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REPÚBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO DÉCIMO PENAL MUNICIPAL


CON FUNCIONES DE CONOCIMIENTO
CALI -VALLE
Santiago de Cali (V). Tres (3) de febrero de dos mil veinte (2020)

FALLO DE TUTELA No. 014


RADICACIÓN No. 2020-00006-00

OBJETO DEL PRONUNCIAMIENTO

Decidir la acción de tutela interpuesta por la Sra. AMPARO DEL SOCORRO


CORREAL RODRIGUEZ en contra de COOMEVA EPS y la CLINICA
NUESTRA, para lo cual se tendrá en cuenta lo siguiente:

SUJETOS DE ESTA ACCIÓN

ACCIONANTE: AMPARO DEL SOCORRO CORREAL RODRIGUEZ


identificada con cédula de ciudadanía No. 32.451.475 con dirección para
notificaciones en la calle 13 No. 20 — 23 piso 2 Barrio Guayaquil; Tel 314-627-
2290; E- mail astridm1406aqmail.com.

ACCIONADO: La presente acción de tutela va dirigida en contra de COOMEVA


EPS y LA CLINICA NUESTRA.

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN

La accionante considera que con el proceder del ente accionado se le están


vulnerando el derecho fundamental a la salud y muerte digna.

ANTECEDENTES

Afirma la Sra. Correal Rodríguez, que actualmente tiene 71 años de edad y que
se encuentra afiliada en el Sistema General de Seguridad Social en Salud,
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régimen contributivo con la entidad médica COOMEVA EPS y desde el año 2015
comenzó a padecer serios problemas respiratorios, donde los galenos tratantes
formularon varios tratamientos para su control; que los altibajos en su estado de
salud han sido constantes desde esas fechas, que le es insoportable la
sensación de ahogo que padece; situación que se ha agravado en razón a la
inoportuna prestación de los servicios médicos que ha requerido por parte de su
EPS; para el mes de octubre de 2018 le fue diagnosticada la patología
denominada FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA (NEUMONIA INTESTICIAL
USUAL), afección que es huérfana y según sus galenos, este padecimiento es
da. carácter progresivo, irreverble e incurable y el tratamiento formulado solo
busca mejorar su calidad de vida.

Informa que en la actualidad se encuentra hospitalizada en la Clínica Nuestra


de esta ciudad, donde ha solicitado se inicie el proceso de cuidados paliativos y
eutanasia, en razón a qué no soporta la sensación de fatiga y ahogo que se
producen cada vez que hace movimientos; agrega que está cansada de
prolongar su vida bajo su actual estado, de realizar trámites ante su EPS para
que presten oportunamente los servicios médicos que requiere, sin que suceda
y además no soporta que su familia sufra por ella, por esa razón radicó petición
ante la IPS antes mencionada para que realicen las gestiones necesarias y se
le garantice su derecho a la muerte digna, solicitud que según el centro médico
donde está siendo atendida le comunicó no era procedente, debido a que ese
tipo de procedimiento solo puede ser practicado en instituciones médicas nivel
IV, rango que actualmente no tiene, pero le explicaron que se iniciarían los
trámites necesarios para conformar una junta médica el 16 de enero del
presante año al fin de estudiar ese pedimento, lo que a la fecha no ha
acontecido, por lo anterior es que considera vulnerados los derechos
fundamentales invocados.

La presente acción de tutela se radicó con solicitud de medida provisional,


pedimento al que no accedió al Despacho por la necesidad de recaudar
elementos de juicio que permitan entrever la verdadera situación médica de la
accionante.

PRONUNCIAMIENTO DEL ENTE ACCIONADO

Revisadas las diligencias se encuentra pronunciamiento suscrito por LUIS


ERNESTO FLOREZ SIMANCA en calidad de Jefe de la Oficina de Asesoría
Jurídica del Instituto Nacional de Salud, y explica que frente a los hechos objeto
de la tutela, no le constan; explica que la presente acción de tutela se debe
declarar improcedente, puesto que no han vulnerado derecho fundamental
alguno de la accionante, no existe un nexo causal entre los servicios que prestan
y los que requiere la demandante.
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JULIO EDUARDO RODRIGUEZ ALVARADO en su calidad de abogado de la


oficina jurídica de la Administradora de los Recursos del Sistema General de
Seguridad Social en Salud, expuso que a quien le corresponde garantizar los
servicios médicos que requiere la accionante es la EPS, de conformidad con el
at 15 de la ley 1751 de 2015 y el artículo 9 de la resolución 5857 de 2018; frente
a los hechos esbozados resalta que efectivamente el padecimiento de la
accionante es considerado huérfano por nuestra legislación, según Resolución
5265 de 2018; finalmente hace alusión a la responsabilidad de la IPS como de
la EPS, respecto al proceso que se debe desarrollar cuando se invoca el
derecho a morir dignamente, quienes deben seguir las directrices fijadas por la
jurisprudencia de la Honorable Corte Constitucional; por lo anterior solicita que
se declare la improcedencia de la presente acción de tutela, frente a la entidad
representada por él.

ASTRID JOHANA REYES GARZON en su calidad de analista jurídico de


COOMEVA EPS, explica que efectivamente la accionante se encuentra afiliada
a esa EPS en el régimen contributivo, paciente que actualmente padece de
FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA, según su historia clínica, por parte de los
galenos que la están tratando; no se evidencia orden médica que indique la
pertinencia de los cuidados paliativos que requiere, por lo se coordinó con la
Clínica Nuestra validar el caso y determinar si era viable o no la prestación de
las citadas asistencias médica. En torno al procedimiento de eutanasia
solicitado, refiere que si bien es cierto la afección que le aqueja es de carácter
huérfano, según el material probatorio del plenario la paciente ha evolucionado
satisfactoriamente al tratamiento que se le está prestando, no cumpliéndose de
esta forma uno de los requisitos que estableció la Corte Constitucional para su
práctica, esto es el pronóstico fatal de la enfermedad; bajo el anterior escenario
y como quiera que la entidad que representa actualmente ha prestado todos los
servicios que requiere brindándole una atención integral, solicita se declare la
presente acción improcedente y se ordene a la Clínica Nuestra certifique la
situación actual de la usuaria.

ANDREA ELIZABETH HURTADO NEIRA en su calidad de Directora Jurídica del


Ministerio de Salud y Protección Social, refirió que de conformidad con la Ley
1751 de 2015, le corresponde a la EPS que se encuentre afiliado el usuario,
garantizar la cobertura de todos los servicios médicos que requiera; frente a las
pretensiones elevadas en el libelo, manifiesta que los cuidados paliativos según
la resolución 3512 de 2019 son aquellos- qüe se prestan a usuarioldel sistema
con enfermedades de carácter terminal, los cuales se encuentran cueiertos por
el PBS, sin que para su prestación será requisito la solicitud de eutanasia, según
los anexos del escrito de tutela en especial la historia clinida de la paciente, se
puede observar, que la evolución clínica de la paciente tiene una tendencia al
deterioro progresivo, no obstante no existe orden médica que ordene su
prestación. Frente a la solicitud de eutanasia para su práctica se deben seguir
los lineamientos fijados por la honorable Corte Constitucional, así como las
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resoluciones emanadas por el Ministerio de Salud y de la Protección Social, por
lo anterior solicita que frente a la entidad que representa la presente acción de
tutela se debe declarar improcedente.

NUBIOLA ARISTIZABAL CASTAÑO en su calidad de Jefe de la Oficina Jurídica


de la Secretaría Departamental de Salud, expuso que a quien le corresponde
garantizar la prestación de los servicios médicos que requiere la accionante es
a la Empresa Administradora de Planes de Beneficios (EAPB), y que en el
presente caso es COOMEVA, que debe garantizar una atención integral sobre
todo lo que requiera.

CONSIDERACIONES DEL DESPACHO

Al tenor literal del artículo 86 constitucional y del artículo 1° del Decreto 2591 de
1991, toda persona tiene derecho a reclamar ante los jueces de la República,
en todo momento y lugar, mediante un procedimiento ágil, breve, preferencial y
sumario, la protección de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando
quiera que se vean afectados por la acción u omisión de las autoridades públicas
o de los particulares en los casos considerados por la ley.

El objeto de la acción de amparo constitucional, lo integra precisamente la


protección de aquellos derechos en virtud de los cuales se expresa la dignidad
y la solidaridad humana como principios informadores del sistema jurídico,
habida cuenta de lo que, dicha categoría fundamental, está informada no sólo
por la Carta Política, sino también por la doctrina constitucional.

PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA ENTIDADES


PRIVADAS. De acuerdo con el artículo 86 de la Constitución Política, en
principio, la acción de tutela se invoca para la protección de los derechos
fundamentales vulnerados o amenazados por la acción u omisión de una
autoridad pública. Sin embargo, la tutela también procede contra acciones u
omisiones de particulares, siempre que los mismos estén encargados de la
prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y directamente
el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en estado de
subordinación o indefensión.

Así, la jurisprudencia constitucional ha precisado que la tutela contra particulares


reviste como fundamento socio-político, el desvanecimiento de la distinción
entre lo público y lo privado para superar el equívoco de creer que el único capaz
de violar derechos fundamentales es el Estado, y reconocer que las actuaciones
privadas no siempre se adelantan en un plano de absoluta igualdad.
En todo caso, de conformidad con lo previsto en el artículo 86 de la Constitución
y el artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, la acción de tutela contra particulares
procede: i) cuando los particulares presten servicios públicos (numerales 1,2 y
3), h) cuando exista subordinación o indefensión frente al particular accionado
(numerales 4 y 9), iii) cuando el particular esté vulnerando el hábeas data
(numerales 6 y 7), iv) cuando el particular esté vulnerando el artículo 17 de la
Constitución (num. 5) y, v) cuando el particular ejerza función pública (num. 8).

En el presente caso la solicitud se torna procedente toda vez que la entidad que
se considera ha vulnerado el derecho fundamental del accionante presta un
servicio público como la seguridad social — salud.

EL DERECHO FUNDAMENTAL A MORIR DIGNAMENTE. Esta garantía


fundamental ha sido definida por la Honorable Corte Constitucional como un
derecho autónomo, independiente, complejo pero relacionado con la vida que
goza de todas las características y atributos de los demás derechos
constitucionales, prerrogativa que debe ser respetada por el Estado: al respecto
señaló el alto tribunal que:

" El deber del Estado de proteger la vida debe ser entonces compatible con el
respeto a la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad. Por ello la
Corte considera que frente a los enfermos terminales que experimentan intensos
sufrimientos, este deber estatal cede frente al consentimiento informado del
paciente que desea morir en forma digna. En efecto, en este caso, el deber
estatal se debilita considerablemente por cuanto, en virtud de los informes
médicos, puede sostenerse que, más allá de toda duda razonable, la muerte es
inevitable en un tiempo relativamente corto.

En cambio, la decisión de cómo enfrentar la muerte adquiere una importancia


decisiva para el enfermo terminal, que sabe que no puede ser curado, y que por
ende no está optando entre la muerte y muchos años de vida plena, sino entre
morir en condiciones que él escoge, o morir poco tiempo después en
circunstancias dolorosas y que juzga indignas. El derecho fundamental a vivir
en forma digna implica entonces el derecho a morir dignamente, pues condenar
a una persona a prolongar por un tiempo escaso su existencia, cuando no lo
desea y padece profundas aflicciones, equivale no sólo a un trato cruel e
inhumano, prohibido por la Carta (CP art.12), sino a una anulación de su
dignidad y de su autonomía como sujeto moral. La persona quedaría reducida a
un instrumento para la preservación de la vida como valor abstracto")

I Corte Constitucional Sentencia T-493 de 1993.


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Dentro del concepto del derecho a morir dignamente, el alto tribunal
constitucional paulatinamente mediante su jurisprudencia, concibió a la
eutanasia como aquel procedimiento médico mediante el cual una persona
autónomamente decide terminar con su vida, no obstante, y ante la falta de
legislación que regulara la materia, mediante sentencia T - 970 de 2014,
estableció parámetros en las que se podría practicar, estableciéndose los
sig u ientes requisitos:

Padecimiento de una enfermedad terminal que produzca intensos dolores.


Este requisito debe verse desde dos puntos de vista: uno objetivo y el otro
subjetivo. El objetivo implica que la enfermedad debe estar calificada por un
especialista. No basta con que el sujeto pasivo indique, sin mediar conocimiento
técnico, que padece una enfermedad terminal. En relación con este aspecto, la
autonomía de la persona se restringe pues lo que se persigue es delimitar la
garantía constitucional e impedir usos indebidos de la misma. El subjetivo,
consiste en el dolor que cause sufrimiento intenso al paciente. Aunque se pueda
establecer médicamente que una enfermedad implica mucho dolor (aspecto
objetivo), limitar esa certeza a un concepto médico choca con la idea misma de
autonomía y libertad de las personas. Nadie más que el propio paciente sabe
que algo le causa un sufrimiento de tal gravedad que se hace incompatible con
su idea de dignidad. De esta manera, será la voluntad del paciente la que
determine qué tan indigno es el sufrimiento causado, aunado a los exámenes
médicos.

Consentimiento libre, informado e inequívoco. El consentimiento libre implica


que no existan presiones de terceros sobre su decisión. Lo determinante es que
el móvil de la decisión sea la genuina voluntad del paciente de poner fin al
intenso dolor que padece. Debe ser informado, motivo por el cual los
especialistas deben brindar al paciente ya su familia toda la información objetiva
y necesaria, para que no se tomen decisiones apresuradas, pues de lo que se
trata es de disponer de la vida misma del ser humano. Finalmente, el
consentimiento tendrá que ser inequívoco, con el fin de asegurar que la decisión
del paciente de provocar su muerte sea consistente y sostenida, es decir, que
no sea el producto de episodios anímicos críticos o depresivos.2

CASO CONCRETO. Le corresponde a esta juez constitucional determinar si la


entidad médica COOMEVA EPS y la CLINICA AMIGA están vulnerando los
derechos fundamentales a la salud y a morir dignamente de la Sra. AMPARO
DEL SOCORRO CORREAL RODRIGUEZ, primero, al no garantizar de manera
oportuna la prestación efectiva de los cuidados paliativos que en su parecer
requiere, con ocasión a la patología de carácter irreversible denominada
FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA; APNEA DEL SUEÑO; HIPERTENSION
PULMONAR SEVERA y en segundo lugar por no autorizar y practicar el

2 Corte Constitucional Sentencia T-970 de 2014


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procedimiento de eutanasia debido a la falta de infraestructura del centro médico
en el cual está recibiendo la atención en salud.

Del análisis del material probatorio obrante en el plenario, se encuentra que de


manera efectiva la accionante padece las afecciones antes relacionadas lo
anterior y de conformidad con los apartes de historia clínica obrantes a folio 10
a 158 del CO, que la enfermedad denominada FIBROSIS PULMONAR
IDIOPATICA, es una enfermedad huérfana según resolución 5265 de 2018,
emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social. Para la demandante su
padecimiento le produce insoportables sensaciones de fatiga y ahogo, los
cuales se han vuelto más concurrentes y fuertes con el pasar del tiempo,
situación que ha generado dependencia en su rol como persona, ante este
escenario y como quiera que los médicos tratantes le expresaron que su
afección es de carácter progresivo e irreversible y que su sufrimiento
continuaría, solicitó mediante petición a la IPS en la que actualmente está siendo
atendida, garantice la prestación de los servicios médicos paliativos que
requiera como trámite previo, para que se le practique el procedimiento de la
eutanasia, lo anterior ante su deseo de morir ( folio 9 del co).

Solicitud que fuera respondida por el centro médico, donde le manifestaron que
frente al primer pedimento se conformaría un grupo interdisciplinario para
determinar si era viable o no la atención paliativa a su favor; con relación al
procedimiento eutanásico, al parecer le comunicaron que no era posible su
práctica porque ello solo era viable en un centro médico nivel IV, categoría que
actualmente no tiene la Clínica Nuestra, respuesta que debe aclararse ,no se
encuentra glosada en la demanda.

Sea lo primero decir, que el ordenamiento jurídico colombiano ha prescrito que


el derecho a la salud debe garantizarse conforme al principio de atención
integral, se trata entonces del suministro oportuno y asequible a los
medicamentos, intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación,
exámenes de diagnóstico y seguimiento de los tratamientos iniciados, así como
todo otro componente que los médicos tratantes valoren como necesario para
el restablecimiento de la salud del paciente.

Ahora esa atención integral reviste una mayor importancia para el Estado,
cuando el sujeto que la requiere, se encuentra en una etapa terminal por una
patología o padece una enfermedad crónica, degenerativa e irreversible,
eventos en los cuales la jurisprudencia como legislación actual prevén que se
debe garantizar el suministro de los denominados cuidados paliativos,
entendiéndose aquellos como el esfuerzo terapéutico para disminuir al máximo
el sufrimiento del paciente por los efectos colaterales de la enfermedad terminal;
para su suministro se requiere que un experto en la medicina diagnostique un
pronóstico fatal próximo ( muerte) por la enfermedad padecida o que el paciente
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presente una dolencia crónica, degenerativa e irreversible de alto impacto de
larga duración, que ocasione grave pérdida de la calidad de vida, que impida al
sujeto pasivo esperar su resolución definitiva, lo anterior según lo consignado
en el artículo 2 y 3 de la ley 1733 de 2014, norma que precisamente regula estos
cuidados.

En el presente caso, al analizar el material probatorio se puede observar que si


bien existe certeza sobre las afecciones padecidas por la accionante y que
estas le han generado altibajos en su estado de salud progresivamente, debido
a la tos, sensación subjetiva de disnea concurrente (agitación y ahogo),
situación esta última que se puede evidenciar al analizar el tratamiento
terapéutico formulado para mantenerla estable, así se tiene que cuando la
paciente ingresó al centro médico, le fue recetado el suministro mediante cánula
de oxígeno en una cantidad de 3 litros por minuto ( folio 17), el que aumentó a
un flujo de 6 litros por minuto (folio 56) luego a 15 litros por minuto ( folio 73), y
finalmente entre 64 y 105 litros por minuto ( folio 116 y 117), variables estas que
acreditan entonces que la condición médica de la paciente se ha ido
deteriorando, pese a lo anterior, lo cierto es que en las pruebas anexas al escrito
de tutela como las recolectadas por este Despacho, no se evidencia el concepto
del profesional de la medicina experto en dichas afecciones, donde establezca
que esas patologías sean crónicas degenerativas irreversibles o de alto impacto
en la calidad de vida de la señora Correal Rodríguez, ni tampoco que esta se
encuentra en una etapa terminal de su vida a causa de este padecimiento, por
lo que bajo este escenario inicialmente podría considerarse que la demandante
no se encuentra en alguno de os dos eventos para ser beneficiaria de los
cuidados paliativos solicitados y por ende no habría lugar a vulneración al
derecho fundamental a la salud.

No obstante lo anterior, y teniendo en cuenta que en el informe presentado por


COOMEVA EPS, se explicó que requirió a la Clínica Nuestra para determinar
la pertinencia de suministrar estos servicios médicos en específico ( folio 203
vto) sin que se hubiese allegado al plenario prueba alguna que acredite ese
dicho, aunado el hecho de que la IPS accionada, pese a estar debidamente
enterada sobre los hechos objeto de controversia, no realizó pronunciamiento
alguno, son estas situaciones las que dejan entrever que la vulneración al
derecho fundamental a la salud, deviene porque se hizo caso omiso a la solicitud
elevada por la demandante de que se le presten servicios médicos paliativos,
mientras se resuelve su solicitud de eutanasia, evento en los cuales la
normatividad vigente establece los protocolos que deben seguir las IPS, para
atender este tipo de solicitudes, entre los que se encuentra inicialmente la
conformación de un comité técnico científico que estudie el pedimento elevado
de manera inmediata, situación que precisamente fue obviado por el centro
médico accionado; esa negligencia y pasividad es precisamente la causa de la
vulneración al derecho fundamental invocado, no porque ello sea procedente,
puesto que se demuestra que se requiere conceptos especializados para su
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procedencia, sino porque esa inacción viene prolongando sufrimientos y
ansiedad en la vida de la accionante.

Bajo esta linea y como quiera que los cuidados paliativos según la Ley 1733 de
2014, deben ser prestados por cualquier IPS sin ningún tipo de nivel especial
de atención, que cuente con los protocolos para su manejo y habida cuenta que
COOMEVA EPS elevó solicitud a la CLINICA NUESTRA, para determinar la
pertinencia de autorizar estos cuidados, y ante la ausencia de material
probatorio que acredite que la afección FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA
tiene el carácter de ser crónica, degenerativa e irreversible de alto impacto en la
calidad de vida de la accionante o que esta haya desencadenado en la tutelante
un estado de salud terminal, condiciones necesarias para acceder a estos
cuidados, pero sin dejar de lado el hecho que esta desea terminar con sus
sufrimientos mediante la práctica de la eutanasia, considera esta administradora
de justicia que lo ideal en el presente caso, es que se conforme un grupo de
médicos especialistas en las afecciones padecidas por la Sra. AMPARO DEL
SOCORRO CORREAL RORIGUEZ a fin de determinar si su padecimiento se
enmarca dentro de los requisitos para considerarla una enferma terminal o que
su afección la está afligiendo de manera crónica y progresiva, yen caso que la
valoración determine la necesidad de estos servicios médicos paliativos, la EPS
como la IPS deberán garantizar de manera inmediata y oportuna su prestación.

Frente a la solicitud de que se practique el procedimiento de EUTANASIA , se


debe decir que jurisprudencia, y legalmente se han establecido dos requisitos
necesarios que deben mediar, para que los profesionales de la medicina e
instituciones médicas procedan con su práctica, exigencias que precisamente
fueron consignadas en la sentencia T-423 de 2017, así en primer lugar la
persona debe padecer una enfermedad terminal que produzca intensos dolores;
frente a este requerimiento ha expresado el alto tribunal constitucional, que debe
ser analizado desde dos puntos de vista, uno objetivo, que implica que la
enfermedad debe estar calificada por un especialista, no es suficiente que el
paciente, exprese padecer un afección fatal o terminal, se necesita conocimiento
técnico sobre el padecimiento, desde el ámbito subjetivo se debe analizar el
componente dolor generado por la afección, el cual debe ser intenso y afectar
la calidad de vida del individuo, pues nadie más que el propio paciente sabe que
algo le causa un sufrimiento de tal intensidad que se hace incompatible con su
idea de dignidad.

El segundo elemento que debe converger es el consentimiento, libre informado


e inequívoco de que la decisión del paciente de provocar su muerte sea
consistente y sostenido que no sea ocasionado a causa de episodios anímicos
críticos o depresivos, en el presente caso del material probatorio analizada es
fácil observa que solo colige esta exigencia, ello según lo consignado, en el
presente caso tal y como se expresó en los apartes anteriores, ni en el escrito
de tutela, ni con los elementos de juicio recaudados por el despacho, fue posible
lo
determinar, si la accionante presenta un cuadro clínico terminal o si las
enfermedades FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA, APNEA DEL SUEÑO;
HIPERTENSION PULMONAR SEVERA, tienen el traste de ser fatales,
terminales o crónicas, que ocasione grave pérdida en su calidad de vida,
actualmente solo se cuenta con el dicho de la actora, el cual debe ser
complementado con los conceptos de los especialistas; desde esta óptica no se
cumpliría con el primero de os requisitos, para que se acceda a practicar este
procedimiento y como quiera que estos deben ser convergentes, la petición
debe negarse.

Pese a lo anterior observa esta administradora de justicia que la vulneración al


derecho a morir dignamente en el presente caso también aparece materializada,
causa nuevamente de la pasividad de la IPS, en cumplir los protocolos que debe
seguir cuando se hacen este tipo de pedimentos, a la postre queda demostrado,
que la Clínica Nuestra tenía conocimiento de que la Sra. Correal Rodríguez,
solicitó la práctica de la eutanasia, evento ante el cual y de conformidad con la
resolución 1216 de 2015, acto administrativo que establece los lineamientos que
se debe seguir las IPS que no cuenten con la infraestructura para la realización
de la eutanasia, esto es, informar dicha situación de manera inmediata a la EPS
a la cual esté afiliado el paciente, con el fin de que esta coordine todo lo
necesario en aras de garantizar el derecho.

Sin embargo, aclaró que según el numeral 4 del artículo 12 de la resolución es


responsabilidad de la IPS comunicarse permanentemente con la EPS, lo que
quiere decir que independientemente de que aquella cuente con las condiciones
propicias o no para la conformación del Comité, se debe dar aviso a la EPS
sobre la situación, supuestos que no acontecieron en el presente caso, tan es
así que COOMEVA EPS en el informe presentado manifestó no tener
conocimiento al respecto, situación que va en contravia de uno de los criterios
fijados por el alto tribunal constitucional, que debe tenerse en cuenta al
momento de gestionar la práctica de este procedimiento, sin lugar a dudas, con
ese actuar por parte de la CLINICA NUESTRA se afectó la celeridad que implica
la no imposición de cargas excesivas al enfermo, que el tramite debe ser ágil,
rápido y sin ritualismos excesivos que alejen al paciente del goce efectivo del
derecho.

Bajo las anteriores consideraciones y como quiera que la solicitud de cuidados


paliativos es concomitante al procedimiento de eutanasia y como quiera que en
el presente caso se demostró que fue á pasividad de la IPS la que no ha
permitido el avance para el estudio de estas dos solicitudes y ante la carencia
de criterio científico en el libelo que permita acreditar que los padecimientos
sufridos por la accionante ponen su estado de salud en una etapa terminal o que
en un estado crónico, degenerativa e irreversible de alto impacto en su calidad
de vida, se ordenará a la CLINICA NUESTRA integre un grupo de especialistas
en las afecciones FIBROSIS PULMONAR IDIOPATICA, APNEA DEL SUEÑO e
II
HIPERTENSION PULMONAR SEVERA para que con base en su historia clínica
realicen de manera inmediata una evaluación integral de la condición médica de
la accionante y determinen cuál es su situación médica actual, se eleve un
diagnóstico que establezca, si sus padecimientos le dan la connotación de ser
una enferma en fase terminal o si estas enfermedades tienen el carácter de ser
crónica, degenerafiva e irreversible de alto impacto en su calidad de vida, así
mismo si es viable o no suministrar los cuidados paliativos a su favor, en el
evento de que ello se afirmativo, los resultados deberán ser comunicados a la
EPS a la que se encuentra afiliada la demandante, para que por intermedio de
su red de prestadores de servicios se proceda a gestionar lo necesario para
realizar el procedimiento de eutanasia de conformidad a las formalidades y
parámetros consignados en la normatividad y jurisprudencia vigente.

Si por alguna razón la IPS citada no cuente con la infraestructura para


materializar lo ordenado, COOMEVA EPS de manera inmediata y por
intermedio de su red de prestadores de servicios, un grupo de especialistas
mediante los cuales cumplirán los anteriores mandatos, esto es, la valoración
para determinar la procedencia de suministra los cuidados paliativos y el trámite
para establecer si es viable o no practicar la eutanasia, bajo los mismos términos
expuestos en el párrafo anterior.

En mérito de lo expuesto, el JUZGADO DÉCIMO PENAL MUNICIPAL CON


FUNCIONES DE CONOCIMIENTO DE CALI, en nombre del Pueblo y por
mandato de la Constitución:

RESUELVE

PRIMERO: TUTELAR los derechos fundamentales a la salud y muerte digna de


la Sra. AMPARO DEL SOCORRO CORREAL RODRIGUEZ identificada con
C.0 32.451.475 en contra de la Entidad Promotora de Salud COOMEVA EPS y
LA CLINICA NUESTRA, por las consideraciones expuestas en la parte motiva
de este proveído.

SEGUNDO: ORDENAR al representante legal de la CLINICA NUESTRA para


que en el término de cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación de
este fallo integre un grupo de especialistas en las afecciones FIBROSIS
PULMONAR IDIOPATICA, APNEA DEL SUEÑO e HIPERTENSION
PULMONAR SEVERA para que con base en su historia clínica realicen de
manera inmediata una evaluación integral de la condición médica de la
accionante y determinen cuál es su situación médica actual, se eleve un
diagnóstico que establezca, si sus padecimientos le dan la connotación de ser
una enferma en fase terminal o si estas enfermedades tienen el carácter de ser
crónica, degenerativa e irreversible de alto impacto en su calidad de vida; así
mismo si es viable o no suministrar los cuidados paliativos a su favor, en el
12

evento de que ello se afirmativo, los resultados deberán ser comunicados a la


EPS a la que se encuentra afiliada la demandante, para que por intermedio de
red de prestadores de servicios y a la mayor brevedad posible proceda a
ggstionar lo necesario para'. realizar el procedimiento de eutanasia de
cónformidad a las formalidades- y parámetros consignados en la normatividad y
jurisprudencia vigente.

TERCERO: ORDENAR al Representante legal o quien hiciere sus veces de


COOMEVA EPS que en el evento de que la CLINICA NUESTRA no cuente con
la infraestructura para materializar lo ordenado, de manera inmediata y por
intermedio de su red de prestadores de servicios, integrará un grupo de
especialistas para que cumpla todos los mandatos consignados en el numeral
segundo de esta providencia

CUARTO: Las entidades responsables queda en el deber de informar a este


Despacho, en el término de la distancia, sobre el acatamiento de esta orden.

QUINTO: Contra esta providencia procede el recurso de IMPUGNACIÓN, y en


el evento de no hacerse uso del mismo, una vez en firme, se remitirá el
expediente original a la Honorable Corte Constitucional para su eventual
revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Hora: 4:50 p.m.

La Juez,
\\_cA
ARITO LOZA OCERON

El Secretario.

ALAN DAVID INSUASTY CUAICUAN

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