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Qué es la Medicina general?

La Medicina general es el primer nivel de


atención médica cuyo objetivo es prevenir,  
detectar y tratar enfermedades comunes, así
como también derivar con el especialista
indicado, en caso de ser necesario. Cualquier
persona, adulto o niño, hombre o mujer, puede
visitar a un médico general.

¿Cuándo consultar a un médico general?

Puedes consultar a un médico general cuando no tengas claridad del origen de tu dolor o malestar,
o cuando enfrentes síntomas que no sean graves, pero que requieren evaluación médica y
medicamentos para tratarlos como, por ejemplo, resfrío común, dolor de estómago o golpe leve.
También puedes acudir a un médico general para realizarte un chequeo preventivo, que incluya
evaluación médica y órdenes para exámenes.

¿Con qué frecuencia visitar a un médico general?

 Puedes consultar a un médico general cuando presentes síntomas que requieren


medicamentos o buscas orientación para determinar el especialista que puede ayudarte.

 También se recomienda una visita anual para realizar un chequeo preventivo de salud.

Principales motivos o de consulta a un médico general

 Resfrio fuerte.

 Dolor de garganta.

 Dolor de estómago.

 Malestar general.

 Chequeos preventivos.

Subespecialidades:

 Medicina general adulto

 Medicina general infantil

La Medicina General es el primer nivel de atención médica. La consulta está orientada al abordaje
integral del paciente en su aspecto físico, mental y social.
Dependiendo del caso se procede a la identificación de factores de riesgo para enfermedades
latentes o potenciales en corto, mediano y largo plazo; orientando al paciente sobre la manera
más adecuada de prevenirlas e incentivando estilos de vida saludables.

El médico general es el profesional capacitado para realizar el diagnóstico y tratamiento de


diferentes patologías comunes de manera ambulatoria y derivar al especialista indicado cuando
corresponda.

 El concepto de médico general.


El médico general es el profesional de la medicina que cuenta con los conocimientos y las
destrezas necesarias para diagnosticar y resolver con tratamiento medico y con procedimientos
sencillos la mayoría de los padecimientos que el ser humano sufre en su vida, desde niño hasta la
vejez, con acciones frecuentemente realizadas en el consultorio del medico o en la casa del
enfermo. En la última fase de la vida, donde predominan las enfermedades degenerativas que por
su cronicidad hacen más necesarios los cuidados permanentes, el apoyo y una buena relación con
un médico de familia puede ser la solución sencilla y de bajo costo de la mayoría de estos casos.

La medicina general ha sido durante centurias la base de la atención de los enfermos. Este hecho
conocido y reconocido por autoridades educativas y por los encargados de organizar los sistemas
de atención a la salud no ha desembocado en que esta forma de ejercicio sea la parte más
importante, por lo menos desde el punto de vista académico y de su capacidad de solución de los
problemas médicos cotidianos, del sistema de atención a la salud en México; así es, aún
reconociendo los esfuerzos que en los últimos lustros han realizado instituciones tan importantes
como el IMSS y el ISSSTE en este sentido. Si se analizan las cifras de inversión destinadas a la
medicina de segundo y tercer nivel son incomparablemente mayores que las destinadas al
primero. Estos últimos segmentos de la atención medica seguirán recargados de trabajo mientras
no se organice una buena medicina de primer nivel

 La medicina general como escalón inmediato de la medicina preventiva.


Un asunto que casi no se ha explorado es la utilización de la medicina de primer nivel como
recurso de medicina preventiva. Aquí también podrán alcanzarse logros ofreciendo incentivos para
el médico general. Una sobrepaga por acciones demostradas de medicina preventiva han sido
utilizadas con éxito en otros sistemas de salud para impulsar al médico en esta actitud distinta de
la que comúnmente sienten como obligación ante los enfermos. Otra vez, si se quieren incluir
medidas preventivas en los contratos de medicina administrada, en manos del medico de primer
nivel, es necesario una preparación que en este momento los egresados de las escuelas de
medicina no tienen.

Médicos generales

Ya sabemos que un médico general provee atención medica a pacientes de todas las edades.
Pueden tratar un gran número de condiciones médicas directamente si estás no son muy
complicadas.

Y pueden proveer cuidado para algunas condiciones que generalmente estarán cubiertas por un
especialista.

Su preparación tipicamente se concentra en la prevención de enfermedades, mantenimiento de la


salud, y la continuidad del cuidado a lo largo de la vida de las personas.

Estas son algunas de las funciones que puede realizar.

 Prescripción de medicamentos.

 Reparación de heridas o laceraciones

 Remover cuerpo extraños de la piel y los ojos

 Proveen educación de salud general a sus pacientes

 Actúan como el médico de atención primaria.

 Manejas la evaluación de la salud del paciente y la inmunización.

 Proveen el manejo de paciente con enfermedades crónicas.

 Recomiendan a los pacientes a especialistas cuando es requerido.

Relación medico paciente

1. EL MARCO TEÓRICO • Es un “mapa” que aplicado a diferentes situaciones o fenómenos


sirve para hacer observaciones en forma organizada y sistemática, uniformar el lenguaje
utilizado, posibilitar un análisis integral de la información recogida, calsificar los
problemas, generar soluciones y realizar investigación científica. • A continuación algunos
modelos que sirven de fundamento y facilitan la comprensión del marco teórico que
aplicaremos a la relacion medico-paciente:

2. 13. El modelo biopsicosocial • Desarrollado por George Engel para comprender y facilitar
el manejo de los problemas de sus pacientes. • Aqui los factores psicosociales y los
biológicos aparecen en el mismo nivel y tienen un rol fundamental, no solo en el
mantenimiento de la salud sino en la aparición de la enfermedad.

3. 14. El modelo biopsicosocial

4. 15. Ejemplo, modelo biopsicosocial Carolina tiene asma grave desde los 4 años. Cumplió
13 años y acaba de tener una nueva internación (la cuarta) debido a una intensa crisis
asmática que no revertía. Sus padres consultan al médico porque, según dicen “esta chica
los tiene con el corazón en la boca”. Tienen otros dos hijos menores que aparentemente
no generan problemas. Durante la entrevista, comienzan a discutir acerca de quién es el
culpable del último ataque de asma. En ese momento, Carolina comienza con una nueva
crisis asmática, la discución se detiene y su madre le aplica el aerosol, mientras que su
padre se siente culpable y calla.

5. 16. El modelo colaborativo • Desarrollado por Susan McDaniel, plantea que un sistema
terapéutico debe estar orientado a la colaboración entre todos los actores que participan
en él. Esto implica que los pacientes, las familias y los profesionales deben desarrollar
habilidades y actitudes relacionadas con la cooperación. • Este modelo promueve el
reconocimiento de las diferencias y su resolución a través de la negociación: entre los
médicos y los pacientes, entre los propios miembros de las familias y entre los distintos
profesionales de la salud.

6. 17. Ejemplo, modelo colaborativo El médico debería ser capaz de crear un espacio para
que la niña y sus padres pudieran hablar de los problemas detectados, estimular el
reconocimiento de diferencias de opinión entre los padres (por ejemplo, quien debería
hacerse responsible de los aerosoles) y permitir el desarrollo de una negociación para
llegar a un acuerdo, sin comprometer a Carolina en el conflicto entre ellos.

Examen físico

¿Qué tan exacto es el examen físicos como prueba diagnóstica?


Tenemos información sobre la frecuencia con que un determinado signo aparece en una entidad
(sensibilidad), o la probabilidad de que estando ese signo presente, el paciente tenga esa entidad
(valor predictivo positivo). Pero rara vez hallamos información acerca de la probabilidad de que un
paciente sano no tenga ese signo (especificidad), o la probabilidad de que frente a la ausencia de
ese signo el paciente esté sano (valor predictivo negativo).

En general predominan los signos más sensibles que específicos.

No obstante, los signos del examen físico son habitualmente poco exactos y no es rara la
variabilidad interobservador (baja precisión). Por ejemplo, la auscultación del cuello para el
diagnóstico de estenosis carotídea tiene una sensibilidad aproximada de un 60% y una
especificidad del 25 al 60%. . En general el examen físico es más preciso para el diagnóstico de
síndromes que para el de entidades (síndrome de condensación vs. cáncer de pulmón).

Para confirmar un diagnóstico intentaremos incrementar fundamentalmente la especificidad de


nuestro examen físico, para lograr así el mayor valor predictivo positivo posible. Para descartar un
diagnóstico deberemos optimizar la sensibilidad por ser ésta la propiedad más importante para
determinar el valor predictivo negativo de una prueba diagnóstica (1).

Cuando un signo tiene una especificidad extremadamente alta (mayor del 95%), su presencia
tiende a asegurar la presencia de la condición investigada. En estos casos decimos que dicho signo
es patognomónico. Cuando un signo tiene una sensibilidad extremadamente alta, su ausencia
tiende a descartar la presencia de la condición investigada. Veamos algunos ejemplos:
 

Pero en la mayoría de los casos no tenemos la posibilidad de contar con signos tan categóricos
(100% sensibles o 100% específicos), por lo que automáticamente buscaremos la presencia o
ausencia de varios signos que en conjunto aumenten o disminuyan la probabilidad de presencia o
ausencia de determinada condición. Cuanto menor sea la interdependencia entre sí de los
distintos signos considerados, mayor será el aumento de exactitud (si los signos son
interdependientes, este proceso no tendría mayor utilidad pues no adicionarían información unos
a otros). Ej.: ingurgitación yugular y congestión hepática, representan consecuencias de un mismo
fenómeno (dificultad en el retorno venoso) y por lo tanto no deberían tomarse como aditivos en la
presunción de insuficiencia cardíaca. Pero cualquiera de ellos más la auscultación de tercer ruido
cardíaco sí aumentan la probabilidad postest, pues responden a mecanismos fisiopatológicos
independientes.

Qué errores podemos cometer utilizando al exámen físico como herramienta diagnóstica?

1- Descartar un diagnóstico probable por no hallar algún signo que es poco sensible.
Ej.: paciente de 35 años sin factores de riesgo coronario, con dolor precordial que aumenta con la
inspiración, la tos y los cambios posturales, en el que se descarta pericarditis aguda por no hallarse
frote pericárdico (el frote es poco sensible para el diagnóstico de pericarditis).

2- Considerar como primera hipótesis diagnóstica una entidad, a pesar de la ausencia de signos
muy sensibles del exámen físico.
Ej.: mujer de 35 años con leve pérdida de peso, irritabilidad y taquicardia, a la que no se le palpa la
tiroides, a pesar de lo cual se piensa en primer lugar en hipertiroidismo (95% de los casos tienen
bocio, por lo que el no tenerlo casi descarta el hipertiroidismo).

3- Presumir un diagnóstico poco probable con el hallazgo de signos poco específicos.


Ej.: paciente de 19 años con astenia y fiebre de 12 días de evolución en el que se presume en
primer lugar linfoma, por la presencia de adenopatías cervicales.

4- No considerar como primer diagnóstico una entidad a pesar de la presencia de signos


específîcos en el exámen físico.
Ej.: paciente de 17 años con cefalea bitemporal y occipital y papiledema bilateral (alta
especificidad) en el que no se considera masa cerebral, por no tener signos de foco neurológico.
5- Considerar un aumento importante de la probabilidad de un diagnóstico por la adición de
signos con alto grado de dependencia.
Ej.: edemas, ingurgitación yugular y rales crepitantes en la insuficiencia cardíaca congestiva.

signos vitales para emergencia mpps

. Adulto: frecuencia cardiaca < 50 x minutos, frecuencia cardiaca > 150 x minutos, presión arterial
sistólica < 90 mmHg, presión arterial sistólica > 220 mmHg, presión arterial diastólica > 110 mmHg
o 30 mmHg por encima de su basal, frecuencia respiratoria > 35 x minutos, frecuencia respiratoria
< 10 x minutos. 18.

Pediátrico – Lactante: frecuencia cardiaca ≤ 60 x min, frecuencia cardiaca ≥ 200 x min, presión
arterial sistólica < 60 mmHg, frecuencia respiratoria ≥ a 60 x min. (hasta los 2 meses), frecuencia
respiratoria ≥ a 50 x min (desde los 2 meses al año), saturación de oxígeno ≤ a 85 % 19.
Pediátrico – Preescolar: frecuencia cardiaca ≤ 60 x min, frecuencia cardiaca ≥ 180 x min, presión
arterial sistólica < 80 mmHg, frecuencia respiratoria > a 40 x min. (sin fiebre), saturación de
oxígeno ≤ a 85%.

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