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Actividad Integradora.

Causales de improcedencia y
Sobreseimiento.

1. Consulta los artículos 61 y 63 de la Ley de Amparo.


2. En un documento de texto, ejemplifica las hipótesis de improcedencia y
sobreseimiento del amparo.
3. En el mismo documento de texto y de forma ascendente, adjunta los
productos elaborados a lo largo de la sesión.

I.- Todas las reformas constitucionales forman parte de la Constitución y ésta no


puede ser inconstitucional.

Jurisprudencia, P./J. 66/2005, Pleno, Tomo XXII, Julio de 2005, pág. 777 ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. ES IMPROCEDENTE LA PROMOVIDA POR LA REPRESENTACIÓN
PARLAMENTARIA MINORITARIA DE UNA LEGISLATURA LOCAL EN CONTRA DE REFORMAS O
ADICIONES A LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
De conformidad con el artículo 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el proceso
de reformas y adiciones a ésta se requiere que el Congreso de la Unión, por una mayoría calificada, apruebe
las que fueron sujetas a su consideración y, hecho lo anterior, que sean aprobadas por la mayoría de las
Legislaturas de los Estados; sin embargo, la participación de éstas no implica que sean ellas, en forma exclusiva,
las que aprueben y expidan la norma general, siendo este requisito al que se refiere el artículo 105, fracción II,
inciso d), de la Constitución Federal para la procedencia de la acción de inconstitucionalidad, cuando señala
que procede en contra de leyes expedidas por el propio órgano, mas no respecto de aquellas en las que sólo
haya participado para su aprobación, conjuntamente con diversos órganos legislativos. En congruencia con lo
anterior y de
acuerdo con una interpretación armónica de los artículos 105, fracción II, inciso d), y 135 constitucionales, se
infiere que las acciones de inconstitucionalidad promovidas en contra de reformas o adiciones a la propia
Constitución por la representación parlamentaria minoritaria de una legislatura local, es improcedente, en virtud
de que no fue esa legislatura quien en forma exclusiva expidió la norma general materia de impugnación.

Al artículo 135 constitucional en el proceso de reformas y adiciones debiendo ser


aprobadas por el Congreso de la Unión y posteriormente por las legislaturas
Estatales. Siendo así solo su participación mas no su aplicación o creación por el
mismo órgano. De acuerdo con los artículos 105, fracción II, inciso d) y el artículo
135 constitucional menciona que es improcedente la inconstitucionalidad de las
acciones promovida contra reformas o adiciones a la misma constitución debido a
que no fue quien expidió la norma general materia de impugnación.

II.- El amparo es improcedente contra cualquier acto proveniente naturalmente de


la Suprema Corte de Justicia.
Jurisprudencia, PC.XII.A. J/7 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 47, Octubre de 2017, Tomo III, pag.1438
AMPARO INDIRECTO. LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 48/2016 (10a.) DE LA SEGUNDA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN QUE PREVÉ SU IMPROCEDENCIA, ES INAPLICABLE
CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTE EN LA OMISIÓN DE TRAMITAR Y RESOLVER, DENTRO DE
LOS PLAZOS LEGALES, EL RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO CONTRA LAS DETERMINACIONES
EMITIDAS EN EL JUICIO DE NULIDAD (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SINALOA).
En la jurisprudencia referida, de título y subtítulo: "AMPARO INDIRECTO. POR REGLA GENERAL, ES
NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE EL INTERPUESTO POR UNA DE LAS PARTES EN EL JUICIO
NATURAL, CONTRA LA OMISIÓN DE LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL DE ACORDAR PROMOCIONES O
DE PROSEGUIR EN TIEMPO CON EL JUICIO, AL TRATARSE DE UNA VIOLACIÓN INTRAPROCESAL QUE
NO AFECTA DERECHOS SUSTANTIVOS.", la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo que, por regla general, cuando un particular se duele exclusivamente de una afectación cometida dentro
de un procedimiento jurisdiccional, aun cuando alegue violaciones a los artículos 8o., 14 y 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los actos reclamados no pueden considerarse como de ejecución
irreparable, sino como violaciones de carácter adjetivo, pues no se trata de una "omisión" autónoma al
procedimiento, sino que se presenta justamente dentro de éste, como la falta de respuesta a una petición
expresa sobre el desahogo de alguna prueba o de prosecución del trámite; además, en ese criterio también
precisó una excepción a dicha regla, que se actualiza cuando el Juez de amparo advierta del contenido de la
demanda que existe una abierta dilación del procedimiento o su paralización total, ya que en ese caso el juicio
de amparo será procedente; asimismo, en la ejecutoria de la que derivó el criterio jurisprudencial aludido se
puntualizó que el criterio ahí adoptado no era aplicable cuando se controvirtiera la falta de dictado del laudo.
Ahorabien, dado que en el recurso de revisión previsto en los artículos 112, fracción I, 113, fracción I, 113 BIS,
penúltimo y último párrafos, y 114 de la Ley de Justicia Administrativa para el Estado de Sinaloa, se establece
un procedimiento sumarísimo, en razón de que sólo debe hacerse valer ese medio de impugnación y dar vista
a las partes por el plazo de 3 días, para que recaiga en el órgano de administración de justicia la obligación de
elaborar el proyecto de resolución respectivo y someterse el mismo a discusión del Pleno en la sesión
subsecuente; de ahí que como el auto de admisión de ese recurso y la resolución que debe
dictarse se encuentran correlacionados estrechamente. Por lo cual, cuando en el juicio de amparo indirecto se
controvierta la omisión de dar trámite y resolver ese medio de impugnación dentro de los plazos legales, no
puede concluirse que sólo se reclama un acto de índole adjetivo, sino que se involucra indefectiblemente el
derecho sustantivo de acceso efectivo a la tutela jurisdiccional, pues si el justiciable se queja de la falta de la
emisión de la sentencia correspondiente, entonces resulta inaplicable la mencionada jurisprudencia 2a./J.
48/2016 (10a.).
Los actos reclamados en la jurisprudencia referida en el texto no se consideran
como ejecución irreparable si no como violaciones de carácter adjetivo, siendo
improcedente el amparo indirecto ya que se habla de la omisión de trámite y
resolución, dentro de los plazos establecidos legalmente, y no de manera directa a
un órgano se la Suprema Corte de Justicia de la Nación en este caso la Segunda
Sala de la Suprema Corte de la Nación.

III.- No procede juicio o recurso contra el Consejo de Justicia Federal, esto


establecido en el artículo 100 constitucional.
Jurisprudencia, 2a./J. 49/2019 (10a.), Segunda Sala, Libro 65, abril de 2019, Tomo II, pág.
1123
ACUERDOS GENERALES QUE ESTABLECEN LOS PROCEDIMIENTOS Y LINEAMIENTOS PARA
ACCEDER AL CARGO DE JUEZ DE DISTRITO, MEDIANTE CONCURSOS DE OPOSICIÓN, Y LAS
CONVOCATORIAS RESPECTIVAS, EMITIDOS POR EL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL. SU
IMPUGNACIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO ACTUALIZA UN MOTIVO
MANIFIESTO E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA.
De la interpretación del artículo 100, párrafo noveno, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, se advierte que las decisiones emitidas por el Consejo de la Judicatura Federal, funcionando en
Pleno o en Comisiones, en ejercicio de las atribuciones que constitucionalmente le fueron conferidas para la
administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación, revisten el carácter de definitivas e
inatacables, por lo que en su contra no procede juicio ni recurso alguno, con excepción de las que se refieran a
la designación, adscripción, ratificación y remoción de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito. En
consecuencia, la impugnación en el juicio de amparo indirecto de acuerdos generales que establecen los
procedimientos y lineamientos para acceder al cargo de Juez de Distrito, mediante concursos de oposición, y
las convocatorias respectivas, emitidos por el Consejo de la Judicatura Federal, actualiza un motivo manifiesto
e indudable de improcedencia, en términos del artículo constitucional citado y del numeral 61, fracción III, de la
Ley de Amparo, sin que sea obstáculo para ello la calidad que pudiese tener el quejoso, toda vez que esos
actos derivan del ejercicio de las facultades que la Constitución General de la República otorga a dicho Consejo,
y si bien tienen que ver con la designación de juzgadores, lo que implica que son revisables por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, lo cierto es que no pueden impugnarse a través del juicio de amparo, sino
mediante el recurso de revisión administrativa previsto en el artículo 122 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, únicamente para verificar que haya sido adoptada conforme a las reglas que fija esta ley.

No procede el amparo contra actos de los órganos internos de éste. La propia


Constitución en su artículo 100 menciona que no procede amparo ni recurso alguno.
IV.- Las resoluciones dictadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación son
definitivas e inatacables, establecido en el artículo 99 constitucional.

Jurisprudencia, P./J. 62/2001, Pleno, Tomo XIII, Abril de 2001, pag. 748
CONGRESOS LOCALES. CARECEN DE FACULTADES PARA DECLARAR POR SÍ Y ANTE SÍ LA
NULIDAD DE RESOLUCIONES DICTADAS POR LA SALA SUPERIOR DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL
PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.
Aun cuando los Congresos de los Estados pueden ejercer libremente las facultades que sus Constituciones y
leyes les otorguen, considerando que el artículo 99 de la Constitución General de la República establece que
las resoluciones de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, son definitivas e
inatacables y deben cumplirse, cualquier actuación de las Legislaturas Locales en contrario resulta violatoria de
los artículos 17 y 99 de la Constitución Federal, toda vez que de no ser así, cualquier Congreso Local con la
simple modificación de sus leyes, violentando la autoridad de cosa juzgada, nulificaría un medio de control
constitucional, cuya finalidad es precisamente preservar la regularidad constitucional; aunado a que no se
advierte la existencia de facultad constitucional alguna para que esos poderes locales, por sí y ante sí, declaren
la nulidad de una resolución dictada por la referida Sala Superior.

La fracción anterior, constitucionalmente en el artículo 99 menciona que toda


resolución dictada este tribunal (mencionado en la fracción) son definitivas e
inatacables, por lo que se habla de una causal de improcedencia constitucional y no
de una casual de improcedencia legal.

V.- Es improcedentes los actos del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, su Comisión Permanente o cualquiera de sus Cámaras señalados en
esta fracción.
Jurisprudencia, P./J. 101/2004, pleno, Tomo XX, Octubre de 2004, pag. 7
DECLARACIÓN DE PROCEDENCIA. SE ACTUALIZA UN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO, RESPECTO DE LOS ACTOS EMITIDOS POR LA
CÁMARA DE DIPUTADOS Y LA SECCIÓN INSTRUCTORA, DURANTE EL PROCEDIMIENTO
RELATIVO.
Del artículo 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se advierte que el Poder
Constituyente facultó a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para resolver soberana y
discrecionalmente si ha lugar o no a retirar la inmunidad procesal de un servidor público, con el fin de que sea
juzgado por el delito o delitos que se le atribuyen; en atención a esa finalidad son inatacables todas las
resoluciones emitidas en el procedimiento de declaración de procedencia, tanto las dictadas por dicho órgano
legislativo, como por la Sección Instructora. En ese sentido, se concluye que se actualiza una causa de
improcedencia manifiesta e indudable del juicio de garantías respecto de tales actos, en términos de los artículos
111 constitucional y 145 y 73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, en atención a las manifestaciones hechas
por el quejoso en su demanda de garantías, a la naturaleza de los actos reclamados y a la aplicación directa
del mencionado precepto constitucional, aunado a que de admitirse la demanda de amparo y sustanciar el
procedimiento, no sería posible arribar a una convicción diversa, independientemente de los elementos que
pudieran allegar las partes.
Es improcedente contra los actos que esta fracción señala “que objeten o no ratifiquen nombramientos o
designaciones para ocupar cargos, empleos o comisiones en entidades o dependencias de la Administración
Pública Federal, centralizada o descentralizada, órganos dotados de autonomía constitucional u órganos
jurisdiccionales de cualquier naturaleza”.

VI.-Resulta improcedente contra actos dictados fuera del juicio de amparo, de los
Tribunales Colegiados de Circuito.

Jurisprudencia, PC.III.L. J/11 L (10a.), Plenos de Circuito, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo III,
pag.1381. AMPARO INDIRECTO. CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTE EN UNA MULTA IMPUESTA
EN LA RESOLUCIÓN DE UN RECURSO DE QUEJA EMITIDA POR UN TRIBUNAL COLEGIADO DE
CIRCUITO, SE ACTUALIZA UNA CAUSA MANIFIESTA E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA DE DICHO
JUICIO.
De la interpretación armónica y sistemática de los artículos 107, fracción VIII, último párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, 61,
fracción VI y 113 de la Ley de Amparo, se advierte que: a) contra las sentencias dictadas por los Tribunales
Colegiados de Circuito no procede recurso alguno y el juicio de amparo en su contra es improcedente; b) la
función de tales órganos es netamente jurisdiccional; y, c) si al examinar el escrito de demanda de amparo se
advierte alguna causa manifiesta e indudable de improcedencia se desechará de plano. Asimismo, de los
numerales reseñados se abstrae que cuando el acto reclamado consista en una multa impuesta en la resolución
de un recurso de queja emitida por un Tribunal Colegiado de Circuito, se actualiza una causa manifiesta e
indudable de improcedencia toda vez que dicha resolución es definitiva y no admite recurso alguno, sin que
pueda caber una excepción a la regla general prevista en la fracción VI del artículo 61 aludido, toda vez que la
improcedencia del juicio de amparo contra las resoluciones emitidas por aquél se delimitó tanto en la Ley de
Amparo, como en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; por lo que no es sostenible una
interpretación diversa que permita impugnarla, pues de lo contrario, se vaciaría el contenido de la disposición
constitucional que le otorga el carácter de definitiva e inatacable; además de que durante el trámite del recurso
de queja la autoridad responsable puede contestar la omisión imputada y aportar las pruebas que estime
conducentes para justificar su dicho.

Debido a que son la última instancia en materia de amparo, ya que son quienes
conocer todos los recursos de revisión que se pueden interponer en contra de las
resoluciones de amparo emitida por Jueces de Distrito. También tiene el
conocimiento del amparo directo. Como se menciona en la jurisprudencia citada
menciona que cuando el acto reclamado sea una multa emitida por este Tribunal,
se actualiza una causa total de improcedencia.

VII.- Cuando el órgano legislativo este facultado por la Constitución federal o local,
elegir el suspender o remover funcionarios. A contrario sensu, si no es concedido
constitucionalmente el amparo será procedente.
Jurisprudencia 2a./J. 102/2018 (10a.), Segunda Sala, Libro 58, Septiembre de 2018, Tomo I, pag.887
MAGISTRADOS DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA DEL ESTADO DE JALISCO. SU ELECCIÓN POR
PARTE DEL CONGRESO LOCAL ES UN ACTO SOBERANO EMITIDO EN USO DE FACULTADES
DISCRECIONALES, POR LO QUE EN SU CONTRA NO PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO, EN TÉRMINOS
DEL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN VII, DE LA LEY DE LA MATERIA.
El artículo 60 de la Constitución Política del Estado de Jalisco establece sustancialmente, que para la elección
de los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, el Consejo de la Judicatura, previa convocatoria realizada
por el Congreso del Estado a la sociedad en general, someterá a consideración de éste una lista de candidatos
al cargo, y que por acuerdo de las dos terceras partes de los diputados presentes, elegirá al Magistrado que
deba cubrir la vacante dentro de un término improrrogable de 30 días; de lo que se concluye que quien elige de
manera independiente a esos juzgadores, sin injerencia de algún otro ente o poder público, es el Poder
Legislativo. Entonces, si la elección de los Magistrados no requiere de la aprobación, supervisión o aval de
algún otro órgano o ente público, esto significa que se está ante un acto soberano emitido en uso de facultades
discrecionales y, por tanto, esa elección y el procedimiento que le antecede no son impugnables a través del
juicio de amparo, al actualizarse el supuesto contenido en el artículo 61, fracción VII, de la Ley de Amparo, por
cuanto prevé que ese juicio es improcedente cuando se reclaman, entre otras, resoluciones de las Legislaturas
de los Estados o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones Permanentes, relativas a la elección de
funcionarios en los casos en que las Constituciones correspondientes les confieran la facultad de resolver
soberana o discrecionalmente. Además, el hecho de que en el procedimiento de elección corresponda a la
Comisión de Justicia del Congreso Local calificar que los candidatos reúnen los requisitos para ocupar el cargo
de Magistrado, lo cual queda plasmado en el dictamen que somete a consideración de la Asamblea, es una
circunstancia que no disminuye el carácter soberano de la facultad de nombramiento, ya que una vez elaborada
la lista respectiva, y sometida a votación ante el Pleno del Congreso, queda a discreción de cada diputado emitir
su voto; y la valoración que en lo personal realicen dichos legisladores de las aptitudes de cada uno de los
candidatos, es una cuestión que corresponde a su fuero interno al momento de votar.

Dicha fracción es improcedente “Contra las resoluciones o declaraciones del


Congreso Federal o de las Cámaras que lo constituyen, de las Legislaturas de los
Estados o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones Permanentes, en
declaración de procedencia y en juicio político, así como en elección, suspensión o
remoción de funcionarios en los casos en que las Constituciones correspondientes
les confieran la facultad de resolver soberana o discrecionalmente” por lo que la
elección de los Magistrados se es sometido a consideración el listado de candidatos
al cargo, esta acción al no requiere la aprobación de ningún órgano externo no es
impugnable al juicio de amparo.

VIII.- La fracción II menciona la improcedencia contra la suprema Corte de Justicia.


Perdiendo el sentido a la inclusión de esta fracción.

Jurisprudencia, PC.XII.A. J/7 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 47, Octubre de 2017, Tomo
III, pag.1438
AMPARO INDIRECTO. LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 48/2016 (10a.) DE LA SEGUNDA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN QUE PREVÉ SU IMPROCEDENCIA, ES INAPLICABLE
CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTE EN LA OMISIÓN DE TRAMITAR Y RESOLVER, DENTRO DE
LOS PLAZOS LEGALES, EL RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO
CONTRA LAS DETERMINACIONES EMITIDAS EN EL JUICIO DE NULIDAD (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE SINALOA).
En la jurisprudencia referida, de título y subtítulo: "AMPARO INDIRECTO. POR REGLA GENERAL, ES
NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE EL INTERPUESTO POR UNA DE LAS PARTES EN EL JUICIO
NATURAL, CONTRA LA OMISIÓN DE LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL DE ACORDAR PROMOCIONES O
DE PROSEGUIR EN TIEMPO CON EL JUICIO, AL TRATARSE DE UNA VIOLACIÓN INTRAPROCESAL QUE
NO AFECTA DERECHOS SUSTANTIVOS.", la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo que, por regla general, cuando un particular se duele exclusivamente de una afectación cometida dentro
de un procedimiento jurisdiccional, aun cuando alegue violaciones a los artículos 8o., 14 y 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, los actos reclamados no pueden considerarse como de ejecución
irreparable, sino como violaciones de carácter adjetivo, pues no se trata de una "omisión" autónoma al
procedimiento, sino que se presenta justamente dentro de éste, como la falta de respuesta a una petición
expresa sobre el desahogo de alguna prueba o de prosecución del trámite; además, en ese criterio también
precisó una excepción a dicha regla, que se actualiza cuando el Juez de amparo advierta del contenido de la
demanda que existe una abierta dilación del procedimiento o su paralización total, ya que en ese caso el juicio
de amparo será procedente; asimismo, en la ejecutoria de la que derivó el criterio jurisprudencial aludido se
puntualizó que el criterio ahí adoptado no era aplicable cuando se controvirtiera la falta de dictado del laudo.
Ahora bien, dado que en el recurso de revisión previsto en los artículos 112, fracción I, 113, fracción I, 113 BIS,
penúltimo y último párrafos, y 114 de la Ley de Justicia Administrativa para el Estado de Sinaloa, se establece
un procedimiento sumarísimo, en razón de que sólo debe hacerse valer ese medio de impugnación y dar vista
a las partes por el plazo de 3 días, para que recaiga en el órgano de administración de justicia la obligación de
elaborar el proyecto de resolución respectivo y someterse el mismo a discusión del Pleno en la sesión
subsecuente; de ahí que como el auto de admisión de ese recurso y la resolución que debe dictarse se
encuentran correlacionados estrechamente. Por lo cual, cuando en el juicio de amparo indirecto se controvierta
la omisión de dar trámite y resolver ese medio de impugnación dentro de los plazos legales, no puede concluirse
que sólo se reclama un acto de índole adjetivo, sino que se involucra indefectiblemente el derecho sustantivo
de acceso efectivo a la tutela jurisdiccional, pues si el justiciable se queja de la falta

IX.- para evitar una cadena sin fin de amparos no procede el amparo contra las
resoluciones dictadas en dicho juicio ni en su ejecución en todo caso existen
recursos revisión, reclamación e información e inconformidad, pero no procede
contra ellas un nuevo amparo.

Jurisprudencia 1ªa/j.1.57/2018(10a). primera sala libro 60 Noviembre 20 Pag. 829. INPROCEDENCIA DEL
JUCIO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES DICTADAS CUMPLIMIENTO DE UN FALLO PROTECTOR
EL ARTICULO 61 FRACCION IX DE AMPARO QUE LE PREVE NO TRASNGREDE EL DERECHO A CONTAR
CON UN EFICAZ

829 IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES DICTADAS EN


CUMPLIMIENTO DE UN FALLO PROTECTOR. EL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN IX, DE LA LEY DE
AMPARO QUE LA PREVÉ, NO TRANSGREDE EL DERECHO A CONTAR CON UN RECURSO
EFICAZ.
El precepto citado, al establecer que el juicio de amparo es improcedente contra resoluciones dictadas en los
juicios de amparo o en su ejecución, se refiere a aquellas que indefectiblemente deben emitir las autoridades
responsables, en las cuales el juzgador de amparo las constriñe a realizar determinadas acciones, esto es, en
las que les fija lineamientos para cumplir con el fallo protector y, por ende, la responsable no tiene libertad de
jurisdicción, sino que debe emitir la nueva sentencia conforme a los efectos precisados por el órgano
jurisdiccional federal. Ahora bien, la improcedencia referida deriva del hecho de que la resolución dictada por la
responsable es producto del análisis jurídico realizado en el juicio de amparo que se cumplimenta, por lo que,
admitir uno nuevo, afectaría el principio jurídico de cosa juzgada y generaría inseguridad jurídica. En ese
sentido, el artículo 61, fracción IX, de la Ley de Amparo no transgrede el derecho a contar con un recurso eficaz,
al no contradecir los artículos 8, numeral 1, y 25, numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, pues la norma referida no tiene como propósito limitar o cerrar la posibilidad de ejercer un derecho
fundamental, sino establecer un caso de inadmisibilidad del juicio de amparo atendiendo a razones de seguridad
jurídica y de cosa juzgada. Además, el precepto citado también cumple con el postulado previsto en el artículo
17

X.- Es improcedente el juicio de amparo por causa de litis-pendencia cuando


después de haber sido interpuesta una primera demanda de amparo, sea promovida
una segunda o más, o cuando tenga características mismas (quejoso, autoridades
responsables, acto reclamado, violaciones).
Jurisprudencia PC.XVI.A. J/24 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 64, Marzo de 2019, Tomo
III, pag. 2209.
LITISPENDENCIA EN EL AMPARO CONTRA LEYES. LA COMPETENCIA PARA CONOCER DE LOS
JUICIOS PROMOVIDOS POR EL MISMO QUEJOSO, CONTRA LAS MISMAS AUTORIDADES Y NORMAS
GENERALES PERO CON MOTIVO DE ACTOS DE AUTOAPLICACIÓN DISTINTOS, SE SURTE A FAVOR
DEL JUEZ QUE CONOCIÓ DEL PRIMERO. Para los juicios con identidad de quejosos, autoridades y actos
reclamados, la Ley de Amparo dispone en su artículo 49 un procedimiento por virtud del cual los asuntos en
cuestión deben ser conocidos por un solo Juez de Distrito, quien deberá analizar y valorar con precisión en cuál
de los dos expedientes idénticos debe sobreseerse por litispendencia, y a cuál le corresponde superar esta
causal para pronunciarse sobre el fondo. En correspondencia, el artículo 61, fracción X, de la propia ley,
establece la causal de improcedencia de los juicios de amparo por litispendencia, la cual se actualiza cuando
sean promovidos por el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por las mismas normas generales
reclamadas, aunque los actos de aplicación sean distintos, siempre que no se impugnen por vicios propios.
Ahora, si conforme a la jurisprudencia 2a./J. 153/2007, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, la autoliquidación de una contribución no tiene el carácter de acto de autoridad, de manera que no
puede reclamarse por vicios propios, la litispendencia se configura en amparos contra leyes promovidos con
motivo de actos de autoaplicación distintos, por lo que el Juez que conozca del primero, debe proceder conforme
a la regla prevista en el artículo 49 referido.

En los juicios de amparo es improcedente por litispendencia cuando existe en dos


o más juicios identidad de partes, de juicios y causa de pedir, esto significa que
existe un litigio pendiente de resolver

XI.-Es improcedente al igual que los supuestos mencionados en la fracción anterior,


salvo de que el
primer juicio de amparo ya haya causado ejecutoria la sentencia pronunciado en él.
Jurisprudencia I.11o.C. J/6 (10a.), Tribunales Colegiados de Circuito, Libro 61, Diciembre de
2018, Tomo II, pag. 808.
COSA JUZGADA. OPERA CUANDO SE DESECHA UNA DEMANDA DE AMPARO CON
SUSTENTO EN UNA CAUSA DE IMPROCEDENCIA CUYA NATURALEZA HACE INEJERCITABLE
UNA NUEVA ACCIÓN CONSTITUCIONAL CONTRA EL MISMO ACTO RECLAMADO Y
AUTORIDAD.
El artículo 61, fracción XI, de la Ley de Amparo dispone que el juicio de amparo es improcedente contra normas
generales o actos que hayan sido materia de una ejecutoria en otro juicio de amparo, en términos de la diversa
fracción X, la cual prevé la improcedencia de la acción constitucional contra normas generales o actos que sean
materia de otro juicio de amparo pendiente de resolución, promovido por el mismo quejoso, contra las mismas
autoridades y actos reclamados, aunque las violaciones constitucionales sean diversas. Ahora bien, cuando se
desecha una demanda de amparo, es claro que no se dicta la sentencia que analizará la constitucionalidad del
acto reclamado; sin embargo, cuando el desechamiento se sustenta en una causa de improcedencia cuya
naturaleza hace inejercitable una nueva acción de amparo, ello impedirá al quejoso promover una segunda
demanda respecto del mismo acto, so pretexto de que, al desecharse la primera, no se analizó el fondo. Ello es
así, porque atento a la naturaleza de la hipótesis de improcedencia que sustentó el desechamiento de la
demanda de amparo previa, imposibilita, por sí sola, la promoción de un nuevo juicio contra los mismos actos
de las autoridades, máxime si la resolución respectiva no fue impugnada y, por ello, adquirió firmeza. Lo anterior,
conforme al principio de cosa juzgada que rige en el juicio constitucional, pues no puede desconocerse la
firmeza de la determinación que desechó la primera demanda, mediante la promoción de un nuevo juicio contra
el mismo acto reclamado, dado que el quejoso tenía la carga procesal de impugnar esa resolución mediante el
recurso de queja por ser el medio impugnativo idóneo y eficaz para, en su caso, lograr la admisión de la
demanda y que eventualmente se resolviera sobre la constitucionalidad del acto reclamado.
Consecuentemente, cuando se desecha la demanda con sustento en una causa de improcedencia cuya
naturaleza hace inejercitable una nueva acción constitucional contra el mismo acto reclamado y autoridad, opera
el principio de cosa juzgada.

Como se menciona en la fracción anterior no es procedente cuando hay dos litigios


con características similares y si en uno de ellos ya fue dictada a sentencia
ejecutoria, pierde el sentido el tramitar un segundo juicio contra algo que ya tiene
resolución hecha.

XII.- Se divide en tres partes:


a) Interés jurídico. Es improcedente cuando el quejoso no se le cause agravio
personal directo, ya que no es el titular de los derechos subjetivos violados o dicho
acto no le afecta directamente.
b) Interés legítimo. En caso de que no se vea afectado los intereses legítimos y no
vulnere los derechos fundamentales de forma directa o no frente al orden jurídico
en sus derechos o intereses.
c) Interés jurídico o legítimo respecto de normas generales. El gobernado promueve
el amparo contra una norma general considerada autoaplicativa, cuando realmente
se trata de una norma heteroaplicativa que solo causa perjuicio.

Jurisprudencia XX.2o.P.C. J/1 (10a.), Tribunales Colegiados de Circuito, Libro 53, Abril de
2018, Tomo III, pag. 1844
MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS EN MATERIA PENAL. EL
CITATORIO EMITIDO DENTRO DEL PROCESO DE JUSTICIA RESTAURATIVA PARA
COMPARECER A LA ETAPA CONCILIATORIA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 5o., FRACCIÓN I, DE LA
LEY DE AMPARO, NO CAUSA UNA AFECTACIÓN REAL Y ACTUAL EN LA ESFERA
JURÍDICA DEL QUEJOSO PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL AMPARO.
El juicio de amparo indirecto es improcedente, entre otros supuestos, contra los actos que no produzcan una
afectación real y actual en la esfera jurídica del quejoso, en términos de la fracción I del artículo 5o., de la Ley
de Amparo. En ese sentido, de los artículos 4, fracción I, 7, fracción IV, 10, último párrafo, 31 y 32 de la Ley
Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal, se advierte el principio
rector de voluntariedad, de acuerdo con el cual, la participación de los intervinientes debe ser por propia
decisión, libre de toda coacción y no por obligación; es decir, no puede obligarse al requerido a asistir y participar

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en el mecanismo alternativo respectivo; asimismo, dentro de sus derechos, se encuentra el relativo a que no
puede ser objeto de presiones, intimidación, ventaja o coacción para someterse a él. En consecuencia, cuando
alguno de los requeridos no asiste a la cita o comparecencia, o no cumpla con los citatorios realizados por la
autoridad ministerial, en más de una ocasión, debe darse por concluido, de forma anticipada, ese mecanismo
alternativo de solución, y dejarse a salvo los derechos de los intervinientes para resolver la controversia
mediante las acciones legales que procedan. En esas condiciones, el citatorio emitido dentro del proceso de
justicia restaurativa, para comparecer a la etapa conciliatoria, no causa una afectación real y actual en la esfera
jurídica del gobernado, pues constituye solamente una invitación para presentarse ante la emisora con la
finalidad de realizar la diligencia correspondiente; actualizándose por ende, la causal de improcedencia prevista
en el artículo 61, fracción XII, en relación con el 5o., fracción I, primer párrafo, ambos de la ley primeramente
citada.

Esta fracción menciona que, como se analizó al estudiar las partes en el amparo, el
quejoso es quien resiente una afectación a sus derechos subjetivos, o bien, a su
interés legítimo, pues es esa afectación la que le concede legitimación en la causa.
Si carece de ella, resulta ocioso tramitar el amparo, incluso si se impugnó la ley
como autoaplicativa. Si no se demostró la afectación, será necesario esperar su
aplicación al quejoso, para que éste acredite la afectación que la ley le causa y
podrá, entonces, promover el amparo, puesto que si el amparo contra la ley
autoaplicativa se inadmitió o sobreseyó por no acreditar la afectación que ella le
causa, se podrá presentar de nuevo la demanda, contra la misma ley, pero ahora
con motivo de su primer acto de aplicación.

XIII.- Contiene dos causales de improcedencia:


a) Actos consentidos, cuando el quejoso se allana a cumplir el acto reclamado o
estar conforme con él.
b) La manifestación de voluntad del quejoso que entrañen su consentimiento de los
actos reclamados cuando equivocadamente da a entender su conformidad con el
acto reclamado.
Jurisprudencia 1a./J. 33/2017 (10a.), Primera Sala, Libro 43, Junio de 2017, Tomo I, pag.
461
CONSENTIMIENTO DEL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO. ACONTECE CUANDO EL IMPUTADO
ACEPTA CONCLUIR EL PROCESO PENAL A TRAVÉS DE UN ACUERDO REPARATORIO O SUSPENSIÓN
DEL PROCESO A PRUEBA, POR LO QUE SE ACTUALIZA LA CAUSA DE IMPROCEDENCIA QUE PREVÉ
EL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XIII, DE LA LEY DE AMPARO.
La reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 18 de junio de 2008, introdujo la justicia restaurativa como eje toral del sistema, creando nuevos
caminos de solución para encausar, mediante mecanismos alternativos, los conflictos de naturaleza penal que
podrán encontrar mejor solución que en el juicio, los cuales, si bien parten de la comisión de un hecho delictivo,
se distinguen porque no buscan declarar la responsabilidad penal del imputado, ya que su prioridad radica en
restaurar el daño causado y concluir el conflicto penal sin la imposición de una pena. Ahora bien, cuando el
juicio de amparo se promueve contra el auto de vinculación a proceso y posterior a su emisión el quejoso -en
su calidad de imputadoaccede a un mecanismo alternativo, mediante la suscripción de un acuerdo reparatorio
o de la suspensión del proceso a prueba, dicha manifestación entraña el consentimiento del acto reclamado,
que como causa de improcedencia prevé el artículo 61, fracción XIII, de la Ley de Amparo, ya que su voluntad
de concluir el proceso penal a través de vías de solución alternas debe entenderse para todos los efectos
legales. Es así, porque uno de los presupuestos para transitar por la justicia restaurativa consiste en el
consentimiento libre y voluntario del imputado de someter la solución de la controversia penal a un mecanismo
alternativo, lo que implica la libre aceptación de los hechos de la imputación o que, al menos, no los cuestione,
ya que esa aceptación no es gratuita, sino que persigue un beneficio, pues consentir las bases jurídicas en que
se sustenta la vinculación a proceso pasa por buscar una solución construida en la lealtad de las partes para la
efectiva solución
del conflicto penal, al obligarse a reparar el daño causado por la comisión del delito y, a cambio, evitar la
posibilidad de que se le imponga una pena privativa de libertad, en delitos que por la especial naturaleza de los
derechos que tutelan pueden ser renunciables. Estimar lo contrario, no sólo sería un exceso de rigor técnico de
la acción de amparo, sino que también desnaturalizaría este moderno sistema, al premiar que el imputado ejerza
intereses incompatibles: uno, que tiene como presupuesto la validez del acto reclamado, al participar en una
solución alterna y, otro, que lo cuestiona a través del juicio de amparo, lo que jurídicamente es inadmisible. Por
tanto, si la referida causa de improcedencia se actualiza antes de la presentación de la demanda, motivará que
la misma se deseche por notoriamente improcedente, o bien, si sobreviene durante la tramitación del amparo,
generará el sobreseimiento del juicio, incluso antes de la celebración de la audiencia constitucional.

En los casos que el quejoso ajuste su conducta a lo ordenado por la autoridad (sin
impugnarlo, pues a veces, por ejemplo, se paga el impuesto y luego se impugna
dentro del plazo, sin que ello implique su consentimiento), se estima que realizó
actos en acatamiento al mandamiento de la autoridad, que entrañan su
consentimiento con él, de modo que ello actualiza la causal de improcedencia del
amparo, consistente en el consentimiento expreso del acto. Esta misma causal se
actualiza en caso de que el quejoso se desista la demanda de amparo, pues se
considera que está de acuerdo con el acto de autoridad. En amparo, a diferencia de
la materia procesal civil, no existe desistimiento de la acción, ni de la instancia, sino
sólo de la demanda y ello equivale a desistirse de la acción, de modo que no se
puede presentar posteriormente la misma demanda.

XIV. – El juicio de amparo es improcedente contra actos consentidos tácitamente,


teniendo excepciones cuando:
a) Cuando el quejoso pueda impugnar la norma general cuando entre en vigor, pero
no interponga el amparo.
b) Si contra el acto de aplicación de la norma general, procede algún recurso por el
que pueda ser revocado, el quejoso tendrá la potestad para elegir si interpone el
recurso o promueve el juicio de amparo y hacerlo esperar a quesea dictada la
resolución que le corresponda y así agotar el recurso o medio de defensa que
marque la ley.

Jurisprudencia PC.XVII. J/18 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 63, Febrero de 2019, Tomo II,
p.1219
AMPARO CONTRA NORMAS GENERALES. EL DECRETO 916/2015 II P.O., QUE EXTENDIÓ LA
VIGENCIA DEL DIVERSO 842/2012 VI P.E., QUE ESTABLECE LA CONTRIBUCIÓN EXTRAORDINARIA DEL
5% A CARGO DE LOS SUJETOS DEL IMPUESTO SOBRE NÓMINAS PREVISTO EN EL CÓDIGO FISCAL
DEL ESTADO DE CHIHUAHUA, NO MODIFICA LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL TRIBUTO Y, POR
ENDE, NO PUEDE IMPUGNARSE A TRAVÉS
DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.
De los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 107, fracción I,
de la Ley de Amparo, se advierte que el juicio de amparo indirecto contra normas generales puede promoverse
cuando se reclamen como autoaplicativas o heteroaplicativas; no obstante, el Decreto 916/2015 II P.O.,
publicado en el Periódico Oficial del Estado de Chihuahua el 18 de julio de 2015, que extiende la vigencia hasta
el 31 de diciembre de 2022, de la contribución extraordinaria del 5% relativa al impuesto sobre nóminas,
contenida en el Decreto 842/2012 VI P.E., publicado en dicho medio de difusión oficial el 22 de septiembre de
2012, si bien deriva de un procedimiento legislativo nuevo, no permite al gobernado impugnar la contribución
citada a través del juicio de amparo indirecto, toda vez que la reforma se constriñó a un enunciado normativo,
relativo a la ocasión temporal en que debe cumplirse la norma, sin variar alguno de los elementos esenciales;
lo que sólo podría dar lugar a impugnar las razones por las que se prolongó su vigencia. Luego, en caso de que
el contribuyente sea sujeto de la contribución extraordinaria desde la vigencia del Decreto 842/2012 VI P.E. y
no obstante no la combatió, ni aun después de haber realizado su entero con motivo del primer acto concreto
de aplicación, pero la impugnó hasta el 2016, con motivo del Decreto 916/2015 II P.O., entonces consintió la
ley al controvertir un segundo o ulterior acto de aplicación y, por ende, el juicio de amparo es improcedente, de
acuerdo a la regla prevista por el artículo 61, fracción XIV, de la Ley de Amparo; asimismo, si con anterioridad
había obtenido la protección constitucional respecto del Decreto 842/2012 VI P.E., no está obligado a impugnar
cada uno de los pagos subsecuentes a la sentencia de amparo, al quedar expedito su derecho para exigir la
devolución de las cantidades que enteró, incluso a través del incidente de repetición del acto reclamado.

Es improcedente ya que cuando no se impugna el acto dentro del plazo que


corresponda, en términos del artículo 17 de la Ley de Amparo. Esta causal se
extiende también a los actos que sean consecuencia de los actos consentidos.
XV.- Todo derecho político no puedes ser protegidos por el juicio de amparo, ya que la protección
de los derechos políticos está en el artículo 99 constitucional.

Jurisprudencia, P./J. 10/2019 (10a.), Pleno, Libro 65, Abril de 2019, Tomo I, pag. 140 JUICIO DE AMPARO.
PROCEDE CONTRA LAS RESOLUCIONES PRONUNCIADAS POR LOS TRIBUNALES ELECTORALES
LOCALES EN CONFLICTOS RELATIVOS A LOS HABERES DE RETIRO DE LOS MAGISTRADOS QUE LOS
INTEGRARON, AL NO TRATARSE, EN ESTRICTO SENTIDO, DE LA MATERIA ELECTORAL.
La fracción XV del artículo 61 de la Ley de Amparo establece que el juicio constitucional es improcedente contra
las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes en materia electoral; no obstante ello, los
reclamos relativos al haber de retiro de los Magistrados integrantes de los Tribunales Electorales locales, en los
que se alegan violaciones de derechos humanos, no actualizan esa causa de improcedencia al no tratarse en
estricto sentido de la materia electoral y, por ende, contra las resoluciones relativas procede el juicio de amparo,
en tanto que los derechos humanos que se aducen violados no se refieren al ejercicio de derechos políticos que
incidan sobre el proceso electoral, y aunque se trata de actos emitidos por un Tribunal Electoral local, lo cierto
es que la resolución del juicio respectivo no implica el análisis del régimen conforme al cual se logra
la selección o el nombramiento, a través del voto de los ciudadanos y dentro de un proceso democrático, de
quienes han de fungir como titulares de órganos de poder representativo del pueblo, a nivel estatal, sino
prestaciones de los Magistrados que lo integraron, lo que no se traduce en que se reste o afecte la competencia
del Tribunal Electoral como órgano judicial especializado en materia electoral, sino que se trata de medios de
control con una tutela diversa que se armoniza.

La citada jurisprudencia menciona que los derechos políticos no son protegidos en


el juicio de amparo, esto a que los derechos humanos que se aducen violados no
se refieren al ejercicio de derechos políticos que incidan sobre el proceso electoral,
y aunque se trata de actos emitidos por un Tribunal Electoral local.

XVI.- Cuando el acto reclamado es considerado de modo irreparable ya que no


puede regresar a su estado inicial.

ARRESTO. SI YA SE EJECUTÓ, EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO EN SU CONTRA, ES


IMPROCEDENTE, POR CONSTITUIR UN ACTO CONSUMADO DE MODO IRREPARABLE.
De los artículos 73, fracción IX y 80 de la Ley de Amparo se advierte que son actos consumados de modo
irreparable los que han producido todos sus efectos, de manera que no es posible restituir al quejoso en el goce
de la garantía individual violada, lo cual hace improcedente la acción de amparo porque de otorgarse la
protección constitucional, la sentencia carecería de efectos prácticos, por no ser factible restablecer las cosas
al estado que guardaban antes de la violación. En ese tenor, resulta que esa causa de improcedencia se
actualiza cuando se promueve el juicio de amparo contra un arresto que ya se ejecutó, por haberse consumado
irreversiblemente la violación a la libertad personal, dado que está fuera del alcance de los instrumentos jurídicos
restituir al quejoso en el goce de ese derecho, al ser físicamente imposible reintegrarle la libertad de la que fue
privado, sin que
el hecho de que sea factible reparar los daños y perjuicios que tal acto pudo ocasionar haga procedente el juicio
de garantías, pues al tratarse de un medio de control constitucional a través del cual se protegen las garantías
individuales, la sentencia que se dicte tiene como único propósito reparar la violación, sin que puedan deducirse
pretensiones de naturaleza distinta a la declaración de inconstitucionalidad de un acto, como podría ser la
responsabilidad patrimonial. Lo anterior no prejuzga en cuanto a la legalidad de dicho acto o la responsabilidad
que, en su caso, pueda atribuirse a las autoridades que tuvieron participación en el mismo, ni limita el derecho
que pudiera asistir al particular para demandar, a través de las vías correspondientes, la reparación de los daños
que ese acto le pudo ocasionar.

Dado que el amparo busca restablecer las cosas al estado que tenían antes de la
violación, cuando un acto ya se consumó y materialmente es imposible restituir al
quejoso en el uso y goce del derecho violado, el amparo carece de objeto, así que
se vuelve improcedente.

XVII.- El cambio de situación jurídica se produce cuando ocurre lo siguiente:


a) Que el acto reclamado proceda a juicio.
b) Que anterior o posterior a la presentación de la demanda de amparo se haya
pronunciado una resolución que modifique la situación jurídica en que encontraba
el quejoso en virtud del acto reclamado en el amparo.
c) Que no se pueda decidir la constitucionalidad del acto reclamado sin afectar la
nueva situación
jurídica.
d) deban considerarse consumadas irreparables las violaciones reclamadas en el
juicio de amparo.
e) Haber autonomía independencia entre el acto reclamado en el juicio de garantías.
el segundo parrado de esta fracción menciona un caso de excepción a la
improcedencia del amparo por cambio de situación jurídica.

Jurisprudencia, 1a./J. 31/2019 (10a.), Primera Sala, Libro 67, Junio de 2019, Tomo II,
pag.957
DETENCIÓN. LA EMISIÓN DEL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO NO ACTUALIZA UN CAMBIO DE
SITUACIÓN JURÍDICA CUANDO EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO SE RECLAMÓ SU CALIFICACIÓN.
El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé que en los casos de detención
de una persona, el juez que reciba la consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o
decretar la libertad con las reservas de ley. Bajo el proceso penal acusatorio, el control de la detención deberá
realizarse a través de una audiencia en la que el Ministerio Público deberá justificar ante el juez los motivos de
la detención y éste procederá a calificarla. Ahora bien, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación tiene amplias precisiones en torno a la verificación que los juzgadores deben realizar sobre el
cumplimiento de las exigencias constitucionales para la detención y puesta a disposición de la persona ante la
autoridad correspondiente; además, ha determinado como regla la invalidez y exclusión de todos aquellos
elementos de prueba que tengan como fuente directa o se hayan obtenido con violación a derechos
fundamentales. Por otra parte, el artículo 19 de la Constitución Federal establece el auto de vinculación a
proceso como la resolución mediante la cual el juzgador determina si hay méritos para iniciar un proceso penal
en contra del imputado, porque los datos de prueba establecen que se ha cometido un hecho que la ley señale
como delito y que existe la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. Así, al margen
de que la calificación de la detención y el auto de vinculación a proceso sucedan en la misma audiencia y exista
una relación jurídica entre ambos actos, se trata de actuaciones cuya materia de análisis es diferente y se van
sucediendo sin que exista la posibilidad de reabrirlos conforme al principio de continuidad. Por lo tanto, la
circunstancia de que el imputado haya sido vinculado a procedimiento penal, no lo imposibilita para que combata
ante la instancia constitucional la calificación de la detención y las violaciones a los derechos fundamentales
que tal acto le generó. La vinculación a proceso en ningún modo sustituye dicha calificación, ni destruye en su
totalidad sus efectos y consecuencias. Indudablemente los datos de prueba obtenidos con el aseguramiento
trascenderán para resolver la situación jurídica del imputado y a las posteriores resoluciones, incluso a aquellas
que tendrán lugar en etapas procesales distintas. Esto último torna sumamente relevante examinar si esos datos
de prueba fueron recabados con respeto a los derechos fundamentales del imputado. Razón por la cual, cuando
se cuestione en amparo indirecto el control de la detención, la circunstancia de que se haya vinculado el
imputado, no actualiza la causa de improcedencia del juicio por cambio de situación jurídica, prevista en el
artículo 61, fracción XVII, de la Ley de Amparo.

Un caso típico en que opera esta causal es en materia penal, pues si se promoviera
amparo contra la puesta a disposición del probable responsable ante el Ministerio
Público (contra quien se promoviera el amparo), si el Ministerio Público ya hubiera
ejercido la acción penal en su contra remitiéndolo al reclusorio, es incuestionable
que ese cambio de situación jurídica consumó de modo irreparable el acto
reclamado, pues no se podría resolver sobre la retención y puesta en libertad.

XVIII.- Sera improcedente cuando sea interpuesto el juicio de amparo sin antes
agotar los recursos o medios de defensa legal. Teniendo las siguientes
excepciones:
Cuando el acto reclamado sea de peligro y atente contra la integridad personal,
establecido en el artículo 22 constitucional, así como la incorporación forzada al
ejército, armada o fuerza aérea nacionales, cuando el acto reclamado afecte la
libertad personal del quejoso, siempre y cuando no se trate de sentencia definitiva,
cuando ese trate de personas extrañas al procedimiento y en caso de que la
procedencia del recurso no este fundamentado legal o suficientemente para
determinarla el quejoso tendrá la opción de interponer el recurso o promover el
amparo.

Jurisprudencia, PC.XVII. J/7 P (10a.), Plenos de Circuito, Libro 42, Mayo de 2017, Tomo II,
pag. 1246
NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. ES INNECESARIO QUE LA VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO
INTERPONGA EL RECURSO DE APELACIÓN, CONTRA LA RESOLUCIÓN DEL JUEZ DE GARANTÍA QUE
LO CONFIRMA, PREVIO A LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE CHIHUAHUA VIGENTE HASTA EL 12 DE JUNIO DE 2016).
El artículo 61, fracción XVIII, último párrafo, de la Ley de Amparo, establece los casos de excepción al principio
de definitividad, entre ellos, el relativo a que cuando la procedencia del recurso o medio de defensa legal
correspondiente se sujete a una interpretación adicional o su fundamento jurídico sea insuficiente para
determinarla, el quejoso quedará en libertad de interponerlo o de acudir directamente al juicio constitucional.
Ahora, para determinar si el recurso de apelación procede contra el fallo del Juez de Garantía que confirma la
decisión del Ministerio Público sobre el no ejercicio de la acción penal, se requiere hacer un examen
pormenorizado del numeral 414 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua (vigente hasta
el 12 de junio de 2016), que instituye los tipos de resoluciones recurribles a través de ese medio de impugnación,
en relación con los dispositivos 226 y 228 del invocado código; lo que implica una interpretación adicional al
contenido de aquel precepto y, por ende, constituye materialmente un obstáculo para el derecho fundamental
de acceso a la justicia, que resulta inaceptable en términos de la aludida excepción al principio de definitividad;
de ahí que es innecesario que la víctima u ofendido del delito interponga el recurso de apelación contra la
aludida resolución del Juez de Garantía, previo a promover el juicio de amparo indirecto.

Sobre ésta, cabe señalar que la causal de improcedencia del amparo consiste. en
que siendo éste un medio extraordinario de defensa, no está permitido instarlo si
antes no se agotaron los medios ordinarios de defesa capaces de revocar modificar
o nulificar el acto reclamado.

XIX.-Es improcedente cuando el quejoso interpone el juicio de amparo como recurso


contra el acto de autoridad que reclama.
Jurisprudencia XX.1o. J/48, Tribunales Colegiados de Circuito, Tomo VI, Agosto de 1997,
pag. 598.
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. PARA ESTAR EN APTITUD DE ACUDIR AL JUICIO DE AMPARO, LA
QUEJOSA DEBE AGOTAR EL JUICIO DE NULIDAD AUN CUANDO HAYA HECHO VALER EN RECURSO
DE RECONSIDERACIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIAPAS).
La Ley de Justicia Administrativa del Estado de Chiapas, en sus artículos primero y tercero, da la opción a la
interesada para interponer el recurso de reconsideración ante la misma autoridad que dictó la resolución
administrativa reclamada, antes de acudir al juicio de nulidad; pero de cualquier manera, si se opta por este
recurso, una vez resuelto en contra de la quejosa, tiene que controvertir la resolución en comento a través del
juicio de nulidad a que se ha hecho referencia, que constituye un medio de defensa legal por medio del cual
puede ser modificado, revocado o nulificado el acto que se reclama, habida cuenta de que dicha ley estatuye la
suspensión del acto en forma semejante a la que establece el ordenamiento regulador del juicio de amparo; por
tanto, si la quejosa hizo valer el recurso de reconsideración, debió agotar el juicio de nulidad ya citado para
estar en aptitud de acudir al juicio de garantías; caso contrario, éste resulta improcedente.

Como una variante de infracción al principio de definitividad, el amparo no procede


en contra de actos reclamados en los cuales esté en curso un medio ordinario de
defensa.

XX.- El amparo es improcedente contra actos de autoridades administrativas que


deban ser revisados de oficio, que conforme a las leyes que los rijan proceda contra
ellos algún recurso sin exigir mayores requisitos que los mencionados en la ley de
amparo. Existe excepciones en donde no es necesario agotar el principio de
definitividad: si conforme a las leyes que rigen los actos reclamos, exigen suspender
los efectos de tales actos. Señalen un plazo mayor que la lo que establece la ley de
amparo. Si carece de fundamentación. Cuando en el amparo se alguien violaciones
directas a la constitución. Cuando el recurso o medio de defensa este previsto en
un reglamento u ordenamiento que la ley aplicable contemple su existencia.

Jurisprudencia VI.1o.A. J/21 (10a.), Tribunales Colegiados de Circuito PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD.


ADEMÁS DE LAS EXCEPCIONES A ESE PRINCIPIO CONTENIDAS EN LOS DOS PRIMEROS PÁRRAFOS
DE LA FRACCIÓN XX DEL ARTÍCULO 61 DE LA LEY DE AMPARO, EN TRATÁNDOSE DE ACTOS
MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS SE PREVÉ UNA MÁS EN SU ÚLTIMO PÁRRAFO QUE IMPIDE EL
DESECHAMIENTO DE PLANO DE LA DEMANDA.
Si bien es cierto que esa norma prevé la improcedencia del juicio de amparo contra actos de autoridades
distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme
a las leyes que los rijan, o bien, proceda contra ellos algún juicio, recurso o medio de defensa por medio del
cual puedan ser modificados, revocados o nulificados, siempre que conforme a esas leyes se suspendan los
efectos de dichos actos de oficio o mediante la interposición del juicio, recurso o medio de defensa legal que
haga valer el quejoso, con los mismos alcances que los que contempla la ley de la materia y sin exigir mayores
requisitos que los que ésta prevé para conceder la suspensión definitiva, ni plazo mayor que el que establece
para el otorgamiento de la suspensión provisional, con independencia de si el acto en sí mismo es susceptible
o no de ser suspendido conforme a la ley en mención; también lo es que establece una excepción ulterior
además de si el acto reclamado carece de fundamentación, si sólo se alegan violaciones directas a la
Constitución, o si el recurso o medio de defensa se encuentra previsto en un reglamento sin que la ley aplicable
contemple su existencia, la cual atañe a la forma como la autoridad responsable rinda su informe justificado, en
el que si señala la fundamentación y motivación del acto reclamado, operará la excepción al principio de
definitividad. De ahí que si el o los actos reclamados son materialmente administrativos, en el auto de inicio no
es jurídicamente factible desechar de plano la demanda de amparo por considerar que se actualiza la causal
de improcedencia prevista en la fracción XX del artículo 61 de la ley de la materia, sino que es necesario dar
oportunidad a que la autoridad responsable rinda su informe justificado y comprobar hasta entonces si se surte
o no la excepción al principio de definitividad contenida en el último párrafo de esa fracción.

Se señala la no procedencia del amparo tratándose de actos en materia


administrativa cuando en su contra exista un medio ordinario de defensa que
proceda oficiosamente o a instancia de parte.

XXI.-Que el acto reclamado desaparezca.

Jurisprudencia PC.I.A. J/45 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo
II, pag. 1211
PROGRAMA DE VERIFICACIÓN VEHICULAR OBLIGATORIA PARA EL SEGUNDO SEMESTRE DEL
AÑO 2014 EN EL DISTRITO FEDERAL. CUANDO SE RECLAMA COMO NORMA AUTOAPLICATIVA, NO SE
ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXI, DE
LA LEY DE AMPARO, RELATIVA A LA CESACIÓN DE LOS EFECTOS DEL ACTO RECLAMADO, AUNQUE
HAYA FENECIDO SU VIGENCIA.
No se actualiza la causal de improcedencia del juicio de amparo prevista en la fracción XXI del artículo 61 de la
ley de la materia, relativa a la cesación de los efectos del acto reclamado, cuando se reclama el programa de
referencia como norma autoaplicativa, por el hecho de impugnarse cuando haya fenecido su vigencia, en razón
de que las disposiciones normativas reclamadas son de naturaleza positiva y, por tanto, constriñeron a los
sujetos obligados a actuar de determinada forma durante su vigencia, dejando huella en su esfera jurídica, la
cual sólo puede borrar una eventual concesión del amparo. En efecto, si bien la expiración del programa en
cuestión, que conforme a su punto 18 estuvo vigente del 1 de julio al 31 de diciembre de 2014, privó de vigencia
a los preceptos
impugnados, no hizo desaparecer los efectos que éstos produjeron durante su vigencia, traducidos en todas
esas obligaciones de hacer que la norma impuso a sus destinatarios para la obtención del holograma
correspondiente, en las que se incluyen la de presentar la unidad por verificar sin adeudos tanto por infracciones
al Reglamento de Tránsito Metropolitano o el que lo sustituya, impuestas a partir del año 2009, como del
Impuesto Sobre Tenencia y Uso Vehicular de los años 2005 y posteriores; la de pagar la multa correspondiente
por verificación extemporánea en caso de que en la base de datos no existiera el registro de la verificación
vehicular anterior o por no haber realizado el trámite de verificación en el semestre anterior o en el periodo
correspondiente, so pena de no
obtener la verificación hasta en tanto no se cubrieran esos adeudos, lo que sí podrá lograrse en caso de obtener
la concesión del amparo para el efecto de que se le otorgue el holograma correspondiente sin atender al modelo
de año del vehículo y a los adeudos en comento. Máxime que en el Programa de Verificación Vehicular
Obligatoria para el Primer Semestre del año 2015, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 24 de
diciembre de 2014, subsisten en sus mismos términos las obligaciones precisadas con antelación y las
consecuencias de no cumplir las del programa anterior se tomarán en cuenta para la verificación del primer
semestre de 2015.

En la hipótesis de que un acto de autoridad deje de surtir sus efectos, como podría
ser la derogación de una ley sujeta al escrutinio constitucional, es indudable que el
amparo ya no tiene sentido, pues los efectos del acto reclamado habrán cesado.

XXII.- Aun existiendo el acto reclamado, el objeto sobre que recae ya no exista.

Jurisprudencia PC.XXI. J/12 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 57, Agosto de 2018, Tomo
II,pag.1792
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO DIRECTO. SE ACTUALIZA LA CAUSA PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXII, DE LA LEY DE LA MATERIA, CUANDO SE IMPUGNA LA RESOLUCIÓN
DICTADA EN EL RECURSO DE RECLAMACIÓN, POR LA QUE SE CONFIRMA LA
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE NULIDAD PROMOVIDO CONTRA LA NEGATIVA FICTA RECAÍDA AL
ESCRITO PRESENTADO ANTE LA AUTORIDAD HACENDARIA, PARA ACREDITAR
QUE SÍ SE ADQUIRIERON LOS BIENES O SE PRESTARON LOS SERVICIOS AMPARADOS POR
LAS FACTURAS EXPEDIDAS POR UN CONTRIBUYENTE INCLUIDO EN LA LISTA DE PERSONAS QUE
PRESUMIBLEMENTE EXPIDEN COMPROBANTES FISCALES DE OPERACIONES INEXISTENTES,
CUANDO EN UN PROCEDIMIENTO DIVERSO SE DECLARA LA NULIDAD LISA Y LLANA DE LA
RESOLUCIÓN POR LA QUE SE ORDENÓ INCLUIRLO EN AQUELLA LISTA.
Al quedar firme la resolución de nulidad de la orden de incluir al contribuyente en la lista de personas que
presumiblemente facturan operaciones inexistentes, respecto de las cuales el quejoso ejerce el derecho que le
confiere el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, para acreditar que los bienes y servicios que
amparan los comprobantes fiscales que expidió aquél, sí se adquirieron o prestaron, cualquier afectación que
pudiera derivarse de un procedimiento en sede jurisdiccional respecto del ejercicio de esa prerrogativa, carece
de materia u objeto, al haber dejado de existir la situación jurídica que le dio origen, pues la nulidad de la
resolución de la autoridad hacendaria en relación con el tercero emisor de las facturas fiscales, trae como
consecuencia que desaparezca la presunción que afectaba a éstas y cuya legitimidad pretenden acreditar los
quejosos. Por ende, como se impugna la resolución dictada en el recurso de reclamación, por la que se confirma
la improcedencia del juicio de nulidad promovido contra la negativa ficta recaída al escrito presentado ante la
autoridad hacendaria, para acreditar que sí se adquirieron los bienes o se prestaron los servicios amparados
por las facturas expedidas por un contribuyente incluido en la lista de personas que presumiblemente expiden
comprobantes fiscales de operaciones inexistentes, se actualiza la causa de improcedencia prevista en el
artículo 61, fracción XXII, de la Ley de Amparo, toda vez que es innecesario que el órgano de amparo analice
el fondo de la cuestión debatida, pues tanto la sentencia protectora que pudiera dictarse, como las
determinaciones adoptadas por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en cumplimiento de aquélla, se
materializarían, en última instancia, en un procedimiento administrativo que carece de objeto, al ordenarse su
archivo definitivo por haber quedado firme la declaratoria que lo nulifica.

Cuando el acto reclamado consiste en una orden de lanzamiento, pero el inmueble


del que habría de desalojarse al quejoso se derrumbara producto de un sismo. El
acto reclamado subsiste, pero ya no existe el objeto materia del mismo. En casos
así, el amparo es improcedente.

XXIII.-La causal de improcedencia de esta fracción refiere que puede ser previsto
en la constitución o en la propia ley de amparo que prácticamente obliga que debe
ir relacionada con alguna de las dos leyes ya que por sí sola carece de validez por
ser inmotivada.
Jurisprudencia, PC.III.A. J/70 A (10a.), Plenos de Circuito, Libro 67, Junio de 2019, Tomo V,
pag. 4315
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA NORMAS GENERALES.
CUANDO EL QUEJOSO OMITA SEÑALAR COMO AUTORIDAD RESPONSABLE AL TITULAR DEL
ÓRGANO DE ESTADO QUE PROMULGÓ EL DECRETO LEGISLATIVO RECLAMADO, AUNQUE
NO SE IMPUGNE ESE ACTO POR VICIOS PROPIOS, SE ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA
DEL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN XXIII, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO 108,
FRACCIÓN III, AMBOS DE LA LEY DE AMPARO.
El artículo 108, fracción III, de la Ley de Amparo dispone que en la demanda de amparo debe expresarse la
autoridad o autoridades responsables y que, en caso de que se impugnen normas generales, el quejoso debe
señalar a los titulares de los órganos de Estado a quienes la ley encomiende su promulgación. Asimismo,
establece que no debe llamarse a juicio a las autoridades que intervinieron en el refrendo o publicación del
decreto promulgatorio de la norma si no se impugnan sus actos por vicios propios; no obstante, esta última
excepción no se previó tratándose de la autoridad que promulgó la ley, pues de la evolución de dicha disposición
normativa desde la Ley de Amparo abrogada, se advierte que el legislador consideró insoslayable que
tratándose del amparo contra normas generales se llame a la autoridad que promulgó la ley, lo que además
encuentra sentido si se tiene en cuenta que la participación del titular del Poder Ejecutivo, ya sea local o federal,
no es de simple trámite, sino que incide de manera importante en el proceso legislativo, pues con la
promulgación de la ley se hace ejecutable y adquiere valor imperativo, carácter que no tenía antes de pasar de
la jurisdicción del Congreso a la del Ejecutivo. En estas condiciones, es indispensable que en el amparo contra
normas generales se señale como autoridad responsable al órgano promulgador, con independencia de que se
reclamen o no vicios propios al acto promulgatorio, condicionante que únicamente debe entenderse dirigida a
los actos de las autoridades encargadas de su refrendo y publicación, como así se advierte de la iniciativa del
proyecto de la Ley de Amparo vigente; además de que esa autoridad está facultada para hacer valer los medios
de defensa previstos en la ley de la materia. Por tanto, si en un amparo contra normas
generales el promovente decide no señalar como autoridad responsable al titular del órgano de Estado
encargado de la promulgación del decreto impugnado, no obstante que el juzgador de amparo lo requirió para
tal efecto, con el apercibimiento de que en caso de no hacerlo provocaría la improcedencia de la acción
constitucional, es claro que se actualiza la causal de improcedencia derivada de la interpretación conjunta del
artículo 61, fracción XXIII, en relación con el diverso 108, fracción III, ambos de la Ley de Amparo.

En un amparo contra las normas generales el promovente no señala como autoridad


responsable al titular del órgano de Estado, encargado de la promulgación de
decreto impugnado, debido su no mención esto resulta improcedente constitucional
esto en interpretación del artículo, fracción y ley citada. (artículo 61, fracción XXIII,
LA).

Sobreseimiento. Artículo 63 de la Ley de Amparo

I.-El quejoso será quien pueda desistirse del juicio de amparo, deberá ser formulado
por escrito y ratificarse ante la presencia judicial ya sea de la notificación ante el
actuario en plazo de 3 días.
En amparo indirecto: una vez admitida la demanda y hasta ser verificada la
audiencia constitucional. En revisión ante la autoridad de amparo indirecto.
En amparo directo: Una vez admitida la demanda antes de que sea discutida en
audiencia por los Magistrados Colegiados del Tribunal Colegiado de Circuito o pro
ministros de la suprema corte de justicia de la nación. En revisión antes de que el
asunto sea discutido en audiencia pública.
Jurisprudencia P./J. 25/2018 (10a.), Pleno, Libro 60, Noviembre de 2018, Tomo I, pag. 8
DESISTIMIENTO PARCIAL DE LA INSTANCIA EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE MIENTRAS NO SE
HAYA DICTADO SENTENCIA EJECUTORIA, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE HUBIERA PUBLICADO
EL PROYECTO DE FONDO EN LA PÁGINA OFICIAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN. De acuerdo con el artículo 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la voluntad para promover el juicio de amparo es un principio fundamental, de modo que siempre
debe seguirse a instancia de parte agraviada; de ahí que ésta pueda, válidamente, desistir en cualquier
momento con la sola declaración de su voluntad, desistimiento que puede ser parcial o total, pues al respecto
no existe prohibición alguna. Lo anterior lo reconoce el artículo 63, fracción I, de la Ley de Amparo, que establece
como causa de sobreseimiento en el juicio el desistimiento de la demanda, que constituye una abdicación o
renuncia a que el órgano de control constitucional ejerza su actividad jurisdiccional en un caso concreto y
determinado. En ese sentido, si se puede desistir de la acción de amparo, con mayor razón podrá hacerse
respecto de alguno de los recursos interpuestos contra las resoluciones pronunciadas en el juicio, aunque la ley
no lo prevea expresamente. Así, el desistimiento del recurso de revisión da fin a la segunda instancia y deja
firme la sentencia recurrida, en el entendido de que el desistimiento puede ser parcial (esto es, sólo contra las
leyes reclamadas) o total, porque el quejoso conserva su derecho para desistir de la acción o de la instancia en
el momento en que lo considere conveniente a sus intereses y el órgano de control constitucional debe aceptar
esa renuncia, sin que constituya obstáculo para ello que el proyecto de fondo se hubiera publicado
electrónicamente en la página oficial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en términos del artículo 73
de la Ley de Amparo, pues dicha publicación tiene como sustento transparentar las decisiones de los asuntos
de gran entidad o relevancia para el orden jurídico nacional a efecto de que el público en general tenga acceso
a su conocimiento; sin embargo, el interés de la sociedad por conocer los criterios del Alto Tribunal no puede
estar por encima del interés de las partes en el litigio, ni llegar al extremo de coartar su derecho a desistir, pues
la ley, en ese sentido, no las limita.

II.- Cuando es ordenada la notificación por edictos al tercero interesado y omita


acreditar haber entregado edictos para su publicación se producirá el
sobreseimiento en el juicio de amparo.
Jurisprudencia, XVII.1o.C.T. J/14 (10a.), Tribunales Colegiados de Circuito, Libro 39, Febrero
de 2017, Tomo III, pag. 1859
EMPLAZAMIENTO POR EDICTOS AL TERCERO INTERESADO EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE
SOBRESEER EN ÉSTE ANTE LA OMISIÓN DEL QUEJOSO DE ACREDITAR QUE LOS PUBLICÓ,
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE PRUEBE O NO QUE REQUIRIÓ SU ENTREGA AL ÓRGANO QUE
LOS DECRETÓ [INTERPRETACIÓN CONFORME DE LOS ARTÍCULOS 63, FRACCIÓN II Y 27, FRACCIÓN
III, INCISO B), PÁRRAFO SEGUNDO, AMBOS DE LA LEY DE LA MATERIA].
No basta tomar en cuenta la literalidad del artículo 63, fracción II, de la Ley de Amparo, que establece que se
sobreseerá en el juicio cuando el quejoso no acredite que entregó los edictos para su publicación, a fin de
emplazar al tercero interesado, cuyo domicilio se desconoce, una vez que se compruebe que se hizo el
requerimiento al órgano que los decretó, redacción de la que se deduce que se condiciona la actualización de
la causa de sobreseimiento, a que el quejoso comparezca ante el órgano de amparo a solicitar la entrega de
dichos edictos; sino que debe atenderse al numeral 27, fracción III, inciso b), párrafo segundo, de dicha ley
reglamentaria, que regula el mismo supuesto y que de forma puntual señala que si el impetrante de amparo no
comprueba haber entregado para su publicación los edictos, dentro del término de veinte días siguientes a que
se pongan a su disposición, se sobreseerá en el juicio, sin distinguir si el quejoso requirió o no su entrega al
órgano de amparo. Por tanto, de una interpretación conforme de los citados preceptos, si el quejoso omite
acreditar los extremos señalados en el artículo 27, fracción III, inciso b), párrafo segundo, procede sobreseer
en el juicio, aun cuando no se demuestre que dicho inconforme compareció al tribunal constitucional a requerir
su entrega. Esta interpretación resulta acorde con el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que establece el derecho humano del debido proceso, así como con el diverso numeral 17 de tal
Ordenamiento Supremo, que salvaguarda el derecho a que se administre justicia pronta y expedita, en los
términos que establecen las leyes; preceptos constitucionales conforme a los cuales no puede quedar
supeditada a la intención de las partes que se dicte sentencia en el juicio de amparo, la cual jurídicamente es
imposible emitirse si no se constituye válidamente la relación jurídico procesal en el juicio, con el emplazamiento
del tercero interesado. Ello, porque la sociedad está interesada en que los juicios se resuelvan en los términos
establecidos por la ley; de ahí que no puede sobreponerse el interés del quejoso al interés público de la
sociedad.

III.- Si se encuentra en trámite el juicio y el quejoso fallece entonces se da el


sobreseimiento ya que se el acto reclamado afecta a su persona y no a sus intereses
patrimoniales.
Jurisprudencia 2a./J. 34/2019 (10a.), Segunda Sala, Libro 63, Febrero de 2019, Tomo I, pag.
1086
SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO DE AMPARO POR FALLECIMIENTO DEL QUEJOSO. PROCEDE
DECRETARLO SI LOS ACTOS RECLAMADOS SÓLO AFECTAN SUS DERECHOS PERSONALES, CON
INDEPENDENCIA DE QUE SE HUBIESEN OCASIONADO DAÑOS Y PERJUICIOS A SUS FAMILIARES,
SUSCEPTIBLES DE REPARACIÓN.
En atención a los principios constitucionales de instancia de parte agraviada y de relatividad que rigen el juicio
de amparo, la sentencia sólo puede ocuparse del quejoso, esto es, de quien lo promovió, limitándose a
protegerlo contra los actos declarados inconstitucionales a efecto de que se le restituya en el goce del derecho
fundamental violado; por tanto, el supuesto de sobreseimiento previsto en el artículo 63, fracción III, de la Ley
de Amparo, se actualiza cuando aquél fallece durante el trámite del juicio y los actos que reclamó sólo afectan
sus derechos personales, aunque pudiesen trascender a la estabilidad económica, psicológica o emocional de
sus familiares, en tanto carecería de lógica y sentido práctico analizarlos, si anticipadamente se advierte que su
eventual declaratoria de inconstitucionalidad no tendría ejecutividad, al no ser jurídicamente posible conceder
el amparo a personas que no lo solicitaron, aun cuando por su cercanía con el quejoso, dichos actos les hayan
ocasionado daños y perjuicios susceptibles de reparación mediante una compensación económica o cualquier
otra medida resarcitoria, habida cuenta que existen otros mecanismos legales para garantizar su derecho a una
reparación integral.

IV.-Cuando no hay existencia del acto que se le atribuye a las autoridades


responsables.
El amparo indirecto se decreta en la audiencia constitucional dándole al quejoso la
oportunidad de desvirtuar la negativa del acto reclamado.
El amparo directo prácticamente no se da, si no existe el acto reclamado, no es
admitida la demanda.

Jurisprudencia 1a./J. 49/2017 (10a.), Primera Sala, Libro 49, Diciembre de 2017, Tomo I
pag.386
SOBRESEIMIENTO FUERA DE AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. POR REGLA GENERAL, LA NEGATIVA
DEL ACTO RECLAMADO NO CONSTITUYE UNA CAUSA NOTORIA, MANIFIESTA E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA PARA DECRETARLO CON FUNDAMENTO EN LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 63,
FRACCIÓN IV, DE LA LEY DE AMPARO.
De la interpretación sistemática del contenido de los artículos comprendidos del 117 al 124 de la Ley de Amparo,
se obtienen las reglas del procedimiento que deben respetarse durante el trámite del juicio de amparo indirecto,
de donde se obtiene que rendidos los informes justificados por las autoridades responsables, con ellos debe
darse vista a las partes, debiendo mediar un plazo de ocho días entre la fecha en que se ponen en su
conocimiento y la diversa señalada para la celebración de la audiencia constitucional, lapso en que deberán
aportar las pruebas que consideren necesarias de acuerdo con los lineamientos establecidos en el artículo 119
de la ley de la materia para acreditar sus pretensiones; tal prerrogativa resulta de mayor relevancia para la parte
quejosa, porque cuando la autoridad responsable niega el acto reclamado, le genera una carga procesal
probatoria, de la que debe hacer uso para controvertir el informe respectivo; para ello se requiere que el juicio
se agote en todas sus etapas y que por tanto, la audiencia constitucional se celebre, porque ése es el último
momento procesal en que puede aportar medios de prueba para lograr desvirtuar las manifestaciones de la
autoridad y alegar lo que a su derecho convenga para demostrar que el acto sí existe y que es violatorio de sus
derechos fundamentales; de manera que, por regla general, sobreseer en el juicio antes de que esa actuación
ocurra, implica contrariar las reglas del procedimiento, pero sobre todo dejar en completo estado de indefensión
a la parte quejosa, lo que indefectiblemente llevará a reponer el procedimiento respectivo, porque no constituye
generalmente una justificación válida, el argumento de que se actúa así en aras de una impartición de justicia
pronta y expedita conforme a lo que dispone el artículo 17 Constitucional, puesto que está por encima el derecho
de defensa del actor constitucional que le otorga la posibilidad de contar con un recurso efectivo, como lo
previene el propio numeral constitucional invocado y el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.

V.- Amparo indirecto: Dentro del trámite del juicio antes de la verificación de la
audiencia constitucional si la autoridad de amparo advierte que se actualizara una
causal de improcedencia.
Artículo 49 párrafo quinto de la ley de amparo, dentro del trámite del juicio antes de
ser verificada la audiencia constitucional. En revisión quien corresponda conocer el
recuso respectivo, advierte
una causal de improcedencia que la autoridad que pronuncio la sentencia de
amparo indirecto no percibió, pero solo sucede al pronunciar la sentencia
correspondiente. En amparo directo, Sera en la sentencia que se dicte en el juicio.

Jurisprudencia PC.I.P. J/54 K (10a.), Plenos de Circuito, Libro 63, Febrero de 2019, Tomo II,
pag.1967
SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE EN TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN IV DEL
ARTÍCULO 63 DE LA LEY DE AMPARO, CUANDO LAS AUTORIDADES RESPONSABLES NIEGAN LA
EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO, CON INDEPENDENCIA DE QUE OTRAS TAMBIÉN SEÑALADAS
COMO RESPONSABLES LO ACEPTEN.
La causal de sobreseimiento en el juicio de amparo por inexistencia del acto reclamado, en términos del
precepto y fracción citados, se actualiza cuando las autoridades responsables, al rendir su informe justificado,
lo niegan o cuando el quejoso no prueba su existencia en la audiencia constitucional, con independencia de que
otras autoridades también señaladas como responsables lo admitan, pues la aceptación del acto reclamado por
estas últimas, salvo casos de excepción, no desvirtúa la negativa de las autoridades a quienes de manera
independiente y autónoma se les atribuyó por el quejoso, por lo que dicha causal de sobreseimiento es de
estudio preferente a la diversa de la fracción V del artículo 63 de la Ley de Amparo, relacionada con la
actualización de alguna causal de improcedencia.

VI.-La ley de amparo no la prevé como causal de sobreseimiento, Maxime que la


fracción XIV, artículo 107 constitucional, la contenida fue derogada en las reformas
publicadas en el Diario
Oficial de la Federación de 6 de junio del 2011. Sin embargo, por descuido del
Congreso de la Unión en la fracción II de ese numeral prevalece, aun siendo
discrecional. En amparo en revisión opera en los mismos términos que en principio
o única instancia, con la salvedad de que le denomina caducidad de la instancia que
deja firme la resolución recurrida.
Jurisprudencia PC.XVII. J/3 C (10a.), Plenos de Circuito, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo III,
PAG. 2248
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. SE ACTUALIZA EL SUPUESTO CONTENIDO EN LA FRACCIÓN I
DEL ARTÍCULO 79 DE LA LEY DE AMPARO, CUANDO SE RECLAMA LA CONDENA AL PAGO DE
INTERESES POSIBLEMENTE USURARIOS Y SE DESATIENDE LA INTERPRETACIÓN CONFORME DEL
ARTÍCULO 174 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO EFECTUADA POR LA
PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN LA JURISPRUDENCIA 1a./J.
46/2014 (10a.).
De la evolución histórica de la figura de la suplencia de la queja deficiente se advierte que su procedencia
se ha hecho extensiva, vía jurisprudencia, a casos diversos a los taxativamente señalados en la legislación
de amparo. De igual forma, de la teleología de la fracción I, del artículo 79 de la Ley de Amparo, se colige
que la finalidad de suplir la queja deficiente, cuando el acto reclamado se funde en normas generales
declaradas inconstitucionales, es preservar el contenido de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, a fin de garantizar su supremacía y evitar la aplicación de normas que le sean contrarias.
Actualmente el sistema constitucional que impera, admite otras formas distintas de control de leyes, que
buscan evitar la contravención al parámetro de regularidad constitucional, como lo es la interpretación
conforme. De esta manera, si la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
jurisprudencia 1a./J. 46/2014 (10a.) de título y subtítulo: "PAGARÉ. EL ARTÍCULO 174, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO, PERMITE A LAS
PARTES LA LIBRE CONVENCIÓN DE INTERESES CON LA LIMITANTE DE QUE LOS MISMOS NO
SEAN USURARIOS. INTERPRETACIÓN CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN [ABANDONO DE LA
JURISPRUDENCIA 1a./J. 132/2012 (10a.) Y DE LA TESIS AISLADA 1a. CCLXIV/2012
(10a.)].", fijó de manera puntual la única connotación constitucionalmente válida del citado numeral 174, a
fin de cumplir con la exigencia de no permitir que una persona obtenga en provecho propio y de modo
abusivo sobre la propiedad de otra, un interés excesivo derivado de un préstamo, es evidente que existe un
pronunciamiento firme respecto a la interpretación conforme del artículo 174 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito que obliga a todos los operadores jurídicos del país quienes, consecuentemente,
se encontrarán impedidos para aplicar una interpretación diversa a la definida. Esta obligación alcanza a
los tribunales que conozcan del juicio de amparo, quienes de advertir que en el acto reclamado se desatendió
dicha interpretación conforme, deberán suplir la queja deficiente, en términos de la fracción I del artículo 79
de la Ley de Amparo pues ello, en cuanto a sus efectos, resulta análogo a la hipótesis aquí prevista
referente a la aplicación de una norma declarada expresamente inconstitucional por jurisprudencia del Alto
Tribunal, con lo cual, también se cumple el principio de supremacía constitucional.

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