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Dismenorrea
Se refiere a al dolor menstrual cuyo dolor impida la actividad normal y requiera de medicamentos de
venta libre o bajo prescripción.
El dolor menstrual se asocia a los ciclos ovulatorios; en el caso de la dismenorrea primaria, existe un
aumento en la secreción de prostaglandinas y posiblemente eicosanoides que inducen contracciones
uterinas anormales. Las contracciones reducen el flujo de sangre en el útero lo que provoca hipoxia
uterina. También están implicados factores psicológicos incluyendo actitudes sobre el periodo menstrual
y la ansiedad.
Por lo general responde bien al tratamiento con AINES. Si el dolor es más intenso puede ser tratada con
inhibidores de la COX-2. La administración cíclica de anticonceptivos orales en dosis más bajas o en
ocasiones con mayor cantidad de estrógeno, previene el dolor en la mayoría de las pacientes que no
obtienen un alivio con las antiprostaglandinas o que no pueden tolerarlas.
Hasta 75% de las mujeres sufre algunos síntomas recurrentes de PMS: de 20 a 40% tienen cierto grado
de incapacitación mental o física y 5% experimentan angustia grave. La mayor frecuencia ocurre en
mujeres entre 25 y 35 años.
Los síntomas de pueden incluir cefalea, sensibilidad en las mamas, dolor pélvico ,irritabilidad, disforia y
labilidad emocional. Cuando estos síntomas alteran el funcionamiento diario, se agrupan bajo el nombre
de trastorno disfórico premenstrual. Otros síntomas que se incluyen comúnmente dentro del PMS son
incomodidad abdominal, torpeza, falta de energía, cambios de sueño y variaciones en el estado de
ánimo. En total, más de 150 síntomas se han relacionado con el PMS, por lo que éstos no se han
definido con claridad.
Para su diagnóstico síntomas durante el mes, según los criterios del American
College of Obstetricians and Gynecologists, se puede diagnosticar PMS cuando haya al menos un
síntoma asociado con el estado de ánimo (depresión, arranques de enojo, irritabilidad, ansiedad,
confusión o retraimiento social) y síntomas somáticos (sensibilidad en las mamas, inflamación
abdominal, cefalea o inflamación de las extremidades) durante los cinco días previos a la menstruación
en cada uno de los tres ciclos menstruales anteriores. Estos síntomas deben remitir en el curso de
cuatro días después del inicio de la menstruación, sin recurrir hasta, cuando menos, el día 13 del ciclo, y
deben reproducirse en dos ciclos siguientes. La restricción de ellos a la fase lútea del ciclo menstrual es
patognomónica del PMS.
El tratamiento depende de la intensidad e incluye cambios en la dieta (por ejemplo limitar la cafeína, el
alcohol, tabaco y chocolate, e ingerir comidas pequeñas y frecuentes altas en carbohidratos complejos).
La disminución de la ingesta de sodio puede aliviar el edema f. En casos graves se puede recurrir a
terapia farmacológica en la cual podrían administrarse inhibidores de la recaptación de serotonina o
intervenciones hormonales. Se sugiere el uso de anticonceptivos orales específicos y del parche
transdérmico de estradiol debido a que suprimen la ovulación.