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URGENTE CONCEDER MEDIDA PROVISIONAL PACIENTE ADULTO DE 57 AÑOS EN DELICADO

ESTADO DE SALUD POR ENFERMEDAD DE PARKINSON.

De manera respetuosa solicito al despacho considerar como medida provisional URGENTE en favor
de JACOBO ALVAREZ ALVAREZ de 57 años de edad, y mientras se emite el fallo de tutela
correspondiente, se ordene a SANITAS EPS que de manera inmediata autorice a su cargo la
práctica del procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON GENERADOR
RECARGABLE ordenado por su médico tratante, esto por negativa por parte de SANITAS EPS a
través de su operador logístico en su autorización y suministro lo que ha causado grave perjuicio
para su salud a consecuencia del padecimiento de una delicada enfermedad.

Señor:
JUEZ PENAL MUNICIPAL DE BOGOTÁ (REPARTO)
Ciudad.-

DIEGO ALFONSO ALVAREZ ALVAREZ, mayor de edad identificado como aparece al pie de mi firma,
domiciliado en esta ciudad y obrando de acuerdo a lo determinado por el art. 10 del Decreto 2591
de 1991 como AGENTE OFICIOSO de mi señor padre JACOBO ALVAREZ ALVAREZ mayor de edad
identificado con cédula de ciudadanía No. 79.311.758 de Bogotá quien a la fecha no está en
condiciones de promover su propia defensa; acudo ante su despacho para instaurar ACCION DE
TUTELA en contra de SANITAS EPS en cabeza de su representante legal, para que se protejan los
derechos constitucionales fundamentales que más adelante mencionaré. Mis pretensiones se
fundamentan en los siguientes aspectos:

Es viable incoar una acción mediante el uso de la figura de la agencia oficiosa siempre y cuando el
titular de los derechos agenciados se encuentre imposibilitado para defenderlos, por razones
físicas, entre otras como en el caso sub-examine, pues JACOBO ALVAREZ ALVAREZ por razones
físicas es evidente que se encuentra impedido para solicitar directamente el amparo de sus
derechos.

HECHOS:

Mi protegido es afiliado activo de SANITAS EPS que padece entre otras ENFERMEDAD DE
PARKINSON según lo determinado por el Dr. Andrés González, médico neurocirujano que le
atiende en la IPS ILANS por cuenta de SANITAS EPS.

A consecuencia de lo delicado y lo avanzado de su patología y después de ser valorado por las


especialidades de neurología, neurocirugía, neuro psiquiatría, trabajo social y psiquiatría de la IPS
ILANS se decidió en junta médica de neurocirugía funcional celebrada el día 20 de agosto de 2021
ordenar la práctica del procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON
GENERADOR RECARGABLE el cual es fundamental para el manejo de su delicada enfermedad.

Claro es el dictamen emitido por los especialistas de la junta de neurocirugía funcional de la IPS
ILANS:

“...paciente con enfermedad de Parkinson avanzada severa refractaria al mejor manejo médico
de primera, segunda y tercera línea disponible con un programa de atención multidisciplinaria
para movimientos anormales, con complicaciones motoras severas por levodopa tipo
disquinesias o fluctuaciones o con temblor severo refractario al manejo con medicamentos, con
deterioro severo de su calidad de vida y funcionalidad, sin otras alternativas disponibles para
manejo de una condición que se ha tornado intratable, sin contraindicaciones bio-psicosociales
para cirugía, a quien consideramos candidato a manejo de su enfermedad con estimulación
cerebral profunda bilateral. Esta cirugía es POS y los insumos de esta son POS…”
Hasta la fecha SANITAS EPS se ha negado a emitir la autorización para la práctica del
procedimiento en la IPS ILANS (a pesar existir contrato vigente entre IPS LANS y SANITAS EPS) y
por razones de costo beneficio sin pensar en la salud de mi padre, lo quiere remitir a otra entidad
que no tiene profesionales con experticia en la práctica del procedimiento ESTIMULACION
CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON GENERADOR RECARGABLE lo que le puede generar más
que un beneficio, un grave perjuicio para su salud teniendo en cuenta que este procedimiento
debe ser practicado por profesionales con experiencia en implantes (pues no todos los
neurocirujanos la tienen).

La conducta asumida por SANITAS EPS simplemente confirma la cantidad de barreras de acceso
que le imponen a los pacientes que padecen enfermedades de alto impacto, buscando
simplemente que estos desistan de los trámites, exonerándose así la entidad prestadora de la
responsabilidad que el sistema de salud le impone, vulnerando entre otros el DERECHO A LA
SALUD, el DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL y el DERECHO A LA CONTINUIDAD EN UN
TRATAMIENTO YA INICIADO entre otros, dejando de lado que se trata de un paciente que está en
delicado estado de salud a consecuencia de esta delicada enfermedad que demanda atención
médica oportuna e integral.

Desafortunadamente el procedimiento hoy en litis tiene un alto costo y mi padre no cuenta con los
recursos económicos para sufragar el mismo ya que en el mercado tiene un valor muy elevado que
es de más de CINCO MILLONES DE PESOS MCTE ($5.000.000.oo) sin tener en cuenta los
medicamentos que le formulan que están fuera del plan obligatorio de salud así como los
exámenes de diagnóstico y tratamiento, y él no tiene ingresos para asumir una responsabilidad
económica tan importante, pues a consecuencia de su edad no trabaja de manera regular y su
manutención deriva principalmente de la ayuda de su familia la cual deriva ingresos muy
modestos que apenas cubren nuestras necesidades básicas.

Por lo anterior es simple determinar que no puede costear el adecuado tratamiento que mi padre
requiere a pesar de que en este momento es el de primera elección para el manejo de su
ENFERMEDAD DE PARKINSON y el no manejo adecuado de ésta pondría en grave peligro su
calidad de vida.

“…No es justo además tener que cubrir el costo de un tratamiento que como bien indican sus
médicos tratantes se encuentra dentro del plan de beneficios de salud vigente…”

AGENCIA OFICIOSA. REITERACIÓN DE JURISPRUDENCIA


 
El artículo 86 de la constitución establece que la acción de tutela es un mecanismo de defensa al
que puede acudir cualquier persona para reclamar la protección inmediata de sus derechos
fundamentales.
 
Jurisprudencialmente la corte constitucional ha señalado en numerosas oportunidades que pese al
carácter informal que reviste la acción de tutela, las personas que la instauran deben hallarse
debidamente acreditadas, y por tanto demostrar necesariamente la titularidad del derecho
reclamado o la autorización para representar a su titular.
 
En tal sentido, tanto las normas que regulan la materia como la jurisprudencia de la corte
consideran válidas tres vías procesales adicionales para la interposición de la acción de tutela,
cuando la misma no se interpone directamente por el titular del derecho: (i) A través del
representante legal del titular de los derechos fundamentales presuntamente conculcados
(menores de edad, incapaces absolutos, interdictos y personas jurídicas); (ii) por intermedio de
apoderado judicial (abogado titulado con poder o mandato expreso) y;  (iii) por medio de agente
oficioso.
 
En relación con la figura de la agencia oficiosa, el artículo 10 del Decreto 2590 de 1991, señala que
esta se presenta cuando, el titular de los derechos fundamentales se encuentra en imposibilidad
material de promover su propia defensa como en el caso en estudio.
 

Al respecto, la corte ha declarado que la presentación de la solicitud de tutela a través de agente


oficioso es procedente en los siguientes casos:
 
(i) El agente oficioso manifiesta actuar en tal sentido; y, (ii) De los hechos y
circunstancias que fundamentan la acción, se infiere que el titular de los derechos
fundamentales presuntamente conculcados se encuentra en circunstancias físicas o
mentales que le impiden su interposición directa.”
 
Por tanto, encontramos que el caso bajo estudio cumple con los requisitos determinados por la
jurisprudencia, toda vez que JACOBO ALVAREZ ALVAREZ padece de ENFERMEDAD DE
PARKINSON, enfermedad que lo condiciona a un estado de debilidad manifiesta, lo cual le
imposibilita para ejercer la defensa directa de sus intereses. En razón a ello, se encuentra que el
suscrito está legitimado para acudir en calidad de agente oficioso y solicitar el amparo tutelar de
los derechos fundamentales del afectado.

Clara ha sido la corte constitucional en determinar en casos como el sub-examine:

EL DERECHO A LA SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL Y SU PROTECCIÓN POR VÍA DE LA


ACCIÓN DE TUTELA.

La acción de tutela es un mecanismo constitucional subsidiario que procede ante la inexistencia o


ineficacia de otros mecanismos judiciales ordinarios que permitan contrarrestar la inminente
vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

En reiteradas oportunidades la corte ha señalado que, de conformidad con el artículo 49 de la


Constitución Política, la salud tiene una doble connotación -derecho y servicio público 1-. En tal
sentido, ha precisado que todas las personas deben acceder a este último, y al Estado le
corresponde organizar, dirigir, reglamentar y garantizar su prestación de conformidad con los
principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.

De igual manera, el alto Tribunal ha señalado que este derecho prima facie, no es un derecho
fundamental, habida consideración del carácter asistencial o prestacional del mismo. Así mismo, la
mencionada Corporación ha examinado diversas situaciones donde es factible la protección del
derecho a la salud mediante la acción de tutela, entre ellas:

EL DERECHO A LA SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL POR SU CONEXIDAD CON OTROS


DERECHOS FUNDAMENTALES.

La doctrina constitucional considera que los derechos fundamentales por conexidad son aquellos
que, no siendo denominados como tales en la Constitución Política, les es comunicada esta
calificación en virtud de la íntima relación con otros derechos fundamentales, de manera que si no
fueran protegidos en forma inmediata los primeros se ocasionarían la vulneración o amenaza de
los segundos. Es el caso del derecho a la salud, que, no siendo derecho fundamental, adquiere esta
categoría cuando la desatención del enfermo amenaza con poner en peligro su derecho a la vida
como en el caso sub-examine.

Olvida SANITAS EPS que el derecho a la salud y su protección por vía de acción de tutela se
encuentra íntimamente ligado al derecho a tener una vida digna.

1 En relación con el derecho a la salud, esta Corporación ha señalado que este es un derecho asistencial, porque requiere para su
efectividad de normas presupuéstales, procedimentales y de organización que hagan viable le eficacia del servicio público. Ver sentencia
T-544 de 2002 y T-304 de 2005, entre otras.
En reiteradas oportunidades la corte ha sostenido que, aunque en principio la salud no es un
derecho amparable de manera autónoma por vía de tutela, este derecho puede ser objeto de
protección por parte del juez de tutela cuando se encuentre estrechamente ligado con un derecho
constitucional de carácter fundamental, como la vida o la integridad personal.

En efecto, el derecho a la vida no puede ser considerado tan sólo como la mera existencia física o
biológica sino en su dimensión amplia. De manera que el amparo tiene lugar no sólo cuando quien
busca la protección está a punto de morir o de sufrir una pérdida funcional significativa, sino que
incluye la realización humana en todas sus manifestaciones enmarcada en el principio de dignidad,
hasta el punto de garantizar una existencia en condiciones dignas. Ello debido a que el Estado
Social de Derecho se funda en el respeto a la dignidad humana, la cual debe ser garantizada de
manera efectiva por el Estado, en este caso a través de los jueces de la República.

La acción de tutela, entonces, está llamada a prosperar no sólo ante circunstancias graves que
puedan comprometer la existencia biológica de una persona, sino frente a eventos que, como
este, no obstante ser de menor gravedad, perturben el núcleo esencial del derecho a la vida digna.

En estricto sentido, el derecho a la vida es el derecho fundamental por excelencia, por cuanto en
él se fundan todos los demás derechos. De nada sirve garantizar al hombre la protección de todos
los bienes jurídicos si no se protege el que es fundamento de todos: la vida humana. Lo anterior,
porque la vida humana es el acto de ser del hombre; de ahí que desde Aristóteles se expresara que
la vida para el viviente es su mismo ser.

SANITAS EPS no tiene en cuenta para el caso subexamine, que la eficiencia como principio de la
prestación de un servicio público se relaciona con la continuidad en el servicio, es decir que no
debe interrumpirse la prestación salvo que exista una causa legal justificable constitucionalmente.
Clara ha sido la Corte en determinar:

“... No cabe duda de que los derechos fundamentales de las personas priman sobre cualquier
otro tipo de derechos y cuando el conflicto anteriormente descrito se presenta, esta Corporación
ha sido enfática y clara en la decisión de protegerlos, inaplicando para el caso concreto la
legislación y ordenando la prestación de los servicios excluidos, cumpliendo así con lo dispuesto
en el articulo 4 de la Constitución Política, pues ni siquiera la ley puede permitir el
desconocimiento de los derechos personalísimos de los individuos y, cuando so pretexto de su
cumplimiento se atenta contra ellos, no solamente es posible inaplicarla, sino que es un deber
hacerlo...” (subrayado fuera de texto)

Así mismo, se debe tener en cuenta el principio de continuidad característico de los servicios
públicos el cual garantiza la posibilidad real de que la prestación del servicio sea oportuna y
adecuada y de él se desprende que quienes prestan el servicio no pueden realizar actos u omitir
obligaciones que puedan comprometer su continuidad porque con ello afectan la efectividad en la
prestación. Por ello todo lo atente contra la debida prestación del servicio se entenderá como un
acto contrario a derecho porque atenta contra el principio de eficiencia y continuidad propio de
los servicios públicos y además, el art. 2 de la Constitución establece como uno de los fines del
Estado el de garantizar la efectividad de los principios. En tal sentido, la Corte ha exigido el
cumplimiento del derecho a la Seguridad Social porque la suspensión del servicio contemplada en
la Ley 100 de 1993 no puede suspender la garantía constitucional del artículo 53.

En el caso de JACOBO ALVAREZ ALVAREZ, se evidencia que la vulneración de los derechos


fundamentales es galopante y que no es justo desde ningún esquema que la EPS solamente
mediante la orden de un juez de tutela cumpla sus obligaciones legales y constitucionales. El punto
en salud adquiere tintes dramáticos si se tiene en cuenta que padece una enfermedad que día a
día deteriora su calidad de vida y cuya única posibilidad de controlarla es el tratamiento adecuado
que no fue autorizado por la EPS; la omisión en sí misma constituye una conducta reprochable por
parte de la entidad.

Por manera que en el caso que hoy usted debe fallar, se tiene su señoría que el procedimiento
ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON GENERADOR RECARGABLE fue ordenado
por el médico tratante de mi protegido y que según su criterio representa el procedimiento
adecuado para evitar mayor deterioro y recaídas constantes debido a la enfermedad que padece,
como arriba se anotó.

Procedimiento que al haber sido negado por SANITAS EPS sin duda constituye un acto atentatorio
no solo contra la dignidad humana sino además se pone en riesgo la vida misma y por consiguiente
se afecta el derecho a la salud en conexidad con la vida situación que obliga a tomar medidas
urgentes y eficaces que eviten la puesta en peligro o el cese de la trasgresión de dichos derechos
por parte de SANITAS EPS.

Habrá de colegirse que la reglamentación administrativa de la cual se acoge SANITAS EPS se torna
claramente inconstitucional para el caso en examen para dar señor juez plena y estricta
prevalencia a las disposiciones Constitucionales.

La falta de un efectivo control y vigilancia por parte de las autoridades competentes puede
concurrir como una de las causas por las que se desconoce el derecho a la salud de las personas.
Por ejemplo, las trabas burocráticas a las que son expuestos los pacientes con miras a obtener una
solución a sus dolencias son excusas inadmisibles para justificar violación de derechos
fundamentales.

No es la primera vez que se aprecia que las deficiencias en la seguridad social en salud provienen
del trato poco humano y alejado de las normas constitucionales dados por mando administrativos
de la EPS. Es generalmente allí donde se obstaculiza la atención a los pacientes y éste queda
indefenso. Además, se diluye aparentemente la responsabilidad en mandos medios cuando la
responsabilidad directa es de la EPS.
LA NEGACIÓN DE PROCEDIMIENTOS, TRATAMIENTOS O MEDICAMENTOS INCLUIDOS DENTRO
DEL PLAN OBLIGATORIO DE SALUD VULNERA EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD.
El artículo 49 de la constitución política erigió la atención en salud como un servicio público a
cargo del Estado y como un derecho que garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de
promoción, protección y recuperación de la salud. De esta forma, tal como lo ha reconocido la
jurisprudencia de la corte, el derecho a la salud es un derecho complejo y la materialización de
este requiere de un amplio desarrollo legal y de la implementación de políticas públicas que
aseguren tanto la apropiación de recursos como la distribución y utilización eficiente de los
escasos recursos disponibles. 
 
En virtud de lo anterior, el legislador desarrolló en la Ley 100 de 1993 el Sistema General de
Seguridad Social en Salud- SGSSS-, garantizando a los afiliados al mismo, el acceso a un conjunto
de prestaciones concretas a cargo de las entidades que lo conforman, precisadas en un Plan
Obligatorio de Salud – POS - tanto para el régimen contributivo como subsidiado.

En esta línea, realizando una aproximación al concepto de los derechos fundamentales, la


jurisprudencia de la corte ha entendido que es fundamental “todo derecho constitucional que
funcionalmente esté dirigido a lograr la dignidad humana y sea traducible en un derecho
subjetivo”.
 
En consecuencia, en la sentencia T-859 de 2003 esa alta corporación sentó que:
 
“..Al adoptarse internamente un sistema de salud – no interesa que sea a través del sistema
nacional de salud o a través del sistema de seguridad social - en el cual se identifican los factores
de riesgo, las enfermedades, males, medicamentos, procedimientos y, en general, los factores que
el sistema va a atender para lograr la recuperación y el disfrute del máximo nivel posible de salud
en un momento histórico determinado, se supera la instancia de indeterminación que impide que
el propósito funcional del derecho se traduzca en un derecho subjetivo…”
 
Así las cosas, puede sostenerse que tiene naturaleza de derecho fundamental, de manera
autónoma, el derecho a recibir la atención de salud definidas en el Plan Básico de Salud, el Plan
Obligatorio de Salud Contributivo y el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado – Ley 100 de 1993 y sus
normas complementarias -, así como respecto de los elementos derivados de las obligaciones
básicas definidas en la Observación General Nº 14. Lo anterior por cuanto se han definido los
contenidos precisos del derecho, de manera que existe un derecho subjetivo claro a favor de
quienes pertenecen a cada uno de los subsistemas – contributivo, subsidiado, etc.”
 
En suma, el acceso a cualquier servicio de salud cuya prestación se requiera de acuerdo con el
concepto de su médico tratante y que se encuentre previsto en el POS, está constitucionalmente y
legalmente garantizado por el sistema a sus afiliados – en cuanto derecho subjetivo -, de tal suerte
que su negación por parte de la respectiva EPS, comporta la vulneración del derecho fundamental
autónomo a la salud, y en esa medida la acción de tutela es procedente para obtener su amparo
sin que exista amenaza a la vida u otro derecho fundamental como en el caso en estudio.

Igualmente ha determinado la corte constitucional que para acceder a un servicio de salud


incluido en el POS, procederá la acción de tutela siempre y cuando se cumpla con las siguientes
condiciones: (i) “que el servicio, tratamiento o medicamento haya sido ordenado por un médico
tratante, (ii) que sea necesario para conservar la salud, la vida, la dignidad, la integridad o algún
derecho fundamental y (iii) haya sido solicitado previamente a la entidad encargada de prestarle el
servicio de salud como se ha presentado en el caso sub examine.

DERECHOS SOBRE LOS CUALES SE INVOCA LA PROTECCIÓN:

La negativa de SANITAS EPS de suministrar de manera pronta y oportuna la autorización del


procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON GENERADOR RECARGABLE
a mi padre JACOBO ALVAREZ viola varios derechos fundamentales como son el derecho a un
adecuado nivel de vida consagrado en el art. 25 de la declaración universal de derechos humanos
que conforme a los dispuesto en los arts. 93 y 94 de nuestra carta prevalece sobre el orden interno
y la enunciación de derechos y garantías contenidos en nuestra constitución, también se está
violando el derecho a la vida en forma indirecta, ya que la no entrega y suministro oportuno del
medicamento agiliza como se explicó en el capítulo anterior el proceso de deterioro que hoy sufre.

Considero violado el derecho a la dignidad humana por cuanto en los postulados de la


constitución, es importante reconocer los derechos fundamentales de las personas y como arriba
se explicó el derecho a la salud es un derecho preferente sobre los demás, por lo cual se reconoce
la dignidad en el sentido de que el ser humano pueda llevar una vida digna en condiciones tales
que se facilite su participación dentro de la sociedad. Se trata pues de defender la vida, pero
también una cierta calidad de ella, por lo tanto, es necesario que exista un marco de condiciones
de salud integral, es decir, física y emocional que le permitan la existencia con calidad a su vida.

Por lo tanto, es necesario que exista no la vida en sí o la dignidad por sí misma, sino un marco de
condiciones de salud integral, es decir, física y emocional, que le permitan la existencia con calidad
a la persona, y esa calidad, en el caso de mi padre hace referencia a la práctica de un
procedimiento que le proporcionará condiciones de vida digna en cuanto a calidad y cantidad y
que si no se suministran de manera oportuna y diligente le aproximan a una disminución
importante de su capacidad física y a la afección de órganos que podrían causar desenlaces fatales
en su organismo.

Utilizo de manera acertada la figura de la TUTELA por ver amenazado un derecho fundamental por
parte de SANITAS EPS se amenaza el derecho fundamental a la salud (art. 49 C.N) y el derecho a la
igualdad, pues claro es que SANITAS EPS por intermedio de su prestador ha autorizado la práctica
del procedimiento arriba descrito a pacientes con la misma enfermedad sin tener que llegar a esta
instancia.

PRUEBAS

Ruego al señor juez se sirva tener en cuenta y practicar las siguientes pruebas:

1. Documentales: (Anexas a la Tutela)

- Resumen de historia clínica suscrita por los médicos tratantes del afectado en la IPS ILANS
por cuenta de SANITAS EPS.
- Decisión médica emitida por la JUNTA DE MOVIMIENTOS ANORMALES de la IPS ILANS
recomendando la práctica del procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA
BILATERAL CON GENERADOR RECARGABLE.
- Test de Levodopa realizado en la IPS ILANS.
- Copia simple cédula de ciudadanía de JACOBO ALVAREZ ALVAREZ.
- Copia simple cédula de ciudadanía del firmante.

2. Solicitud de pruebas documentales:

- Copia del acta suscrita por el comité técnico científico en la que se analizó y estudió este
caso técnicamente de acuerdo con lo determinado por la reglamentación vigente.
- Estudio de valoraciones y conceptos realizados por parte de SANITAS EPS en lo
relacionado con la patología que padece el afectado, que sirvieron de fundamento para
negarle a JACOBO ALVAREZ ALVAREZ la práctica del procedimiento atrás anotado.
- Estudio y conclusiones del análisis de la historia clínica por parte de los miembros del
C.T.C. de SANITAS EPS.

3. Solicitud de inspección Judicial:

- Historia Clínica de JACOBO ALVAREZ ALVAREZ en la IPS ILANS y en SANITAS EPS.

PRETENSIONES.

Con fundamento en los hechos relacionados, solicito al señor juez disponer y ordenar a la
parte accionada y a mi favor TUTELAR el derecho a la salud en su condición de derecho
derivado de la vida.

Dar aplicación de manera inmediata al art. 7º. del Decreto 2591 de 1991, en el sentido de
ORDENAR DE MANERA PROVISIONAL Y URGENTE a SANITAS EPS se autorice y practique a
JACOBO ALVAREZ ALVAREZ el procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA
BILATERAL CON GENERADOR RECARGABLE en la IPS ILANS (INSTITUTO LATINOAMERICANO
DE NEUROLOGIA Y SISTEMA NERVIOSO) conforme a las indicaciones emitidas por su médico
tratante, pues la práctica del procedimiento SE REQUIERE DE MANERA PRIORITARIA mientras
el despacho a su cargo define la situación de manera definitiva a través de la acción aquí
incoada con miras a que no se cause más perjuicio a su salud vulnerándose de manera más
gravosa su derecho a la salud y por ende evitar daños más graves y posiblemente irreversibles
que no le permiten una aceptable calidad de vida.

Por lo anterior, ordenar a SANITAS EPS se autorice y practique a JACOBO ALVAREZ ALVAREZ
el procedimiento ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA BILATERAL CON GENERADOR
RECARGABLE en la IPS ILANS (INSTITUTO LATINOAMERICANO DE NEUROLOGIA Y SISTEMA
NERVIOSO) conforme a las indicaciones emitidas por su médico tratante, y se garantice el
TRATAMIENTO INTEGRAL Y LOS DEMAS MEDICAMENTOS Y TRATAMIENTOS QUE REQUIERA
para el manejo de su ENFERMEDAD DE PARKINSON a fin de lograr su adecuado tratamiento y
por ende un mínimo de calidad de vida.

COMPETENCIA.

Es usted competente señor Juez, por la naturaleza constitucional del asunto y por tener
jurisdicción en el lugar donde ocurrió la vulneración o amenaza de los derechos
fundamentales invocados, conforme al art. 37 del decreto 2591 de 1991.

JURAMENTO.

Bajo la gravedad del juramento, manifiesto que no he instaurado otra ACCIÓN DE TUTELA con
fundamento en los mismos hechos y derechos materia de esta acción de acuerdo a lo
determinado por el art. 37 del Decreto 2591 de 1991.

ANEXOS.

1. Copia de la demanda para el archivo del juzgado.


2. Las documentales anunciadas en el capítulo de pruebas.

NOTIFICACIONES.

Recibiré notificaciones en la secretaria de su despacho, en la ____________________,


teléfono _________ ó en el correo electrónico xxxxxxx

La parte accionada o sea SANITAS EPS en cabeza de su representante legal las recibirá en la
______________ de esta ciudad.

Del señor juez,

DIEGO ALFONSO ALVAREZ ALVAREZ


C.C. 1.030.548.087 de Bogotá.

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