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TEMA 03: PRODUCTIVIDAD, COMPETIVIDAD Y ANALISIS DEL

ENTORNO

DOCENTE: Mg. Karina Zuñiga Huanca

Escuela profesional
INGENIERIA DE MATERIALES
UN MUNDO CAMBIANTE
GLOBALIZACIÓN

Hoy el mundo está cada día más interconectado (globalizado)

“La globalización se entiende como un proceso de interconexión


financiera, económica, social, política y cultural que se acelera por el
abaratamiento de los transportes y la incorporación de las tecnologías
de la información y de la comunicación”.

Por ejemplo, en el precio de una Coca-Cola pesa más la publicidad y la patente del invento que los
componentes materiales de la bebida. En el precio de un programa de videojuegos o de computación
valen más las horas de creatividad y de programación que el costo del disco que contiene este
programa.
UN MUNDO CAMBIANTE
SUBCONTRATACIÓN DE PROCESOS DE NEGOCIOS
Hoy en día casi cualquier actividad o etapa de un
proceso productivo se puede encargar a otra empresa
en cualquier parte del mundo, basta que tenga la
capacidad suficiente para proporcionar un producto o
servicio competitivo en términos de calidad, costos y
tiempos de respuesta. Esto también aplica en las áreas
de servicios, en las que hay una creciente
subcontratación de procesos de negocios (Business
Process Outsourcing, BPO) donde ciertas funciones se
contratan con proveedores especializados de servicios
en lugares o países con menores costos.
UN MUNDO CAMBIANTE
SUBCONTRATACIÓN DE PROCESOS DE NEGOCIOS
Cada día es más claro que la riqueza se genera a partir
de intangibles como el conocimiento y la información;
y de ellos se derivan aspectos como: liderazgo, mejora
de la calidad y la productividad, conocimiento del
cliente (atención, nichos de mercado), logística (flujos
de mercancías, energía e información), alianzas entre
empresas, distribución de productos y nuevas formas
de hacerlos llegar a los clientes, así como innovación,
investigación y desarrollo.
UN MUNDO CAMBIANTE
SUBCONTRATACIÓN DE PROCESOS DE NEGOCIOS

Como lo señala Drucker (1999): “El activo


más valioso de una empresa del siglo XX
era su aparato de producción. El activo más
valioso de una institución del siglo XXI,
tenga o no un carácter comercial, serán sus
trabajadores del conocimiento y la
productividad de los mismos”
UN MUNDO CAMBIANTE
SUBCONTRATACIÓN DE PROCESOS DE NEGOCIOS

Así, el talento humano, su productividad y motivación pasan a


desempeñar un papel preponderante, y esto amerita repensar la
dirección y el diseño de las organizaciones para adaptarlas a estas
nuevas realidades en las que, como nunca antes, el talento humano
es vital (ver Bryan y Joyce, 2007).
UN MUNDO CAMBIANTE
MISIÓN
Por todo lo anterior, es necesario que cada empresa u organización busque
adaptarse a este contexto cambiante.
Para ello, debe iniciar con una revisión de su entorno y una reflexión
estratégica sobre su misión (razón de ser), con el propósito de definir su
rumbo estratégico (visión y objetivos estratégicos) para los siguientes años,
identificando las ventajas competitivas que es necesario desarrollar,
rediseñando la organización y alineando todos sus esfuerzos para caminar en
la dirección deseada.
Todo esto presupone nuevas habilidades directivas y facultar a la gente para
que haga mejor su trabajo. No enfrentar este nuevo entorno o hacerlo de
modo inadecuado con lleva problemas serios que pueden conducir a la
desaparición de la organización, independientemente del tamaño o tramo de
su actividad.
La eficacia de la persona
Para empezar, es importante señalar las cinco
habilidades/cualidades deseables en los egresados de una
licenciatura en Estados Unidos:
• Habilidades de comunicación (oral y escrita)
• Fuerte ética de trabajo
• Habilidades de trabajo en equipo (trabajar bien con otros)
• Iniciativa
• Habilidades analíticas

Capacidad que tienen las personas (o


PERSONALIDAD
empleados) para poder conseguir
aquello que se proponen,
independientemente del número de
recursos empleados.
La eficacia de la persona
PERSONALIDAD
La propuesta de Covey (1997) y su liderazgo centrado en
principios, presenta un esquema de cuatro niveles
concéntricos, que muestra que para que una persona
sea más eficaz lo primero a tomar en cuenta es la
cuestión personal (la relación conmigo mismo), seguida
por la interpersonal (las relaciones e interacciones con
los demás), la gerencial (la responsabilidad de hacer que
otros lleven a cabo determinadas tareas) y, por último, la
organizacional (la necesidad de organizar a personas).

Estos cuatro niveles deben desarrollarse para que una


persona alcance su potencial.
La eficacia de la persona
CONFIABILIDAD
En el primer nivel se pone énfasis en que la tarea empieza por
la confiabilidad en el nivel personal, en cómo se es (carácter) y
cómo se actúa (capacidad).
Cuando se confía en el carácter de una persona más no en su
capacidad, al final se confiará poco en esa persona. Lo opuesto Dice Rojas (2001): “No hay nada peor que estar
también da el mismo resultado: si se confía en la capacidad de desequilibrado, perdido, sin visibilidad interior.
hacer cosas de una persona pero se desconfía de su carácter, Por eso, para ser feliz, lo primero que se
esa persona será poco confiable. necesita es habernos encontrado a nosotros
Este binomio, carácter y capacidad, invita a revisar el yo mismos”.
interior, para que sirva de base para entablar una relación
armoniosa con los demás, sin culpar y acusar a otros en un
intento por justificar la disonancia interior.
La eficacia de la persona
CONFIABILIDAD
Rojas (2001) divide la personalidad en dos componentes: carácter y
temperamento. El primero es la parte de la personalidad adquirida,
aquella que se fue fraguando a lo largo de la vida debido a las
influencias psicológicas, sociales y culturales. Por su parte, el
temperamento es la parte heredada, aquella que tiene una relación
directa con los patrones de conducta hereditarios y, por lo tanto,
una raíz neurobiológica.
La eficacia de la persona
Responsabilidad de actuar y visión personal

PROACTIVIDAD
Como lo señala Covey (1997b), el primer hábito de una persona eficaz es
el hábito de la proactividad; es decir, que es libre para poder escoger su
respuesta a los estímulos del medio ambiente. Se trata de asumir la
responsabilidad de actuar de acuerdo con principios y valores, en lugar de
sólo responder reactivamente.

En otras palabras, una característica fundamental de la persona eficaz es que tiene claro a dónde va, tiene una
visión de sí y aprende a distinguir continuamente lo que es importante para ella, de tal manera que concentra
sus energías, emociones, pensamientos, acciones y relaciones para alcanzar esa visión.

O como lo señala Covey (1997b): “El segundo hábito de las personas eficaces es comenzar con un fi n en
mente, para hacer posible que sus vidas tengan razón de ser, pues la creación de una visión de lo que
quieren lograr permite que sus acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en sus
vidas”.
La eficacia de la persona
REALIDAD ACTUAL
Aunque el éxito inicia al identificar los sueños y contrastarlos
con la realidad, no todo es tan fácil, ya que en el día a día
surgen obstáculos que dificultan alcanzar los sueños.

Conflicto estructural

SUPERAR EL CONFLICTO
Fritz (1988), citado por Senge (1992), propone tres estrategias
genéricas para afrontar el conflicto estructural.
La primera estrategia, y por desgracia quizá la más utilizada, es el
desgaste de la visión. Pero en realidad, detrás de estas frases se
esconde una renuncia a seguir luchando para superar los
conflictos.
La eficacia de la persona
SUPERAR EL CONFLICTO
La segunda estrategia es la manipulación del conflicto, en la cual el
estímulo es externo y viene normalmente del temor al fracaso,
haciendo referencia a lo que no deseamos. Ésta es una estrategia
muy utilizada por directivos que tratan de motivar a su gente
enfatizando las consecuencias desagradables que se tendrían si no
se alcanzaran las metas de la compañía.
La tercera estrategia para superar el conflicto es la fuerza de
voluntad (disciplina y pasión) que consiste en disciplinarse y
llenarse de energía para superar los conflictos y los obstáculos que
impiden el logro de nuestras metas. Es una estrategia más
genuina y es la que usa la gente de alto desempeño, puesto que
esa fuerza de voluntad surge de los deseos y la pasión por cumplir
la meta, por alcanzar esos sueños. Aunque debe decirse que esta
estrategia también tiene sus desventajas, puesto que cuando la
persona se concentra demasiado en los resultados, en el “éxito”,
puede requerir un esfuerzo que le lleve a descuidar otros aspectos
de la vida igualmente importantes como la familia, la paz y la
felicidad interior.
La eficacia de la persona
El punto de partida para alcanzar el diálogo interior y el lenguaje que
potencien la fuerza de voluntad es el pensamiento porque, como señala
Maxwell (2003): “Todo inicia con un pensamiento, lo que nosotros
pensamos determina quiénes somos”. La gente exitosa piensa diferente de
la que no lo es. Una de las principales razones por las que la gente no
alcanza sus sueños es porque desea cambiar sin modificar sus pensamientos.

ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO


Covey (1997b) establece que el tercer hábito de la gente altamente
eficaz es: “Haga primero lo primero”, y señala que lo importante es lo
que se debe hacer, que mucho de lo urgente es presionante pero
insignificante. Anteponer primero lo primero permite liberarse de la
tiranía de lo urgente para dedicar tiempo a las actividades que
verdaderamente dan sentido a la vida.
La eficacia de la persona
Para administrar de manera adecuada el tiempo, Covey (1997b) clasifica las actividades de acuerdo con su
urgencia e importancia, con lo que resulta la matriz de administración del tiempo.
La eficacia de la persona
Los otros hábitos de la gente eficaz (Covey)

Los siguientes tres hábitos son los que permiten interactuar con éxito con los demás:
❖ Pensar en ganar/ganar a es partir de una actitud de cooperación y consideración en nuestra relación con los
demás, es establecer un balance entre nuestros objetivos y los de los demás para lograr el bien común. Es partir
de una actitud de abundancia, en la que hay éxito y felicidad para todos. Lo contrario de este hábito es pensar:
“Para que yo gane, los demás tienen que perder”, pero si se parte de esto, todos terminan perdiendo.
❖ Buscar comprender primero y después ser comprendido a es la esencia del respeto a los demás y se enfoca en
la fuerte necesidad o sentimiento que tenemos de ser comprendidos. Este hábito es la clave de las relaciones
humanas eficaces y posibilita llegar a acuerdos del tipo ganar/ganar.
❖ Sinergizar a es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas
divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro de trabajo en equipo y la
innovación son el resultado de este hábito.
❖ El séptimo hábito amplía las capacidades para aplicar los seis anteriores:
❖ Afilar la sierra a es usar nuestra capacidad para renovarnos física, mental y espiritualmente. Es lo que nos
permite establecer un balance entre todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser eficaces en los diferentes
papeles (roles) que desempeñamos en nuestras vidas.
Competitividad y mejora de la calidad
La competitividad se entiende
como la capacidad de una
empresa para generar un
producto o servicio de mejor
manera que sus competidores.
Esta capacidad resulta
fundamental en un mundo de
mercados globalizados, en los
que el cliente por lo general
puede elegir lo que necesita de
entre varias opciones.
Competitividad y mejora de la calidad
De hecho, algunas organizaciones siguen actuando a partir de la
creencia de que mejorar la calidad implica necesariamente un
precio más alto y un mayor tiempo de producción del bien o
servicio. Sin embargo, cada día hay más empresas en las que se
sabe que la calidad y la mejora de los diversos procesos influyen
positivamente en los tres factores.
• Reprocesos y retrasos
• Pagar por elaborar productos malos
• Fallas en el proceso (fallas en facturación, programación y
producción)
• Desperdicios (espacios, materiales, movimientos,
actividades, productos)
• Una inspección excesiva para tratar de que los productos de
mala calidad no salgan al mercado
• Reinspección y eliminación de rechazo a más capacitación,
instrucciones y presión a los trabajadores
• Problemas con proveedores
• Clientes insatisfechos y pérdidas de
Competitividad y mejora de la calidad

la competitividad se define como la capacidad de una empresa


de generar valor para el cliente, los proveedores y los
accionistas, de mejor manera que sus competidores. Esta
capacidad se manifiesta por:
• Calidad y diferenciación del producto o servicio;
• Precio y términos de pago;
• Calidad en el servicio, que incluye tiempos, oportunidad y a
flexibilidad de entrega, además de apoyo en refacciones y
reparaciones, soporte en capacitación para el uso del
producto y para conocer sus potencialidades.
Competitividad y mejora de la calidad
Análisis de la competitividad

La tabla 1.3 muestra un


ejemplo de este tipo de
evaluación competitiva
respondida por los clientes.
Todos los criterios se evalúan
en una escala de 0 a 10, según
los criterios siguientes: muy
buena (10 puntos), buena (8),
regular (6), mala (4), muy mala
(2), adaptando el adjetivo más
adecuado con cada criterio de
competitividad.
Productividad
La productividad tiene que ver con los resultados que se
obtienen en un proceso o un sistema, por lo que
incrementar la productividad es lograr mejores resultados
considerando los recursos empleados para generarlos. La
medición de la productividad resulta de valorar
adecuadamente los recursos empleados para producir o
generar ciertos resultados.
Es usual ver la productividad a través de
dos componentes:
Eficiencia, es simplemente la relación entre
el resultado alcanzado y los recursos
utilizados, mientras que la eficacia es el
grado en que se realizan las actividades
planeadas y se alcanzan los resultados
planeados.
Productividad
Costos de calidad
Los costos de calidad son los
costos totales asociados al
sistema de gestión de la calidad y
pueden utilizarse como medida
de desempeño del sistema de
calidad.
La mala calidad significa una
utilización deficiente de los
recursos financieros y humanos,
con lo que entre más deficiencias
y fallas se tengan, los costos por
lograr la calidad y por no tenerla
serán más elevados.

Estos costos se dividen en costos originados en la empresa para asegurar que los productos tengan calidad y costos
por no tener calidad que resultan de las deficiencias en productos y procesos. A estos últimos se les conoce como
costos de no calidad o de mala calidad.
Costos de calidad
Medición del desempeño de una organización
En palabras de H. J. Harrington (1997): “Medir es comprender,
comprender es obtener conocimiento, tener conocimiento es
tener poder. Desde el principio de su existencia, la peculiaridad
que diferencia a los seres humanos de los otros seres vivos es
su capacidad de observar, medir, analizar y utilizar la
información para generar el cambio”.
Medición del desempeño de una organización

Figura 1.12 Algunos indicadores para las guías clave del negocio (variables críticas
para la calidad).
BIBLIOGRAFIA
• Calidad total y Productividad. Humberto Gutiérrez Pulido. 3ra Edición.
México. 2001

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