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INDICACIONES
INSTRUCCIONES PARA EL DESARROLLO DE LAS GUÍAS.
1.La parte que dice CONCEPTUALIZACIÓN contiene la explicación del tema. No debes copiarla.
2.En tu cuaderno copia y resuelve el taller de PRACTICA del tema estudiado.
3.Entregue su trabajo en la fecha que se indica, con fotos bien tomadas que faciliten al docente
leer y calificar.
MOTIVACIÓN
LEO EL SIGUIENTE POEMA.
Cuidaré mi disciplina
para formar mi carácter
y así poder decir
que yo he pues de mi parte.
CONTEXTUALIDAD.
LA RESPONSABILIDAD.
RESPONSABILIDAD: Es cumplir todos mis
Compromisos.
MI RESPONSABILIDAD: Genera confianza y
tranquilidad entre quienes me rodean, en la
escuela, en mi hogar y con mis amigos.
¿cómo aprendo a ser responsable?
Teniendo ese valor como modelo en mi
familia.
Cumpliendo con mis compromisos fuera y
dentro de mi familia. A través de juegos y APRENDO A SER RESPONSABLE EN MI ESTUDIO.
actividades grupales y colaborativas.
La responsabilidad me motiva porque:
✓ Puedo hacer realidad mis deseos.
✓ Me amo, me acepto como soy, así me siento feliz.
Mi responsabilidad me recuerda que debo:
• Ser cumplido con mis deberes escolares y familiares organizando mi tiempo, para cumplir
con todos mis compromisos.
• Responsabilizarme por mis cosas cuidándolas y manteniéndolas organizadas.
• Cuidar mi salud evitando todo lo que pueda enfermarme, contagiarme o hacerme daño.
• Cuidar y proteger el medio ambiente que me rodea.
RECUERDA.
SI ERES RESPONSABLE ERES:
➢ Un buen estudiante.
➢ Un buen ciudadano.
➢ Un guardián del medio ambiente.
➢ Un buen hijo.
PRACTICA.
Transcribo la practica en el cuaderno de ética.
Florentino el escribiente.
El pequeño escribiente florentino En Italia, vivía una familia compuesta por el padre, la
madre y tres hijos. El mayor se llamaba Carlos. El padre era empleado en los ferrocarriles.
Como el sueldo que ganaba no era suficiente, por las noches trabajaba como escribano
(copiaba a mano cartas y otros documentos). Lo hacía porque deseaba ofrecer a sus
niños la mejor educación posible. Aunque sabía que Carlos era un poco despistado y
disculpaba sus pequeños olvidos, era muy exigente en cuanto a su desempeño en la
escuela. Carlos, por su parte, comprendía el esfuerzo que estaba haciendo su padre.
Sabía, además, que estaba perdiendo la vista por forzarla tanto de noche. En una ocasión
le propuso ayudarlo. —¡De ninguna forma! —respondió el señor. No quiero que al día
siguiente estés cansado y te distraigas en tus estudios. El pequeño no quedó conforme y
planeó hacer algo.