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Cirugía Convencional de la

Vía Biliar Principal


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Fernando Rodríguez Montalvo


Yosu Viteri Otazua
Luis Vivas Rojas
Pablo Ottolino Lavarte
Leoncio Pérez Magallanes
Introducción
Los excelentes resultados obtenidos con los procedimientos endoscópicos y de radiología intervencionista han restado a
las nuevas generaciones de cirujanos poder intervenir quirúrgicamente la vía biliar principal (VBP).
Históricamente se atribuye al cirujano británico H. J Thernton la primera coledocotomía en 1895 (1). El 19 de Noviembre
de 1934, el Dr. Ramón Soto González realiza en Maracaibo la primera coledocotomía hecha en Venezuela. (2).
Actualmente es la imposibilidad o la falla en la instrumentación endoscópica de la VBP, que autoriza al cirujano a ex-
plorarla y a tomar la conducta correspondiente.

Indicaciones Se refiere la pared anterior del colédoco con dos referencias


que sirvan de tracción, prosiguiendo con la coledocotomía
La ERCP o la colangiografía peroperatoria convencional longitudinal de 1,5 cm de largo. La apertura se realiza a 1
o laparoscópica, que demuestra la presencia de litiasis del cm. del borde superior del duodeno. (Fig. 10.3).
hepato-colédoco, la ausencia del medio de contraste al D2, La principal indicación de la coledocotomía es la extracción
los cuadros de colangitis supurativa y de pancreatitis agu- de la litiasis biliar asegurando una VBP permeable. (6,7,8,9).
da por enclavamiento de litiasis en la papila de Vater cons- La coledocotomía supraduodenal es el abordaje preferido
tituyen las principales indicaciones de coledocotomía. (3). por la mayoría de los cirujanos por la facilidad técnica que
Ciertos factores deben tomarse en cuenta para la explora- ofrece en la exploración de toda la VBP proximal y distal.
ción de la VBP La existencia de vesícula escleroatrófica, Sin embargo otras vías de litotomía han sido practicadas
fístula bilio-pancreáticas y reintervenciones biliares difi- en el pasado. La transcística tenía su indicación en la mi-
cultan su abordaje. crolitiasis con un cístico colédoco dilatado y una papila
de Vater permeable (9). No es aconsejable por las desven-
El volumen, consistencia, número y localización de los cál-
tajas que presentaba en la exploración de la vía principal
culos son hallazgos importantes para su extracción.
proximal y de los conductos derechos e izquierdos. Desde
el punto de vista histórico se deben citar la litotomía re-
Conductas quirúrgicas troduodenal, retropancreática e interduodeno pancreática,
las cuales son excepcionales y no son recomendables por
Para explorar y manipular con facilidad la VBP es fun- los altos riesgos que conllevan como son las hemorragias,
damental tener siempre presente el diámetro y la calidad pancreatitis y fístulas. (10).
tisular de sus paredes. El hepatocolédoco debe presentar La litotomía transcoledociana se realiza de manera siste-
un diámetro mínimo de 1,5 cm de diámetro y sus paredes mática aconsejándose manipular con la mayor delicadeza
no tienen que ser ni delgadas ni engrosadas; las primeras la vía biliar.
tienden a desgarrarse con facilidad y el cierre del coledo- Para ser atraumática y más efectiva en la extracción de los
cotomía o la realización de una anastomosis colédoco duo- cálculos es recomendable el uso de la sonda balón Fogarty,
denal pueden resultar infructuosas (4). evitando en lo posible los instrumentos metálicos como las
En la exploración de la VBP es indispensable la maniobra pinzas de Randall y las cucharillas maleables que pueden
de Kocher que facilita la evaluación manual, instrumental dañar la mucosa. (Fig. 10.4 y 10.5).
y óptica del colédoco retroduodenal y terminal. También La pinza digital además de evaluar la topografía, el número
la movilización de D2 es básica en la realización de la co- y las características de la litiasis, facilita el “ordeño” de los
lédoco duodenostomía por disminuir la tensión anastomó- cálculos para su extracción y percibe el paso correcto del di-
tica (5). (Fig. 10.1). latador de Bakes Nº 3-4 hacia la luz duodenal. (Fig. 10.6).
La presencia de las variedades anatómicas bilio-vesicula- Concluida la exploración del colédoco distal se continúa
res, los procesos adherenciales fibro inflamatorios, las in- con el hepático común, derecho e izquierdo. Terminada la
tervenciones previas sobre las vias biliares y los plastrones litotomía se sigue con el lavado de toda la vía biliar median-
adenopáticos pueden dificultar el abordaje quirúrgico del te una sonda de Nélaton teniendo como objetivo movilizar
hepatocolédoco. Estas circunstancias harán recordar al ci- cálculos que no fueron detectados por la instrumentación,
rujano no practicar ninguna exploración sobre la VBP si no recolectar residuos de cálculos y barro biliar (Fig. 10.7).
se ha visualizado previamente la arteria hepática y la vena La ausencia de litiasis en la VBP y la permeabilidad de la
porta (ver colecistectomía difíciles). ampolla de Vater deben ser demostradas. Se inicia con la
Antes de proceder a la coledocotomía se procede con la introducción de una sonda de Nélaton Nº 10 hasta el duo-
punción y aspiración de la bilis para su cultivo y antibio- deno y se continúa con una irrigación de solución. La per-
grama (Fig. 10.2). cepción del flujo de la irrigación en el duodeno sin reflujo
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Fig. 10.1. Maniobra de Kocher

Fig. 10.2. Punción aspiración de la vía biliar.


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Fig. 10.3. Referencia y coledocotomía supraduodenal.

Fig. 10.4. Instrumental para la exploración y extracción cálculos de la vía biliar. a. Cucharilla maleable de Dujardin b. Exploradores de Bakes.
c. Pinza de Randall. d. Cesta de Dormia. e. Balón de Fogarty.
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Fig. 10.5. Litotomía. a. Pinza de Randall. b. Cesta de Dormia. c. Fogarty.

Fig. 10.6. Evaluación digital de la vía biliar

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Fig. 10.7. Lavado proximal y distal de la vía biliar con solución a través de sonda de Nélaton.

por la coledocotomía comprueba en primera instancia la la litiasis del cístico (9). Si éste se encuentra dilatado se
permeabilidad de la vía biliar distal y del aparato esfinte- puede confundir con el colédoco. La ERCP o la colangio-
riano. Se prosigue con el pasaje de un explorador de Bakes grafía intraoperatoria orientan en el diagnóstico.
Nº 3 hacia el duodeno. El paso exitoso es comprobado por El simple ordeño de los cálculos hacia la cisticotomía re-
el reflejo de su extremo metálico en la pared antero-lateral solverá la mayoría de estos casos. Se prosigue con la colan-
del 2º duodeno. (Fig. 10.8). giografía transcística para comprobar la permeabilidad del
La imposibilidad de realizar estas maniobras con la sonda cístico y descartar litiasis en la VBP.
de Nélaton o el explorador de Bakes Nº 3, es indicativo de La segunda eventualidad es el cálculo alojado en un pseudo-
un obstáculo distal originado por un cálculo enclavado o divertículo del colédoco distal. La dificultad en su extracción
una estenosis fibrótica de la papila. (Fig. 10.9). por la coledocotomía supraduodenal conlleva a la esfintero-
El cirujano debe recordar que las falsas vías, la pancreati- tomía transduodenal como la vía más aconsejable (9).
tis aguda y la fibrosis secundarias de la papila son conse- ¿Drenaje o cierre primario del colédoco?
cuencia de maniobras bruscas y de dilataciones forzadas e El drenaje del colédoco tiene como principio descom-
injustificadas del esfínter. primir la vía biliar, siendo aconsejado por la mayoría de
La incidencia de la litiasis residual se reduce al mínimo al los cirujanos, basándose en los siguientes razonamientos
combinar el uso del balón de Fogarty con el coledoscopio (4,6,7,8,9,13):
rígido o flexible. (11). (Fig. 10.10).
De fallar la extracción del cálculo enclavado en el colédo- • La instrumentación de la papila produce edema o es-
co terminal por los procedimientos anteriores el cirujano pasmos de la misma, incrementando la presión en la vía
puede recurrir a la esfinterotomía y litotomía endoscópi- biliar ocasionando filtración biliar a través de la coledo-
ca intraoperatoria (12). En ausencia del endoscopista se corrafia.
procede con la esfinterotomía trasduodenal de necesidad. • Facilita la colangiografía postoperatoria por el dren
(Ver capítulo cirugía de la papila). de Kehr descartando litiasis residual, fugas biliares,
Dos casos particulares pueden presentarse en la explora- lesiones intraoperatorias, obstrucciones distales. (Fig.
ción de la vía biliar. La primera es la litiasis intracística en 10.12).
un conducto cístico largo en cañón de fusil con una inser- • Permite la extracción de cálculos residuales a través del
ción muy baja en el colédoco (Fig. 10.11). La ausencia de tracto dejado por la rama vertical del Kehr por endos-
reflujo de bilis por la apertura cística y la falta de percep- copia y radiología intervencionista (14,15).
ción táctil de cálculos en el colédoco, harán sospechar de • Es obligatoria en presencia de colangitis aguda supurativa.
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Fig. 10.8. Evaluación de la permeabilidad de la papila de Vater, con exploradores de Bakes.

Fig. 10.9. Colangiografía de control transcoledociana. Litiasis enclavada en colédoco terminal.


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Fig. 10.10. Coledocoscopio.

Fig. 10.11. Colangiografía. Cístico de inserción baja (en cañón de fusil).

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Fig. 10.12. Colangiografías TransKehr. a. Litiasis residual intra y extrahepática. b. Litiasis intrahepática derecha.

El tubo en T de Kehr debe tener un diámetro de 10 Fr., el cierre de la coledocotomía, conlleva a una serie de com-
haciendo la salvedad que en los colédocos con menos de plicaciones en el postoperatorio inmediato y tardío. En la
10 mm no es recomendable los tubos de mayor calibre por secuencia de la (Fig. 10.15 a-h) muestra los errores que los
el riesgo de obstrucción. En estos casos es preferible el uso cirujanos podemos cometer.
de tubos en T pediátricos. Se corta longitudinalmente la Para comprobar la ausencia de filtraciones a través de la
rama horizontal con el fin de facilitar su futuro retiro. (Fig. coledocorrafia y la buena permeabilidad de la vía biliar se
10.13). La rama debe tener una longitud de 2 cm en sentido instila por la rama vertical solución fisiológica a baja pre-
proximal y 3 cm en distal. La parte proximal no tiene que sión, seguida de una colangiografía. (Fig. 10.16). El edema
contactar la convergencia ni la distal atravesar la papila y el espasmo de la papila producidos por la instrumenta-
por el riesgo de obstruir la desembocadura del Wirsung y ción puede impedir el paso del medio de contraste al duo-
la consecuente pancreatitis; se introduce primero la rama deno. A los ocho días se realiza una nueva colangiografía
distal seguida de la proximal. para reevaluar la permeabilidad biliar y tomar la conducta
La rama vertical sale por el ángulo proximal o distal de la correspondiente.
coledocotomía. Se procede a movilizar la rama horizontal Se exterioriza el drenaje de Kehr sin tensión ni angulación
dentro de la vía biliar en ambos sentidos para evitar todo por una contra abertura de la pared abdominal. Es aconse-
tipo de angulación. jable colocar un sistema cerrado de drenaje en el hiato de
La rafia de la coledocotomía se hace mediante una sutura Winslow.
con puntos separados o continua de material reabsorbible El manejo y cuidado del drenaje en T es fundamental para
4-0 (Fig. 10.14). Los puntos de sutura son colocados a 1 evitar complicaciones inmediatas. En las primeras 24 horas
mm del borde de la pared del colédoco para evitar su es- la bilis es recolectada por gravedad variará entre 200-400
trechez. cc; al tercer día se coloca la bolsa de recolección al nivel
La mala práctica en la colocación del drenaje de Kehr y en del hipocondrio derecho con el fin de facilitar el flujo biliar

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hacia el duodeno. La rama vertical es pinzada al sexto día el colédoco distal y la dificultad en la permeabilidad del
para evaluar la presencia de fiebre y dolor. La salida de aparato esfinteriano contraindican formalmente el cierre
bilis alrededor del Tubo en T y por el dren abdominal es primario.
indicativa de una fístula biliar. Esta complicación tiene va- Hay que dar crédito a la gran experiencia del Dr. Urrutia
rias causas siendo la principal el aumento de la presión en Loiza de Maracaibo quien fue un gran partidiario de la
la vía biliar ocasionada por la litiasis residual, barro biliar, coledocotomía sin drenaje biliar (21). Nosotros, (FRM y
oditis esclero-retráctil y pancreatitis (17). Otros factores Col.) la hemos practicado en un caso con esfinterotomía
son la obstrucción del dren biliar por barro biliar, coágulos endoscópica previa, el cual se complicó con una fístula bi-
y salida parcial o total de la luz coledociana. liar. Seguimos siendo partidarios del cierre con drenaje de
Frente a estas complicaciones se lleva a cabo la colangio la coledocotomía.
postoperatoria que descarte cualquiera de las causas antes Siempre recordar que en presencia del drenaje de la vía
descritas, el US abdominal para detectar las colecciones biliar, éste no debe ser retirado precozmente aconsejando
perihepáticas y el cultivo de la bilis para identificar los gér- una colangiografía previa de control.
menes responsables de la infección. La mortalidad operatoria en la exploración quirúrgica del
El tratamiento es dirigido a la resolución de cada problema: colédoco varía entre 1-4% según autores nacionales e in-
ternacionales (19-21-22-23). La litiasis residual fluctúa en-
• Lavar con solución heparinizada el drenaje biliar obs- tre 10 y 16 % (24-25).
truido con barro o sangre hasta que la bilis salga clara En los últimos 23 años la morbilidad aumento de 3,4% al
• Retirar el tubo en T si la colangiografía demuestra mala 17,4% en la exploración quirúrgica del colédoco (26). Apa-
posición y salida parcial o total del mismo rentemente el incremento en la incidencia de las complica-
• Manejo endoscópico en presencia de litiasis residual, ciones se relaciona con la disminución en la experiencia
oditis, pancreatitis de los cirujanos. La relativa infrecuencia de la exploración
• Drenaje transparietal percutáneo de las colecciones pe- convencional de la vía biliar ha influenciado en el entrena-
rihepáticas guiado por US/TC miento de los cirujanos, debido a la introducción de nuevas
• Antibioticoterapia según cultivo y antibiograma técnicas mínimamente invasivas.
El tratamiento de la litiasis coledociana por laparoscopia
En ausencia de todo tipo de complicaciones, el drenaje en aún en manos experimentadas, es un procedimiento técni-
T se retira al 9º día. El cierre primario del colédoco no ha camente difícil, con prolongación del tiempo quirúrgico y
sido aceptado ni recomendado por la mayoría de los ciru- una incidencia razonablemente alta de cálculos residuales.
janos. (18,19,20). Las condiciones óptimas para realizar la (27-28). Mientras se adquiere la experiencia con este abor-
coledocorrafia ideal serían: bilis no infectada, buena cali- daje el tratamiento para la litiasis de la vía biliar principal
dad de las paredes coledocianas, ausencia de coledocitis, seguirá siendo la vía endoscópica (29) reservándose la ciru-
pericoledocitis y pancreatitis. El aumento de la presión en gía convencional de necesidad en casos muy excepcionales.

Fig. 10.13 a y b. Confección de tubo de Kehr. c. Introducción del tubo Kehr en colédoco. d. Cierre de coledocotomía. e. Lavado y colangio-
transKehr. f. Colangio control.
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Fig. 10.14. Cierre primario del colédoco. (Sutura continua).

Fig. 10.15 a-d. Errores más comunes en la colocación del tubo de Kehr. a. Rama superior dentro del cístico. b. Rama superior muy larga dentro
del hepático derecho. c. Rama superior dentro de la convergencia biliar. d. Rama inferior penetrando un divertículo del colédoco

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Fig. 10.15 e-h. Errores más comunes en la colocación del tubo de Kehr. e. Rama superior angulada dificultando el drenaje biliar. f. Rama in-
ferior exteriorizada por la línea de sutura. g. Rama inferior larga obstruyendo el drenaje del Wirsung. h. Rafia del colédoco incluyendo una de
las ramas del tubo de Kehr.

Fig. 10.16. Colangiografía de control postoperatoria transKehr, flecha amarilla: rama ocluyendo la convergencia, flecha blanca: fuga biliar,
flecha roja: litiasis residual y oditis.
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