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SEMESTRE : 2021 - I
ABANCAY– APURÍMAC
DEDICATORIA
HERMENÉUTICA JURÍDICA..................................................................................7
ANTECEDENTES..................................................................................................7
ETIMOLOGÍA, DE HERMENÉUTICA..............................................................11
NATURALEZA, DE HERMENEUTICA............................................................12
ORIGEN DE HERMENEUTICA.........................................................................13
CARACTERÍSTICAS DE HERMENEUTICA...................................................15
TIPOS DE INTERPRETACIÓN..........................................................................16
Escuela histórica....................................................................................................23
LA REGLA GENERAL...................................................................................30
Concepto...........................................................................................................31
El sentido común...............................................................................................32
PENAL..............................................................................................................................33
1. A MANERA DE INTRODUCCIÓN..........................................................39
2. SINTÁCTICOS...........................................................................................40
3. SEMÁNTICOS...........................................................................................40
4. PRAGMÁTICOS........................................................................................41
5. LÓGICOS....................................................................................................42
hermenéutica.................................................................................................................48
las normas jurídicas relacionándolas siempre con los hechos y con los valores que
ANTECEDENTES
Los inicios sobre la teoría de la hermenéutica datan de la segunda mitad del siglo XX.
1) Entre 1768- 1834 con el autor F. Schleirmacher, pastor alemán, que intentó quitar
Giordano Bruno (1548-1600), pues, se fijó como objetivo recuperar las obras clásicas para
movimiento impulsado por Martín Lutero, pues, intentó democratizar los textos sagrados
(es decir, traducirlos al idioma alemán y acercarles a los fieles el mensaje de Jesús con la
4) Hay quienes sostienen que su origen se halla en la Jurisprudencia remontando sus inicios
significado de las palabras en relación con su contexto lingüístico y los segundos estaban
relacionados con la totalidad del pensamiento del autor, asegurando que para alcanzar la
claridad y precisión del texto era necesario llegar a revivir la experiencia del autor cuando
recto y seguro pensar, en el cual discurría sobre el análisis de los juicios y las
terminología que se utiliza en filosofía y que ha pasado al lenguaje: acto, potencia, materia,
mundo sino su fundamento, pues en un análisis hecho de los poemas de Homero concluye
concibe el lenguaje como: (a) un acuerdo originario entre el hombre y el mundo, (b) una
actividad racional y voluntaria, (c) una producción espontánea y sensible del sujeto que
interpretación que se requieren para captar con precisión y plenitud el sentido del texto.
1. El lector de un texto tiene que conocer la psicología y el espíritu del autor para
horizonte de temporalidad, es decir que alcanza el análisis del contexto histórico del texto y
del autor del texto, pues comprender el pasado es sacar las posibilidades del devenir
sobre ella.
texto.
Humboldt, (1767-1835) otro de los pensadores románticos, político y filólogo,
en la pedagogía de las formas de vida cotidiana; perspectiva que hace de ella una
metodología universal y una manera lógica que antecede u absorbe los métodos particulares
intelectuales, pues los vocablos surgen de las percepciones subjetivas de los objetos y no de
sus copias, así como también de la imagen que suscita en el espíritu, por consiguiente, la
los métodos de trabajo en la producción del conocimiento y amplió su ámbito a todas las
ciencias tanto de la naturaleza como las del espíritu, le adjudicó a la hermenéutica la misión
de descubrir los significados de las cosas, la interpretación de las palabras, los escritos, los
textos, pero guardando su propiedad con el contexto del cual formaba parte. Para realizar
dialéctica del “círculo hermenéutico”, movimiento del pensamiento que va del todo a las
partes y de las partes al todo, de manera que en cada movimiento aumente el nivel de
comprensión: las partes reciben significado del todo y el todo adquiere sentido de las
partes. Es un proceso Ana sintáctico, inductivo–deductivo de búsqueda de sentido del texto
ETIMOLOGÍA, DE HERMENÉUTICA
a INTERPRETÂRI, o sea el arte de interpretar los textos, especialmente los sagrados, para
acentuado, por alguna distancia (histórica, psicológica, lingüística, etc.) que se interpone
entre nosotros y el documento. El hermeneuta es, por lo tanto, quien se dedica a interpretar
y develar el sentido de los mensajes haciendo que su comprensión sea posible, evitando
todas las relaciones del hombre con el mundo, pues el comprender no es una de las posibles
actitudes del sujeto, sino el modo de ser de la existencia como tal. En su obra titulada
serie de normas o técnicas del proceso interpretativo como la hermenéutica más antigua.
será una traducción, una forma de transformar algo en otra cosa. Esta transformación, esta
diferencia, consiste en un espacio liminal, un espacio que demarca el límite entre el tema a
espacio liminal del derecho, el tema será la norma jurídica o, bien, el caso concreto, y el
registro será el derecho mismo, de tal manera que las rutas de interpretación serán las
mismas que en cualquier otra disciplina que haga un tratamiento de la interpretación: sea la
ambulante.
para buscar, consientes del hecho por el cual únicamente el movimiento puede ser la fuente
de una verdadera formación. Así, se encuentra que la labor hermenéutico-jurídica repite los
mismos problemas y ofrece las mismas rutas de interpretación que cualquier otra área del
conocimiento en la que sea menester develar crear el sentido de un texto, y/o de unos
hechos narrados.
NATURALEZA, DE HERMENEUTICA
La hermenéutica para ser correcto es la teoría científica del arte que es el interpretar
textos, y en derecho, sin ser el único objeto sujeto de interpretación, especialmente se hace
proporcionar los métodos utilizados por los intérpretes al mismo tiempo, no solo busca
siglos para respaldar la denominada separación de las ciencias naturales y las ciencias
historia y el derecho. Siendo así la hermenéutica utilizada como método por la teología, la
ORIGEN DE HERMENEUTICA
ser este el primer libro con ciertas normas, las personas buscaron interpretarlo. En síntesis,
la hermenéutica fue una técnica para interpretar los textos bíblicos y jurídicos, tomado
filosófica de las ideas. Pone las raíces de la cultura griega de la interpretación de Homero y
la tradición judeocristiana antes de la versión del texto bíblico. Según Gadamer, el ámbito
de la hermenéutica está relacionado con el ámbito de la ciencia, donde hay un lenguaje que
se puede transmitir y comprender, o traducir texto. Comprenda que los fenómenos tienen su
biblia se consideró como una hermenéutica sagrada. Además, esta disciplina fue conocida
desde los primeros días del cristianismo, como leemos en el Evangelio de Lucas nos dice
que Jesús habla a los discípulos de los profetas, llegando Jesús mismo a interpretar para
Sin embargo, existe otro tipo de hermenéutica profana, esta hermenéutica buscaba la
interpretación de los textos profanos es decir interpretaban escrituras de los autores griegos
en los diversos campos textuales a través del recurso a la Lingüística aplicada. Sin
cosas los hermeneutas, tanto sacros como profanos, han sentido la necesidad de llevar su
estudio más allá de los propios textos, penetrando en los campos de la filosofía.
Iniciando el siglo XVIII, debido a que la hermenéutica tuvo un creciente interés que
se despertaba por las instituciones romanas la Hermenéutica hace sus incursiones expresas
Derecho romano, que se irán mejorando hasta llegar a una de sus máximas manifestaciones
en la Escuela Histórica. Con ello tenemos, pues, ya formada una Hermenéutica jurídica,
1995)
Pues debido a ellos se considera que los mejores hermeneutas jurídicos han sido
CARACTERÍSTICAS DE HERMENEUTICA
Para diferentes autores las características las interpretan diferentes algunos las
separan por épocas sin embargo las principales y más resaltantes características son las
siguientes:
aplicación.
La comprensión de una norma jurídica, entendida como texto, se da en la
manifestación textual.
forma lineal, sino en forma circular, como un ciclo entre el texto normativo,
TIPOS DE INTERPRETACIÓN.
un criterio; sin embargo, por la función práctica y el peso específico que esta posee, se tiene
encontraríamos con una pregunta, ¿quién es capaz de interpretar las normas legales del
derecho?, Las normas legales que se encuentran en las constituciones, en los tratados
convenios, los testamentos, etc. se convierte en un lenguaje para ciertos sectores o materias
que no son legales. Es así que esta situación hace que la interpretación de las normas sea
más compleja, por lo que es primordialmente necesario tener una idea general de cómo
están redactadas y su uso, así como una discusión frecuente de la terminología y estructura
de estos textos, a veces con la ayuda de asesores expertos. En el sentido más amplio,
cualquiera puede tomar el texto y leerlo; de hecho, el acceso a las normas y su ejecución
escrita es un derecho consagrado en las mismas. Para que la interpretación cobre fuerza
argumentativa, tenga peso específico y pueda llegar cabalmente a su fin, se necesita del
razonamiento y del conocimiento jurídico ofrecido por una preparación previa, así como la
experiencia y el contacto directo con este tipo de textos. Por todo ello, el jurista, en general,
jurídicas. Esto es reconocido por la sociedad en general, y también por los medios de
acerca a la comunidad jurídica para encontrar entre ellos a alguien que pueda aclarar dudas
sobre los fenómenos legales y la aplicación de la ley correspondiente al llegar a este punto,
donde se reconoce al jurista como el intérprete por excelencia de la norma jurídica, cabe
un juez en el ejercicio de su función judicial no tiene el mismo peso y función que la que
Esta al ser realizada por personas jurídicas calificadas sin ningún cargo público que
Los
juristas o jurisconsultos, por los tratadistas, por los estudiosos del derecho, y en general por
quienes se dedican a la ciencia del derecho; de ahí que también se le conozca a esta
los Tribunales suelen fundar sus resoluciones en las opiniones vertidas doctrinalmente; un
De igual manera, cuando el juez escucha los argumentos del abogado en un caso,
Interpretación doctrinal si bien se caracteriza por no ser obligatoria, sin embargo, por su
predilecta.
carácter dogmático de los doctrinarios, que dedican su vida al estudio científico del
derecho, tanto por abogados, profesores, alumnos y jueces, al buscar orientaciones sobre el
mismo autor de la norma jurídica y por naturaleza el cargo del intérprete, es de carácter
oficial o pública. Se trata de manera general del alcance y significado de la ley que ha de
ser interpretada por otra ley secundaria, por lo que tiene una obligación general y tiene
aplicable y no como una interpretación de las leyes, y trata de subordinar el trabajo judicial
Los jueces no pueden ignorarlo y necesitan adherirse a él aún más cuando toman sus
decisiones.
legislador por medio de una segunda ley, se diferencia de otras modalidades hermenéuticas,
propias del juez, por el hecho de proporcionar una interpretación específica que a partir de
como el filtro necesario para el desarrollo de la función práctica de la ley, por los
caso concreto, también podemos mencionar que esta interpretación es practicada por los
jueces y tribunales para emitir sus decisiones (sentencias y demás resoluciones motivadas
cuanto a la importancia en virtud del resultado que una interpretación puede arrojar, existe
halle inmersa una norma constitucional, una importancia que incide de manera directa en el
sistema jurídico guatemalteco, pues será esta la que realmente tendrá efectos respecto de
terceros, a quienes puede afectarse con una correcta o incorrecta interpretación de la norma
constitucional.
parentesco es todavía apreciable en casi todos los que cultivan la Teoría del Argumento. En
este estudio de no podemos, ni necesitamos, referirnos a todas las corrientes que se repiten
en la teoría en cuestión: sobre todo porque, como señaló Ulfrid Neumann, no existe una
su vez; pero ¿hay realmente una gradación fundada sólo en criterios racionales y que se
imponga por la fuerza de la lógica? ¿O no será más cierto que lo que hay es, como ha dicho
Karl Engisch, una práctica judicial en que los tribunales "eligen caso por caso aquellos
es racional.
Escuela de exegesis 1
Basada en el método gramatical, el cual data desde la época en que el derecho dejó
de ser consuetudinario, ateniéndose al texto escrito de la ley, esta escuela nace en Francia
como fruto de la Revolución francesa, y encontró en la promulgación del Código de
Napoleón, en 1804, su punto más claro de referencia, el cual inspiró la codificación
moderna de la ley.
Según esta escuela, la ley debe ser el único origen de las decisiones judiciales; es
decir, acepta la interpretación de ésta, pero sólo según su texto. Rechaza lo que Blondeau,
decano de la facultad de derecho de la Universidad de París en 1841, denomina como las
falsas fuentes de decisión, que con frecuencia suplantan la voluntad del legislador, entre las
que destacan los precedentes, los usos no reconocidos expresamente en la ley, la equidad,
las consideraciones de utilidad general, los principios generales del derecho o los axiomas
de ciencias afines.
1
La expresión "Escuela de la Exégesis" ha sido empleada en el siglo XX para designar la obra de los
comentaristas del Código Napoleón entre 1804 y 1904, en referencia tanto al método de interpretación como
al respeto frente al texto, asuntos propios de la exégesis bíblica.
Esta situación ubica a la gramática jurídica por encima de la justicia y la equidad,
incluso por encima de la causa motora del legislador para crear la ley, y manifesta una fe
ciega, casi irracional, en el texto normativo, el cual manifiesta absolutamente la voluntad
del legislador, al atribuirle, como dice [CITATION Gar80 \y \l 3082 ], “un monopolio de
la formulación del derecho”. Desde esta perspectiva, la función de los jueces queda
reducida a una labor meramente mecánica, que consiste en la aplicación deductiva de la ley
en forma de silogismo o de subsunción. “Con ese concepto no resulta extraño que los
autores se jactaran como Bugner en decir: “No conozco el derecho civil, no enseño más que
el Código de Napoleón2”, porque siempre pensaron que el hombre con sus facultades
racionales pudo aprehender todo el derecho y verterlo en los Códigos [ CITATION
Ves02 \l 3082 ]”.
La labor interpretativa dentro de los parámetros de esta escuela es bordeada por los
criterios preestablecidos en la misma ley, los cuales solían ser muy rígidos, con la intención
de no dar lugar a la arbitrariedad y al subjetivismo del juez, encaminados a desentrañar la
voluntad pura del legislador, siendo algo similar al ejercicio exegético de las Sagradas
Escrituras, que buscaba la voluntad de Dios en el texto sagrado, llevando al interprete a una
interpretación unívoca de la ley
Escuela histórica
2
El Código Napoleónico es el Código Civil de Francia. Se llama así porque fue aprobado y
publicado en el año 1804, siendo por aquel entonces Napoleón Bonaparte primer cónsul de Francia
posteriormente ser formalizado por la actividad del legislador, pero no de forma arbitraria,
sino con base en las costumbres y convicciones; recuerda la naturaleza de la función
legislativa como representante del pueblo, voceros de una conciencia nacional [ CITATION
Beu14 \l 3082 ]3
Para esta escuela, la ley tiene vida propia e independiente de las funciones del
Estado, incluida desde la luego la legislativa, las cuales se limitan a formalizarla y
protegerla. El intérprete debe considerar a la ley como un prototipo susceptible de ser
llenado de contenido, según las necesidades históricas de cada lugar; por tal razón, la
interpretación ponderada por esta escuela es aquella que mejor se adapte a las necesidades
del momento, que, al contrario de la interpretación de la escuela de la exégesis, deja un
abanico abierto de posibilidades y libertad a la función jurisdiccional.[CITATION Ves02 \p
154 \l 3082 ].
Para el jurista galo, más que un principio lógico contenido en su codificación, la ley
es una manifestación de la voluntad consciente, encontrando cabida, desde esta perspectiva,
la interrogante por el propósito del legislador. Para ello, es necesario investigar no sólo el
sentido semántico de las palabras que integran los códigos, sino principalmente las
realidades sociales concretas en donde se busca que la ley produzca los efectos pretendidos
por su autor.
[ CITATION Rec56 \l 3082 ] menciona que “Este panorama pone al intérprete ante
una interpretación de la ley excedente de las fórmulas legales que fueron incapaces de
brindar una respuesta al caso concreto o cuando los criterios jurisprudenciales, doctrinales,
precedentes, o la costumbre, le proporcionan varias posibles soluciones. Es frente a este
horizonte que el juez echa mano de la libre investigación científica, que le servirá de guía
respecto de la decisión a tomar[CITATION Rec56 \p 47 \n \y \t \l 3082 ].
De este modo, la interpretación del juez debe ser objetiva, libre de todo influjo
personal, debiendo fundamentar su decisión sobre principios seguros de naturaleza objetiva
que rodeen las situaciones concretas sometidas a su juicio, a los que solamente se podrá
acceder por un minucioso examen de la naturaleza de las cosas. Esto implica que la libre
investigación científica se basará en el análisis de los siguientes cuatro elementos:
1) Datos previos o reales: entendidos como las condiciones de hecho que enmarcan
la vida humana, y son percibidas por los sentidos como las realidades físicas,
psicológicas, los hábitos sociales, las tradiciones, etcétera.
4) Datos ideales: son las aspiraciones que dirigen las relaciones humanas, incluidas
las jurídicas. Estas aspiraciones son cambiantes y variables según las situaciones
concretas de tiempo y lugar
Estos cuatro datos o elementos son el objeto de la libre investigación científica por
medio de los cuales el juez edifica su actividad creadora mediante la interpretación.
Esta escuela nace, no como un conjunto sistemático de ideas o principios, sino como
un movimiento de índole académica en contra de las tesis de la plenitud hermética 4 de los
sistemas jurídicos y el sometimiento incondicional de los jueces a la letra de la ley. Para
esta corriente, el derecho es plástico, dinámico y espontáneo, como la voluntad y el poder
social de donde surge; admite la presencia de lagunas, que deben ser colmadas por la
ciencia jurídica, y se sumerge en las convicciones sociales como fruto de la voluntad
colectiva para ello [CITATION Bas01 \p 245 \l 3082 ].
Si bien las ideas plasmadas en los contenidos de esta escuela no son del todo
homogéneas, sí coincidían en los siguientes puntos:
4
Tesis que se basaba en la última instancia, es decir si la oscuridad propia de la ley no permite su
exacta aplicación, debe buscarse la mejor manera para una armónica interpretación de la misma.
1) El rechazo de la doctrina que prolifera la suficiencia absoluta de la ley para regular la
vida humana sin importar el tiempo o lugar concreto en donde se aplique.
2) Si la ley, y en general las fuentes formales, son insuficientes por sí mismas para regular
la totalidad de la vida humana, es necesaria una labor personal y creadora del juez.
De esto se desprende que el derecho no puede ser ajeno a las convicciones sociales
vigentes en un lugar y tiempo determinados. No puede “hacerse el sordo” ante los valores,
la buena fe, las buenas costumbres, el prudente arbitrio y la opinión pública; no puede
“hacerse el ciego” ante la injusticia o angostura de una ley. Esto es el derecho libre, las
convicciones de la gente sobre lo justo o injusto, convicciones que de manera efectiva
regulan las conductas de esos hombres. La jurisprudencia conceptual, entendida como el
derecho positivo, no puede ir en contra de las necesidades y convicciones sociales.
La conclusión a la que se llega es que cada una de las teorías sobre la naturaleza y
alcances de la interpretación tiene de bueno y de malo, de ahí que el pluralismo sea, aunque
facilista la opción más útil, practica y realista, que toma lo mejor de cada corriente y
permite trabajar caso por caso sin el corsé de coherencia que impone mantenerse en una
posición.
De esta manera, en lo que sigue, no acogeré una postura teórica. Lo que hare es
proponer una suerte de protocolo de interpretación, sin que interese si es o no un
procedimiento que encierra contradicciones teóricas. De otro lado, no puedo dejar de
reconocer la interrelación existente entre la objetividad del texto y la subjetividad del
intérprete. Pero nuevamente cuanto más profesional sea el intérprete, en mejores
condiciones estará para evitar de manera consciente la interferencia de lo subjetivo en lo
objetivo.
Los árbitros y los jueces, así como los órganos gubernamentales que resuelven
procedimientos administrativos actúan en forma distinta, pues aspiran a ser neutrales,
justos, equitativos y correctos.
LA REGLA GENERAL
Por eso, dicho autor señala que, contrariamente a lo que siempre dice, las cortes no
eligen una de las diversas guías, aplicándola con exclusión de las demás. Lo que la corte
hace (o debería hacer) es dar una mirada general, pesar todos los factores interpretativos y
luego llegara una solución balanceada. No hay un método que pese más que el otro. Se trata
de hacer un balance entre resultados eventualmente distintos y optar por uno de ellos.
Concepto
(Bennion, 2008) Señala, por eso, que cuando no hay nada que modificar, alterar o
calificar en relación con el lenguaje de la norma, sus palabras y oraciones deben ser
entendidas en su significado normal o natural (pág. 549).
Ello se resume en la regla in claris non fit interpretatio, que algunos entienden
equivocadamente como la no necesidad de interpretar cuando la norma es clara.Eso no es,
sin embargo, correcto, porque la interpretación literal supone que el intérprete deba elegir
uno de los significados que ofrece el diccionario. Y ello, aunque, por lo obvio de su
significado, su selección no implique abrir siquiera el diccionario.
Por otro lado (McLeod, 2002) señala, más bien, que la verdad del asunto es que no
hay una prueba ácida (sobre cuál de los dos significados debe priorizarse) y las cortes están
contentas de preservar esa incertidumbre para reservarse algo de flexibilidad. (pág. 275)
Eso significa que el juez podrá decidir, con un importante margen de flexibilidad, si
la palabra ha sido utilizada en su sentido ordinario o en su sentido técnico. Este problema
no es infrecuente y se presenta, por ejemplo, cuando el texto contiene palabras tales como
interés, oferta, condición o depósito, cuyos significados ordinario y técnico son
absolutamente distintos. Se ha comentado la importancia decisiva que tienen los hechos del
caso en la interpretación de la ley.
El sentido común
Pretender que las implicancias no existen no pasa de ser un deseo de buena voluntad
pues, se quiera o no, estas siempre se pueden deducir. Y existen porque, como señala
Bennion, el redactor de una norma legal no puede evitar dejar de decir algo, con la
seguridad de que ese algo, se sobre entiende.
Si no fuera por la elipsis, las normas serían interminables. Así, por ejemplo, la
norma prohíbe que se cause un daño a una persona. De esta norma se infiere que todos
tenemos libertad de acción, mientras no causemos daño. Asimismo, si la norma prohíbe una
acción.
Frente a esta tesis, los penalistas de inclinación hermenéutica ponderan con ímpetu
que la actividad dogmática se ha de convertir en una “experiencia hermenéutica” que
disuelva la posibilidad de diferenciar las actividades de descripción y de valoración (y de
distinguir, por tanto, conocimiento y decisión) y que, rebajando la jerarquía tradicional de
la seguridad jurídica, distinga las decisiones previas del intérprete en el centro de la
discusión.
Así ocurre, por ejemplo, con la opinión, generalizada en la doctrina penal, acerca de
la necesidad de interpretar todos los enunciados legales para acceder a su auténtico sentido ;
es ésta una afirmación que exterioriza, sin duda, una defensa implícita de la labilidad de las
fronteras entre lo cognoscitivo y lo valorativo en este ámbito de la dogmática penal, pero no
es habitual invocar en su apoyo el carácter constitutivamente valorativo de todo proceso de
comprensión, sino que se presenta por los dogmáticos como el corolario (evidente, a su
juicio) de la falta de precisión del lenguaje natural.
Aunque de modo tal vez menos intenso que en el campo de la interpretación, los
penalistas próximos a la hermenéutica han defendido que ésta incide igualmente en el
ámbito de la sistematización de la ley penal y, en particular, en el terreno de la elaboración
del sistema dogmático de la teoría del delito. Esta incidencia se revelaría en el hecho de que
la identificación de las categorías básicas de la teoría del delito (y, de modo significativo,
de los elementos constitutivos de la infracción penal) no ha de ser resultado de un proceso
de inducción del Derecho penal positivo, sino fruto de un “desarrollo” del contenido del
texto legal en atención a una estructura previa.
A este respecto, no puede ser más cierto que, al abordar la construcción de la teoría
del delito, la mayoría de los dogmáticos afrontan el derecho positivo a partir de
preconceptos que, según la corriente que se contemple, pueden revestir entre otros
caracteres valorativos de índole social, ontológica o funcional. De hecho, es frecuente
encontrar críticas acerbas a cualquier propuesta dirigida a garantizar cierto nivel de
neutralidad dogmática. Ahora bien, la supeditación del conocimiento del Derecho positivo
a la mediación de elementos sociales, ontológicos o funcionales no es, en este caso, sino la
manifestación de la pretensión general -a la que se aludió al comienzo de este apartado de
configurar la dogmática penal como una ciencia social o cultural, alejando la disciplina de
los métodos y formas de las ciencias naturales (que se ven encarnados en el positivismo
jurídico). Hay, por tanto, una coincidencia general de propósito entre lo defendido por los
dogmáticos penales y la propuesta hermenéutica, pero, salvo muy contadas excepciones, sin
acudir como fundamento expreso a la operatividad de una pre compresión sobre el sentido
y el contenido del sistema de la teoría del delito.
Dos son las perspectivas desde las que cabe enjuiciar los méritos de la incidencia de
las propuestas de origen hermenéutico en la dogmática penal: por una parte, cabe debatir su
corrección técnica, entendiendo por tal el ajustamiento de sus postulados metodológicos a
la realidad tanto del objeto como de los procesos intelectuales involucrados en la actividad
dogmática; por otra, es preciso evaluar su rendimiento, esto es, la utilidad que se derivaría
de una dogmática penal así concebida.
(ii) Por otra, la “apertura significativa” del lenguaje ni impide la mera captación
del significado ni condiciona toda comprensión a la existencia de una previa precompresión
ni al previo desarrollo de una actividad interpretativa.
Todo esto no supone vetar que el ciudadano que se dedica a la dogmática pueda
desarrollar una crítica al Derecho vigente; simplemente pretende precisar que cuando el
dogmático critica (con la cualificación que se le presume por su singular conocimiento del
Derecho penal) no hace dogmática, sino otra cosa. No se trata, en caso alguno, de renunciar
a la valoración política de la norma penal, sino de intentar asegurar la claridad del discurso
mediante la delimitación de la actividad descriptiva, de la actividad interpretativa y de la
actividad crítica. En suma, evitar, como afirma LAMARCA PÉREZ, “que la ideología o la
realidad social que atenazan irremediablemente al jurista se filtren a través de la
descripción del Derecho y aparezcan con la etiqueta de ciencia, de neutralidad axiológica”.
1. A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Al facilitar los medios para que el abogado atribuya un sentido a la regla y a las
otras piezas que incorporan el derecho, se relaciona con él referente a su epistemología, al
hacer un estudio primordial de la constitución de la regla jurídica y de la concepción del
derecho generalmente para conseguir su fin; se relaciona con el derecho referente a su
ontología y al brindar los recursos necesarios para la aplicación concreta del derecho en una
sociedad específica; se relaciona con la ética, con la lógica y con la metodología jurídica.
“Para interpretar existe una secuencia de técnicas o cánones, que remiten continuamente a
una concepción ontológica, epistemológica y valorativa del derecho”. Esta interacción de la
hermenéutica con todos los puntos del derecho anteriormente mencionados no debería ser
entendida de manera aislada, sino como un grupo unitario, el cual constituye una sección
importante de la teoría del derecho actualizada, y atiende primordialmente 2 puntos
primordiales: la constitución y manifestación óntica-significativa del derecho y su
aplicación práctica. El abogado, antecedente de ejercer el derecho, tiene la exigencia de
entender y describir el contenido de las reglas. Por consiguiente, si la regla jurídica se
muestra por medio del lenguaje, ésta, referente a su manifestación, debería apegarse a las
reglas gramaticales que corresponden para la obra de textos y su sentido. A la par de estas
reglas gramaticales además tienen que considerarse las normas de la semiótica, ya que el
escrito, entendido como el objeto físico donde se plasma por escrito la ley, no es lo
exclusivo por interpretarse, ya que además se piensan conductas, situaciones e intenciones
como signos con contenido importante. A partir de esta visión, tienen la posibilidad de
señalar a los próximos como los primordiales inconvenientes a los que el abogado, en
particular el juzgador, se confronta en la averiguación y atribución del sentido de las reglas
con miras a su aplicación, mediante la cual se perjudica la esfera jurídica de los individuos:
(Beuchot Puente)
2. SINTÁCTICOS
3. SEMÁNTICOS
la cual implica que una palabra, término, o acción puede entenderse de más de un
modo, admitiendo distintos significados; como ejemplo de ello está la expresión “persona
moral”, que puede referirse a personas jurídicas colectivas o a la honorabilidad o buen
nombre de las personas.
4. PRAGMÁTICOS
5. LÓGICOS
dogmática de las “decisiones previas” del investigador. Aunque esta idea que caracteriza
tenido una mayor presencia en relación con la actividad interpretativa de textos legales,
hermenéutica.6
comprender la ley penal (esto es, cuando cabe la mera captación de su significado
porque el uso legal de los términos empleados se produce en relación con los ejemplos
estándar de tales términos), mientras que los aspectos valorativos aparecerían conectados
a los procesos de interpretación, comprendiendo por tales aquellos procesos por los que
6
BAZIGALUPO ZAPATER, Enrique, Principios del Derecho Penal…, op, cit, p,35.
se atribuye sentido a una ley penal en presencia de un caso límite o anormal en el uso de
Frente a esta tesis, los penalistas de inclinación hermenéutica ponderan con ímpetu que
discusión.8
hermenéutica de los juristas dedicados a la dogmática de las distintas ramas del Derecho,
más preocupados por la identificación de criterios racionales del interpretar que por la
estructura general del proceso interpretativo. Probablemente por esto resulta más fácil
hallar opiniones doctrinales que coincidan con las propuestas hermenéuticas en cuanto a
7
MARMON, Andrei, Interpretación y Teoría Jurídica, Clarendon Press.
8
Vid, BAZIGALUPO ZAPATER, Enrique, Principios del Derecho Penal …, op, cit, p. 36.
9
KAUFMANN, Arthur, En Torno al Conocimiento …p.12.
10
GRACIA AMADO, Juan Antonio, Filosofía Hermenéutica y Derecho.
11
KAUFMANN, Arthur, Panorámica Histórica …. p. 129.
los resultados sistemáticos o metodológicos que alcanzan, pero sin asentarse cuando
Así ocurre, por ejemplo, con la opinión, generalizada en la doctrina penal, acerca de la
sentido12; es ésta una afirmación que exterioriza, sin duda, una defensa implícita de la
valorativo de todo proceso de comprensión, sino que se presenta por los dogmáticos
Aunque de modo tal vez menos intenso que en el campo de la interpretación, los
elaboración del sistema dogmático de la teoría del delito. Esta incidencia se revelaría en
el hecho de que la identificación de las categorías básicas de la teoría del delito (y, de
“desarrollo” del contenido del texto legal en atención a una estructura previa.13
A este respecto, no puede ser más cierto que, al abordar la construcción de la teoría del
preconceptos que, según la corriente que se contemple, pueden revestir entre otros
este apartado de configurar la dogmática penal como una ciencia social o cultural,
alejando la disciplina de los métodos y formas de las ciencias naturales (que se ven
pero, salvo muy contadas excepciones, sin acudir como fundamento expreso a la
hermenéutica
Dos son las perspectivas desde las que cabe enjuiciar los méritos de la incidencia de las
propuestas de origen hermenéutico en la dogmática penal: por una parte, cabe debatir su
actividad dogmática; por otra, es preciso evaluar su rendimiento, esto es, la utilidad que
En relación con el primero de estos aspectos, sostiene que, la distinción positivista entre
dogmática penal hermenéutica es la más acertada por cuanto el método que adopta y las
disciplina (esto es, a los textos legales penales). Planteado el debate en estos términos,
creo que ninguno de los dos presupuestos en los que se funda el argumento aducido es
cierto:
(ii) Por otra, la “apertura significativa” del lenguaje ni impide la mera captación del
adecuada tanto la idea de claridad como la posibilidad de una pura captación del
significado sin que, por otra parte, se pueda hallar en ella rastro del univocismo
gradual, de modo que, como ha señalado SAINSBURY, existe un espectro que conduce
15
BACIGALIPO ZAPATER, Enrique, Principios del Derecho Penal …, p. 36.
16
HATF, Fritjof, “Derecho y Lenguaje” …, p. 229.
límite, por una parte, y entre el conjunto de casos límite y el de casos en los que el uso
término, supuestos en los que el uso es discutible y supuestos en los que el uso es
injustificado, aun cuando los ejemplos estándar y los casos límite no constituyan
conjuntos estancos.
lenguaje, sino que aquélla puede fundarse en una aceptación sin reservas de su
textura abierta.17
términos del lenguaje natural, justificados por la regla operativa en el juego al que se
17
AARNIO, Aulis, “Sobre la Ambigüedad Semántica en la Interpretación Jurídica” …, p. 30 y ss.
18
BAZIGALUPO ZAPATER, Enrique, Principios del Derecho Penal …, p. 38 y ss.
vinculan y que se usan como criterios definitorios del significado del término, abona la
juegan papel alguno. Si no fuera posible señalar ejemplos estándar de uso de los
interpretación, las reglas legales no tendrían un sentido fijo 19. Y, por otra parte, en los
normativa que preserve las propuestas interpretativas dentro del ámbito de la discusión
racional.
penal y con él, el control penal superpuesto se articula de una forma que la mayoría de
integrantes del grupo social juzga inadecuada, el principal bagaje con el que los
ciudadanos cuentan para desarrollar de modo eficaz una actividad política dirigida a su
positivo vigente, pues el conocimiento que de éste se transmite por el dogmático aparece
políticamente teñido según el modelo de justificación del control penal que éste asuma.
19
HART, Herbert, L. A, The Concept …p, 126 y ss.
A ello se añade que una dogmática tolerante con la inserción de esta clase de
del enunciado legal, lo sustrae a una eficaz crítica ciudadana y, dado su carácter no
vinculante para el Estado (ningún juez o tribunal tiene por qué atender al
sino un particular), impide una actuación eficaz que elimine la presencia del exceso en el
enunciado legal. Por otra parte, aunque esta dirección dogmática se presenta a sí misma
bajo el signo del progreso, puede desembocar sin problemas en la posibilidad justamente
opuesta.20
control penal formalizado a partir del principio de legalidad, el dogmático penal puede
arrogarse legitimidad para prescribir qué ha de ser considerado como Derecho, para
formular reglas jurídicas no contenidas en las leyes, para co-crear o recrear la ley y, en
crítica pública, crítica que será de tanto mayor valor cuanto mayor sea su conocimiento
Todo esto no supone vetar que el ciudadano que se dedica a la dogmática pueda
desarrollar una crítica al Derecho vigente; simplemente pretende precisar que cuando el
del Derecho penal) no hace dogmática, sino otra cosa. No se trata, en caso alguno, de
de neutralidad axiológica”22.
21
Vid, LAMARCA PEREZ, Carmen, “Posibilidades y Limites de la Dogmática Penal”, en
Cuadernos de la Política Criminal, num, 33,1987, p, 539 y ss.
22
LAMARCA PEREZ, Carmen, “Probabilidades y Limites de la Dogmática Penal”, en Cuadernos de
la Política Criminal, num, 33, 1987, p. 527 y s.