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TEXTO 1:

Para tener más autoridad sobre sus súbditos, los reyes visigodos copiaron a los
antiguos emperadores romanos: hacían leyes y procuraban ponerlas por escrito,
comenzaron a usar símbolos de poder como el cetro, el trono o el manto, e incluso
intentaron que la monarquía fuese hereditaria, es decir, que pasara a sus hijos, lo que
provocó muchas sublevaciones de los nobles.
TEXTO 2:

1. Evolución normal de una especie:

Cada especie se origina en una territorio localizado, se expansiona cuanto puede por
una zona geográfica, desaparece en algunos puntos de ella hasta quedar aislada en
determinadas zonas, y más tarde suele extinguirse. (El tiempo de existencia de una
especie varía, pero por término medio dura medio millón de años)

Cada especia tiende a expansionarse alrededor del territorio en que se ha originado y


lo hace hasta que las barreras ecológicas le imponen unas condiciones para las cuales
no está adaptada. Estas barreras lo mismo pueden ser físicas que biológicas. Las
barreras físicas suelen ser de tipo geográfico (montañas, mares, desiertos, etc.) Las
barreras biológicas consisten en falta de alimentos, especies competidoras, etc,.

Las especies que logran distribuirse en zonas muy amplias se llaman cosmopolitas. Por
el contrario, cuando ocupan una zona muy pequeña porque se halla en los inicios de su
historia evolutiva o porque las barreras ecológicas no han permitido una amplia
dispersión o incluso porque la especie está próxima a extinguirse, se llaman
endémicas.
TEXTO 3:

"El progreso de la mente y la evolución de la cultura"

Ciertamente, el primitivo razona de una forma muy distinta a como lo hacemos


nosotros, y, en muchos aspectos su pensamiento es, sin duda, inferior al nuestro, en el
sentido de que acepta más fácilmente, creencias falsas y comete más errores
objetivos. Pero esto, en rigor, no constituye una cuestión exclusivamente psicológica.
En rigor, el problema de la evaluación de la mente humana es inseparable del de la
evolución de la cultura. Evidentemente los razonamientos primitivos resultan
prelógicos para quienes los enjuician desde un nivel cultural como el nuestro; pero son
bastante lógicos si se enjuician desde la situación cultural en que se ejercen. De hecho,
si a unos niños de nuestro mundo se les situara desde los primeros meses de la vida en
una comunidad primitiva, acabarían por razonar de una manera muy semejante a la
descrita; y, al revés, un niño primitivo incorporado desde el comienzo de su vida a
nuestra civilización acabaría por razonar como cualquiera de nosotros.

Lo que se deduce, pues, de todo esto es que la "mente" y su nivel constituyen el


resultado de una larga evolución, biológica primero y cultural después. La mente
humana no puede explicarse sólo a partir de unos principios anímicos y unas
facultades que despliegan sus potencialidades en abstracto; la mente humana ha de
explicarse también como resultado de una interacción social y de la participación de
cada individuo en una cultura que es transpersonal.
TEXTO 4:

ESTADOS DE CONCIENCIA

Por lo general, creemos que la conciencia es la percepción sensorial de las escenas,


sonidos y olores que están cerca de nosotros. Pero nuestra conciencia incluye muchas
más percepciones. Cualquier persona que mire dentro de sí misma se volverá
consciente de, primero, cierto número de sensaciones corporales. Notará el ritmo de la
respiración y los latidos del corazón, sentirá movimientos del estómago, la saliva en la
boca, la textura y el peso de las ropas, pequeños dolores, picores e, incluso quizás,
dolores pasajeros. Además de estas sensaciones físicas, la persona, con la
introspección, se vuelve consciente de emociones vagas - corrientes de placer,
irritación o de aburrimiento. Y, según su estado emocional, una persona puede ser
consciente, perfecta o vagamente, del paso del tiempo, del futuro, de su propia
mortalidad, de la continuidad de su conciencia y de la individualidad imprescindible de
su yo consciente.

Aunque les es difícil a los individuos describir su propia conciencia con cierto grado de
precisión, la sensación del propio ser está, sin embargo, animada de una sensación
cálida, de inmediatez y de riqueza. Esta percepción de uno mismo, compleja y a
menudo intensa, es particularmente evidente en los estados de plenitud emocional,
como cuando se hace el amor o cuando se siente una pena muy grande. Sin embargo,
está siempre presente, hasta cierto punto, en los momentos más corrientes e incluso
más aburridos de nuestra vida. Hace poco tiempo que la psicología desarrolla métodos
para observar y registrar estos aspectos de la conciencia. Nos basamos todavía, en
gran parte, en descripciones verbales, complementadas con registros relativamente
sencillos de la frecuencia cardiaca, la respiración, las secreciones glandulares y la
actividad eléctrica global del cerebro.

El nivel corriente de la conciencia es el del pensamiento consciente. Una persona


siempre está pensando, incluso aunque esté sentada tranquilamente, en un estado
introspectivo. Las ideas, aunque sean triviales, pasan continuamente por su conciencia.
Además, la mayor parte del pensamiento normal, va acompañado por reacciones en el
comportamiento - generalmente, cada vez que una persona piensa, la lengua y los
músculos de la garganta hacen pequeños movimientos -. Si no se está pensando
activamente, se está probablemente soñando. Una persona normal tiene al día,
aproximadamente, 200 sueños diurnos (Singer, 1966).

Por consiguiente, la conciencia es la suma de todo lo que uno puede descubrir acerca
de una experiencia propia en un momento dado. Naturalmente, existen muchas más
cosas en una persona aparte de su conciencia inmediata. Tiene también muchos
recuerdos - que están inconscientes, a menos que se les llame mediante una
asociación o intencionadamente - así como muchas motivaciones y proyectos
inconscientes. Conjuntamente, estos factores constituyen la identidad de una persona
como un ser psicológico.
TEXTO 5:

FORMAS DE ESTADO Y FORMAS DE GOBIERNO.

Los términos forma de gobierno y modelo de gobierno son empleados


usualmente, aunque de forma impropia, para referirse al concepto de forma de
Estado o modelo de Estado: propiamente este último no sólo comprende el
poder, sino además el territorio y la población. Las distintas formas clásicas de
clasificar las formas de Estado (federal, confederal, regional) también se suelen
denominar formas de gobierno en los textos políticos y filosóficos por la
contracción lingüística "forma de gobierno del Estado" y "forma política del
Estado" en "forma del Estado".

Por su parte, la expresión forma política del Estado se utiliza incluso en textos
constitucionales para designar la forma de gobierno

También se utilizan con ambigüedad estos términos frente al de sistema


político que alude también a la estructura y funcionamiento de los poderes
públicos. No obstante, mientras que una forma de gobierno (o sistema de
gobierno o régimen político) es una manera de ejercitar los distintos tipos de
poder por parte del gobierno, y una estructura de gobierno es la forma en la
que se organiza dicho poder; un sistema político es el sistema en el que se
encuentra inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para
conseguir su objetivo. Entendido así, el concepto forma de gobierno posee una
connotación más estática y simple pues se refiere aisladamente a las
instituciones de gobierno o al resto de actores políticos que inciden sobre ellas,
y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al proceso de toma
de decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más dinámico y cambiante.

Forma de Estado, organización territorial del Estado o modelo de Estado son


distintas expresiones usadas en los textos legislativos y en la bibliografía para
expresar un concepto de derecho constitucional que hace referencia a las
diversas formas de organización o modelos que los Estados pueden adoptar en
base a la relación o articulación que pretenden establecer entre sus tres
elementos constitutivos: el territorio, la población y el poder.

En función de ello se distinguen dos grandes grupos de formas, modelos u


organizaciones territoriales del Estado:

En primer lugar, el Estado unitario, donde pueblo, territorio y poder son


homogéneos, uniformes y simples, y la relación entre ellos es unívoca y directa.
En segundo lugar, el Estado complejo, resultante de la carencia de
homogeneidad entre los tres elementos mencionados, produciéndose una
diversificación en la estructura de su ordenamiento jurídico (Estado federal,
confederal, regional).
Estado unitario Un Estado Unitario es aquel en donde existe un solo centro de
poder político que extiende su accionar a lo largo de todo el territorio del
respectivo Estado, mediante sus agentes y autoridades locales, delegadas de
ese mismo poder central. Además cuenta con un solo poder legislativo que
legisla para todo el país; un poder judicial, que aplica el derecho vigente a todo
el territorio del Estado y que en su seno se establece una Corte Suprema de
Justicia, la cual tiene jurisdicción a nivel nacional, un solo poder ejecutivo que
esta conformado por todos los gobernantes (presidente, gobernadores,
alcaldes...); y además cuenta con una sola constitución política que rige en
todo el territorio y a la cual se hallan sometidas todas las autoridades y
habitantes del Estado. En otras palabras en el Estado unitario se da la
cuádruple unidad: unidad de ordenamiento jurídico (derecho), unidad de
autoridades gubernativas, unidad de gobernados o destinatarios del
ordenamiento jurídico y de las decisiones políticas y unidad de territorio.

- Estados unitarios puros. Los estados unitarios puros conforman una sola
entidad con un gobierno estatal único, sin ninguna división
administrativa. El único estado unitario puro es Montenegro.

- Estados unitarios regionalizad..El estado unitario regionalizado o estado


centralizado es un estado dividido en diversas zonas o regiones político-
administrativas que no son autónomas en sus regímenes internos. Los
gobernantes de las regiones son designados directamente por el
gobierno central. Los siguientes estados son estados centralizados:

Estados regionales

Los estados regionales o descentralizados son estados con un pasado


centralista, pero que progresivamente han otorgado mayor autonomía a las
diversas regiones que los conforman. El grado de autonomía varia
dependiendo del estado, y si el grado de autonomía es bastante elevado los
estados regionales suelen ser considerados "federaciones de facto". En este
caso la única diferencia entre el estado federal y el estado regional es el origen
de las atribuciones: en los estados regionales el gobierno central ha cedido o
devuelto algunos derechos y competencias a la región, mientras que en los
estados federados son las regiones las que han cedido algunas de sus
atribuciones al poder central.

Debido a que el grado de autonomía puede variar sustancialmente con el


tiempo, esta clasificación no es excluyente y a menudo es muy ambigua, es
decir, algunos estados que han permitido el desarrollo de asambleas regionales
locales con poderes muy limitados aun son considerados estados centralizados
(como Francia), otros han permitido un elevado grado de autonomía (como
Italia, España y el Reino Unido), y otros ya se han convertido en federaciones
propiamente tales (como Bélgica). Si las regiones reciben la autonomía que
gozaban en el pasado (como derecho histórico), el proceso de
descentralización a menudo es llamado "proceso de devolución".

Estados federales.

Las federaciones son estados conformados por entidades soberanas y


autónomas. El estatus autónomo de estas entidades no puede ser alterado de
manera unilateral por el gobierno central, aunque pueden existir excepciones
(como el caso de Argentina, donde el gobierno federal ha intervenido en
diversas ocasiones en las provincias; y en México, mediante la figura de la
desaparición de poderes en los estados).

El término formas de gobierno hace referencia al modelo de organización del


poder constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente
entre los distintos poderes.

La manera en la que se estructura el poder político para ejercer su autoridad en


el Estado hace que cada forma de gobierno necesite unos mecanismos de
regulación característicos. Los modelos políticos varían de un Estado a otro y
de una época histórica a otra.

La formulación de los modelos políticos se justifica como plasmación política de


un proyecto ideológico. La denominación del modelo suele incorporarse al
nombre oficial del estado con términos que no responden a criterios comunes
que permitan definir por sí solos su régimen político. Hay distintas
nomenclaturas para denominar las distintas formas de gobierno, desde los
teóricos de la Antigüedad hasta la Edad Contemporánea

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