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Cuerpo extraño en ojo.

Mecanismo y consecuencias

La mayoría de las lesiones producidas por un cuerpo extraño incrustado en la córnea o en la


conjuntiva no son peligrosas y no provocan un daño significativo en los ojos. Con mayor
frecuencia surgen durante labores en los que se desprenden pequeños fragmentos de material duro
(p. ej. trabajo con amoladora, con taladradora, martillo, cincel, trabajo en talleres automotrices,
corte de placas cerámicas). Siempre hay que descartar la presencia de un cuerpo extraño dentro del
globo ocular (sucede con mayor frecuencia durante los trabajos con martillo o cincel).

Actuación en el sitio del suceso

1. Realizar una anamnesis detallada.

2. Enjuagar la herida y el saco conjuntival con una solución estéril de NaCl al 0,9 %, solución
Ringer, BSS Plus (líquido utilizado en intervenciones intraoculares, no disponible en Chile).

3. Inicialmente evaluar el daño del globo ocular (localización, dimensiones). Extraer el cuerpo
incrustado en el fórnix conjuntival o en la conjuntiva tarsal, enjuacercano

a superficie, o mediante un aplicador de algodón humedecido con solución para lavado. No


intentar extraer un cuerpo extraño intraocular, incluso cuando hay un fragmento que sobresale del
globo ocular.

4. Asegurar el globo ocular con un apósito. Asegurar la herida con el objeto incrustado
profundamente, para que no se desplace. En este caso, tapar durante el traslado el otro ojo para
evitar movimientos simultáneos de ambos globos oculares.

Actuación en ambulancia y en hospital

1. Evaluación inicial. Examinar al paciente con la luz del día o de una linterna. Si se dispone de
lupas, colocárselas. Se recomienda realizar el examen con luz directa del oftalmoscopio (observar
el globo ocular con el ojo desnudo o a través de oftalmoscopio del fondo de ojo, ajustándolo en
+10 D; eso concentra la luz del oftalmoscopio sobre las estructuras de la sección anterior del globo
ocular y produce un aumento de la imagen). El mejor examen se realiza con la lámpara de
hendidura. Examinar la conjuntiva y la córnea, luego pedirle al paciente que mire hacia arriba y
examinar el fórnix inferior del saco conjuntival. Invertir el párpado superior (→fig. 26-1) para
visualizar la conjuntiva palpebral.

2. Cuerpo extraño en la conjuntiva o en la córnea.

1) Colocar en el saco conjuntival 1 gota de medicamento anestésico local, p. ej. proparacaína al


0,5 %. Si no está disponible, administrar 1 gota de lidocaína al 1 %. No entregar un anestésico
local para su uso en casa.

2) Si el cuerpo extraño está incrustado superficialmente en la conjuntiva → extraerlo con un


algodón húmedo. Si está en la córnea → intentar extraerlo con un tapón de algodón o aguja (p. ej.
aguja 30 G o aguja para insulina; en la práctica oftalmológica se utilizan agujas especiales con
puntas romas que no representan peligro de perforación de la córnea). No extraer el cuerpo
extraño si no se sabe cuán profundamente está incrustado en la córnea (esto se puede evaluar con
la lámpara de hendidura). Raspar con delicadeza el halo de óxido alrededor del sitio donde estaba
el cuerpo extraño metálico.

3) Administrar una gota de fluoresceína al 2 % y alumbrar la córnea con la luz azul cobalto (los
filtros cromáticos se encuentran en la lámpara de hendidura y en el oftalmoscopio directo). La
aparición de fluido que escurre sobre la superficie de la córnea, diluido por el líquido acuoso que
sale de la cámara anterior, es evidencia de una herida transmural de la córnea (prueba de Seidel
positiva) → referir urgentemente al servicio de oftalmología.

4) Enjuagar el exceso de fluoresceína y contaminantes del saco conjuntival con solución estéril de
NaCl al 0,9 %, solución Ringer, BSS Plus.

5) Evaluar de nuevo la córnea con la luz azul cobalto. Las áreas de la córnea carentes de epitelio
(erosiones) se colorean nítidamente de azul y amarillo.

6) Aplicar en el saco conjuntival una gota de medicamento dilatador de la pupila de efecto corto,
p. ej. tropicamida al 0,5 % o al 1 %. Después de la dilatación de la pupila examinar el fondo del
ojo, buscando el cuerpo extraño dentro del globo ocular (→más adelante). Si la anamnesis señala
un traumatismo con un cuerpo extraño metálico, se puede indicar la radiografía orbital y en caso
de un cuerpo extraño no metálico la ecografía del globo ocular.

7) Administrar 0,5 cm de ungüento con antibiótico, p. ej. tobramicina o neomicina e indicar su uso
cada 4 h, con una pausa para el descanso nocturno.

8) No tapar el ojo con un apósito. En el ojo sin apósito hay mayor acceso de oxígeno a la córnea
en recuperación, lo que acelera su curación y no causa alteraciones de visión binocular.

9) Realizar profilaxis antitetánica →cap. 18.10.

10) Administrar un medicamento analgésico (p. ej. paracetamol).


11) Indicar control al día siguiente.

3. Cuerpo extraño intramuscular

1) Realizar profilaxis antitetánica →cap. 18.10.

2) Administrar un medicamento analgésico, p. ej. paracetamol, no administrar AINE porque


pueden intensificar el sangrado.

3) En el caso de un cuerpo metálico, está indicado realizar radiografía o TC y en el caso de un


cuerpo extraño no metálico la ecografía o la RMN orbital.

4) Cubrir el ojo con un apósito.

5) Referir al paciente al servicio oftalmológico más cercano jj

El término epífora se utiliza en oftalmología para describir la existencia de lagrimeo continuo.[cita


requerida]

Epífora
Especialidad
oftalmología
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Causas Editar
Puede estar causada por excesiva producción de lágrimas por un estímulo externo que actúa como
irritante, por ejemplo exposición al frío, ambientes contaminados, sustancias químicas, cuerpos
extraños o úlceras en la córnea. También por procesos que causen inflamación de la superficie
ocular, por ejemplo una conjuntivitis aguda.

En otras ocasiones la causa es un defecto en el sistema de drenaje lagrimal, debido a una


disposición anormal del párpado (ectropión) u obstrucción a nivel del conducto nasolagrimal o del
saco lagrimal.

La obstrucción del sistema lagrimal puede ser congénita, si está presente desde el nacimiento, y en
este caso lo más frecuente es que se deba a la imperforación de la membrana nasolagrimal.
Cuando aparece en el adulto, puede deberse a una infección del saco lagrimal o dacriocistitis.[1]

A veces el origen de la epífora es la parálisis del nervio facial que produce debilidad del músculo
orbicular de los párpados.

Tratamiento Editar
El tratamiento es muy variado, pues depende de la causa.

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