La sazón de la

lectoescritura:
La conciencia fonológica
Curso de Autoformación

Curso. La sazón de la lectoescritura: La conciencia fonológica

 LO QUE LA
NEUROCIENCIA
TIENE QUE DECIR
SOBRE EL
APRENDIZAJE DE
LA LECTURA

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María Regina Maluf
Renan Sargiani

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“Cada persona, si se lo propone, puede ser escultora de su propio cerebro”.
Ramón y Cajal

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Aprender a leer promueve cambios
significativos en el cerebro y en el
procesamiento cognitivo.

Cuando se aprende a leer, áreas del

cerebro que se utilizaban para procesar
otros estímulos (como reconocer caras y
objetos), pasan a constituir una nueva
área especializada.

Independientemente de la edad a la que

se aprenda a leer (infancia o adultez), el
cerebro se modifica en función de los
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Aprender a leer cambia la anatomía del
cerebro y activa circuitos neuronales.

Estudios dictan que los recién nacidos son

capaces de distinguir entre los sonidos de
su lengua nativa y los sonidos de otras
lenguas rítmicamente diferentes (Kuhl,
2004).

El planum temporale parece posibilitar un

encuentro entre la información visual y
auditiva, desempeñando así un papel
esencial en la comprensión del código
alfabético (Dehaene, 2012).
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La neurociencia cognitiva ha
obtenido grandes avances en la
comprensión del procesamiento
visual. Con el aprendizaje de la
lectura y la escritura ocurren
alteraciones en la corteza occipito-
temporal izquierda, o sea, en el
área de la forma visual de las
palabras.
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Entre otros aspectos, la
alfabetización refina el
procesamiento del lenguaje
hablado porque mejora el
planum temporale, la cual es
también una región fonológica.

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Aprender a leer y a escribir produce
cambios significativos en el cerebro Fase de
desarrollo de
y en el procesamiento cognitivo. la conciencia
silábica
Fase de Fase de
El aprendizaje de la lectura conduce desarrollo de desarrollo de
al desarrollo de la conciencia la conciencia la conciencia
fonológica y a la capacidad de léxica fonémica
manipular fonemas, que son las
menores unidades contrastables del CONCIENCIA
FONOLÓGICA
sistema de sonidos de una lengua
(Morais, Bertelson, Cary & Alegria,
1988; Yoop & Yoop, 2000).

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El estudiantado que conoce más el
sistema ortográfico, adquiere más
vocabulario.

Pronunciar las palabras en voz alta,

mejora la ortografía y el
conocimiento del significado de las
palabras al leer los textos.

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La lectura es una invención humana que data
de poco más de 3800 años. Nuestro cerebro
se adapta a ese proceso, pero no está
naturalmente programado para eso.
(Dehaene, 2012)

Existe una norme plasticidad del cerebro. Esto

permite la adquisición de la escritura.

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Los niños y las niñas primero

adquieren el habla; luego,
conciencia metalingüística
(reflexión sobre el lenguaje).
Desarrollan un conocimiento
implícito de la lengua.

Esto es un predictor del

aprendizaje de la escritura
(sobre todo la conciencia
fonológica).

(Gombert, 1990)

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El sistema visual de los niños y las
niñas experimenta un desarrollo
constante. Por ejemplo, reconocer
rostros, objetos, etc. es una habilidad
que se refina, se instala y, por
plasticidad cerebral, luego forma parte
del aprendizaje de las letras y palabras
escritas.

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 El tamaño de la ventana
visoatencional (AVA) y la
conciencia fonémica,
desempeñan un papel esencial en
el aprendizaje inicial de la lectura.

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“El aprendizaje de la
escritura depende
del lenguaje oral”.

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Principios para la enseñanza
de la lectura (Dehaene)

1. Enseñanza explícita del código alfabético.

2. Progresión racional (gradualidad).
3. Aprendizaje activo que combina la lectura y la escritura.
4. Transferencia de lo explícito a lo implícito.
5. Elección racional de los ejemplos y ejercicios.
6. Participación activa, la atención y el placer
7. Adaptación al nivel de los niños.

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1. Enseñanza explícita
de un código alfabético
La conciencia de los fonemas no aparece
naturalmente en los/las niños/as, es preciso
enseñarles a identificarlos y a combinarlos con
grafemas para escribir las palabras. También
deben saber que se lee siguiendo una
orientación de izquierda a derecha y enseñarles
a deshacer la simetría en espejos, para que
puedan distinguir entre letras como [p - q y [b -
d

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2. Progresión racional
(gradualidad)
La enseñanza de la lectura debe seguir una
progresión continua y racional. Muchas letras al
mismo tiempo pueden sobrecargar la memoria
de los/las niños/as y la enseñanza se torna
ineficaz.

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3. Aprendizaje que combina
la lectura y la escritura
Hay reciprocidad entre el aprender a leer y el
aprender a escribir. Aprender a componer y a
escribir palabras, facilita la lectura. La lectura
mejora cuando se da ala exploración activa de las
letras tocándolas y aprendiendo su trazado.

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4. Transferencia de lo
explícito a lo implícito
Se refiere a la importancia de la automatización
que posibilita que los lectores fluentes se dejen
de concentrar en los procesos de decodificación
y pasen a concentrarse en los significados de las
palabras y textos.

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5. Elección racional de
los ejemplos y ejercicios
Se debe seguir una secuencia y tener cuidado de
que las palabras sean presentadas a través de
ejemplos y ejercicios adecuados. No es
recomendable el uso de palabras con
irregularidades grafo-fonémicas antes de que
los/las niños/as dominen las regularidades.

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6. La participación activa,
la atención y el placer
Según Dehaene, existen tres factores que
determinan la velocidad del aprendizaje: la
participación activa (un organismo pasivo no
aprende); la atención (orientada en dirección al
nivel pertinente) y el placer y refuerzo.

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7. Adaptación al nivel
de los niños
Es preciso identificar y evaluar
regularmente en qué nivel de aprendizaje
se sitúa el/la niño/a, con el fin de escoger
mejor los ejercicios que se van a utilizar.

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SOBRE EL
APRENDIZAJE DE
LA LECTURA

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