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GALLETAS DE AVENA

 1 huevo grande (L).


 1 taza de copos de avena.
 1/2 barra de mantequilla.
 media taza de harina. Puedes utilizar harina de trigo y mejor aún si usas harina de avena,
tendrá un sabor más pronunciado.
 4 cucharadas colmadas de azúcar.
 1/2 cucharadita de royal
 1/4 cucharadita de sal.
 1/2 cucharadita de postre de canela (opcional).

1. Corta la mantequilla en trozos grandes, ponla en un bol apto para microondas y con
apenas unos segundos en el microondas estará derretida (ve vigilándola y sácala cuando
esté líquida o casi, ya que puede llegar a explotar un poco y manchar tu microondas).
Mézclala con la avena con ayuda de unas varillas, procurando que la empape bien.

Mezclamos la avena con la mantequilla derretida

2. En otro bol casca el huevo, añade el azúcar y la sal y mézclalo todo con unas varillas
hasta que el aspecto sea bastante homogéneo. No es necesario batirlo, simplemente
mezclarlo. Este es el momento de echarle también la canela si te gusta.

Mezclamos los huevos con el azúcar y la sal

3. Pon encima del bol un colador y echa encima la harina y la levadura. Coge el colador y ve
moviéndolo y haciéndolo chocar con tu mano para que caiga sin grumos ni
apelmazamientos, es lo que se conoce como tamizar. Mezcla bien con las varillas todos los
ingredientes.
Tamizamos la harina

Mezclamos hasta que el aspecto sea homogéneo

4. Ahora añade a este bol la avena que ya estaba mezclada con la mantequilla. Mézclalo
todo bien y ya tienes lista la masa para las galletas.
5. Tapa el bol con papel film y guárdalo en la nevera unos 15 minutos para que la masa esté
más compacta y sea un poco más sencillo darle forma a las galletas.

Ya tenemos lista la masa para las galletas de avena

6. Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador mientras formas las
galletas.
7. Ve cogiendo trozos de masa con una cuchara o un sacabolas de helado. En cualquier
caso, ve dejando las porciones separadas unas de otras y sobre papel vegetal o un tapete
de cocción (como el que utilizo yo).
8. Dale a los trozos una forma más o menos redondeada pero sin meter las manos,
simplemente con una cuchara o lengua de cocina. Recorta un cuadrado de papel vegetal,
ponlo encima de cada bolita y aplasta con tu mano, de esta forma quedarán planitas y no
se te pegarán. Si los bordes han quedado irregulares siempre puedes retocarlos un poco
de nuevo con una cuchara o lengua de cocina. Ya ves que no quedan redondas perfectas
(no es la intención) pero sí con un bonito aspecto rústico y no tienes que tocarlas con las
manos para nada.
Con este truquillo y sin mancharte les puedes dar forma fácilmente a las galletas

9. Pon el papel o el tapete sobre una rejilla de horno, introdúcela en el horno y hornea las
galletas durante unos 10 minutos, hasta que veas que se han dorado. A mi me han
tardado exactamente 10 minutos.
10. Sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla para que no se humedezcan y
queden crujientes.

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