TEMA Nº 16: REACTORES NUCLEARES

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TEMA Nº 11: REACTORES NUCLEARES

11.1 CICLO DEL COMBUSTIBLE NUCLEAR.

11.1.1 Introducción.

La utilización pacífica de la energía nuclear requiere el concurso de varias actividades

tecnológicas de muy diversa índole. El objetivo propuesto es transformar la energía potencialmente
contenida en los núcleos atómicos en otras formas de energía acordes a las necesidades humanas. Lo
más inmediato y natural es la obtención de una serie de “productos” de variado tipo animados con
velocidades muy considerables. Lo más usual es la creación de un foco calorífico, mediante la distribución
de la citada energía cinética a los átomos y moléculas del medio. Por sucesivas interacciones, los
“productos” aparecidos van repartiendo su energía, lo cual obviamente aumenta la velocidad media de
los constituyentes de la materia. Es decir, aumenta su temperatura.

Las mencionadas actividades han de encadenarse de modo económico y seguro, y sobre ellas
ha de ser posible el ejercicio de control por parte del hombre. El punto de partida será la identificación
de ciertas substancias naturales que manifiestan una serie de propiedades útiles desde el punto de vista
nuclear, y se concluirá con la obtención de energía en la forma deseada, a lo que habrá que añadir las
inevitables pérdidas energéticas en los distintos procesos y los residuos de diversos tipos.

Tal encadenamiento, que permite numerosas alternativas, es lo que se denomina “ciclo del
combustible nuclear”.

Antes de finalizar esta introducción, conviene definir algunos conceptos, que serán de utilidad a
lo largo del presente tema.

- Grado de quemado, se utiliza para medir la cantidad de energía extraída de un combustible

nuclear, por unidad de masa. La unidad típica es el MW-día, por tonelada de combustible.

- Densidad de potencia, expresa el cociente entre la potencia generada y el volumen del reactor.
Se suele medir en W/cm3.

- Potencia específica, se define como el cociente entre la potencia generada y la masa de

combustible empleado. Se suele expresar en W/g.
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11.1.2 Descripción básica del ciclo del combustible.

Una visión macroscópica se representa en la figura 11-1, la cual no pretende ser exhaustiva, dada
la imposibilidad de recoger todas las posibilidades imaginables. Las actividades que se nombran serán
definidas a continuación, sin entrar en detalle.

Fig. 11-1: Ciclo del combustible nuclear

C Materias primas y concentrados.

Las materias primas son el comienzo del ciclo. Teniendo en cuenta que la reacción nuclear
fundamental es la fisión, los materiales requeridos serán compuesto de núcleos pesado. Los isótopos
naturales que se utilizan son el torio y el uranio. Éste último ha generado en torno suya una enorme
industria que comienza con la obtención de los llamados concentrados a partir del material extraído. El
concentrado es básicamente U3O8, con algunas impurezas que dependen de la composición del
yacimiento utilizado.

C Conversión.

En este proceso se transforma tal compuesto de uranio en otro que sea adecuado a la utilización
subsiguiente. Existen tres alternativas:
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- Pasarlo a estado metálico (aleado o no). Se utilizan en reactores de bajo grado de quemado.

- Pasarlo a UO2. Se utiliza en reactores de quemado medio o alto.

- Convertirlo en UF6. Se utiliza cuando se va a enriquecer el material, por exigirlo así el tipo de
reactor a utilizar.

C Enriquecimiento.

Si el reactor para el cual se va a fabricar el combustible requiere una proporción de U-235 superior
a la normal, el UF6 es tratado para que origine dos corrientes de fluidos, una de alto enriquecimiento
(superior al 3 % de U-235) y otra de bajo grado de enriquecimiento (inferior al 0.03 %).

C Reconversión.

El UF6 ha de transformarse en UO2 después de haberse enriquecido, a lo cual se le llama

reconversión, ya que es el material que normalmente que se emplea para la obtención de los combustibles
en los reactores nucleares.

C Fabricación.

Una vez obtenido el UO2, enriquecido o no, se ha de disponer éste de la forma adecuada para
cargarlo en el reactor.

Los reactores no son sistemas de una sola pieza. Están constituidos por una agregación de lo
que se llama elementos combustibles, los cuales pueden recambiarse. Así pues en las plantas de
fabricación lo que se construye son estos elementos, que varían notablemente de un reactor a otro.

C Quemado en el reactor.

Dentro del reactor ocurren reacciones nucleares en las cuales se libera energía por el defecto de
masa que conllevan.

Durante la operación del reactor se generan productos radioactivos, algunos de los cuales son
evacuados al exterior de acuerdo con las normas de seguridad, mientras que la inmensa mayoría
permanecen dentro de las plantas, y más exactamente, dentro de los elementos combustibles. Cuando
éstos son nuevos, no hay peligro apreciable en estar junto a ellos, pudiéndose trasladar sin blindaje. Por
el contrario, tras haber estado algún tiempo quemándose en el reactor, los elementos están irradiados,
contienen una considerable radiactividad, y no sólo precisan blindaje, sino refrigeración para extraer la
potencia calorífica debida a las desintegraciones beta y gamma.

C Almacenamiento de combustible irradiado.

Los elementos que se descargan del reactor se introducen en una piscina denominada de
enfriamiento radioactivo, en la cual se refrigera la potencia residual y se blindan las radiaciones asociadas
a tal potencia. Sólo tras un cierto tiempo de enfriamiento, que depende del grado de quemado, se pueden
sacar los elementos al aire. Otra alternativa es el almacenamiento de los elementos en planta.
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C Reelaboración.

Otra alternativa para los elementos irradiados es la reelaboración. En esta fase se tratan los
combustibles, previo desmantelamiento de los elementos, para separar sus constituyentes: uranio,
plutonio, productos de fisión, y los restantes nucléidos transuránidos.

El proceso típico da como resultado nitratos de uranio y de plutonio por separado, más un
desecho que incluye todos los demás productos, al cual se les denomina residuos de alta actividad.

Mediante la reelaboración, se recuperan los nucleidos con importancia energética, y los nocivos
por otro. El primer producto, podría volver a insertarse en otros reactores para producir energía.

C Refabricación.

En el caso de haber procedido a reelaborar los elementos irradiados, se podrán fabricar nuevos
elementos contando con los productos obtenidos, y en algunos casos, con la adición de uranio natural.

C Gestión de residuos.

A lo largo del ciclo de combustible aparecen varios tipos de residuos cuyo contenido radiactivo
oscila desde valores despreciables a actividades que hay que manejar con precaución.

Los residuos más importantes son los elementos de combustibles irradiados. Ante ellos se abre
la alternativa de reelaborarlos o no. Si se opta por la negativa, existen a su vez varios procedimientos
para disponer tales materiales que supongan un riesgo para la población y medioambiente.

11.2 CARACTERÍSTICAS GENERALES DE UN REACTOR NUCLEAR.

A pesar de las numerosas variedades de sistemas de reactores nucleares, tanto en lo que se

refiere a diseño como a componentes, hay sin embargo cierto número de características generales que
todos estos sistemas poseen en común. En el esquema de la figura 11-2, se puede comprobar que el
reactor consta de un núcleo activo, en el que se mantiene la cadena de fisiones y en donde se libera casi
toda la energía de fisión en forma de calor. El núcleo del reactor contiene el combustible nuclear,
constituido por un núclido físil al que se adiciona con frecuencia un material fértil. Si se desea que la
mayoría de las fisiones sean producidas por neutrones lentos, se necesita también un moderador. La
función del moderador no es otra que frenar los neutrones de gran energía procedentes de la reacción
de fisión, principalmente por medio de las colisiones de dispersión elástica.
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Fig.11-2: Esquema general de un reactor nuclear modelo.

El núcleo del reactor está rodeado por un reflector de neutrones, construido por un material cuya
naturaleza viene determinada, en gran parte, por la distribución energética de los neutrones existentes
en el reactor. La misión del reflector es reducir la pérdida de neutrones por escape, contradispersando
gran parte de los que han logrado escapar. Por consiguiente, el empleo del reflector se traduce en una
disminución de la masa crítica del núclido físil. Si el núcleo del reactor contiene un moderador neutrónico,
puede utilizarse como reflector este mismo material u otro moderador. En cambio, cuando se requiere que
la mayoría de las fisiones sean producidas por neutrones de alta energía, debe evitarse totalmente la
presencia de materiales moderadores.

El calor que se genera en el núcleo de un reactor, como consecuencia de las fisiones que allí
tiene lugar, se elimina o extrae por medio de un refrigerante . Cuando se ha de convertir en energía
eléctrica la energía producida por el reactor, el calor del refrigerante se transfiere en general a un fluido
de trabajo, con el fin de producir vapor de agua o un gas de temperatura elevada. Uno u otro puede
utilizarse luego en un sistema convencional turbina-generador.

Cuando mayor sea la temperatura del vapor o del fluido de trabajo de que se trate, mayor será
el rendimiento de conversión en potencia útil. Por consiguiente, en un reactor de potencia, interesa operar
prácticamente a la temperatura más alta posible. Por otra parte, desde un punto de vista económico,
interesa que la potencia específica del reactor, sea muy elevada. En lo que respecta a condiciones
nucleares, no existen limitaciones para la temperatura o nivel de potencia que un reactor pueda alcanzar.
La extracción de calor debe hacerse a un ritmo tal que permita al refrigerante alcanzar temperaturas
elevadas, pero sin que se establezcan tensiones térmicas ni temperaturas internas muy altas que puedan
provocar daños en el reactor.

La generación de calor es proporcional al número de fisiones, y éste viene determinado en cada

sistema por la densidad neutrónica, es decir, el número de neutrones por unidad de volumen. Para ello
las operaciones de control se realizan variando la densidad neutrónica en el núcleo del reactor. Esto
puede hacerse de dos maneras: bien mediante barras móviles (barras de control) de un material que
captura neutrones con facilidad,. o bien desplazando parte del núcleo o reflector.
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11.3 MATERIALES EMPLEADOS EN REACTORES NUCLEARES.

Los materiales empleados en los reactores nucleares, los podemos resumir en los siguientes
grupos:

C Materiales fisionables y reproductores.

Los materiales fisionables realizan la misma misión que los combustibles en las centrales térmicas
convencionales. Constituyen por tanto, la materia prima en la que, por fisión o escisión de sus núcleos
atómicos, se desarrolla la energía calorífica necesaria. Los materiales fisionables empleados en las
centrales nucleares son: el uranio 233, el uranio 235 y el plutonio 239.

Los materiales reproductores o de recría, no son directamente fisionables o poco fisionables, en

los que, por procedimientos adecuados se consiguen materiales fisionables. Los más importantes son:
el uranio 238 y el torio 232.

C Materiales moderadores.

Son utilizados para frenar la velocidad de los neutrones procedentes de la escisión de los núcleos
atómicos, hasta llevarlos a la velocidad de resonancia (neutrones lentos). Los más importantes son : el
grafito y el agua pesada.

Los materiales moderadores han de tener una serie de propiedades, entre las cuales, las más
importantes son las siguientes:

- Que tengan pocas partículas en su núcleo. De esta manera resulta muy difícil de romper por
choque de un neutrón, procedente de anteriores fisiones.

- Que sean elásticos. Ya que así absorben una parte de la energía cinética del neutrón incidente,
el cual sale rebotado a una menor velocidad.

- Que no sean suficientemente absorbentes de neutrones rápidos. Pues de lo contrario no sería

posible la reacción en cadena, necesaria para el funcionamiento del reactor nuclear, porque
llegaría un momento en que faltarían neutrones libres para mantenerla.

C Materiales absorbentes o reguladores.

Están destinados a restringir las reacciones nucleares en cadena producidas en los reactores,
hasta límites en los que sea posible el aprovechamiento industrial. Los más interesante son: el boro y el
cadmio.

El cadmio fue el primer material utilizado, es un buen absorbente, pero tiene el inconveniente de
que su punto de fusión es relativamente bajo (320 ºC).

El otro material utilizado, el boro, no se encuentra en estado natural, pero tiene la ventaja de su
elevado punto de fusión (2.300 ºC).
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C Materiales protectores o de apantallamiento.

Están destinados a proteger al personal contra las radiaciones nocivas. Se utilizan: el plomo y
hormigones especiales.

C Materiales reflectores.

En algunos tipos de materiales, reflejan los neutrones con tendencia a escapar y que chocan con
ellos, obligándoles a volver hacia el núcleo de material fisionable. El más importante es el circonio.

C Materiales refrigerantes.

Son los encargados de transportar la energía calorífica producida en los reactores nucleares hasta
los cambiadores de calor y, a la vez evitan el sobrecalentamiento excesivo en el núcleo del reactor,
refrigerándolo. Los más empleados son: el agua pesada, el galio, el sodio, el anhídrido carbónico a
presión, el helio a presión, etc.

Un buen refrigerante ha de ser, en lo posible, buen conductor de calor, con objeto de poder
realizar el transporte de energía térmica con pequeñas pérdidas. También habrá de tener un bajo punto
de fusión, con lo que se necesitará poca energía calorífica para llevar el refrigerante hasta dicho punto;
y a la vez, un alto punto de ebullición, para poder ser utilizado a las altas temperaturas presentes en el
reactor. Finalmente tiene que ser poco absorbente de neutrones, y no ha de tener propiedades corrosivas
ni ser atacados por los ácidos y las sustancias que se producen en los reactores nucleares.

C Materiales de construcción.

Utilizados en la construcción exterior del núcleo del reactor, cambiadores de calor, cubiertas
protectoras, etc. Son muy variados y se extienden desde las aleaciones ligeras a base de aluminio y
manganeso, asta los materiales especiales para resistir altas temperaturas.

C Productos de escisión, o subproductos atómicos.

Son a modo de escorias resultantes de la escisión de los materiales fisionables. Parte de estos
productos pueden regenerarse, tal como vimos en el apartado 11.1.2, y otra debe retirarse periódicamente
del reactor, pues constituyen venenos atómicos, muy absorbentes de electrones que pueden llegar hasta
parar la reacción en cadena. Los más destacados son: el estroncio, el carbono-14, el yodo-13, el xenón,
el bario, etc.

11.4 POTENCIA DEL REACTOR. CONSUMO DE MATERIAL FISIONABLE. POTENCIA RESIDUAL

DESPUÉS DEL PARADO.

11.4.1 Potencia del reactor. Consumo de material fisionable.

Para determinar con exactitud la potencia del reactor es preciso conocer la distribución de la
densidad neutrónica en todos los puntos de la región que tengan lugar fisiones, es decir, es necesario
determinar la función n (r, E). en todo el volumen del reactor, o sea, conocer cuantos neutrones existen
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por cm3 en cada punto r con energía E. En efecto, una vez conocida la función n (r, E), podremos calcular
fácilmente el número total de fisiones que tiene lugar en cada cm3 por s, que será:

[11-1]

Para ello, evidentemente, es preciso también conocer los valores de Óf(E), los cuales pueden
obtenerse fácilmente por medio de la ecuación, para cada composición del combustible, partiendo del
valor experimental de óf de los tres isótopos fisionables. El número total de fisiones en el reactor será:

[11-2]

debiendo extenderse la integral a todo el volumen V del reactor. Pero sabemos que el número total de
fisiones por segundo en un cm3 situado en el punto r, puede hallarse utilizando la sección eficaz efectiva
Ó para neutrones térmicos. Podremos pues escribir:

[11-3]

Luego el número total de fisiones por segundo en el reactor se escribirá pues, ahora:

[11-4]

Una vez calculado el número total de fisiones en el reactor, lo cual exige, la determinación previa
de la distribución espacial del flujo Ö(r) o la densidad neutrónica, n (r), la obtención de la potencia es
inmediata. En efecto, según hemos visto, en cada fisión se produce aproximadamente 200 MeV, o bien
teniendo en cuenta la equivalencia 3.2x10-11 w.s.

Podremos pues escribir que:

[11-5]
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Luego la potencia P del reactor, expresada en W, será pues:

[11-6]

Para un cálculo aproximado de la potencia del reactor puede admitirse que el flujo es constante
e igual en todos los puntos al flujo medio Öm y entonces:

[11-7]

siendo V el volumen de la parte activa del reactor.

Conviene utilizar a veces la masa total de uranio o, en general, de material fisionable que contiene
el reactor. Así, si N es el número de átomos fisionables que hay en el combustible por cm3, resultará:

[11-8]

y como el producto V.N es el número total de átomos fisionables que hay en el reactor, y como en virtud
de la ley de Avogadro, cualquier elemento, A (número másico) gramos contiene 6.02x1023 átomos, los
V.N, pesarán:

[11-9]

Por consiguiente, la potencia aproximada del reactor en watios, expresada en función del peso
del material fisionable que contiene el combustible del mismo, es:

[11-10]

La potencia del reactor, según muestra la ecuación [11-10], es función del flujo medio neutrónico.
Éste puede alterarse por medio de la posición de las barras de control. En realidad, en un reactor dado,
el flujo, y por consiguiente la potencia, con la misma distribución y composición geométrica del
combustible, puede hacerse variar entre límites muy amplios, y su límite máximo, está fijado
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generalmente, no por consideraciones nucleares, sino por la posibilidad práctica de extraer el calor
producido al mismo ritmo que se genera, es decir, por consideraciones termodinámicas.

11.4.2 Potencia residual después de parado.

En el funcionamiento de reactores es preciso tener en cuenta que después de parar

completamente el reactor por la introducción completa de las barras de control, sigue generándose calor,
que es preciso continuar extrayendo, calor que es producido por las radiaciones gamma y beta de los
productos de fisión. Es necesario conocer pues con exactitud el ritmo y magnitud de generación de calor
después del momento en que se para el reactor.

Sin entrar en demostraciones matemáticas, se llega a la conclusión que la potencia de parada

(Pp) se puede expresar de la siguiente manera:

[11-11]

siendo:

Pp= Potencia de parada en MeV/s

Po= Potencia de funcionamiento constante del reactor en MeV/s, durante el período de
funcionamiento.
To= Tiempo de funcionamiento del reactor en segundos.
ô= Tiempo, en segundo, en el que se desea saber la potencia de parada del reactor.

11.5 TIPOS DE REACTORES NUCLEARES.

11.5.1 Tipos de reactores nucleares.

A continuación daremos unos criterios de clasificación de los reactores nucleares para, en función
de éstos, realizar una evaluación de todos los posibles reactores nucleares teóricos extrayendo de los
mismos los más usuales en las Centrales Nucleares.

Como criterios de clasificación adoptaremos los siguientes:

- Por el tipo de combustible (uranio 233, plutonio, etc.).

- Por el material fértil utilizado (torio, uranio 238, etc.).
- Por el refrigerante (agua, agua pesada, metal líquido, etc.).
- Por la naturaleza del combustible (homogéneo o heterogéneo).
- Por la energía de los neutrones (reactores lentos, reactores rápidos).
- Por la finalidad (reactores simples, reproductores, etc.).

Hay que aclarar que la mayoría de los reactores utilizados en la actualidad son del tipo
heterogéneos, en los cuales los elementos combustibles están aislados entre sí. En los reactores
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homogéneos, el combustible es una pasta de óxido de uranio, aleación uranio-bismuto, etc., introducida
en una “caldera”. Esta pasta sirve a la vez, como combustible, moderador, y refrigerante. Sólo puede
utilizarse combustible enriquecido.

El conjunto de todos los criterios a seguir para una clasificación de los reactores nucleares queda
expresado en la siguiente tabla:

COMBUSTIBLES.- Uranio 233.- Uranio 235.- MODERADOR.- Agua.- Agua pesada.- Grafito.-
Plutonio 239. Berilio.

MATERIAL FÉRTIL.- Torio 232.- Uranio 238 NATURALEZA DEL COMBUSTIBLE.-

REFRIGERANTE.- Anhídrido carbónico.- Helio.-
Agua.- Agua pesada.- Bencina difenilo.- Bencina
trifenilo.- Mercurio.- Sodio.- Potasio.- Aleación
sodio-potásico.- Aleación plomo-bismuto.- Litio.-
Galio
Homogéneos.- Heterogéneos.
ENERGÍA DE LOS NEUTRONES.- Lentos.-
Rápidos.
FINALIDAD.- Simples.- Convertidores.-
Reproductores.

Si, a partir del cuadro anterior, intentamos una clasificación, observaremos que el número teórico
de reactores nucleares distintos que puede existir, es de :

3 x 2 x 13 x 4 x 2 x 2 x 3 = 3.744

Se ha comentado con anterioridad, que dicho número sólo es teórico. En la realidad, y por
diversos motivos, muchos de estos tipos de reactores son irrealizables.

A continuación sólo describiremos lo reactores que se pueden considerar característicos en las

Centrales Nucleares. Éstos son los siguientes:

- Reactor de agua en ebullición.

- Reactor de agua a presión.
- Reactor refrigerado por gas.
- Reactor refrigerado por aire.
- Reactor de agua pesada.
- Reactor de sodio grafito.
- Reactor reproductor.
- Reactor homogéneo.

C Reactor de agua en ebullición.

Es el tipo más sencillo de concepción y de realización, encontrándose representado en la figura

11- 3 de la siguiente página.
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Fig. 11-3: Reactor de agua en ebullición (BWR)

El agua natural, debidamente purificada, se utiliza como moderador y refrigerante. El combustible

ha de ser uranio 238 enriquecido con uranio 235, pues con el uranio 235 sólo, no puede producirse la
reacción en cadena.

El agua hierve en el mismo reactor, y el vapor producido se introduce directamente en una turbina
de vapor, accionando el generador eléctrico. El ciclo de vapor a completar es del tipo de Rankine simple,
teniendo el inconveniente que la admisión a la turbina es en estado de vapor saturado seco.

Uno de los inconvenientes de este tipo de reactores, es que el vapor, al producirse directamente
en el reactor nuclear es radioactivo, por lo tanto la protección biológica a base de hormigones especiales
y plomo, debe extenderse aquí a todo el circuito de agua, que comprende la turbina de vapor,
condensador, bomba y tubería correspondiente.

Como ejemplo se puede citar a la Central Nuclear de Santa María de Garoña de 460 MVA.

C Reactor de agua a presión (PWR).

El mayor inconveniente del reactor tipo BWR, es decir la radioactividad del circuito de agua, queda
solucionado con este tipo de reactor, el cual se muestra en la figura 11-4.
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Fig. 11-4: Reactor de agua a presión (PWR).

El refrigerante es agua a presión y el moderador puede ser esta misma agua o grafito. El
combustible es uranio 238 enriquecido con uranio 235.

En este tipo de reactores el vapor producido en el circuito primario (a unos 600 ºC), pasa por
intercambiador de calor (circuito secundario), para volver a integrarse , después de ser enfriado y
condensado al reactor nuclear. El circuito secundario de la central completa un ciclo de vapor de Rankine..

En este caso al ser los dos circuitos independientes, sólo ha de protegerse la vasija del reactor
y el intercambiador de calor.

C Reactores refrigerado por gas.

Los reactores estudiados hasta ahora (PWR y BWR), tienen limitada su temperatura de
funcionamiento y, por tanto, su rendimiento técnico. Se puede conseguir más elevada temperatura y, por
consiguiente, mejor rendimiento, con el reactor refrigerado por gas, el cual se muestra en la figura 11-5

Como moderador se utiliza, generalmente, el grafito puro, y como refrigerante el anhídrido

carbónico o helio. Como combustible puede emplearse el uranio natural, o enriquecido.
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Fig.11-5: Reactor refrigerado por gas

El gas contenido en el interior del reactor, a la presión de unas 7 atms, se calienta hasta unos 400
ºC y se hace pasar por el circuito primario de un intercambiador de calor, para reinyectarse después al
reactor. Por el circuito secundario del intercambiador circula el agua, la cual mediante transformación en
vapor, será la encargada de accionar la turbina de vapor. Debido a la poca radioactividad de anhídrido
carbónico, el cambiador de calor se puede instalar sin protección biológica.

C Reactor refrigerado por aire.

El aire previamente filtrado se introduce en el reactor nuclear, y tras pasar por un intercambiador
de calor, se escapa a la atmósfera por una chimenea, después de pasar varios filtros para retener los
materiales radioactivos. El inconveniente de esta disposición es que hay que vigilar constantemente el
índice de radioactividad de la atmósfera en los alrededores de la central. Un esquema se muestra en la
figura 11-6.
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Fig. 11-6: Reactor refrigerado por aire

C Reactor de agua pesada.

Como moderador se utiliza siempre agua pesada; como refrigerante puede utilizarse agua pesada
o gas. Como combustible siempre el uranio natural. En la figura 11-7, se muestra un ejemplo.

Fig. 11-7: Reactor de agua pesada

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C Reactor de sodio grafito.

Dicho reactor utiliza este metal líquido como refrigerante y el grafito como moderador, utilizando
como combustible uranio enriquecido. Tiene mejor rendimiento que los visto hasta ahora.

Uno de los inconvenientes es que, al ser el sodio muy radioactivo debe evitarse el contacto con
el agua que realiza el ciclo de vapor. Para ello se emplea un cambiador de calor intermedio. Un ejemplo
se muestra en la figura 11-8.

Fig. 11-8: Reactor de sodio-grafito

C Reactor rápido reproductor.

Dicho reactor está destinado principalmente para la transformación del material fértil en material
combustible, siendo secundaria la producción de calor, y consecuentemente la producción de energía
eléctrica. Un esquema se muestra de la misma forma en la figura 11-9.
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Fig. 11-9: Reactor reproductor rápido.

C Reactor homogéneo.

Todos los visto hasta ahora son heterogéneos.

El reactor homogéneo utiliza una pasta fluida de sulfato de uranio o de solución de uranio al 1 %
en bismuto líquido. Esta pasta es a la vez combustible, moderador y refrigerante.

Un esquema se encuentra en la figura 11-10.

Fig. 11-10: Reactor homogéneo