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El debate sobre la indexación: manifestación de la lucha de clases

 Pasqualina Curcio Curcio

21/10/2021

En un mar de contradicciones se desarrolla la Revolución Bolivariana. No


estoy afirmando nada que no se sepa. Las contradicciones son propias de estos
procesos en los que la lucha de clases se manifiesta en su máxima expresión,
por lo que, no nos sorprende que hoy algunos asesores económicos del
gobierno se opongan a la indexación de la economía, calificándola incluso de
disparate, cuando fue el propio presidente Constitucional de la República
Nicolás Maduro quien, el 14 de agosto de 2018, anunció la medida.

En el marco del Plan de Recuperación y Prosperidad Económica dijo el


presidente hace 3 años: “Venezuela tendrá dos unidades de cuenta, el bolívar
soberano y el petro, por su parte, el bolívar soberano estará anclado al petro.
El mismo día anunció el anclaje del sistema salarial y el de precios de bienes y
servicios al petro.

Tres días después, el 17 de agosto, el presidente ratificó el anuncio del anclaje


del salario y las pensiones al petro, dijo: “en base al sistema nuevo de anclaje
en el petro, he fijado el salario mínimo, las pensiones y la base de salarios para
todas las tablas salariales del país en medio petro. ¿Ellos nos dolarizaron los
precios? yo petrolizo el salario y petrolizo los precios”. En otras palabras,
estableció una nueva unidad de cuenta denominada petro a la cual estarían
indexadas todas las expresiones monetarias de la economía incluyendo el
salario y las pensiones.

Ante el anuncio, desde ese preciso instante y en el marco de la lucha de clases


se impuso y ha salido victoriosa la burguesía. Comenzando por el hecho de
que, en apenas 15 días, el imperialismo arremetió contra el tipo de cambio, el
cual pasó de 60 BsS/US$ a 120 BsS/US$ en los portales web, y dado que los
precios de las mercancías se referencian automáticamente a dicho tipo de
cambio, los precios aumentaron inmediatamente volviendo “sal y agua” el
aumento salarial decretado.

No se hubiese pulverizado el poder adquisitivo de los trabajadores ante tal


ataque al bolívar si la medida de indexación del salario y las pensiones al petro
se hubiese ejecutado como fue anunciada por el presidente. Sin embargo, esto
no ocurrió, lo que constituyó una victoria más para la burguesía. No ocurrió,
entre otras razones, porque ni siquiera quedó publicado en Gaceta Oficial el
anuncio del nuevo sistema monetario indexado al petro, mucho menos el
anuncio de que el salario, a partir de ese momento sería expresado en petros.
El decreto del aumento de salario mínimo legal publicado en la Gaceta Oficial
Extraordinaria 6.403 del 31-08-2018, ni siquiera menciona el petro, solo se
refiere a los 1.800 BsS/mes establecido para ese momento.

Lo que si se publicó en la gaceta fueron los “precios acordados” con 35


empresarios de alimentos. Acuerdo que, en dicha puja en la que también se
impuso la burguesía, terminó resultando que el precio de tan solo 25 alimentos
sumaba 0,32 petros lo que hacía, de entrada, insuficiente el aumento salarial
decretado (Gaceta Oficial Extraordinaria 6.397 del 21-08-2018). Otro punto a
favor de la burguesía.

Es el caso que, en esta lucha, la indexación anunciada por el presidente y


boicoteada por la burguesía y sus defensores, solo ha avanzado para garantizar
y privilegiar los intereses de los dueños del capital y no los requerimientos de
los trabajadores. Es así como, por ejemplo, el BCV indexó los créditos
bancarios al tipo de cambio, es decir, si usted solicita un préstamo hoy de 100
BsD, le harán la equivalencia al dólar y cuando le corresponda devolverlo, no
lo hará por 100 BsD sino que debe multiplicar la cantidad de dólares que le
prestaron por el tipo de cambio de ese momento (Gaceta Oficial N° 42.050 del
19-01-2021). Así la banca no pierde. Ninguno de los asesores del gobierno
que se oponen a la indexación vociferó que no hay suficientes bolívares
circulando en la economía para que los prestamistas devuelvan el crédito,
tampoco dijeron que la emisión de esos nuevos bolívares generaría más
inflación tal como afirman cuando de la indexación salarial se trata. En
cristiano, para la burguesía y sus defensores, cuando se trata de la indexación
de los ingresos de la banca y de los empresarios si hay suficiente dinero y su
eventual emisión no generará inflación, no así cuando se trata de la indexación
del ingreso de la clase obrera. ¡Vaya contradicción!

También se ha concretado la indexación en petros para garantizar algunos


ingresos del Estado, por ejemplo, la emisión y renovación del pasaporte, los
impuestos municipales, tarifas de servicios públicos o de trámites
administrativos, aranceles. Ninguno de los detractores de la indexación (nos
referimos a los asesores del gobierno) levantó su voz para sugerir que, al igual
que los ingresos, también se indexe el gasto público tal como hemos estado
proponiendo, es decir, que se elaborare el presupuesto de gasto público en
petros de manera que, al momento de que la Tesorería Nacional realice el
desembolso en bolívares lo calcule en función de la cantidad de petros
aprobados en la ley de presupuestos y con el valor bolívar-petro publicado por
el BCV en el momento de la ejecución.

Ni hablar de la indexación de los precios de los bienes y servicios que, no solo


desde hace rato están referenciados/indexados al dólar criminal, sino que hasta
se ha oficializado dicha indexación para proteger a la burguesía. Tal es el caso
de la reciente indexación al petro de las tarifas de servicios médicos y pólizas
de seguros para el covid-19 con el objetivo de proteger a las clínicas y
aseguradoras privadas de la hiperinflación inducida. Nos preguntamos ¿es que
acaso los hospitales públicos no están también afectados por la misma
hiperinflación inducida? ¿Por qué a estos establecimientos no se les indexa su
presupuesto al petro y a las clínicas privadas sí?

El Precio de la gasolina también está oficialmente indexado, ni siquiera al


petro, sino al dólar.

Hemos insistido en el hecho de que la ganancia depende del salario: en la


medida en que el salario es menor, la ganancia es mayor. Si el precio es 100 y
el salario 50, la ganancia será 50, si el salario fuese 10, la ganancia sería 90. Si
el precio aumenta a 200 y el salario se mantiene en 10, la ganancia será 190.
Aquí radica la contradicción capital-trabajo. No es casual que la burguesía y
sus defensores se opongan al aumento de los salarios y a su indexación.

Estaremos avanzando en revolución cuando, en lugar de ver al ministerio del


comercio legitimando la dolarización de los precios de los bienes y servicios,
de paso con el discurso: “en nombre del socialismo estamos protegiendo al
pueblo al obligar a los comercios para que se indexen al tipo de cambio oficial
y no al criminal”, veamos al ministerio del trabajo y a la dirigencia de la clase
obrera en las fábricas garantizando que se cumpla la indexación del salario al
petro, así como su incremento hasta alcanzar, por lo menos, la canasta básica,
tal como establece el artículo 91 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y como fue anunciado en agosto de 2018 por el
presidente Maduro.

En medio de estas contradicciones, a la clase obrera, nos toca, como siempre,


¡seguir luchando!

https://www.alainet.org/es/articulo/214149

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