Está en la página 1de 3

Breve reflexión de lo que parece una crónica anunciada: El

enjuiciamiento del Presidente Nicolás Maduro por el CPI

Ignacio Ramirez Romero - www.aporrea.org

04/11/21 - www.aporrea.org/ddhh/a307222.html

De ser cierta está información, el Gobierno y particularmente su Presidente


Nicolás Maduro es sentado en el estrado judicial de la Corte Penal
Internacional y sometido formalmente a investigación penal por algunos de
los delitos contemplados en el Estatuto de Roma lo cual constituye un paso
previo a un posible enjuiciamiento.

Ese hecho revela por un lado, que el trabajo argumentativo de los factores de
derecha que hacen oposición dentro y fuera del Gobierno, con abierto
financiamiento económico y político internacional, incluso con el abierto
apoyo de Jefes de Estado y de Gobiernos con enemistad manifiesta a
Venezuela y su Gobierno, fue consistente para dar la apariencia de que en
efecto existan factores que induzcan a pensar que el propio Gobierno ha
propiciado "crimines de lesa humanidad".

Hecho que debería confirmar la inexistencia de "imparcialidad, probidad,


independencia y respeto al debido proceso" de ese órgano de justicia
supranacional (CPI) lo cual demuestra a su vez varios factores que en
apariencia no fueron valorados con suficiente seriedad, propiedad e
importancia por nuestra Cancillería y mucho menos por órganos del Estado
Venezolano como el Poder Judicial por órgano de la directiva del Tribunal
Supremo de Justicia, del Poder Moral en lo que respecta a las funciones y el
papel desempeñado por el Defensor del Pueblo y el propio Fiscal General del
Ministerio Público y de la Asamblea Nacional quienes les compete vía comité
de postulaciones la designación de los Magistrados que deben ocupar esos
órganos públicos.

No es algo desconocido ni oculto las reiteradas denuncias públicas por la


extrañas y recurrentes ineficiencias, incumplimientos y lo que es peor
desobediencias injustificadas e inaceptables de la estricta normativa
Constitución y la Leyes de la República; particularmente en lo relativo al
irrestricto respeto de los ddhh y el deber de asegurarles sus más elementales
garantías constitucionales y respeto de sus derechos ciudadanos.
Particularmente a aquellos ciudadanos que son sometidos a juicios por delitos
de cualquier índole y mucho más cuando se les enjuicia por delitos contra la
estabilidad, independencia y seguridad de la República, de rebelión y
conspiración que supone estar al frente de ilícitos penales considerados por la
doctrina como delitos políticos o por razones políticas.

Incontables son los señalamientos de parte de sus abogados defensores por no


respetarse el debido proceso, el derecho a la defensa, la igualdad procesal, y
lo que es más importante la ausencia de tutela judicial efectiva que es la
garantía de que el Juez al conocer y decidir lo hará en base a lo presentado y
probado en el proceso, a la verdad procesal y a la máxima experiencia, pero
que además sus decisiones serán liberrimamente autónomas, independientes,
probas y sin presiones de ninguna especie; por supuesto apegadas a la Ley y a
la Constitución.

Por si fuera poca esa realidad inocultable que se expresa en todo el País,
coexisten otros hechos más grave aún que es el poder inaceptable de los
cuerpos de policía nacional, estadal o municipal como órganos auxiliares del
poder Judicial y del Ministerio Público.

Las denuncias de malos tratos, torturas y hasta ejecuciones sumarias


extrajudiciales al qué son sometidos muchas de estas personas, sigo pensando
que ocurren por vía excepcional, porque sigo creyendo que desde el alto
Gobierno y mucho menos del Presidente Maduro no hay una política para
ejercer esas prácticas aborrecibles, ilegales, inconstitucionales e inmorales,
así lo creo, pero de modo alguno se puede desconocer que ocurren con una
frecuencia inaceptable y sus prácticas no parecen cesar porque tampoco hay
medidas oportunas ni ejemplarizantes de los órganos competentes para no
solo investigar sino castigar de ipso facto esas malas prácticas policiales.

Recientemente la Asamblea Nacional reformó algunas Leyes de estos


organismo auxiliares de policía judicial y estableció la obligación de crear
inspectorías internas para recibir y procesar denuncias de atropellos a los
ddhh de las personas privadas de libertad.

Creo sinceramente que no será suficiente sino se imponen medidas claras y


firmes de parte del Estado para evitar esas prácticas policiales de violaciones
a los ddhh que es en definitiva las mayores motivaciones que esgrime el CPI
para admitir las denuncias contra nuestro Estado por crímenes de lesa
humanidad que en mi criterio personal son hechos delictuales que no califican
por improcedencia e inepta calificación de la naturaleza y tipicidad delictual
aplicada por el Fiscal del CPI para acreditar ese tipo de delito internacional.

Pero repito, no podemos como Estado desconocer que tenemos fallas graves
de naturaleza estructural y cultural en esta materia porque además de lo
expuesto para vergüenza nuestra hemos sabido de casos de personas detenidas
que tienen orden de libertad emitidas por los Tribunales de sus causas y los
cuerpos de seguridad que tienen bajo su responsabilidad su detención se
niegan sin causa ni razón legal a ponerlos en libertad.

De esos abusos de autoridad dónde se desconoce la autoridad de jueces que


ordenan la libertad se conoce que los principales cuerpos que se sienten con
un suprapoder para encima de la propia Constitución Nacional privar
ilegalmente a alguien que tiene orden de salida y estar en lo libertad han sido
los que están bajo las órdenes del Jefe del SEBIN y el DGCIM quienes
demuestran en mi opinión que son funcionarios que no creen en sus
juramentos ante la Constitución y por alguna razón que desconozco alguien
les permite ese suprapoder.

Creo que nuestro Presidente haría bien destituyendo a los jefes de esos
cuerpos, porque además en estos han ocurridos hechos probados de torturas y
ejecución sumaria extrajudicial pero además apoyando a las instituciones del
Estado para que con gallardía, sin miedo y con respecto al principio de la
división y corresponsabidad de los Poderes Públicos como el poder judicial y
el poder moral.

Ya basta de opacidad, complicidad e irresponsabilidad en materia de


violaciones a los ddhh, es tiempo Sr. Presidente de TOLERANCIA CERO

Ya es hora por ejemplo que UD se siente con los familiares y comité por la
búsqueda de Carlos Lanz Rodríguez y nos informe que ha pasado y que va a
pesar con el paradero de nuestro querido y comprometido luchador político.

Es hora de tomar decisiones, porque para mañana puede ser tarde.

También podría gustarte