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Nombre:

Merelyn

Apellido:

Ramírez Peña

Matricula:

Dn-2021-00450

Materia:

Enfermería Ginecobstetricia y Perinatal

Profesora:

Virginia Luna

Temas:

Enfermedades Ginecológicas más frecuentes

Fecha:

31/07/2023

Sección:

03D
Introducción
Debemos tener en cuenta que las enfermedades
ginecológicas son definidas como las enfermedades que
afectan al aparato reproductor de la mujer, es decir a los
órganos sexuales femeninos. La mayoría de las mujeres
padece algún tipo de dolencia ginecológica a lo largo de su
vida.
En ese sentido este trabajo de investigación estará
dedicado a las enfermedades mas frecuentes, su forma de
diagnóstico y sus tratamientos.
Esperamos que todo lo plasmado en el mismo sea de su
total entendimiento y sobre todo podamos aportar algún
conocimiento sobre el mismo.
 Dismenorrea

El dolor relacionado con la menstruación se llama dismenorrea. Más de la


mitad de las mujeres en edad fértil tienen algo de dolor durante 1 ó 2 días
cada mes coincidiendo con la regla. Generalmente el dolor es leve y no
interfiere con la vida diaria.

Las causas:
Menos comunes incluyen malformaciones congénitas (p. ej., el útero
bicorne, útero su septado, tabique vaginal transverso), quistes ováricos y
tumores, enfermedad inflamatoria pelviana, la congestión pelviana,
adherencias intrauterinas y dispositivos intrauterinos (DIU),
particularmente de cobre.
En algunas mujeres, el dolor aparece cuando el útero intenta expulsar el
tejido a través de un orificio cervical muy estrecho (secundario a una
conización, un procedimiento de resección con un asa electro quirúrgica o
crioterapia). El dolor a veces se produce por un mioma submucoso
pediculado o un pólipo endometrial que protruye a través del cuello
uterino.

Los síntomas.

comienzan rápidamente después de la menarca o durante la adolescencia.

 Los síntomas comienzan después de la adolescencia.


 Las pacientes tienen causas conocidas, como adenomatosis
uterina, miomas, un orificio cervical estrecho, una masa que
protruye por el orificio cervical o, específicamente,
endometriosis.

Los estudios complementarios se dirigen a excluir trastornos


ginecológicos estructurales. En la mayoría de las pacientes, es preciso
realizar

 Prueba de embarazo
 Ecografía pelviana

Tratamientos:

 Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos


 A menudo, anticonceptivos hormonales
 Tratamiento de los trastornos subyacentes
Si se identifican trastornos que causan la dismenorrea, estos deben tratarse
(p. ej., cirugía para extirpar miomas).

Cuidados de enfermería:

 Usar guantes según lo exigen las normas de precaución universal.


o Instruir al paciente acerca de la técnica correcta del lavado de
manos.
o Limpiar la piel del paciente con un agente antibacteriano
apropiado.
o Fomentar una ingesta de líquidos y una nutrición adecuada.
o Enseñar al paciente y a la familia cómo evitar infecciones.
 Administración de analgésicos.
o Determinar la aparición, localización, duración,
características, calidad, intensidad, patrón, medidas de alivio,
efectos en el paciente, y gravedad del dolor antes y después de
medicar al paciente.
o Comprobar el historial de alergias a medicamentos.
o Determinar el nivel actual de comodidad y el nivel de
comodidad deseado del paciente utilizando una escala de
medición del dolor apropiada.

 Síndrome premenstrual
El síndrome premenstrual (SPM) se refiere a un amplio rango de síntomas.
Los síntomas comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual (14
días o más después del primer día de su último ciclo menstrual). Ellos
usualmente desaparecen de 1 a 2 días después de que el periodo menstrual
comienza.
Causas
No se ha identificado la causa exacta del SPM. Los cambios en los niveles
de hormonas del cerebro pueden jugar un papel. Sin embargo, esto no se ha
demostrado. Las mujeres con SPM también pueden responder de manera
diferente a estas hormonas.

La mayoría de las mujeres experimenta síntomas del SPM durante sus años
fértiles. Ocurre con mayor frecuencia en mujeres:
 Que están entre el final de los 20 y los 40 años
 Que han tenido al menos un hijo
 Con antecedentes familiares o personales de depresión grave
 Con antecedentes de depresión posparto o un trastorno afectivo del
estado de ánimo
 Los síntomas con frecuencia empeoran al final de los 30 y 40 años,
ya que se aproxima a la menopausia.

Síntomas:
 Hinchazón y sensibilidad de los senos.
 Acné
 Hinchazón y aumento de peso.
 Dolor de cabeza.
 Dolor en las articulaciones.
 Dolor de espalda.
 Estreñimiento o diarrea.
 Antojos de alimentos.

Tratamientos:

 Antidepresivos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de


serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés), que comprenden
fluoxetina (Prozac), paroxetina (Paxil, Pexeva), sertralina, (Zoloft) y
otros, han sido eficaces para reducir los síntomas del estado de
ánimo. Los Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son
el tratamiento de primera línea para el síndrome premenstrual o el
trastorno disfórico premenstrual intensos. Por lo general, estos
medicamentos se toman diariamente. Sin embargo, en algunas
mujeres con síndrome premenstrual, el uso de antidepresivos puede
limitarse a las dos semanas anteriores al inicio de la menstruación.
 Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Si se toman
antes de la menstruación o cuando esta comienza, los fármacos
antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno (Advil, Motrin
IB u otros) o el naproxeno sódico (Aleve) pueden aliviar los
calambres y las molestias en las mamas.
 Diuréticos. Cuando hacer ejercicio y limitar el consumo de sal no
son suficientes para reducir el aumento de peso, la inflamación y la
hinchazón que causa el síndrome premenstrual, tomar píldoras de
agua (diuréticos) puede ayudar a eliminar el exceso de líquido a
través de los riñones. La espironolactona (Aldactone) es un diurético
que puede aliviar algunos de los síntomas del síndrome
premenstrual.
 Anticonceptivos hormonales. Estos medicamentos de venta con
receta suspenden la ovulación, lo cual puede aliviar los síntomas del
síndrome premenstrual.

Cuidados de enfermería:

 Dar apoyo terapéutico y orientación respecto a las alteraciones que


puede experimentar la mujer en la etapa premenstrual.
 Vigilar el cumplimiento terapéutico ayudándoles a interpretar las
dosis de administración.
 Fomentar el ejercicio físico.
 Informar sobre la importancia de una buena y equilibrada dieta.
 Reducir las cantidades de cafeína, el alcohol y evitar el sobrepeso.

 Hemorragias disfuncionales
Es un sangrado vaginal anormal que se debe a cambios en los niveles
hormonales. Puede presentarse en mujeres de todas las edades, aunque es
más frecuente en los años que preceden a la menopausia.

Causas
El ciclo menstrual de cada mujer es diferente.

 En promedio, el periodo (ciclo menstrual) de una mujer ocurre cada


28 días, aunque los ciclos pueden variar de 24 a 34 días.
 El flujo menstrual generalmente dura de 4 a 7 días.
 Las niñas jóvenes pueden tener sus periodos separados por lapsos de
entre 21 y 45 o más días.
 Las mujeres de entre 40 y 50 podrán tener sus períodos con menor
frecuencia o notarán que el intervalo entre sus períodos disminuye.

Síntomas:

El sangrado uterino anormal SUA se puede presentar:

 Como una mancha o sangrado entre sus períodos


 Después de tener relaciones sexuales
 Por más días de su período normal
 Más abundante de lo normal
 Después de la menopausia
Diagnostico:
 Historia menstrual
 Prueba de embarazo, hemograma completo y determinación de
hormonas (p. ej., hormona tiroideo estimulante [TSH], prolactina)
 Estudios de diagnóstico por imágenes de la pelvis, en general
ecografía transvaginal
 A veces, procedimientos (muestreo endometrial o histeroscopia)

Tratamiento:

En el caso de la hemorragia uterina disfuncional, es decir aquella debida


a la anovulación, el tratamiento será fundamentalmente médico, mediante
la toma de fármacos (bien tomados vía oral o usados en forma de
dispositivo intrauterino) que reinstauren la ovulación o bien permitan un
control de la hemorragia.

En caso de que estos tratamientos fracasen, una alternativa útil es la


ablación endometrial, es decir, la exéresis de la mayor parte del tejido
endometrial, lo cual permitiría una disminución en la cuantía del sangrado.
Se realiza por vía histeroscópica bajo anestesia general. Es importante
excluir lesiones serias de endometrio, fundamentalmente cáncer de
endometrio, antes de realizar este procedimiento

Cuidados de enfermería:

 Vigilar el estado de hidratación (mucosas húmedas, pulso adecuado,


presión arterial normal)
 Monitorizar signos vitales.
 Administrar terapia IV según prescripción.
 Vigilar la respuesta del paciente a la terapia de electrolitos prescritos.
 Vigilar el sangrado transvaginal.

 Dolor pélvico
El dolor pélvico ocurre principalmente en la parte baja del abdomen. El
dolor puede ser constante o aparecer y desaparecer. Puede ser un dolor
intenso y punzante en un lugar específico, o una molestia tenue en un área
amplia de la pelvis. Si el dolor es fuerte, puede interferir con las actividades
cotidianas.

Síntomas:
Los síntomas del dolor pélvico varían de una mujer a otra. Puede ser tan
intenso que interfiera con las actividades cotidianas como ir a trabajar, hacer
ejercicio o tener relaciones sexuales.

Las mujeres describen el dolor pélvico de muchas maneras. El dolor pélvico


puede ser constante o intermitente. Puede ser un dolor agudo y punzante que se
siente en un punto específico o un dolor sordo que se disemina. Algunas
mujeres solo tienen dolor durante los períodos menstruales. Otras sienten dolor
cuando necesitan ir al baño o cuando levantan un objeto pesado. Algunas
mujeres tienen dolor en la vulva (genitales externos), lo que se conoce
como vulvodinia, durante las relaciones sexuales o al insertar un tampón.

Causas:

 Endometriosis. Se trata de una afección en la que el tejido del


recubrimiento del útero crece fuera de este. Estos depósitos de
tejido responden al ciclo menstrual, al igual que lo hace el
recubrimiento uterino, es decir, engrosamiento, rotura y
sangrado todos los meses, a medida que los niveles de las
hormonas suben y bajan. Debido a que esto tiene lugar fuera del
útero, la sangre y el tejido no pueden salir del cuerpo a través de
la vagina. En cambio, permanecen en el abdomen, donde
pueden} provocar quistes dolorosos y bandas fibrosas de tejido
cicatricial (adhesiones).
 Problemas musculoesqueléticos. Trastornos que afectan los
huesos, las articulaciones y los tejidos conjuntivos (sistema
musculoesquelético), como la fibromialgia, la tensión muscular
del suelo pélvico, la inflamación de la articulación púbica
(sínfisis púbica) o hernias, y que pueden dar lugar a dolor
pélvico recurrente.
 Enfermedad inflamatoria pélvica crónica. Esto puede tener
lugar si una infección de largo plazo, por lo general de
transmisión sexual, provoca formación de cicatrices que afectan
los órganos pélvicos.
 Restos ováricos. Después de la extirpación quirúrgica del útero,
los ovarios y las trompas de Falopio, es posible que, por
accidente, queden pequeños vestigios del ovario, los que luego
podrían dar lugar a la aparición de quistes dolorosos.
 Fibromas. Estos crecimientos uterinos no cancerosos pueden
generar presión o una sensación de pesadez en la parte inferior
del abdomen. En casos poco frecuentes, provocan un dolor
agudo, salvo que el suministro de sangre les empiece a escasear
y comiencen a morir (degenerarse).
 Síndrome del intestino irritable. Los síntomas asociados con
el síndrome del intestino irritable, como inflamación,
estreñimiento o diarrea, pueden ser el origen del dolor y la
presión pélvicos.
 Síndrome de la vejiga dolorosa (cistitis intersticial). Esta
afección está asociada con un dolor recurrente en la vejiga y con
una necesidad frecuente de orinar. Es posible que presentes
dolor pélvico a medida que la vejiga se llena, el cual puede
ceder temporariamente al orinar.
 Síndrome de congestión pélvica. Algunos médicos consideran
que las venas varicosas (várices) dilatadas que se encuentran
alrededor del útero y de los ovarios pueden provocar dolor
pélvico. No obstante, otros médicos dudan que el síndrome de
congestión pélvica sea la causa del dolor pélvico porque la
mayoría de las mujeres con venas dilatadas en la pelvis no
presentan un dolor asociado.
 Factores psicológicos. La depresión, el estrés crónico o los
antecedentes de abuso sexual o físico pueden aumentar el riesgo
de dolor pélvico crónico. El sufrimiento emocional empeora el
dolor, y vivir con un dolor crónico contribuye al sufrimiento
emocional. Estos dos factores suelen generar un círculo vicioso.

Diagnostico:

 Análisis de laboratorio, cómo análisis de sangre u orina


 Ultrasonido pélvico, un procedimiento que usa ondas sonoras para ver
los órganos y las estructuras dentro de la región pélvica.
 Laparoscopia pélvica, una cirugía menor en la que el médico inserta
un pequeño instrumento llamado laparoscopio a través de un pequeño
corte en la piel debajo del ombligo para ver dentro de la pelvis.
 Exploración por imágenes de resonancia magnética pélvica (MRI
por sus siglas en inglés), prueba de imagenología que usa ondas de
radio e imanes poderosos para obtener imágenes de la pelvis.
 Cistoscopia, para ver dentro de la vejiga con un instrumento de
observación.
 Colonoscopia, para ver dentro del intestino con un instrumento de
observación.
Tratamiento:

 Medicamentos. Para tratar el dolor pélvico se utilizan muchos tipos de


medicamentos como analgésicos por vía oral o inyectable, relajantes
musculares y antidepresivos
 Tratamiento hormonal. Las hormonas pueden ayudar a aliviar el dolor
vinculado a la endometriosis y la menstruación. Las hormonas pueden
administrarse por vía oral, como las píldoras anticonceptivas, por vía
inyectable, como las inyecciones de la hormona liberadora de
gonadotropina (GnRH por sus siglas en inglés), o colocarse en el útero,
como los dispositivos intrauterinos de liberación de progestina. El
tratamiento hormonal para el dolor pélvico no es la misma terapia
hormonal que a veces se utiliza para tratar los síntomas de la
menopausia.
 Cambios en el estilo de vida. El dolor de algunas mujeres se alivia al
introducir cambios en la dieta, mejorar la postura y realizar actividad
física de manera regular.
 Terapia física. Algunos tipos de dolor, como el dolor en los músculos y
los tejidos conectivos, responden bien a la terapia física. Este tipo de
terapia podría incluir masajes, estiramiento, ejercicios de fuerza o
aprender a relajar o controlar los músculos pélvicos.
 Cirugía. Algunas mujeres podrían necesitar cirugía para extirpar las
adherencias, los fibromas y/o la endometriosis. En algunos casos, la
cirugía también podría reducir o aliviar el dolor pélvico. Algunas
mujeres podrían someterse a cirugía para cortar o destruir nervios a fin
de interrumpir las señales de dolor, pero estas cirugías no suelen tener
éxito. Dependiendo de la causa del dolor, el médico de una mujer podría
recomendar una histerectomía, una cirugía para extirpar el útero de la
mujer a fin de aliviar o reducir el dolor pélvico.
 Terapia psicológica. La terapia psicológica o "terapia conversacional"
puede ayudar a tratar el dolor. De hecho, el uso conjunto de la terapia
conversacional y el tratamiento médico suele mejorar más los síntomas
que el tratamiento médico exclusivo

Cuidados de enfermería:

Controlar y registrar signos vitales

Colocar la paciente en una buena posición

Administrar antibióticos y analgésicos

Brindar información a la paciente.


Endometriosis
Es un trastorno a menudo doloroso en el cual el tejido similar al tejido que
normalmente recubre el interior del útero (el endometrio) crece fuera del
útero. La endometriosis afecta más comúnmente a los ovarios, las trompas
de Falopio y el tejido que recubre la pelvis.

Síntomas:

 Períodos dolorosos (dismenorrea). El dolor pélvico y los


cólicos pueden comenzar antes y continuar durante varios días
después de que comience el período menstrual. También puedes
tener dolor en la región lumbar y en el abdomen.
 Dolor al tener relaciones sexuales. El dolor durante las
relaciones sexuales o después de estas es común con la
endometriosis.
 Dolor al defecar o al orinar. Es más probable que tengas estos
síntomas durante un período menstrual.
 Sangrado excesivo. Puedes tener períodos menstruales
abundantes esporádicos o sangrado entre períodos (sangrado
intermenstrual).
 Infertilidad. Algunas veces, la endometriosis se diagnostica
primero en aquellas personas que buscan tratamiento para la
infertilidad.

Causas:

 Menstruación retrógrada. En la menstruación retrógrada, la


sangre menstrual que contiene células endometriales regresa a
través de las trompas de Falopio hacia la cavidad pélvica en
lugar de salir del cuerpo. Estas células endometriales se
adhieren a las paredes pélvicas y a las superficies de los órganos
pélvicos, donde crecen y continúan engrosando y sangrando a lo
largo de cada ciclo menstrual.
 Transformación de células peritoneales. En lo que se conoce
como la "teoría de inducción", los expertos postulan que las
hormonas o los factores inmunitarios promueven la
transformación de las células peritoneales —las células que
recubren el lado interno del abdomen— en células similares a
las del endometrio.
 Transformación de células embrionarias. Hormonas tales
como el estrógeno pueden transformar las células embrionarias
—células en las primeras etapas de desarrollo— en implantes
celulares similares a los del endometrio durante la pubertad.
 Implantación de cicatrices quirúrgicas. Después de una
cirugía, como una histerectomía o una cesárea, las células
endometriales pueden adherirse a una incisión quirúrgica.
 Transporte de células endometriales. Los vasos sanguíneos o
el sistema de líquido intersticial (linfático) pueden transportar
células endometriales a otras partes del cuerpo.
 Trastorno del sistema inmunitario. Un problema con el
sistema inmunitario puede hacer que el cuerpo sea incapaz de
reconocer y destruir el tejido endometrial que está creciendo
fuera del útero.
 Otros signos y síntomas. Puedes presentar fatiga, diarrea,
estreñimiento, hinchazón o náuseas, especialmente durante los
períodos menstruales.

Diagnostico:
El diagnóstico de la endometriosis debe confirmarse mediante
visualización directa, en general a través de una laparoscopia, pero a
veces a través de laparotomía, examen vaginal, sigmoidoscopia o
cistoscopia. No se requiere biopsia, pero los resultados confirman el
diagnóstico.

La apariencia macroscópica (p. ej., clara, roja, azul, marrón, negra) y el


tamaño de los implantes varía durante el ciclo menstrual. Sin embargo,
por lo general, las lesiones tempranas son claras o rojas (hemorrágicas). A
medida que la sangre en las lesiones se oxida, se vuelven de color púrpura
y luego marrón; luego se convierten en manchas azuladas o marrones
violáceas 5 mm y se asemejan a quemaduras de pólvora.
Microscópicamente, suelen hallarse glándulas endometriales y estroma.
Los elementos estromales sin elementos glandulares indican una variante
rara de endometriosis llamada endometriosis estromal.
Los estudios de diagnóstico por imágenes no detectan la endometriosis de
manera fiable; sin embargo, estas pruebas a veces muestran la extensión
de la endometriosis, y por lo tanto pueden usarse para monitorizar el
trastorno y la respuesta al tratamiento. Una ecografía que muestra un
quiste ovárico compatible con un endometrioma hace sospechar con
intensidad el diagnóstico. La presencia y el tamaño de los endometriomas
ováricos forman parte del sistema de estadificación de la endometriosis
(estadio III: endometriomas pequeños; estadio IV: endometriomas
grandes), y una disminución en el tamaño del endometrioma puede indicar
una respuesta al tratamiento.

Tratamiento:

 Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el malestar


 Anticonceptivos de estrógenos/progestágenos
 Medicamentos para suprimir la función ovárica
 Resección quirúrgica conservadora o ablación del tejido
endometriósico, con o sin tratamiento farmacológico
 Histerectomía abdominal total con o sin salpingooforectomía si la
enfermedad es grave y la paciente no desea quedar embarazada

Cuidados de enfermería:

o Limpiar con solución salina fisiológica o un limpiador no tóxico,


según corresponda.
o Administrar cuidados en el sitio de incisión, según sea necesario.
o Aplicar una crema adecuada en la piel/lesión según corresponda.
o Compara y registrar regularmente cualquier cambio producido en la
herida
o Enseñar al paciente o a los familiares los procedimientos de cuidado
de la herida
o Observar los signos y síntomas de infección sistémica y localizada.
o Inspeccionar el estado de cualquier incisión/ herida quirúrgica.
o Inspeccionar la existencia de eritema, calor extremo o exudado en la
piel y las mucosas.
o Observar la vulnerabilidad del paciente a las infecciones.

 Quistes de ovario
Los quistes ováricos son sacos, generalmente llenos de líquido, que se
forman en un ovario o en su superficie. Las mujeres tienen dos ovarios, los
cuales se encuentran a cada lado del útero.
Síntomas:
 Dolor abdominal que puede desaparecer y reaparecer. Es
posible que sientas un dolor sordo o punzante en la zona bajo el
ombligo, en uno de los lados.
 Sensación de saciedad, presión o pesadez en el estómago
(abdomen).
 Hinchazón abdominal.

Causas:
La causa más común es el desequilibrio hormonal, que a menudo se
produce debido al inicio de la pubertad o la menopausia en el organismo
femenino.

Otras causas de los quistes ováricos son una alteración de la ovulación,


ciertos tipos de medicación, como los tratamientos de fertilidad, y
afecciones médicas subyacentes como la endometriosis y el síndrome de
ovario poliquístico.

En algunos casos, los quistes ováricos pueden formarse como consecuencia


de un embarazo cuando éste afecta al tejido hormonal sensible del ovario.

Diagnostico:

 Prueba de embarazo. Una prueba positiva podría sugerir que


tienes un quiste con cuerpo lúteo.
 Ecografía pélvica. Un dispositivo con forma de varilla
(transductor) envía y recibe ondas sonoras de alta frecuencia
para generar una imagen del útero y los ovarios en una pantalla
de video (ecografía). La imagen se usa para confirmar que
tienes un quiste, localizarlo y determinar si es sólido o contiene
líquido.
 Laparoscopia. Se introduce un instrumento delgado provisto de
una luz (laparoscopio) en el abdomen a través de un pequeño
corte (incisión). Mediante el laparoscopio, el proveedor de
atención médica puede observar los ovarios y cualquier quiste.
Normalmente, si se detecta un quiste, el tratamiento se realiza
en el mismo procedimiento. Se trata de un procedimiento
quirúrgico que requiere anestesia.
 Pruebas de marcadores tumorales. A menudo, en el caso de
un cáncer de ovarios, se detectan niveles en sangre elevados de
una proteína denominada antígeno del cáncer. Si el quiste
parece ser sólido y presentas riesgo de cáncer de ovario, el
proveedor de atención médica puede solicitar una prueba de
antígeno del cáncer 125 (CA 125) u otros exámenes de sangre.
También puede haber niveles elevados de CA 125 en afecciones
no cancerosas, como endometriosis y enfermedad inflamatoria
pélvica.

Tratamiento:

 Espera en observación. En muchos casos, puedes esperar y


volver a hacerte el examen para ver si el quiste desaparece luego
de unos meses. Esto es por lo general una opción, sin importar
tu edad, si no tienes síntomas y una ecografía indica que tienes
un quiste pequeño lleno de líquido. Es posible que te hagan
varias ecografías pélvicas de seguimiento para ver si el quiste ha
cambiado de tamaño o aspecto.
 Medicamento. Los anticonceptivos hormonales, como las
píldoras anticonceptivas, hacen que no ovules. Y eso podría
evitar que se formen más quistes ováricos. Sin embargo, las
píldoras anticonceptivas no reducen el tamaño de quistes
existentes.
 Cirugía. El proveedor de atención médica puede sugerir
extirpar el quiste si es grande, no tiene el aspecto de un quiste
funcional, sigue creciendo o causa dolor. Algunos quistes
pueden extirparse sin necesidad de extirpar el ovario
(cistectomía). En algunos casos, se extirpa el ovario que tiene el
quiste (ooforectomía).
Conclusión
En virtud de los expuesto hasta aquí es claro que las
enfermedades ginecológicas le pueden afectar a
cualquier mujer independientemente de su edad, es por
eso por lo que la estadística de mujeres enfermas por
dichas enfermedades es de 15.7% siendo los quistes
ováricos los más frecuentes.
Es por eso por lo que se les recomienda acudir a sus
consultas de rutina y estar alerta a la presencia de
cualquier signo o síntoma sospechoso.
Muchas gracias por la atención brindada y por haber
leído dicha investigación.

Bibliografía:
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/ovarian-
cysts/diagnosis-treatment/drc-20353411
https://www.msdmanuals.com/es-do/professional/ginecolog
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https://www.elsevier.es/es-revista-clinica-e-investigacion-
ginecologia-obstetricia-7

Anexos

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