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4ª Guía de trabajo autónomo Español

El trabajo autónomo es la capacidad de realizar tareas por nosotros


mismos, sin necesidad de que nuestros/as docentes estén presentes.

Centro educativo
Profesora:
Nivel: Noveno.
Asignatura: Español.
Nombre del estudiante sección 9-5
Fecha de entrega a los estudiantes: Fecha de entrega al profesor:
Indicadores de los aprendizajes esperado:
Analizar críticamente los elementos del ensayo “El mundo es una cama”, Rosa Montero, a partir de los
conocimientos previos y las cuatro fases (natural, de ubicación, analística y explicativa e interpretativa), para
encontrar y compartir sus diversos sentidos.

Pautas que debo verificar antes de iniciar mi trabajo.

Materiales o recursos Algún recurso tecnológico con acceso a internet.


que voy a
Materiales generales como cuaderno, borrador, lápiz o lápices de color, etc.
necesitar.
Incluye los recursos por utilizar en la guía, como ficha aparte o lecturas.

Condiciones que debe Espacio cómodo, según la preferencia de cada estudiante y las
tener el lugar donde posibilidades en el hogar, que favorezca el espacio para para escribir.
voy a
trabaj
ar.
Tiempo en que se Tiempo proyectado tres horas. Puede hacer uso de 10 lecciones
espera que realice la (dos semanas) para distribuir el tiempo de la elaboración de la
guía. GTA.

Voy a recordar lo aprendido y/o aprender


;; Antes de iniciar la actividad:
Repase lo visto en clase sobre las fases de análisis de textos literarios.

¿Saben quién es Frida Kahlo?, ¿conocen su historia?


Actividades Observen la siguiente pintura de esta artista y expresen las emociones y sentimientos
para retomar o que despiertan en usted.
introducir el _ _
nuevo _ _
conocimiento. _ _
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Pongo en práctica lo aprendido
Indicaciones Primer momento:
Con base en
Realice la lectura completa del ensayo “El mundo es una cama” de
lo
recordado y Rosa Montero (anexo #2).
aprendido, de la Se le presenta un guía de análisis del ensayo, realice las actividades
lectura del ensayo: “El propuestas, según el ensayo “El mundo es una cama” de Rosa
mundo es un cama”, Montero
( Anexo 2)
de Rosa (anexo #1).
Montero Segundo momento:
trabaje esta Con base en lo analizado en clase, investigue sobre las obras (PINTURAS)
guía. de la pintora mexicana Frida Kahlo, represente mediante obras en
Para ello, determine acuarela o dibujo, la pintura de su preferencia, indique qué significado
los recursos con que tiene según el artista y el motivo por el cual la escogió.
cuenta sin salir de la
casa

Anexo #1
Posterior a la lectura del ensayo, responda:
1. Complete la línea de tiempo según lo leído en Frida Kahlo: El mundo es una cama.

1907

1910

1913

17/09/1925

1938

1939

1950

1953
13/06/1954
2. Escriba, ¿Qué valor simbólico tiene para Frida el esqueleto de cartón que pendía del dosel y el espejo?
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3. Anote tres características físicas del pintor Diego Rivera.
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4. Mencione qué papel juega, el pintor Diego Rivera en la vida de Frida Kahlo.
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5. Anote el significado de la siguiente frase: “Yo soy la desintegración”.
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6. Mencione cuál fue la parte más amarga de la vida de Frida Kahlo, cómo lograba soportar sus horribles dolores.
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7. Escriba según el ensayo, a qué se aferra Frida, en ese lapso tan terrible de su vida.
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8. Anote quiénes eran sus héroes- Dioses:
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9. Anote, cuál fue la enfermedad que marcó a Frida Kahlo desde los seis años.
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10. Explique ¿por qué se dice que “Frida Kahlo iba a navegar hasta el fin de sus días, náufraga de la existencia
y el sufrimiento”, a qué estaba predestinada?
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11. Mencione tres síntomas finales, de la agonía de Frida Kahlo.


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12. Explique, qué pensaba Frida Kahlo sobre las enfermedades y sobre los accidentes sufridos en su vida.
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13. Infiera al menos dos razones por las cuales Rosa Montero decidió escribir acerca de la pintora Frida
Kahlo.
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14. Menciones tres ideas relacionadas con la cama, según expresa Frida Kahlo.
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15. Describa lo que usted entiende por la expresión: “El mundo es una cama”.
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16. Sintetice, cuál es la intención comunicativa de la autora Rosa Montero con el ensayo “Frida Kahlo: El mundo
es una cama”.
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17. Explique tres valores y tres antivalores que se presentan en el ensayo, según el criterio de Rosa Montero.
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18. Explique, la relación del ensayo con el contexto social y cultural de la época.
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19. Si tuviéramos que decir que la vida de Frida nos deja una lección de vida, ¿Cuál sería?
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Indicaciones, ¿Me gustaron las actividades realizadas?
preguntas o matrices
para autorregularse y ¿Qué aprendí con estas actividades?
evaluarse.
¿La herramienta que utilicé es de fácil acceso?

¿Se la recomendaría a alguno/a compañero/a?

¿Tuve alguna dificultad para realizar las actividades planteadas? ¿Cómo la


solucioné?

¿Considero que podría mejorar mi trabajo?

INDICADORES DE EVALUACION
NO DEBE LLENARLO ES DE USO DEL PROFESOR

Indicadores del aprendizaje Niveles de desempeño


esperado
Inicial Intermedio Avanzado
Clasifica los elementos del ensayo, Ordena los elementos Cataloga los Asocia los
con bases en las fases natural, de del ENSAYO con base elementos del elementos del
ubicación, analítica e interpretativa, en las fases natural…, ENSAYO con base ENSAYO con base
relevantes para la propuesta del para la propuesta del en las fases en las fases
análisis del texto. análisis del texto natural…, para la natural…, para la
propuesta del propuesta del
( ) análisis del texto análisis del texto
() ( )
Describe posibilidades de relaciones Menciona las causas y Resalta aspectos Puntualiza
de causalidad entre los diversos efectos de los específicos de las aspectos
elementos a partir de una lectura más acontecimientos en el causas y efectos de significativos de
profunda del texto. argumento los acontecimientos las causas y
en el argumento efectos de los
acontecimientos
( ) ( ) en el argumento

( )
Establece los requerimientos para la Define el ensayo. Conceptualiza en Establece los
elaboración de un ensayo. forma oral las partes requerimientos
que componen el para la
( ) ensayo. elaboración de un
ensayo.
Anexo #1
EL mundo es una cama
Rosa Montero.
No solemos presentar la debida atención al importante papel que la cama juega en nuestras vidas. Nacemos en
una cama y morimos en otra, y la mitad de nuestra existencia transcurre dentro de ella. La cama cobija nuestras
enfermedades, es el nido de nuestros sueños, el campo de batalla del amor. Es nuestro espacio más íntimo, la
guarida primordial del animal que llevamos dentro. Para Frida Kahlo, la pintora mexicana, esposa del muralista
Diego Rivera, la cama era todo esto y mucho más: refugio, potro de tortura, altar sagrado.
Pero Frida, por supuesto, era un animal herido. Esa herida perpetua, ese cuerpo aterradoramente lacerado (a
menudo tan débil que sólo en la cama se sostenía), se convirtió en el protagonista absoluto de su vida y de su obra.
Frida murió el 13 de julio de 1954, una semana después de cumplir cuarenta y siete años. Meses más tarde, Diego
Rivera convirtió la casa de su mujer en un museo que todavía hoy puede visitarse. Ahí está la cama en la que Frida
murió (y en la que pudo haber nacido: esa bella casa azul de Coyoacán había sido el hogar de su infancia), un gran
lecho con cuatro postes y baldaquino. Hay fotos de esa cama de cuando Frida la habitaba en sus últimos años.
Entonces la cabecera estaba cubierta de fotos de sus seres queridos y coronada por un friso de honor con sus
grandes héroes: Stanlin, Marx, Engels, Mao. Ocupaban el lugar de las estampas religiosas. Para ella terminaron
siendo una especie de dioses.
Del dosel pendía, además, un esqueleto de cartón, recordatorio irónico de esa muerte que siempre la rondaba; y en
el cielo raso del baldaquín había, y aún hay, el espejo en el que se contemplaba para pintar sus famosos e
inquietantes autorretratos. Frida Kahlo es una artista de escasa reproducción, apenas doscientos cuadros en toda
una vida, y la mayoría reproducen su propia figura: hay muchos bustos de mirada taladradora, y lienzos temáticos
en donde aparece de cuerpo entero, con las carnes desgarradas, en un charco de sangre, con la espalda abierta:
“Me pinto a mí misma porque estoy a menudo sola y porque soy el tema que mejor conozco”. Con ese afán que
tenemos los humanos de retocar nuestras biografías para darle una apariencia de orden al absoluto caos de la
existencia, Frida siempre sostuvo que había empezado a pintar por aburrimiento a los dieciocho años, a raíz de
horrendo accidente que le machacó la pierna, le rompió la espalda y le perforo el vientre. Durante la larguísima
convalecencia, su madre colocó espejo en la cama, y ella habría comenzado así a usarse de modelo. Pero no:
existe un autorretrato de un par de años antes del accidente, un cuadro juvenil y burdo pero reconocible, con la
misma postura, la misma mirada. De manera que pintaba (y se pintaba) con anterioridad a su destrozo físico.
No es éste el único detalle biográfico que Frida manipula: se aplicó en construirse a sí misma como personaje con
una imaginación desbordante y una fuerza de voluntad superlativa. Y así, toda su vida dijo que había nacido en
1910, que fue cuando estalló la famosa revolución mexicana de Zapata y Pancho Villa, un romántico y trágico
conflicto (hubo más de un millón de muertos) que sacudió a la vieja oligarquía del país y consagró el indigenismo.
Frida se consideraba hija de la revolución, pero en realidad había nacido en 1907. Su padre era un fotógrafo judío
de origen húngaro y su madre era media india.
Con todo, la vida de Kahlo abunda en misteriosas coincidencias y parece estar extrañamente predestinada. Por
ejemplo, tuvo un temprano encuentro en el daño físico a los seis años de edad, cuando enfermo de poliomielitis:
“Recuerdo un dolor insoportable en la pierna derecha”. Ya entonces se metió en la cama durante nueve meses (un
parto hacia la invalidez), en ese lecho omnipresente que iba a ser el centro de su vida, el barquito solitario y
doliente (esas sábanas-velas sudadas por la fiebre, mojadas por la sangre y por las lágrimas) en donde ella iba a
navegar hasta el fin de sus días, náufraga de la existencia y el sufrimiento. De aquella polio le quedó la pierna
derecha más delgada y una cojera leve, como de pájaro.
A los dieciocho iba en autobús a la escuela (quería estudiar medicina) cuando un tranvía les embistió. Fue un
accidente grave, con varios muertos; y, según los testigos presenciales, fue un accidente extraño, lento, casi sin
ruido, con el tranvía triturando el costado del autobús de manera imparable pero poco a poco, con la plasticidad de
las pesadillas. Frida apareció desnuda entre los hierros: el pasamanos la había empalado (la barra entró por un
costado y salió por la vagina). Un bote de pintura que alguien llevaba se había derramado sobre ella y estaba
recubierta de purina dorada: era como una estatua del dolor en carne, sangre y oro. Incluso su accidente, en fin,
parece un mal sueño, como contagiado del mundo de onírico a la cama. Ese mundo que llenaba también sus
cuadros de extraños y poderosos símbolos.
La colisión le partió la columna por tres sitios, le rompió la cabeza del fémur y las costillas, le fracturó tres veces la
pelvis y once veces las piernas y le aplasto por completo el pie derecho (el pie malo de la polio). Cuando supo del
estado de hija, la madre se quedó muda de la impresión y no pudo ir a verla en un mes; el padre, que era
epiléptico, enfermó y no apareció por el hospital hasta los veinte días. Frida estaba sola, un cuerpo desbaratado
enfrentado a un sufrimiento insoportable. El accidente ocurrió el 17 de septiembre de 1925; se puede decir que
entonces empezó a morirse Frida Kahlo, una larga agonía que culmino veinte años después en Coyoacán. Todos
llevamos dentro nuestra propia muerte, toda vida es irse desviviendo, pero Frida falleció precisamente de las
heridas de aquel choque, tras casi tres décadas de un constante y terrible deterioro.
En el entretanto, sin embargo, hizo muchas cosas. Tenía tal fuerza de voluntad, tanto coraje y tantísimas ganas de
vivir que dos años después, tras un calvario de operaciones, estiramientos, colgaduras y corsés, consiguió llevar
una vida prácticamente normal, aunque se sintiera constantemente agotada y sufriera dolores de espalda y la
pierna. “No tengo más remedio que aguantar por que es peor desesperarse”, repetía en las cartas que escribí
desde el hospital, mostrando ya ese talente heroico que le hizo sobrevivir donde los demás hubieran muerto: “Estoy
empezando a acostumbrarme al sufrimiento”.
Cuando regresó al mundo, Frida comenzó a frecuentar un círculo de artistas e intelectuales izquierdistas. Es cas de
la fotógrafa comunista Tina Modotti le presentaron formalmente a Diego rivera, que esa noche se lió a tiros y rompió
un fotógrafo. A Frida le encanto desde el primer momento “aunque me asustara”. O tal vez le encantó porque le
asustaba. Se casaron enseguida y en la fiesta de la boda el pintor volvió a darle al gatillo e hirió a uno de los
invitados; Frida se fue llorando a casa de su padre y permaneció allí unos cuantos días hasta que su flamante
marido fue a buscarla. Ella veintidós años y él cuarenta y dos.
Diego Rivera era ya por entonces el pintor más famoso de México, autor de unos colosales murales de tema
revolucionario que hoy, aun manteniendo la fuerza del color y del trazo, resultan un tanto envarados en su estilo
realista-socialista: a mí, personalmente, me interesa mucho más la obra de Kahlo. También era un gigante barrigón
y horrendo, de ojos abultados y cara de batracio (“tu rana-sapo”, se firma en las cartas a Frida), que, sin embargo,
gozaba de un incomprensible predicamento con las mujeres. Había tenido dos esposas y se acostaba con toda
hembra que podía. Cosa que siguió haciendo después de unirse a Kahlo, para gran desesperación de ella. Se dice
que Diego tuvo, entre otras amantes célebres, a las actrices Paulette Godard y María Félix. Además se acostó con
Cristina, la hermana de Frida, y esa herida imperdonable les llevó al divorcio. Pero se volvieron a casar dos años
más tarde.
Diego era además un personaje inclasificable. En muchos sentidos su comportamiento resulta abominable: por su
insustancialidad, su afán de protagonismo, su crueldad. Su trayectoria política fue de una incoherencia abrumadora;
primero perteneció al partido comunista. Luego fue trotskista y gracias a él Trotski recibió asilo en México, después
hizo todo lo posible para que volviera a admitirle en el Partido comunista (esto fue durante los años más feroces del
estalinismo) y llegó a pavonearse de haber traído a Trotski a México con el único fin de que los asesinaran: un
baladronada no por mentiroso menos repugnante.
Pero rivera también debía de ser un tipo imaginativo, divertido cuando quería, único, exuberante. Frida le describe
como quien describe a un dios, a una criatura primigenia: “Su vientre enorme, terso y tierno como una esfera,
descansa sobre sus fuertes piernas, bellas como columnas… es un ser antediluviano, un monstruo entrañable”.
Para ella Diego es un mito, el ogro bueno y malo de la infancia, el principio mismo de la vida. Y aunque es cierto
que Diego la atormentó psíquicamente y la abandonó en momentos de gran necesidad, también es cierto que en
otros momentos fue un gran ayuda para Frida y que nunca llegó a abandonarla por completo. Diego fue el más
apasionado defensor del arte de Kahlo (“Ella es mejor pintor que yo”) y la persona que más apoyó su trabajo. A
decir verdad la relación de Rivera con Frida está llena de dulzura y crueldad alternativamente.
Al principio Kahlo fue una especie de hija para diego, pero durante el segundo matrimonio (ella puso como
condición para la nueva boda que no hubiera sexo entre ambos) los papeles se invirtieron y la declinante Frida se
convirtió en su madre. Por ejemplo, a menudo ella bañaba con esponja a Rivera, el gigantón blanco y orondo
chapoteando en la bañera y jugando con juguetitos flotantes que Frida le compraba; y al final, en la última agonía
de Kahlo, cuando Diego, sesentón y enfermo de cáncer de pene (una especie de castigo bíblico al gran macho),
volvía a casa después de una escapada de varios días, ella le llamaba desde la cama: “Mi querido niño, ven aquí,
¿quieres una frutita?”. Y él contestaba “chí” con voz y gesto de crío pequeño.

Frida era bella. O era más que bella: era tremenda. Tenía unos ojos feroces y maravillosos, una boca perfecta, el
entrecejo hirsuto, un bigote apreciable. Una vez se lo afeito y diego se puso furioso: de algún modo ambos estaban
trastocados en sus atributos sexuales secundarios, porque él tenía unos grandes pechos de mujer que a Frida le
encantaban. A su poderoso físico, Frida añadía una increíble puesta en escena: siempre usaba ropas de las indias
tehuanas, bellísimos trajes largos crujientes de enaguas y puntillas. Trenzaba sus cabellos con cinta de raso, flores,
terciopelos; y se adornaba con pesadas joyas precolombinas o coloniales. Vestirse era para ella una expresión
artística más; entre acicalarse frente a un espejo o pintar uno de sus autorretratos no debía haber mucha diferencia.
En las dos actividades se construía a sí misma, algo que le era absolutamente necesario en su carrera contra la
decadencia. Porque su cuerpo se le caía a pedazos, en los terribles años finales escribió en su diario: “Yo soy la
desintegración”.
También Frida daba mucha importancia al sexo y tuvo numerosos amantes, sobre todo después de que Diego la
engañara con su hermana. Era bisexual (se rumoreó que entre sus amores femeninos estaba Georgia O´Keeffe)
pero sus mayores pasiones las vivió con los hombres: el escultor Isamu Noguchi, el fotógrafo Nickolas Murray, por
quien perdió literalmente la cabeza, y un pintor español republicano cuyo nombre se mantiene en el anonimato y
que fue, después de Diego, su historia más importante: estuvieron juntos siete años (lo cuenta Hayden herrera: su
biografía de Kahlo es, con mucho, la mejor de todas). Además vivió una breve relación con el viejo Trotski al poco
de llegar éste a México. Luego Frida regresó al seno del estalinismo y también ella abominaría de su antiguo
amigo. Cuando el español Ramón Mercadero mató a Trotski con un punzón para el hielo, Frida fue detenida como
sospechosa (Diego se encontraba en Estados Unidos). Algunos sostuvieron que los rivera colaboraron en el
asesinato, pero esta acusación parece carecer de base. Eso sí, tres meses antes el artista siquieros, amigo de
ambos, había participado en el ametrallamiento del dormitorio de los Trotki: León y su mujer salvaron la vida de
milagro arrojándose debajo de la cama. Tiempos oscuros, actitudes siniestras.
Frida pintaba cuadros muy pequeños (mientras su marido hacía enormes murales) y siempre se mostró
extremadamente humilde con su trabajo. Durante muchos años nunca enseño su trabajo, y si se convirtió en una
pintora conocida fue gracias al empuje de Rivera, que prácticamente la obligó a exponer en Nueva York en 1938.
Por entonces conoció a André Breton, el principal teórico del surrealismo, que se quedó fascinado por esa pintora
que era surrealista “sin ella saberlo”. En 1939 expuso en París y más o menos se la consideró incluida dentro de
ese movimiento estético. Años más tarde, en plena fiebre estalinista, Frida repudiaría el surrealismo por ser “una
decadente manifestación del arte burgués”.
Pero para llegar a eso, al fanatismo final prosoviético, hay que contar la parte más amarga, más terrible de esta
historia. El suplicio indecible, la pesadilla. Cómo el cuerpo de Frida se fue deshaciendo: el pie se le ulceraba, la
espalda se le torcía, ansiaba tener hijos y no podía (sufrió cuatro o cinco abortos y guardaba en su dormitorio un
feto humano anónimo metido en un frasco con formol). La enganchaban en aparatos, colgaban veinte kilos de sus
piernas, la encerraban en corsés de hierro, de cuero, de escayola (desde 1944 hasta su muerte usó veintiocho
corsés). Se bebía una botella de coña al día contra el dolor (en los últimos años dos botellas). Le practicaron al
menos treinta y dos intervenciones quirúrgicas. Sólo entre marzo y noviembre de 1950 soportó seis operaciones en
la columna; la escayolaron encima de las costuras recién hechas y cuando empezó a apestar descubrieron que sus
heridas se estaban pudriendo. Desde 1944 padecía unos dolores agudísimos que obligaban a depender de la
morfina. Tenía la pierna derecha gangrenada y en agosto de 1953 se la amputaron desde la rodilla. La simple y fría
enumeración de sus tormentos produce asfixia: es como contemplar a los ojos del horror de la vida. Sus últimos
años, en fin, son espantosos. Las drogas y el alcohol la tienen fuera de sí; los pocos cuadros que pintaba muestran
trazos torpes y emborronados. Es entonces cuando más se aferra al dogma comunista: Frida no cree en Dios y
necesita encontrar algún alivio, algún sentido a tanto sufrimiento, tanto espanto: “Solo soy una célula del complejo
mecanismo revolucionario”, escribe. Y pinta retratos de Stalin, y hoces y martillos sobre sus corsés, y un
conmovedor cuadro titulado “El marxismo dará salud a los enfermos” en el que un etéreo milagro Marx sujeta entre
sus manos a Frida, que abandona radiante sus muletas (ya le habían amputado la pierna entonces). Pero su último
cuadro fue un bodegón de sandías en el que sobre la carne roja y plena de la fruta escribió: “Viva la vida”.
En abril de 1953 se inauguró la primera gran exposición de Frida en México; ella estaba ya tan mal que los
organizadores creyeron que no podría acudir, pero a Diego se le ocurrió la idea de mandar la cama (el gran
armatoste con dosel) e instalarla en medio de la sala de exposiciones, y luego llevar a Frida en ambulancia. Así
asistió Kahlo, pues a su fiesta de inauguración, drogada y lívida pero repintada y emperifollada (empeñada en
reconstruirse), tumbada sobre el lecho. Todos sus amigos pasaron a saludarla de uno en uno.: fue una especie de
ceremonia religiosa, como una de esas largas colas de fieles que acuden a besar el borde del manto de la santa. Y
ella se despidió de todos, metida en su cama eterna-cama mundo, en su velero del dolor, con la sonrisa
desencajada y las manos resplandecientes de sortijas.

Historias de mujeres, por Rosa Montero en 1995, edición febrero 2003, Suma de Letras, S.L. Punto de Lectura.
Páginas 197 a 209.
Anexo 2
Análisis literario del Ensayo
Frida Kahlo. “El Mundo es una Cama”
Autor (a): Rosa Montero.
Rosa Montero nació el 3 de enero de 1951 en Madrid. Desde pequeña, a causa de la tuberculosis estuvo desde los
cinco años hasta los 9 recluida en casa, se dedicó a leer y escribir. Estudió periodismo y psicología mientras
colaboraba con grupos de teatro independiente como Tábano y Canon. Ha publicado en varios medios de
comunicación y desde 1976 trabaja en exclusiva para el periódico El País. En 1978 gana el premio Mundo de
entrevistas y en 1980 el premio Nacional de Periodismo para reportajes y artículos literarios.

Género Literario: Ensayo


Un ensayo es una obra literaria relativamente breve, de reflexión subjetiva pero bien informada, en la que el autor
trata un tema por lo general humanístico de una manera personal y sin agotarlo, y donde muestra cierta voluntad de
estilo, de forma más o menos explícita, encaminada a persuadir al lector de su punto de vista sobre el asunto
tratado.

Características:
1. Es breve. Aunque esto es algo elástico, en general un ensayo se desarrolla en no más de 5 carillas.
2. Es unitario. Debe contar con un único tema central, que constituye el eje del texto.
3. Es personal. El autor siempre expone su interpretación personal sobre un tema, al que le ha dedicado
tiempo de investigación y análisis.
4. Es riguroso. El autor debe otorgarle rigor a su análisis; para ello debe ajustarse estrictamente a la verdad y
no omitir información alguna, ya que si bien es siempre personal, un ensayo no puede resultar francamente
tendencioso.
5. De tono libre. A pesar de lo señalado anteriormente, un ensayo no académico puede tener una orientación
discursiva libre, es decir, puede subyacer al análisis una exhortación, una condena o un elogio.
6. Se estructura en tres partes centrales: introducción, desarrollo y conclusión. En la introducción se presenta
el tema a tratar y se menciona el objetivo.. En el desarrollo es donde el autor expone sus ideas y opiniones
con respecto al tema de manera detallada y con una secuencia lógica, que contribuya a la construcción del
sentido global. En la conclusión el autor expresa su aporte final en la materia y cómo se conecta su
contribución con la ya enunciado.
7. Recurre a gran variedad de recursos discursivos. El ensayo a menudo recurre a la cita, la definición, la
anécdota, el recuerdo, todos estos elementos que contribuyen a la argumentación pero que también pueden
aportar al tono emoción, calidez, complicidad.
8. Utiliza un estilo elegante y ameno. El lenguaje es siempre cuidado, según el tema de que se trate será más
o menos especializado, pero un ensayista avezado elige cuidadosamente cada palabra, tratando de
mantener el profesionalismo y de captar al mismo tiempo la atención del público.
9. Cumplen un papel central los conectores. Los conectores ordenan el discurso y cooperan con el lector; los
más usados en los ensayos son los temporales (ejemplos: al poco tiempo, años después), los de
ordenamiento (ejemplos: a continuación, seguidamente, por último, en suma) y los de causa-efecto
(ejemplo: por consiguiente, por lo tanto).

Movimiento Literario: Neorrealismo.


Este movimiento apareció en Italia en torno a la Segunda Guerra Mundial. Se caracteriza por representar a la vida
de cada día, destaca mucho también el constante y lúcido análisis de los hechos, con una crítica abierta a la
crueldad o la indiferencia a la autoridad.

Características:
1. Pintan la realidad social contemporánea
2. Rechazan lo fantástico, lo mágico, lo alegórico, lo simbólico, lo abstracto y lo mítico
3. Rechazan lo improbable, lo problemático y lo inaudito.
4. No excluyen ningún elemento de la realidad social por feo, bajo o repugnante que sea
5. El punto de vista es absolutamente objetivo.
6. Escriben sin ninguna preocupación moral o didáctica
7. Les interesa captar las conveniencias sociales para ofrecer una pintura de las reacciones de los seres humanos
frente a las complejas situaciones sociales

Tema Central:
La cama o es seno o es sepulcro, la cama o es potro de torturado es altar sagrado, la cama tomó presa a Frida
Kahlo encerrándola en la recámara, convirtiéndola en un Ariel encarcelado en el tronco, un Prometeo encadenado
a una roca. La recámara era su nido, cueva, más aún, universo.

Temas Secundarios:
La soledad, tristeza, desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció, todos tendientes a la
búsqueda de un mundo pacífico y sin dolor.

Personajes Principales:
Frida Kahlo (1907-1954)-: Mujer bella, con ojos feroces y maravillosos, boca perfecta, entrecejo hirsuto, bigote
apreciable, de gran fuerza de voluntad, coraje y ganas de vivir, bisexual, tuvo numerosos amantes después de que
Diego la engañara con su hermana, humilde con su trabajo de pintura, con salud delicada y decadentes después de
un terrible accidente que le cambió la vida, pintaba sus autorretratos porque pasaba mucho tiempo sola y no tenía
más que hacer, se volvió alcohólica y dependía de las drogas para soportar su dolor. Tiene cuatro hermanas: Luisa,
Adriana, Margarita y Cristina.
Diego Rivera (1886-1957): Esposo de Frida, pintor famoso de México, revolucionario, mujeriego, se acostó con la
hermana de Frida y esto causó el divorcio, su comportamiento es abominable, imaginativo, divertido, único,
exuberante, defensor apasionado del arte de Frida. Tenía grandes pechos de mujer.

Personajes Secundarios:
Madre de Frida (Matilde Calderón y González)1874-1932: no pudo ver a su hija después del accidente. Fue a ver a
Frida al hospital un mes después del accidente.
Padre de Frida (Guillermo Kahlo)1871-1941: Hombre epiléptico, enfermó y no apareció en el hospital hasta los
veinte días.
Cristina Kahlo: La hermana menor de Frida fue también víctima de las garras del Don Juan. Sostuvieron su relación
hasta que Frida Kahlo los descubrió, lo que fue causa de su primer divorcio.
Nickolas Murray: La icónica pintora mexicana Frida Kahlo fue inmortalizada bajo el lente del fotógrafo húngaro
Nickolas Muray, quien fue su amigo y amante durante años y la fotografió entre 1937 y 1946. Las fotografías fueron
hechas tanto en el estudio de Muray en Nueva York como en la Casa Azul de Coyoacán.
Isamu Noguchi: El escultor de madre estadounidense y padre japonés, fue invitado por Diego Rivera en 1936 para
intervenir el interior del mercado Abelardo L. Rodríguez. Noguchi sedujo a Frida y comenzaron un romance. Diego
encontró a los infieles en su departamento y empuñando una pistola le exigió a la pareja terminar la aventura.
León Trotsky: Unos dicen que el romance fue por venganza y otros que por placer, pero nadie niega que tuvieran
un amorío. La primera versión es que tras enterarse que Diego sostenía una aventura con Cristina Kahlo, la
hermana de Frida, la pintora inició una relación con León Trotsky, quien era uno de los personajes más admirados
por el muralista mexicano. La segunda versión es que Frida se enganchó con la inteligencia y postura política de su
Trotsky. Cartas y diarios de ambos personajes confirman el amor.
Georgia O’Keeffe: En 1931 Frida conoció a durante su viaje a Nueva York Georgia O’Keeffe célebre pintora
americana, aunque al inicio sintió cierta antipatía por ella después sería gran admiradora de su obra. “Pensé mucho
en ti y nunca voy a olvidar tus maravillosas manos y el color de tus ojos.”

Espacios
Psicológico: Sus cuadros, profundamente simbólicos, aluden a menudo a los múltiples sufrimientos físicos y
psicológicos que la artista padeció. A Frida Kahlo se le diagnosticó a lo largo de su vida poliomielitis, tuberculosis o
sífilis y fue sometida a más de 30 operaciones. Sin embargo, desde la perspectiva médica actual se cree que su
dolor y fatiga crónicos respondían a una enfermedad todavía desconocida en aquellos tiempos.

Cuando tenía 18 años, Frida sufrió un grave accidente de autobús, con el resultado de importantes fracturas en
costillas, clavícula, columna vertebral, hombro, piernas y pelvis, así como una perforación a nivel del abdomen a
través de la vagina. “Perdí mi virginidad”, afirmaba al respecto.
Probablemente este trauma físico múltiple fue el detonante de los constantes dolores que la pintora ya no dejaría de
padecer y que hoy en día se atribuyen a la fibromialgia. Una nueva visión de su expediente clínico, publicada en la
revista Arthritis & Rheumatism en el año 2000 por un equipo de reumatólogos, sugiere que la verdadera causa del
sufrimiento crónico de Frida fue una fibromialgia postraumática.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor musculo -esquelético generalizado, con una
exagerada hipersensibilidad en múltiples puntos predefinidos. Entre otros síntomas asociados (se han llegado a
detectar hasta 100), las personas con fibromialgia sufren de cansancio y fatiga crónicos, trastornos del sueño, dolor
de cabeza, alteraciones digestivas, mareos, pérdida de concentración y memoria, ansiedad o depresión.

Los llamaban el elefante y la paloma. Él, de 42 años y con 136 kg; ella, de 22 años y 44 kg. Él engañándola, ella
amándole sin medida. Él adorándola pero incapaz de ofrecerle un vida exclusiva y compartida. Sin embargo juntos
evolucionaron y trascendieron como dos y como uno haciéndose un gran hueco en la historia de un mundo
inmenso.

Físico: Ciudad de México, Coyoacán. Por encargo de Diego Rivera, en 1931 Juan O'Gorman diseñó una de las
primeras construcciones funcionalistas de Latinoamérica: una casa para el pintor y otra para su esposa Frida Kahlo,
donde cada uno tendría su propio estudio.1 Se trata de dos bloques de hormigón liso, que albergan cada uno una
casa, una roja con blanco (el pintor) y otra azul (para la artista), independientes una de la otra y unidas solamente
por un pequeño puente en su parte superior.

Ético: Las enseñanzas de amor de Frida Kahlo se reflejan en el sufrimiento que desprende con su arte, en especial
con sus autorretratos. En su pintura proyectaba sus dificultades, reconocía su exposición a la vida y trazaba paso a
paso su camino de auto aceptación.

Bisexual y enamorada de un hombre que no supo amarla a ella sola, Frida nos enseñó cómo es posible vivir la vida
aún con los pesares y el dolor del amor. Su apasionada y poco convencional relación con Diego Rivera sobrevivió a
infidelidades por ambas partes, a un divorcio y a otras tantas separaciones. Juntos compendiaron el sinfín de
sinrazones que constituye al amor, un sentimiento tan universal como inexplicable. El porqué del atrevimiento de
Frida a la hora de amar a un hombre reconocido por su fama de mujeriego nadie podrá nunca determinarlo, pues el
amor no es una cuestión de razones.

Económico: Su vida económica no sufrió apremios, Diego Rivera y ella supieron ganar una fama dentro y fuera de
México que los mantuvo despreocupados de ese problema. Además ella provenía de una familia que la había
educado en un colegio prestigioso de su ciudad natal.

Político: El hecho en el cambio de su fecha de nacimiento tiene relación con el año del comienzo de la Revolución
mexicana (1910) y el retiro del poder del presidente Porfirio Díaz.
Vivió los gobiernos de Madero, la llamada Revolución Constitucionalista (Constitución de 1917, primera en el
mundo en incorporar reivindicaciones agrarias y sociales), y el triunfo de Carranza que decretó la Ley Agraria y le
ganaron un amplio sector de la población.
El contexto fue revolucionario: la revolución zapatista que tuvo en jaque a los mexicanos durante varios años.
Zapata es asesinado en una emboscada en 1919.
La presidencia de Cárdenas (1934/40) , marcó un gobierno populista, con reparto de tierras y creación de
instituciones sociales, nacionalizó ferrocarriles y empresas de petróleo. Su apoyo a la república española y la
protección al Trotsky exiliado, hablan de su posición ideológica.
1946 comienza la hegemonía del PRI, llegando al poder civiles universitarios, en 1947 al reconocer el voto de la
mujer en las elecciones municipales y en 1953 el derecho de votar y ser votada.

Social: La realidad de su país la fueron modelando y definiendo. El contexto social que siempre está influido por el
contexto político, se muestra durante la revolución.
Zapata realizó repartos de tierras en Morelos y decretó medidas legales para intentar consolidar las reformas
agrarias y las conquistas sociales logradas, pero los zapatistas fueron derrotados por las tropas constitucionalistas.
Por todo esto es que Frida decía: "Soy hija de una revolución, de eso no hay duda, y de un viejo dios del fuego, que
adoraban mis ancestros".
ANEXO 3

Recordemos las cuatro fases del análisis literario:


fase natural, leemos la obra literaria indicada en este caso Ensayo Frida Kahlo. “El Mundo es una Cama”
fase de ubicación, investigamos sobre el autor de la obra Autor (a): Rosa Montero. anexo 3
fase analítica analizamos la obra literaria anexo 3
fases interpretativa y explicativa; luego de realizado el trabajo logramos interpretar y explicar el tema
desarrollado en el ensayo o texto literario.

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