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Embriología Básica del

Hígado y del Confluyente


Biliopancreático para el
Cirujano General 1

Leoncio Pérez Magallanes


Terminología Embriológica de la Región
• Divertículo, primordio, esbozo, yema o brote (pancreático, cístico o hepático). Intestino digestivo primitivo (ante-
rior, medio y posterior).
• Páncreas ventral y dorsal. Páncreas divisum. Páncreas anular. Páncreas ectópico.
• Atresia, agenesia, duplicación, aplasia, hipoplasia, vacuolización, estenosis, quistes y conductos accesorios.
La embriología en general suele ser subestimada por el ci- La presencia del tronco celíaco, la arteria mesentérica
rujano, sin embargo somos de la opinión que para tener superior y la arteria mesentérica inferior dividirá éste in-
una mejor comprensión de la anatomía quirúrgica del árbol testino primitivo en intestino anterior, medio y posterior.
biliar es útil conocer el proceso embriológico que lo origi- (1,2,3). (Fig. 1.1).
na. El sistema biliar tiene numerosas variantes anatómicas El colédoco distal es el punto de unión del intestino an-
e incluso anomalías con las cuales el cirujano se enfrenta- terior y medio y puesto que el duodeno se forma a partir
rá, en más de una ocasión, al intervenir quirúrgicamente del intestino anterior y del intestino medio, (Tabla 1),
las múltiples patologías que afectan esta área. Conocer la este va a estar irrigado tanto por ramas del tronco celía-
embriología de esta región anatómica le da al cirujano ma- co como por ramas de la mesentérica superior. (Fig. 1.1
yor seguridad y herramientas para operar en ella. y Fig. 1.2 A).
Desde un punto de vista estrictamente didáctico, pensamos Entre la sexta y la octava semana el estómago rota
que el duodeno es el primer órgano a estudiar en esta región 90º alrededor de sus ejes longitudinal (Fig. 1.2 B)
por cuanto el hígado, el confluente bilio-pancreático y el pán- y dorsoventral (Fig. 1.2 C), que sumado al rápi-
creas se originan, crecen y desembocan en él, utilizándolo do crecimiento del duodeno hará que este adquiera
incluso como eje de rotación para su desarrollo y posiciona- forma de “C” proyectándose al principio en sentido
miento final y definitivo de la cavidad abdominal. ventral.
A principios de la cuarta semana el duodeno comienza a de- El giro de 90º que sobre su eje longitudinal y en di-
sarrollarse a partir de la parte distal del intestino anterior y de rección de las agujas del reloj experimenta el estóma-
la parte proximal del intestino medio; los cuales a su vez se go trae como resultado cuatro consecuencias anatómi-
originan del intestino digestivo primitivo. (1,2). Tabla 1.1. cas, de importancia para el conocimiento del cirujano:
Tabla 1. En negrilla se destaca el origen de los órganos que serán (1,2,3,4,5).
estudiados en este capítulo. 1) Desplaza hacia la derecha del embrión la “C” duodenal.
(Fig. 1.2 C)
DERIVADOS DEL TUBO 2) Hace que el duodeno entre en contacto con la pared
posterior del cuerpo donde queda fijado como órgano
DIGESTIVO PRIMITIVO retroperitoneal. (Fig. 1.3)
3) Se genera una cavidad estrecha dorsal al estómago de-
Intestino Anterior nominada transcavidad de los epiplones (o bolsa omen-
• Faringe
tal). (Fig. 1.3 a)
• Esófago torácico
• Esófago abdominal
4) El duodeno durante esta rotación pasa por debajo y de-
• Estómago trás de la arteria mesentérica ubicándose ahora en un
• Duodeno proximal a la entrada del conducto biliar a la ángulo (pinza) entre esta arteria y la aorta. (Fig. 1.2 C
ampolla de Vater y Fig. 1.3)
• Parénquima hepático, ductos hepáticos, vesícula biliar, Entre la quinta y sexta semana la luz duodenal se
cístico y colédoco, esbozos pancreáticos dorsal y ventral oblitera (por la proliferación de células endodérmi-
Intestino Medio cas de revestimiento) que al vacuolizarse, degene-
• Duodeno distal a la ampolla de Vater ran recanalizándose nuevamente hacia el final del
• Yeyuno período embrionario al final de la octava semana,
• Íleon (Fig. 1.4). La estenosis del duodeno se asocia con
• Ciego y apéndice
frecuencia al páncreas anular (que describiremos en
• Colon ascendente
• Dos tercios proximales del colon transverso
este capítulo) y también podría asociarse a diafrag-
Intestino Posterior ma perforado. (6,7).
• Tercio distal del colon transverso La presencia de divertículos en el duodeno es rara, pero
• Colon descendente y sigmoides de presentarse, son más frecuentes en la cara interna de
• Recto la segunda porción del duodeno, siendo por lo general
solitarios y asintomáticos. (6,7).
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Recuerde
1) La rotación longitudinal de 90º y dorsoventral que
experimenta el estómago, la fusión del duodeno
(y del páncreas como describiremos en breve) a
la pared posterior y la rotación del epiplón menor
desde un plano sagital hacia un plano coronal
(frontal), crean una cavidad estrecha dorsal al
estómago denominada transcavidad de los epi-
plones (o bolsa omental), (Fig. 1.2 y Fig. 1.3).
2) Esta transcavidad es de gran importancia en la
anatomía quirúrgica (1,2,7). A ella se puede ac-
ceder de varias maneras (Fig. 1.3 y Fig. 1.5);
una es a través del foramen epiploico o hiato de
Winslow, el cual está limitado por delante por la
cara posterior del pedículo hepático (que agrupa
a la Porta, la Arteria Hepática y la Vía Biliar ex-
trahepática), por detrás por la cara anterior de la
Cava Inferior, por arriba por la cara inferior del
lóbulo de Spigel y por abajo por la reflexión del
peritoneo parietal posterior sobre el borde supe-
rior del páncreas y la cara superior del mesoco- Fig. 1.1. Corte medial que muestra el origen del aparato digestivo y
lon transverso. (Fig. 1.5). su suministro sanguíneo: a. Tronco Celíaco. b. A. Mesentérica Sup.,
c. A. Mesentérica Inf. d. Esbozos pancreáticos, e. Esbozo hepático, f.
Esbozo Cístico y Vesicular.

Fig. 1.2. Rotación del estómago alrededor de su eje longitudinal y dorso-ventral para dar origen a la C duodenal.
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Fig. 1.5. Transcavidad de los Epiplones. A. Corte transversal. B. Pers-


pectiva anterolateral izquierda. C. Corte sagital. La flecha señala su
acceso a través del Foramen Epiploico (Hiato de Winslow).

Fig. 1.3. Corte sagital que muestra las hojas fusionadas del epiplón ma-
yor entre si y con el mesocolon transverso para que al cubrir al duodeno,
lo coloque en el retroperitoneo. a.Transcavidad de los epiplones. Las
flechas muestran 5 diferentes maneras de abordar esta cavidad.

Fig. 1.4. Secuencia que muestra la formación de la luz intestinal definitiva evolucionando desde un estado macizo en la sexta semana (B) hasta
su recanalización completa hacia la novena semana (D).

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Hígado, Vesícula Biliar y Conductos Biliares versum dará origen al conducto hepático, el cual conectará
las vías biliares intrahepáticas con el colédoco, (Fig. 1.7 B
Entre las semanas tercera y cuarta del desarrollo embrio- y 1.7 C y Fig. 1.8 A). (1,3,5,8).
nario surgen del duodeno cuatro brotes (llamados también Hacia la séptima semana las vías biliares pasan de una fase
yemas, divertículos, primordios o esbozos): dos volumino- de sólida oclusión de su luz, a una fase de vacuolización
sos (el futuro hígado y el esbozo dorsal del páncreas) y dos que permite su canalización, tal y como ocurre con el duo-
pequeños (la futura vesícula biliar y el esbozo pancreático deno (Fig. 1.4 y Fig. 1.8). (1,3,4,5).
ventral). (1,2,8). (Fig. 1.6). Entre la décimosegunda y décimotercera semana del de-
Cronológicamente los eventos embriológicos ocurren de la sarrollo, los hepatocitos comienzan a producir la bilis que
siguiente manera: será secretada hacia el tracto gastrointestinal a través del
árbol biliar desarrollado en las semanas previas. La bilis
El futuro hígado tiene un triple origen: vertida por los hepatocitos hacia los conductos biliares
1) Hacia la mitad de la tercera semana aparece el primordio intrahepáticos, sigue por el hepático derecho e izquierdo
hepático que constituirá el parénquima del futuro hígado hacia el conducto hepático, se almacena una parte en la
y el cual resulta de una evaginación del extremo distal vesícula biliar y el resto desciende por el colédoco hacia
del intestino anterior (duodeno). (Tabla 1.1 y Fig. 1.6). el duodeno. Esta bilis, se mezcla con las secreciones intes-
2) Las células hepáticas (hepatocitos) surgen de este pri- tinales del feto y se transforma en materia fecal de color
mordio hepático; y son células de rápida proliferación verde oscuro llamado meconio. (1,2,3,4,5,8).
que se introducen hacia una placa que lo separa de la
cavidad pericárdica y del saco vitelino llamada septum
transversum, (la cual a su vez participa en la formación Recuerde
de la porción central del futuro diafragma), (Fig. 1.7 B
y 1.7 C). Este septum transversum le aportará al futuro 1) El hígado tiene un triple origen embriológico e his-
hígado el estroma conectivo. tológico.
3) Mientras los hepatocitos siguen introduciéndose en el 2) El primordio hepático se divide en izquierdo y
septum transversum produciendo una densa red anas- derecho. Los lóbulos caudado y cuadrado se ori-
tomótica hasta invadirlo completamente, se forman las ginarán a partir del primordio izquierdo aunque
vías biliares intrahepáticas que se entremezclan con las se describen anatómicamente como pertene-
venas vitelinas (onfalomesentéricas) y umbilicales para cientes al lóbulo derecho del adulto. El primor-
formar los sinusoides hepáticos del sistema porta. El hí- dio hepático derecho formará el resto del lóbulo
gado inicia funciones hematopoyéticas a partir de la sex- derecho.
ta semana, con un máximo entre el tercero y sexto mes y 3) Debido a los giros y cambios de posición mencio-
cesa esta función al momento del nacimiento. (1,2,3,8). nados que experimenta el duodeno, la desembo-
La rotación del estómago entre la sexta y séptima semana cadura del colédoco en la segunda porción del
arrastra al hígado hacia la derecha de la cavidad abdomi- duodeno es producto de su migración alrededor
nal (Fig. 1.7). La parte más cefálica del hígado, quedará del duodeno desde una posición inicial anterior
en contacto directo con el futuro diafragma, lo cual expli- hacia una posición posterior. Este desplazamiento
ca que esa parte del hígado no esté cubierta de peritoneo del colédoco trae como consecuencia que la parte
en el hígado ya formado (Fig. 1.7 C), y se conoce como distal del colédoco termine siendo retroduodenal
zona desnuda del hígado. Durante la infancia y la niñez y retropancreático (o intrapancreático); adqui-
hay un marcado remodelamiento del hígado permitiendo riendo una ubicación retroperitoneal definitiva.
que el lóbulo derecho crezca más rápido que el izquierdo.
(3,4,5,8).
En relación a la vesícula biliar y al conducto cístico estos Páncreas
se originan en la cuarta semana como consecuencia de una
evaginación ventral sólida del duodeno llamado divertícu- Se desarrolla el páncreas a partir de yemas primitivas hue-
lo cístico caudal al primordio hepático (Fig. 1.7 B y 1.7 C y cas conocidas como esbozos pancreáticos dorsal y ventral
Fig. 1.8 A). El duodeno gira entre las semanas 5 y 7, (Fig. que posteriormente formarán cordones macizos los cuales
1.8). El tramo comprendido entre el duodeno y el divertí- se ramificarán de manera similar a como lo hacen las raí-
culo cístico representa el esbozo del futuro colédoco (con- ces de una planta. (Fig. 1.8). (1,2,3,4,5).
ducto biliar común) y el tramo entre el primordio hepático Al final de la cuarta semana del desarrollo embriológico,
y el divertículo cístico que no penetró en el septum trans- una yema duodenal comienza a crecer en el mesenterio
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Fig. 1.6 a. Primordio hepático. b. Primordio cístico. c. Esbozo pancreático ventral. d. Esbozo pancreático dorsal.

Fig. 1.7 A. Cortes sagital y transverso que muestran de la B a la C el desarrollo del hígado, la vesícula biliar, el páncreas y sus sistemas ductales
a partir del duodeno. Las rotaciones del estómago dan origen a la transcavidad de los epiplones.
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Fig. 1.8. Corte transversal del duodeno entre el intestino anterior y el medio que ilustra la
rotación que permite que los esbozos pancreáticos dorsal y ventral de origen al páncreas

dorsal en sentido opuesto al primordio hepático. Esta yema También entre las semanas quinta y sexta estos sistemas
duodenal es llamada esbozo pancreático dorsal que apa- ductales tienen obstruida su luz por la intensa actividad
rece primero y es más grande que el esbozo pancreático mitótica del epitelio duodenal, pero entre la séptima y
ventral. A medida que crece el esbozo pancreático dorsal, la octava semana el lumen definitivo se establece por
aparece a comienzos de la quinta semana el esbozo pan- coalescencia de los espacios intercelulares, (Fig. 1.4).
creático ventral el cual crece hacia el mesenterio ventral y (3, 4, 5, 6).
se ubica inmediatamente caudal al divertículo cístico que Para la sexta semana los esbozos pancreáticos ventral y
como mencionamos antes, dará origen a la vesícula biliar, dorsal se unen para formar el páncreas definitivo. Sus
el cístico, conductos hepáticos y al colédoco. sistemas ductales también quedan conectados. (Fig. 1.8
Debido al giro que realiza el duodeno a partir de la quinta D). Persiste la totalidad del conducto pancreático ven-
semana, el conducto principal del esbozo pancreático ven- tral, que junto con la porción distal del conducto pan-
tral entra en contacto con el extremo distal del colédoco y creático dorsal forma el conducto pancreático principal
cuando el duodeno continúa su rotación sobre su eje longi- (o de Wirsung) el cual se comunica con la luz del duo-
tudinal en sentido de las agujas del reloj y va adquiriendo deno y se relaciona íntimamente con el colédoco distal
forma de “C”, ambos, el conducto pancreático ventral y el a través de la papila o carúncula duodenal mayor (am-
extremo distal del colédoco se desplazan hacia atrás y a la polla de Vater) para drenar a partir de la semana 20 de
izquierda del duodeno en dirección al mesenterio dorsal, manera compartida o individualmente sus secreciones
(Fig. 1.8). Simultáneamente el esbozo pancreático ventral en la cara interna de la segunda porción del duodeno.
se sitúa inmediatamente por debajo y detrás del esbozo (1,2,3,4,5,6).
pancreático dorsal. (3,4,5,6).

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Consecuencias Clínicas de Algunas Anoma-


Recuerde lías de Origen Embriológico de la Región
1) Del esbozo pancreático ventral se origina el pán- Hepato-Bilio-Pancreática
creas menor o proceso unciforme (en forma de
gancho), la porción inferior de la cabeza pan- El conocimiento práctico de las principales anomalías de
creática y la mayor parte del conducto pancreáti- origen embriológico son de utilidad para el cirujano que
co principal (o de Wirsung). aborda esta región. Algunas de las variantes anatómicas
2) Del esbozo pancreático dorsal se originan la ca- de origen embriológico de la región hepato-bilio-pancreá-
beza, el cuerpo y la cola del páncreas y even- tica no tienen implicaciones clínicas para el individuo,
tualmente podría persistir todo el trayecto del en tanto que otras pudieran tener consecuencias patoló-
conducto pancreático dorsal, de pequeño cali- gicas que requerirán además de una detallada evalua-
bre, llamado conducto pancreático accesorio (o ción, una conducta quirúrgica temprana para resolverlas.
de Santorini) que desembocaría en la papila o (7,8,9,10,11,12,13,14).
carúncula duodenal menor, localizada a 2 ó 3 cm
aproximadamente por encima de la papila o ca- • Páncreas Divisum. La más común de las anomalías
rúncula duodenal mayor y cuyas consecuencias congénitas del páncreas es el páncreas divisum, (Fig.
clínicas serán evaluadas en breve, (Fig. 1.9). 1.9), la cual afecta aproximadamente al 10% de la po-
3) Al igual que el duodeno, el páncreas se une a la blación total. Es una condición congénita adquirida
pared posterior del cuerpo pasando a ser desde durante el desarrollo embrionario y que pudiera seguir
la octava semana del desarrollo intrauterino un un curso inocuo en el individuo o asociarse a dolor ab-
órgano retroperitoneal. dominal crónico sin elevación de enzimas pancreáticas

Fig. 1.9 A y A1. De un 60% a un 70% de la población, el colédoco y el Wirsung desembocan juntos al duodeno. B, C y D. En el 30% restante, el
colédoco y el Wirsung lo hacen conjunta o independientemente al duodeno a través de las carúnculas mayor y menor respectivamente.

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en un comienzo o desencadenar en episodios de pan- emigran en sentidos opuestos alrededor del duodeno:
creatitis agudas recurrentes. El páncreas divisum es el la porción derecha del lóbulo ventral migra de la ma-
resultado de un trastorno en la fusión de los esbozos nera habitual para fusionarse con el esbozo pancreático
pancreáticos ventral y dorsal que a su vez conlleva a un dorsal, pero la porción izquierda lo hace en dirección
defecto en la fusión total o parcial de los conductos pan- opuesta. De esta forma el páncreas anular comprime
creáticos ventral y dorsal que en lugar de conformar un el duodeno y podría ocasionar obstrucción intestinal
conducto pancreático principal (de Wirsung), drenan parcial e intermitente o incluso obstrucción intestinal
de manera independiente en la luz duodenal a través completa. (21,22).
de una carúncula o papila duodenal mayor y otra ca- Cerca del 50% de los casos permanece asintomático
rúncula o papila duodenal menor (situada 2 a 3 cm más hasta la tercera o quinta década de la vida, el otro 50%
arriba) (Fig. 9 B, 9 C y 9 D). Del total de individuos se hace sintomático refiriendo dolor abdominal acom-
portadores de páncreas divisum, aproximadamente el pañado de náuseas y vómitos desarrollando en ocasio-
25% de ellos desarrollarán pancreatitis agudas que se nes pancreatitis, asociada a úlcera duodenal o incluso
harán recurrentes debido a que el conducto de drena- pudiendo debutar con toda la clínica de un tumor de
je principal del páncreas dorsal (que es la porción del cabeza de páncreas. En el páncreas anular sus sistemas
páncreas que de manera dominante excreta la mayor ductales también quedan conectados de manera seme-
parte de fluidos exocrinos del páncreas divisum) lo re- jante al páncreas no anular. (21,22).
presenta el conducto pancreático dorsal (o accesorio de Por otra parte, desde la porción distal del esófago has-
Santorini) que drena a través de una papila duodenal ta el extremo del asa intestinal primaria (sobretodo en
menor (o accesoria) insuficiente, (Fig. 1.9 C y 1.9 D). mucosa gástrica y en el divertículo de Meckel), en el
En ese 25% de individuos con páncreas divisum que bazo o en la vesícula biliar, podría encontrarse tejido
desarrollarán pancreatitis agudas recurrentes, se sabe pancreático ectópico susceptible de padecer las mismas
que durante el desarrollo fetal y después del nacimiento patologías que habitualmente pudiera sufrir el páncreas.
el conducto pancreático dorsal (o accesorio de Santo- (21,22).
rini) experimenta cierto grado de atrofia en su calibre, • Atresia, hipoplasia, duplicación, quistes y conduc-
curso y manera de drenar en la papila duodenal menor tos accesorios del sistema biliar. No son inusua-
(o accesoria). (15,16,17,18,19). (Fig. 1.9 C y 1.9 D). les las mal formaciones congénitas del árbol biliar.
El individuo portador de páncreas divisum que incre- (1,2,3,4,5,6,23,24,25). En uno de cada 100.000 nacidos
mente su ingesta de alcohol o el volumen de su dieta vivos los conductos biliares intrahepáticos presentan
habitual, verá aumentada la producción exocrina del atresia o hipoplasia, posiblemente debida a infecciones
páncreas dorsal, incrementando a su vez la presión in- fetales que ocasionan una falta de canalización del apa-
traluminal del conducto pancreático dorsal (o accesorio rato biliar que normalmente debe ocurrir en la sexta
de Santorini) que buscará drenar a través de una papila semana, (Fig. 1.4), lo cual puede ser mortal; aunque en
duodenal menor generalmente incompetente; todo lo ocasiones podría seguir un curso benigno prolongado.
cual conlleva a la aparición de pancreatitis aguda que (23,24,25).
se hará recurrente si no se trata. La Resonancia Mag- La atresia biliar extrahepática, suele aparecer en uno
nética con efecto colangiográfico es el estudio image- de cada 16.000 nacidos vivos. A su vez, un 20% de es-
nológico con mayor sensibilidad y especificidad para el tos pacientes tienen conductos proximales permeables
diagnóstico del páncreas divisum. Su tratamiento suele que permitirían cirugías biliodigestivas que resolve-
ser endoscópico y/o quirúrgico a fin de realizar una es- rían esta entidad patológica. El otro 80% morirán si no
finterotomía y/o esfinteroplastia de la papila duodenal se les realiza tempranamente un transplante hepático.
menor, con eventual colocación de un stem y obtener (23,24,25).
el adecuado drenaje del conducto pancreático dorsal. Los conductos hepáticos accesorios (mal llamados abe-
(19,20,21,22). rrantes), no son tan infrecuentes con una incidencia de
• Páncreas Anular. Es una rara malformación congéni- 12 a 15%. La mejor manera de no lesionar durante la
ta, (1,2,3,13). En ocasiones el páncreas forma un anillo cirugía biliar algún conducto hepático principal o ac-
completo en torno al duodeno conocido como páncreas cesorio es a través de la colangiografía pre o intrao-
anular descrito y estudiado por Baldwin y Lecco en peratoria para documentar el árbol biliar y advertir la
1910 y recientemente por Kamisawa en el 2001. Como presencia de cualquier variante anatómica del sistema
se muestra en la (Fig. 1.10). Es probable que esta ano- ductal biliar. (23,24,25).
malía se produzca cuando ambos lóbulos de un esbozo La duplicación de la vesícula biliar (producto del creci-
pancreático ventral bilobulado (una variación normal) miento exagerado y prematuro del extremo distal del

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Fig. 1.10. Secuencia que ilustra la posibilidad de que si el páncreas ventral tiene dos lóbulos que emigran en direcciones opuestas, pudieran con
el esbozo pancreático dorsal y formar un páncreas anular.

Recuerde
Debido a su origen embriológico, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas se originan, rotan y drenan sus secre-
ciones en el duodeno.
Por tener el duodeno un origen embriológico a partir del intestino anterior y del intestino medio al mismo tiempo,
recibe su irrigación arterial de arterias del tronco celíaco y de la mesentérica superior.
La resección quirúrgica incompleta de un quiste de colédoco está asociada a la aparición ulterior de pancreatitis,
colangitis y colangiocarcinoma.
La pancreatitis aguda recurrente está altamente relacionada con la presencia de páncreas divisum, siendo el trata-
miento endoscópico o quirúrgico de la papila duodenal menor el objetivo del tratamiento en esta condición.
La región hepato-bilio-duodeno-pancreática es un área anatómica con un origen embriológico afín y desarrollado
tras un complejo proceso de fusiones y rotaciones en distintos ejes, cuya comprensión suele explicar un amplio
espectro de anomalías y variantes anatómicas tales como agenesias, aplasias, atresias, hipoplasias, duplicaciones,
ectopias de tejido pancreático, uniones biliopancreáticas anómalas, páncreas divisum y páncreas anular. Algunas
de ellas son fatales en la vida postnatal, mientras otras, aunque inocuas y funcionales desde el punto de vista fisio-
lógico, podrían ocasionar catástrofes quirúrgicas si no se reconocen durante una operación en la vida posterior.
El mensaje para el cirujano es recordarle que en esta región existen estas anomalías y variantes anatómicas; y
que aunque rara vez son fatales podrían confundir al radiólogo más experto y desconcertar al más diestro de los
cirujanos.
En vista de que la cirugía en esta región nos plantea diferentes configuraciones anatómicas que podrían generar
dificultades en el desarrollo de una cirugía (problemas de poca o de gran importancia), recomendamos que ante
la duda el cirujano responsable deba repasar su mapa biliar en la colangiografía retrógrada, la percutánea o la
intraoperatoria. Saber leer estos mapas le hará llegar a un destino seguro al paciente y será la tranquilidad del
cirujano.

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divertículo cístico entre la quinta y sexta semana del la población infantil femenina asiática. Su clásica tríada
desarrollo embrionario) Puede ser tabicada, bilobulada, de presentación (en el 50% de los individuos que lo pa-
duplicada totalmente, duplicada en “Y” con un cístico decen) es ictericia, masa abdominal palpable y dolor. Su
común o con císticos independientes. En general, ni los tratamiento consiste en la resección quirúrgica completa
conductos biliares accesorios, ni la duplicación de la del o los quistes con restitución del tránsito biliodigestivo
vesícula biliar deberían provocar síntomas, pero tienen a través de una hepatoyeyunostomía en Y de Roux. Su
una importantísima significación clínica durante la ci- resección parcial o drenaje interno del quiste no es reco-
rugía biliar (23,24,25). mendable por cuanto se asocia a una mayor incidencia de
• Quistes de colédoco. Consisten principalmente en una pancreatitis, colangitis y colangiocarcinoma. (23,24,25).
dilatación congénita de los conductos biliares intrahe- • Hígado. En cuanto al hígado, son usuales las variacio-
páticos que pudiera o no involucrar a las vías biliares nes en su lobulación, siendo la más frecuente el lóbulo
intrahepáticas que probablemente se deba a una “lenta de Riedel que nace del lóbulo hepático derecho. Ca-
proliferación epitelial” concomitantemente con “reflujo recen de consecuencias clínicas; a menos que pudiera
de jugo pancreático hacia el colédoco” durante la fase presentarse en el individuo una lengüeta de parénquima
de recanalización coledociana en la séptima semana del hepático extendido hasta el ombligo, unido en forma
desarrollo embrionario. Existen cinco tipos de quistes directa al lóbulo derecho del hígado o unido a este por
de colédoco y aunque en Norteamérica su prevalencia medio de un mesenterio que pudiera dar síntomas de
es 1/150.000 nacidos vivos, su prevalencia es mayor en masa abdominal palpable. (7,10,11,12).

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Patología Hepatobiliar. Conductas Multidisciplinarias

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