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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación superior


Universidad De las Ciencias De la Salud “ Hugo Chávez Frías”
Barcelona Edo. – Anzoategui
Sección: I

Esclerosis Múltiple

Profesor:
Alumna: Grisbel González
Iriannys García
Barcelona, 28 De Septiembre de 2021

 Esclerosis múltiple: El sistema nervioso es un conjunto complejo de células que


supervisan y controlan todas las funciones y actividades de nuestro organismo.
Lo hacen a través de la conducción de estímulos nerviosos a lo largo de sus neuronas,
que poseen una estructura denominada vaina de mielina, sustancia que ayuda a
proteger sus estructuras y a transmitir los impulsos eléctricos de manera rápida y
eficiente.
En la esclerosis múltiple se produce una desmielinización, una pérdida de mielina que
se distribuye en forma de placas por todo el sistema nervioso central, dando lugar a
una alteración de la conducción nerviosa y a la aparición de muy distintos síntomas.
La Esclerosis Múltiple: Es una enfermedad degenerativa y crónica del sistema
nervioso, su origen es autoinmune y afecta al cerebro y la médula espinal. El sistema
inmune ataca a la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas o
neuronas. La mielina se deteriora y presenta cicatrices, conocidas como esclerosis,
entonces aparece la inflamación. Los impulsos nerviosos que circulan por las neuronas
se ven entonces entorpecidos o directamente interrumpidos, con los consiguientes
efectos en el organismo

 Causas de la esclerosis múltiple: Al considerarse una enfermedad


autoinmunitarias, a día de hoy se desconocen cuales son sus causas. Las
hipótesis causales más convincentes asocian la aparición de la enfermedad con
una alteración genética o con un factor ambiental, normalmente infeccioso,
que pone en un marcha un proceso inmunológico que afecta a la alteración de
la pared de los vasos intracerebrales, edema e infiltración de células activadas
en el sistema nervioso central.

Como en toda enfermedad, también existen una serie de factores de riesgo que
podrían aumentar la posibilidad de padecer la enfermedad.

- La edad. La esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad,


pero generalmente afecta a personas de 16 a 55 años.
- Sexo. Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades que los
hombres de padecer esclerosis múltiple recurrente-remitente.
- Antecedentes familiares. Si uno de tus padres o hermanos tuvo
esclerosis múltiple, el riesgo de que padezcas la enfermedad es mayor.
- Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis
múltiple, entre ellos, el de Epstein-Barr, el cual provoca la
mononucleosis infecciosa.
- Vitamina D. Tener menos niveles de vitamina D y menos exposición a la
luz solar se relaciona con un mayor riesgo de esclerosis múltiple.
- Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Si padeces la
enfermedad tiroidea, diabetes tipo 1 o la enfermedad intestinal
inflamatoria, corres un riesgo levemente mayor de sufrir esclerosis
múltiple.
- Tabaquismo. Los fumadores que sufren un evento inicial de síntomas
que podrían indicar esclerosis múltiple tienen más probabilidades que
los no fumadores.

 Síntomas de la esclerosis múltiple: Los síntomas más frecuentes de la


Esclerosis Múltiple son:
- Alteraciones de la sensibilidad, en forma de hormigueos o
adormecimiento de las extremidades. Es bastante característica la
sensibilidad al calor que empeora cuando se incrementa la temperatura
corporal.
- Visión borrosa, visión doble.
- Debilidad, sensación de fatiga y otros síntomas motores como paresia
- Ataxia, que se caracteriza por la falta de coordinación en la realización
de movimientos voluntarios.
- Dolor
- Es tanta la variedad de síntomas que pueden aparecer, que a la
Esclerosis Múltiple también se la conoce como la “enfermedad de las
mil caras”.

 Manifestaciones neurológicas como:


-Fatiga
- Deterioró intelectual
- Alteraciones del campo visual: pérdida de visión parcial o completa, por lo
general en un ojo a la vez, a menudo con dolor al mover el ojo, visión doble
prolongada y visión borrosa
- Alteraciones del control motor.
 Entre los movimientos anormales más comunes se encuentran:
- Temblores
- Espasmos hemifaciales
- Trastornos transitorios:
- Disfonías
- Crisis epilépticas
- Trastornos de sueño

 ¿Cómo se Diagnostica la esclerosis múltiple?

A la hora de diagnosticar la enfermedad, el especialista puede mandar la


intervención de diferentes pruebas médicas como:

- Análisis de sangre: Para ayudar a descartar otras enfermedades con


síntomas similares a los de la esclerosis múltiple.
- Punción medular: (punción lumbar), en la que se extrae una pequeña
muestra de líquido del conducto vertebral para analizarla en el laboratorio.
- Resonancia magnética: Que puede revelar zonas de esclerosis múltiple
(lesiones) en el cerebro y la médula espinal.
- Pruebas de potenciales provocados: Que registran las señales eléctricas
producidas por el sistema nervioso en respuesta a determinados estímulos.

 Resonancia magnética y la esclerosis múltiple: La Resonancia Magnética (RM) es


una herramienta de diagnóstico y seguimiento por imagen de vital importancia
para la evaluación de los pacientes con esclerosis múltiple (EM).

En la actualidad, la RM es la técnica de diagnóstico por imagen no invasiva más


potente para examinar el cerebro y la médula espinal (del SNC). La correcta
interpretación de las imágenes obtenidas por RM permite establecer el diagnóstico
de la EM o descartarlo. Este método permite también hacer seguimiento del curso
y evolución de la enfermedad de forma periódica

La resonancia magnética no emplea radiación, sino magnetismo y ondas


radioeléctricas. Campos magnéticos potentes interactúan con los átomos de
hidrógeno del agua que contienen todos los tejidos y fluidos del organismo. Las
señales de radiofrecuencia hacen que estos átomos de hidrógeno liberen energía, y
las computadoras traducen los cambios en imágenes seccionales cruzadas.

Es un procedimiento de exploración muy sensible y puede producir imágenes de


lesiones o de zonas dañadas que pasarían inadvertidas con un escáner.

Sin embargo, como toda prueba diagnóstica, la RM tiene limitaciones. Así, una RM
anormal no implica, necesariamente, que exista Esclerosis Múltiple. Hay otras
afecciones que causan lesiones cerebrales muy similares a las que produce la EM. Y
a la inversa, una RM con resultado normal no descarta por completo la existencia
de Esclerosis Múltiple. En un 5% de pacientes en quienes se ha confirmado el
diagnóstico de Esclerosis Múltiple en base a otros criterios, la RM no muestra
lesiones en el cerebro. Estas personas pueden presentar lesiones en la médula
espinal o pueden incluso tener lesiones que no puedan ser detectadas mediante la
RM.

Por ello, para establecer un diagnóstico claro, es necesario evaluar tres


parámetros:

Los síntomas y los signos,


Los resultados de una RM, y
Excluir otras patologías neurodegenerativas mediante pruebas diagnósticas
complementarias.

Actualmente la “regla” básica para efectuar un diagnóstico de la Esclerosis Múltiple


requiere que se reúnan las dos condiciones siguientes:

Que existan pruebas objetivas de al menos dos áreas de pérdida de mielina, o


lesiones de desmielinización, que aparezcan en dos zonas neurológicas distintas y
separadas en el tiempo. Esto significa que las lesiones se han presentado en
diferentes lugares y diferentes ocasiones dentro del cerebro, la médula espinal, o
el nervio óptico.

Que se hayan descartado objetivamente el resto de enfermedades que pueden


causar síntomas neurológicos similares.

Estas dos condiciones, llamadas Criterio de McDonald, permitieron en 2005


consensuar la práctica médica en el diagnóstico de la Esclerosis Múltiple y
establecer un diagnóstico más temprano de la patología. Sin embargo, pueden
tardarse meses en obtener dicho diagnóstico, ya que en ocasiones, las pruebas se
deben repetir varias veces para poder reunir la información necesaria en las
distintas zonas y en distintos momentos. Todo ello sin contar con que, si el
afectado/a acude a la consulta con un brote, al remitir éste sin un diagnóstico
establecido, a veces pasan años hasta que se presentan otros síntomas u otro
ataque que permite confirmar que se padece la enfermedad.
A modo de resumen, estos consisten en demostrar que se han producido dos o más
ataques al sistema nervioso en diferentes localizaciones (diseminación en espacio) y
diferentes momentos (diseminación en tiempo). Antiguamente los neurólogos tenían
que esperar a que la persona presentase dos brotes de la enfermedad, pero hoy en
día, gracias a los avances tecnológicos (principalmente la resonancia magnética), el
diagnóstico se puede establecer antes.
Tras los primeros síntomas de la enfermedad, es muy posible que la persona con
sospecha de EM deba acudir o le remitan a ser evaluado por un neurólogo:

 Historia clínica: la primera vez que acuda a la visita con el neurólogo, éste le
hará varias preguntas con la finalidad de clasificar los síntomas que ha
padecido, así como para detectar otros síntomas neurológicos previos. Es muy
posible que además le haga preguntas sobre otras enfermedades o síntomas en
otras partes del cuerpo que tengan que ver con diagnósticos alternativos.
 Examen neurológico: tras recoger toda la información, se realizará un examen
neurológico. Se trata de una exploración física en la que se evalúan las
diferentes funciones neurológicas (fuerza, sensibilidad, coordinación…) para
detectar posibles anormalidades que aparecen en el contexto de la EM.

 Pruebas que se realizan más frecuentemente para diagnosticar esclerosis


múltiple

Analítica: Se trata de un diagnóstico por exclusión, por lo que es importante


realizar una analítica completa para descartar infecciones, falta de vitaminas y
otras enfermedades autoinmunes.

Resonancia magnética: Consiste en un escáner muy preciso del cerebro y/o la


médula cerebral en el que se pueden identificar lesiones compatibles con la EM
(placas) y que, a la vez, servirá para descartar otras posibles enfermedades
(infartos cerebrales, tumores)
Punción lumbar: Es una prueba en la que se extrae líquido cefalorraquídeo (el
líquido que rodea la médula y el cerebro). Se trata de una prueba muy invasiva
y, en ocasiones, molesta, pero a la vez es importante porque da información
sobre la presencia de anticuerpos producidos dentro del sistema nervioso
central (bandas oligoclonales) y ayuda a descartar otras enfermedades,
principalmente infecciones.

Potenciales evocados: Son unas pruebas que evalúan la respuesta del sistema
nervioso central frente a diferentes estímulos sensoriales (luz, sonido o
estímulos sensitivos) y permiten detectar daños sutiles en la mielina que hayan
pasado desapercibidos.

Una vez realizadas todas estas pruebas, el neurólogo podrá establecer o no el


diagnóstico de EM. Sin embargo, en ocasiones las pruebas son inconcluyentes y
es difícil llegar a un diagnóstico definitivo. Es muy probable entonces que se
deba pasar por controles clínicos periódicos y que, en ocasiones, deba repetir
algunas de estas pruebas.

 ¿Que se visualiza en la resonancia magnética para diagnosticar la Esclerosis


Múltiple?

- Para este tipo de análisis se utiliza el gadolinio, un material de contraste


que es inyectado en los pacientes para que se activen las lesiones en
conjunto con la resonancia magnética.

- Como la mielina que protege los tejidos nerviosos es grasa, repele el


agua. Por eso, en las áreas en las que la mielina ha sufrido daños por la
esclerosis múltiple la resonancia magnética detectará agua, que se
muestra como áreas blancas o bien oscurecidas, dependiendo del tipo
de aparato que se emplee.
- En las zonas del sistema nervioso central en las que se produce una
pérdida de mielina aparecen zonas endurecidas tipo cicatriz (llamadas
lesiones o placas). Con o sin inflamación

- Disminución de los espacios y tiempos: La diseminación en tiempo se


puede demostrar de dos formas: 1) por la presencia simultánea de
lesiones asintomáticas con realce y sin realce tras la administración de
medio de contraste o 2) por una lesión nueva, o varias, en secuencias
ponderadas en T2 o de lesiones con realce con medio de contraste en
una nueva RM, respecto a una obtenida previamente, con
independencia del tiempo transcurrido entre ellas

- Lesión desmielizante

- Las lesiones periventriculares típicamente tienen una Forma ovoide,


con orientación radial respecto a los ventrículos, lo cual se conoce como
los dedos de Dawson.
Las lesiones que se presentan como perpendiculares a los ventrículos
cerebrales forman un patrón muy habitual en la esclerosis múltiple, que
se conoce como dedos de Dawson.

Los dedos de Dawson propios de la esclerosis múltiple pueden ir


haciéndose más evidentes a lo largo del tiempo si es que se producen
más lesiones en el tejido nervioso por desmielinización (pérdida de la
mielina, la capa de tejido graso que protege las células), o bien las
lesiones pueden confluir.

Los dedos de Dawson en esclerosis múltiple se consideran un signo


clásico en cuanto a su capacidad de identificar la enfermedad. Estas
lesiones tienen un patrón perivenular secundario a la migración de las
células autoinmunes a través de la barrera hematoencefálica, que
induce una cascada de inflamación Y desmielinización. El compromiso
de la interface calloso-septal es típico (31,32) y se detecta de forma
Óptima utilizando secuencias T2-FLAIR en el plano sagital
- Las lesiones yuxtacorticales, como su nombre lo indica, Afectan la
sustancia blanca adyacente a la sustancia gris cortical; tienen forma en
aro o en U y comprometen los axones de interconexión entre
circunvoluciones adyacentes (fibras en U)

- Las lesiones infratentoriales usualmente se localizan en el Piso del


cuarto ventrículo o en la superficie del puente. Su localización en los
pedúnculos cerebolosos medios es típica

- En la médula espinal, las lesiones desmielinizantes son usualmente


periféricas, de localización dorsolateral y de forma oval. Son pequeñas,
con una extensión longitudinal menor de dos cuerpos vertebrales, y
ocupan menos del 50 % del área medular en el plano axia
l

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