones emocionales.
(p, 40)
Métodos para manejar el enojo (p, 41 - 42)

El enojo es una emoción poderosa que puede resultar peligrosa si no se maneja


adecuadamente. Su objetivo principal es dañar, ya sea a través de ataques
verbales o físicos. Sin embargo, esto no significa que debamos suprimir o evitar
esta emoción por completo. De hecho, la expresión emocional es sumamente
importante para nuestro bienestar psicológico.

Es crucial encontrar formas apropiadas de expresar el enojo, de manera que no


dañe ni a nosotros mismos ni a los demás. Existen estrategias efectivas que
pueden ayudarnos a manejar esta emoción de una manera saludable. Al poner en
práctica estas estrategias en nuestra vida diaria, podremos reflexionar y descubrir
cuál de ellas nos funciona mejor en el momento en que experimentamos el enojo.
Las estrategias recomendadas para gestionar el enojo no solo son aplicables en
nuestro ámbito personal, sino también en el entorno laboral.

Una de las estrategias más efectivas es la respiración profunda y consciente.


Cuando nos sentimos enojados, nuestra respiración tiende a acelerarse. Tomar
unos momentos para respirar profundamente y de manera consciente nos ayudará
a recuperar la calma y a enfocarnos en encontrar soluciones en lugar de
reaccionar de forma impulsiva.

Otra estrategia útil es la comunicación asertiva. Expresar nuestras preocupaciones


y sentimientos de manera clara y respetuosa nos permite establecer límites
adecuados y resolver conflictos de manera constructiva. Evitar el uso de lenguaje
ofensivo o agresivo es fundamental para asegurarnos de que nuestra
comunicación sea efectiva y no dañe a los demás.

La práctica de la empatía también es esencial para gestionar el enojo de manera


saludable. Intentar comprender la perspectiva de la otra persona y reconocer sus
emociones nos ayuda a abordar los conflictos desde un lugar de comprensión y
respeto mutuo. Esto nos permite encontrar soluciones colaborativas en lugar de
alimentar la hostilidad y la confrontación. Al aplicar estas estrategias en nuestra
vida diaria, obtendremos diversos beneficios. En primer lugar, nos permitirán
desarrollar una mayor autoconciencia emocional. Al reconocer y comprender
nuestro enojo, podremos abordarlo de manera más efectiva y evitar reacciones
impulsivas que puedan causar daño.

Además, el manejo adecuado del enojo nos ayudará a mantener relaciones


saludables y constructivas con los demás. Al expresar nuestra ira de forma
respetuosa, evitaremos herir a las personas que nos rodean y fortaleceremos los
vínculos emocionales. Asimismo, el manejo del enojo nos brinda la oportunidad de
crecer y aprender. Al reflexionar sobre nuestras reacciones y buscar soluciones
pacíficas, estaremos desarrollando habilidades de resiliencia y resolución de
conflictos. (p, 44)

Actividad para saber como se sienten en ciertos lugares (p, 56 – 58)

Actividad para identificar emociones (p, 59 - 61)

Actividad para expresar el enojo (p, 62 - 63)

Actividad para entender la importancia de expresar emociones (p, 67 - 69)

Cuento (p, 82 - 84) (p, 141 complemento)

Actividad canción de las emociones (p, 85 - 88)

Actividad cuento y técnica de la tortuga (p. 101 - 104)

Actividad dramatización de emociones (p, 115 – 117)

Actividad como te sientes (p, 118 - 121)

Actividad dramatizar emociones (p, 124 - 126)

Actividad telaraña de emociones (p, 131 - 132)

Actividad Album de emociones (p, 143 - 144)

Actividad para controlar el miedo (p, 148 - 150)

Actividad esculpiendo emociones (p, 156 - 157)

Actividad platicar sobre emociones (p, 169 – 171)


Cuento para manejar la tristeza (p, 172 – 173)

Cuento para manejar el enojo (p, 174 - 177)

Cuento para manejar el miedo (p, 178- 180)

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