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Cámara de Apelaciones- Sala Primera Civil y Comercial

AUTOS "RODRÍGUEZ RAÚL ROBERTO C/ MANZANARES HORACIO MARTÍN Y


OTROS S/ ORDINARIO SIMULACIÓN" - Expt. Nº 5856/C
JUZGADO CIVIL Y COMERCIAL Nº 2 - GUALEGUAYCHÚ

/ / / -CUERDO:
En la ciudad de Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, a los cinco días
del mes de febrero de dos mil veinte, se reúnen los Señores Miembros de
la Excma. Sala Primera en lo Civil y Comercial de la Cámara de
Apelaciones de Gualeguaychú, Dres. Leonardo Portela, Ana Clara
Pauletti y Valeria M. Barbiero de Debeheres para conocer del recurso
interpuesto en los autos caratulados: "RODRÍGUEZ RAÚL ROBERTO C/
MANZANARES HORACIO MARTÍN Y OTROS S/ ORDINARIO SIMULACIÓN",
respecto de la sentencia de fs. 526/530. De conformidad al sorteo
oportunamente realizado, la votación tendrá lugar en el siguiente orden:
PORTELA, BARBIERO de DEBEHERES y PAULETTI.
Estudiados los autos la Excma. Sala propuso las siguientes
cuestiones a resolver:
¿Es justa la sentencia apelada?, y ¿qué resolución corresponde
dictar?

A LAS CUESTIONES PLANTEADAS EL SR. VOCAL DR. LEONARDO


PORTELA, DIJO:
1.- Que apelaron la sentencia de fs. 526/530 el actor, señor
Rodríguez y el co-demandado, señor Charadia. El pronunciamiento
atacado declaró abstracta la cuestión, dispuso las costas por su orden y
difirió la regulación de honorarios.
2.- Que a fs. 534/535 expresó agravios el co-demandado Sr.
Humberto Omar Charadia, solicitando se modifique la condena en costas
y se le impongan al actor. En síntesis, se agravió de que el a quo se
apartó del principio establecido en el art. 65 del CPCC e impuso las costas
en el orden causado, fundando tal decisión en que el actor tuvo razón
probable y objetiva para litigar. Dijo que no se correspondió la razón que
haya tenido el actor para litigar con la obligación que tenía de denunciar
el pago total de su acreencia en sede laboral. Que el juez no advirtió que
la cuestión fue declarada abstracta por la denuncia de un hecho
sobreviniente efectuado a fs. 487/494, denunciando el cobro de
acreencias del actor en el proceso de ejecución de sentencia y honorarios
caratulado “RODRÍGUEZ RAÚL ROBERTO C/ MANZANARES HORACIO
MARTÍN Y OTROS S/ EJECUCIÓN DE SENTENCIA”, Expte. Nº 9384, donde
percibió el crédito reclamado en sede laboral que motivó el presente
ordinario por simulación. Manifestó que, pese a saber al momento en que
se aprobó la subasta del bien embargado cobraría su crédito, no denunció
el hecho, generando más gastos y honorarios. Que tal conducta debería
ser sancionada imponiéndole las costas del proceso, atento a la demora
injustificada en denunciar el pago total de su crédito y a que continuó con
el trámite del proceso pretendiendo se haga lugar a la demanda de
simulación.
3.- Que a fs. 546/547 vta. expresó agravios el actor, Raúl
Roberto Rodríguez. Se agravió también de la imposición de costas por su
orden. Expuso que la mera circunstancia de que una cuestión se declare
abstracta no constituye razón suficiente para imponer costas. Dijo que al
Sr. Rodríguez no le quedó otra alternativa que interponer la demanda,
atento a que tuvo sentencia favorable laboral con fijación de monto de
condena y que no pudo percibirla en tiempo. Encuadró tal conducta en
los lineamientos del principio objetivo de la derrota receptado en el art.
65, 1º parte del CPCC; manifestando su disconformidad con el
magistrado de grado por no resultar su sentencia ajustada a derecho.
Hizo distinción entre un caso declarado abstracto y otro que se torne
abstracto, ya que en los presentes la circunstancias se modificaron en
forma posterior al momento de su inicio. Citó doctrina del STJER sobre
imposición de costas y finalmente solicitó que las costas del juicio sean
soportadas por la parte demandada.
4.- Que a fs. 550/551, contestó agravios la parte actora
manifestando que a su entender lo sostenido por el demandado Charadía
no es pertinente para verse agraviado, por lo que solicitó la deserción del
recurso impetrado.
5.- Que a fs. 553 y vta. contestó agravios el co-demandado
Serrano. Sostuvo que el actor incurre en el erróneo pensamiento de
considerarse vencedor en un proceso donde no hubo vencedores ni
vencidos, sosteniendo infundadamente que la no aplicación de costas a la
parte demandada debió ser fundada; que a su criterio la crítica es
antojadiza por lo que no constituye un agravio. Solicitó, finalmente, se
confirme la sentencia con costas al actor.
6.- Que, por último, a fs. 556/557, contestó agravios el
co-demandado Charadía y manifestó que los agravios del actor no
pueden prosperar ya que este no tuvo un reconocimiento de su derecho y
mucho menos resultó vencedor en su demanda por simulación para que
se aplique el principio objetivo de la derrota. Que el Sr. Rodríguez
percibió la totalidad de su crédito con el producido de un inmueble
rematado en un proceso laboral y que finalmente no obró con la debida
diligencia al interponer la demanda de autos y no denunciar tal cobro en
los presentes. Por ello, requirió se revoque la sentencia, y se le impongan
al actor la costas del proceso en lo que respecta a su parte.
7.- Que analizaré los agravios de manera diferenciada, ya que,
según entiendo, pese a que versan sobre la misma cuestión y podrían
abordarse de modo conjunto, el tema -la imposición de costas-, que
parece sencillo, estudiado en profundidad, no resulta serlo.
8.- Que la sentencia de primera instancia resuelve declarar
abstracta la cuestión y ello no fue motivo de agravio para las partes, por
lo que es un aspecto que arriba firme y consentido, situación que tiene
consecuencias jurídicas.
9.- Que el actor se agravia de la imposición en costas por su
orden cuando, a su entender, debieron ser impuestas a los demandados,
debido a que dieron motivo suficiente para litigar -opinión del señor juez
de primera instancia, considerando 4°, fs. 530-.
A fin de ponderar el argumento debe tenerse presente que el
disenso del actor con lo resuelto tiene base interpretativa, ya que el
fundamento por el cual entiende que debe revocarse lo dispuesto es el
mismo que empleó el señor juez para resolver de modo en que lo hizo -la
existencia de razón probable y objetiva para litigar-.
10.- Que la declaración de abstracción de la cuestión a resolver
implica que no haya vencedor ni vencido en el proceso, motivo por el cual
la eximición de costas que contempla el art. 65 resulta inaplicable (art. 2
CCyC). En síntesis, porque la existencia de esa condición es requisito
necesario para que se considere "eximición" y no de otro modo.
La ley que rige en la materia, el CPCC, no contempla
específicamente en su articulado la situación de declaración de cuestión
abstracta, motivo por el cual debe acudirse a otro modo de
fundamentación para resolver en virtud de la obligación que se tiene (art.
3 CCyC).
11.- Que es doctrina judicial pacífica que la declaración de
abstracción de la cuestión a resolver provoca que las costas del proceso
se impongan por su orden (esta sala, "Daziano de Bereciartu Benita
Carmen s/ sucesorio", 25/9/2008, expte. Nº 1586/C; "Romero Jesús Luis
c/ Romero Julio Cecilio y otros s/ ordinario", 22/6/2011, expte. Nº
2813/C, entre otros; Fallos 329:1853, 2733; 341:221, entre otros).
De acuerdo a lo dicho y teniendo presente lo dicho, esto es,
que el actor no cuestiona la declaración de abstracción, sino que
interpreta de modo distinto que el señor juez la disposición legal, su
recurso debe declararse desierto, ya que no cumple con los requisitos
que exige el art. 257 del CPCC.
12.- Que el demandado Charadía se agravia de la forma en que
se impusieron las costas dado que, a su entender, el actor actuó
injustificadamente al demandar por simulación. De tal modo, el
fundamento de la apelación difiere de la contraria en que su base no es
interpretativa, sino de criterio, lo que obliga a llevar a cabo una tarea de
ponderación.
13.- Que la sala tiene resuelto (en los fallos citados y con
mayor amplitud de fundamentos en "Weisheim c/ Bruzone", expte. Nº
6034/C del 15/8/2018), que el tribunal revisor tiene facultades para
ingresar en el análisis del objeto del pleito para, de ese modo, llevar a
cabo un juicio de probabilidad que permita juzgar conductas aún en casos
donde se declaró abstracta la cuestión a resolver.
14.- Que de la prueba reservada -expediente n° 9384,
caratulado "Rodríguez Raúl Roberto c/ Manzanares Horacio Martín y otros
s/ ejecución de sentencia", tramitado por ante el juzgado del trabajo n°
1-, surge que el actor inició el incidente el 26 de octubre de 2016 y que
en esa instancia solicitó, y obtuvo, el dictado de la medida cautelar de
embargo de los derechos sucesorios que le correspondieran al señor Luis
Horacio Manzanares en el caratulado "Manzanares Cándido Juan s/
sucesorio ab intestato", en trámite por ante el juzgado civil y comercial
n° 2 por la suma de $1.164.981,87.
El oficio cursado al juzgado civil y comercial n° 2 a fin de
notificar la medida dispuesta se diligenció el 24 de mayo de 2017 y fue
proveído por el juzgado receptor en igual fecha -fs. 14/15-.
Con posterioridad, el 17 de octubre de 2017 -fs. 40-, se solicitó
sustitución de embargo, dirigiendo la medida al inmueble ubicado en calle
Bolívar n° 332 de esta ciudad, bien inventariado en el juicio sucesorio. No
obstante haber hecho lugar al pedido, el juez de la ejecución, a fs. 55
-11/12/2017-, modificó su decisión y aclaró que el embargo correspondía
trabarlo sobre los derechos del heredero y no específicamente sobre el
bien. En síntesis, a fs. 65 se dictó sentencia de trance y remate, y el 5 de
diciembre de 2018 se llevó a cabo la subasta de los derechos
hereditarios, oportunidad en que se obtuvo la suma de $2.300.000 por
ellos -fs. 145-. Consecuentemente, el señor Rodríguez retiró un cheque
por $1.533.970,06 el 1° de marzo de 2019 -fs. 188 vta.-.
En octubre de 2016, época en que se inició la ejecución de la
sentencia dictada en sede laboral con pedido de medida cautelar
-otorgada-, incluido, este proceso se hallaba en pleno trámite de
integración de litis -fs. 106 y siguientes-, dado que la señora Aagaadr
sufría una enfermedad cuyo diagnóstico era "trastorno cognitivo severo"
-fs. 108-.
15.- Que la transcripción de los hechos llevada a cabo en el
considerando anterior tiene como intención poner de resalto que la
conducta del actor, como considera el demandado Charadía, no fue
prudente, y con su actitud provocó un dispendio jurisdiccional evitable.
El señor Rodríguez, en octubre de 2016, ya tenía conocimiento
de que Manzanares tenía solvencia para responder por la condena y no
obstante continuó con el trámite de este proceso sin advertir siquiera
cuando percibió su crédito, en marzo de este año, denuncia llevada a
cabo por el apelante a fs. 487 y siguientes.
Esa conducta resulta censurable, dado que la multiplicidad de
acciones judiciales en procura del mismo objetivo inevitablemente
provoca gastos y perjuicios inexistentes frente a la actitud contraria. Por
supuesto que para que resulte exigible la elección de una vía judicial al
legítimo acreedor de una suma de dinero insoluta debe apreciarse cierta
certeza de cobro, situación que se aprecia a partir de noviembre de 2016,
cuando el juzgado laboral le admitió el pedido de medida cautelar -pese a
que el diligenciamiento del oficio inexplicablemente le insumió seis
meses-.
De tal modo, entiendo que asiste razón al señor Charadía
cuando critica la decisión del señor juez de primera instancia, ya que la
conducta del actor -y no la de Serrano, ni Charadía-, fue la que provocó
que este proceso transitara todas las instancias y, de ese modo, se viera
injustificadamente encarecido.
Por lo expuesto, a la cuestión planteada me pronuncio por la
negativa. En ese sentido, propicio declarar desierto el recurso de
apelación interpuesto por el actor y pérdida de honorarios para el
profesional que asistió al apelante, por cuanto como es sabido la
deserción expande sus efectos al ámbito arancelario por haber resultado
inoficiosa la actuación -art. 9 de la Ley 7046-; admitir el del
co-demandado Charadía y, en consecuencia, revocar la sentencia de
primera instancia en el tramo referido a costas, imponiéndolas al actor.
Asimismo, sugiero que las costas de esta instancia corresponde sean a
cargo de la parte actora y, por último, dejar fijados los honorarios de los
demás letrados en el 40% de los que se regulen oportunamente en
primera instancia.
ASÍ VOTO.
A LAS MISMAS CUESTIONES PLANTEADAS LA SRA. VOCAL DR.
VALERIA M. BARBIERO de DEBEHERES, DIJO:
Que adhiere al voto precedente por iguales fundamentos.

A LAS MISMAS CUESTIONES PLANTEADAS LA SRA. VOCAL DRA.


ANA CLARA PAULETTI, DIJO:
Que existiendo mayoría hace uso de la facultad de abstenerse
de emitir su voto, conforme lo autorizado por el art. 47 de la L.O.P.J.
(texto según Ley 9234).

Con lo que se dio por terminado el acto, quedando acordada la


Sentencia siguiente:

LEONARDO PORTELA

VALERIA M. BARBIERO ANA CLARA


PAULETTI
de DEBEHERES
(Abstención)

ante mí:

DANIELA A. BADARACCO
Secretaria
SENTENCIA:
GUALEGUAYCHÚ, 5 de febrero de 2020.
Y VISTO:
Por los fundamentos del Acuerdo que antecede, por mayoría;
SE RESUELVE:
1.- DECLARAR desierto el recurso de apelación interpuesto en
diligencia a fs. 530 vta., en representación de Raúl Roberto Rodríguez,
declarando inoficiosa la actividad cumplida por el Dr. Pablo Di Lollo (art. 9
LA).
2.- HACER LUGAR al recurso de apelación articulado y
fundado a fs. 534/535, en representación de Humberto Omar Charadia,
contra la sentencia de fs. 526/530 y, en consecuencia, dejar sin efecto la
imposición de costas decidida en el punto 2).-, las que se imponen a
cargo de la parte actora.
3.- IMPONER las costas de esta instancia a la parte actora
(art. 65, CPCC).
4.- FIJAR los honorarios de los demás profesionales
correspondientes a esta segunda instancia en un 40% de los que se fijen
por la labor de la primera instancia, encomendando su cálculo al juez de
grado para cuando estime estos últimos.
5.- REGISTRAR, notificar conforme SNE y, oportunamente,
remitir al juzgado de origen.

LEONARDO PORTELA

ANA CLARA PAULETTI VALERIA M.


BARBIERO
de
DEBEHERES
ante///
///mi:

DANIELA A. BADARACCO
Secretaria

En ......../......../2020 se registró en soporte informático (Acuerdo S.T.J


Nº 20/09 del 23/06/09 Punto 7). Conste.

DANIELA A. BADARACCO
Secretaria

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