acciones para la participación ciudadana

Domingo 8 de agosto de 2021

Año 10 / Número 120
Prohibida su venta por separado

Participación joven
Tienen entre 18 y 25 años y manejan una agenda propia de intereses.
La mayoría encuentra su lugar en el tercer sector. Ambiente, género,
autogestión, educación y estereotipos son algunas de los temas que los
convocan. ¿Qué desafíos les proponen a los adultos?
2. ACCIONES | DOMINGO 8 DE AGOSTO DE 2021
EDITORIAL
Se aprende
participando
Por Agustina Lenzi
Fundación Éforo
¿Qué es participar? Es un verbo
que cuesta definir sin pensar en
ejemplos. Reflexionar sobre los es-
pacios de participación puede ser
una buena manera de empezar a
desarmar el concepto. La pregunta
se transforma, entonces, en dónde
hacerlo. Centros de estudiantes,
sindicatos, partidos políticos, igle-
sias, organizaciones de la sociedad
civil y cooperativas son algunos de
los lugares en los que nos involu-
cramos.
La pandemia contribuyó a legiti-
mar la participación virtual. “Mar-
chamos” compartiendo una foto,
expresando una opinión o invitan-
do a una consulta. Con la distancia
obligatoria, virtualmente nos senti-
mos un poco más cerca.
Pasemos al cómo. Participar es
con otros/as, es colectivo. Impli-
ca, necesariamente, compartir. Se
relaciona con la confianza y, mu-
chas veces, con aquello en lo que se
cree. Es una invitación a ser parte
y supone hacer algo, llenar de ac-
ciones a ese hecho común sobre el
que se está interviniendo.
La juventud le agrega exigen-
cias al acto de participar. Con sus
múltiples formas y formatos, el
compromiso juvenil dinamiza el
conflicto social, marca la agenda
pública, tensiona los espacios de
representación, demanda más y
mejor democracia.
Sobre algunas de estas ideas e
interrogantes trata esta edición
de Acciones. Los y las invitamos a
descubrir las características y po-
tencialidades de la participación
joven a través de las voces de sus
protagonistas. Creemos que es una
apuesta y una herramienta para
transformar la realidad. Pensamos,
finalmente, que a participar se
aprende participando.
Participación joven.
El tercer sector les da
espacio y herramientas
Tienen entre 18 y 25 años y
manejan una agenda propia de
intereses. Ambiente, género,
autogestión, educación y
estereotipos son algunas de los
temas que los convocan. ¿Qué
desafíos les proponen a los
adultos? ¿Cómo se organizan?
Nacieron entre fines de los ‘90 y princi-
pios de 2000. Se los suele conocer como
centennials y se caracterizan por ser la pri-
mera generación que creció en un mundo
digital, con smartphones e internet. Son
jóvenes de entre 18 y 25 años con intere-
ses sociales, que intervienen los espacios
públicos de una manera diferente. Las
formas de poder más tradicionales les re-
sultan ajenas y buscan participar a través
de nuevas redes que abracen su idea de un
mundo mejor. ¿Qué temas los movilizan?
¿Cómo se organizan? ¿Tienen referentes?
¿Qué proponen y por qué ponen patas
para arriba las estructuras más clásicas?
La llegada de la pandemia atravesó a
todos los sectores, pero sin dudas la ju-
ventud fue de los más golpeados en mu-
chos aspectos. La tasa de desocupación
en esta franja etaria supera hoy el 20%,
según el INDEC. La crisis sanitaria alteró
las perspectivas de vida, hábitos, espacios
de formación, proyecciones laborales y,
también, formas de encuentro. Lejos de
desvanecerse, su compromiso en temas
como ambiente, género, justicia social,
educación o cuidado de la salud se po-
tenció. Desafectados de las instituciones,
más alejados de formas tradicionales,
participan en organizaciones del tercer
sector, en movimientos más horizontales,
con causas y propuestas precisas frente a
un mundo en permanente cambio. “Hay
otras formas de pensar y de involucrarse.
Las nuevas generaciones estamos dando
una batalla cultural, ya no hay reclamos ni
señalamientos desde las dirigencias o las
instituciones hacia abajo, sino que es al
revés”, dice a Acciones Mercedes Pombo,
militante ambientalista y feminista, inte-
grante de Jóvenes por el Clima Argentina
(JOCA).
Más que voluntarios, son activistas. Más
que donantes, son emprendedores. Más
que asistencialistas, son transformadores.
Si quieren un cambio, buscan la manera
de llevarlo a cabo. Tienen un pensamien-
to global, pero lo desarrollan de manera
local, eligen sus batallas y se rodean de
personas con las que comparten la misma
pasión y objetivos.
Un ambiente más sustentable. Jó-
venes por el Clima surgió en 2019, como
consecuencia de las manifestaciones ma-
sivas que se fueron gestando en distintas
partes del mundo. Greta Thunberg, una
adolescente sueca que entonces tenía 16
años, fue quien los y las inspiró. Ante un
escenario de distopía climática, irrum-
pieron en escena para reclamar políticas
públicas y una mayor concientización que
ayuden a mitigar el calentamiento global.
“Creíamos necesaria una expresión
local del movimiento, que tuviera un co-
rrelato de nuestras necesidades como re-
gión y como país, y que no se desenten-
diera de las problemáticas sociales que
nos atraviesan y que están directamente
relacionadas con cuestiones que se pre-
tende hacer creer que son estrictamente
ambientales, pero no resultan estancas”,
cuenta Pombo sobre los orígenes de JOCA.
Jóvenes por el Clima se define como
un movimiento organizado, referencial y
Generación
digital
A la hora de participar, la falta de
espacios no siempre es un obstácu-
lo para los jóvenes. Lisandro Acu-
ña, Gonzalo Díaz de Vivar, Fausto
Fang y Ulises López Pacholczak son
los creadores de Lect0, un editor de
texto pensado especialmente para
personas con dislexia. La aplica-
ción, que puede ser descargada de
forma gratuita en el celular o utili-
zada en su versión escritorio para
PC, ya tiene más de 10.000 usuarios
y ha trascendido las fronteras.
Lect0 se originó hace dos años
como un proyecto de trabajo prác-
tico cuando los cuatro compañeros
cursaban tercer año en la Escuela
ORT. “La propuesta era programar
una aplicación. Tenemos compa-
ñeros con dislexia, empezamos a
buscar información y encontramos
que había herramientas, pero nin-
guna demasiado completa”, expli-
có Acuña a Acciones.
La aplicación permite que las
personas con dislexia escriban y
lean textos de forma más amigable
mediante una tipografía especial,
colores y pictogramas. Sus creado-
res fueron convocados por diversas
escuelas y organizaciones del país,
de España y de Uruguay.
“Es una gran responsabilidad,
pero si la estamos teniendo es que
algo estamos haciendo bien”, sos-
tuvo el joven de 17 años que, junto
a sus tres amigos, halló el modo de
mejorar la calidad de vida de miles
de niños, adolescentes y adultos
que hoy utilizan el invento. “Fue
la manera que encontramos de ge-
nerar un cambio, de transformar.
Ahora estamos trabajando con es-
pecialistas en generar una aplica-
ción para diagnosticar la dislexia”,
señaló Acuña.
“Si uno les da herramientas,
los jóvenes se las apropian y
son protagonistas del cambio”,
plantea Paz Míguez, directora
Ejecutiva de Fundación Éforo.
constituido por menores de 25 años. Hoy,
son varias las causas que los convocan:
desde la defensa de los humedales hasta
la necesidad de una ley de etiquetado. Las
zonas urbanas afectadas con plomo y la
extracción de litio en el Norte también re-
sultan motivos para involucrarse. Es que
entienden que lo ambiental es transver-
sal, que repercute en lo productivo, en el
desarrollo social y en el futuro económico.
“Hay cuestiones que desde la agenda
pública se analizan solo desde lo ambien-
tal, incluso sobreponiéndolas al desarro-
llo social y económico. Un ejemplo son
los humedales y la exigencia de una ley
que proteja a estos ecosistemas. Discursi-
vamente, se arma una separación que no
existe”, agrega Pombo.
La ambientalista, de 20 años y estudian-
te de Filosofía, es clara: “En un momento
de inflexión, seremos los protagonistas de
las consecuencias de esta crisis y por eso
es nuestra prioridad. Tenemos un proble-
ma de representatividad porque las trans-
formaciones que se están dando en el pla-
no social no están acompañadas por una
incorporación en las agendas partidarias”.
Juventudes heterogéneas. Desde
hace 23 años, Cimientos implementa pro-
gramas educativos diseñados para mejo-
rar las condiciones en las que los jóvenes
transitan la escuela secundaria y favore-
cer su inserción laboral o formación en
estudios superiores. Es una organización
civil que se sostiene con el aporte de em-
presas y el trabajo de voluntarios, gran
parte de ellos profesionales.
“Notamos que hay mucha heterogenei-
dad en la juventud. Nuestro trabajo es con
quienes provienen de contextos vulnera-
bles, con menos acceso a ofertas y como-
didades. Pertenecen a un sector invisibili-
zado y con derechos vulnerados”, cuenta
Mercedes Porto, directora de Comunica-
ción de la organización.
A diferencia de muchos jóvenes que en-
cuentran canales para expresar sus senti-
res, intereses y luchas, hay otros a los que
esa posibilidad les resulta muy distan-
te. “Si bien hacemos todo un trabajo de
apoyo y seguimiento académico, nuestra
labor más importante es desarrollar habi-
lidades socioemocionales. Buscamos que
se apropien de la posibilidad de involu-
crarse, de ser parte de ese mundo que, a
veces, les resulta tan ajeno. Cuando lo lo-
gran es maravilloso”, asegura Porto.
Muchos de esos jóvenes que aprendie-
ron a identificar y lidiar con las barreras
que se les presentaban continuaron vin-
culados a la organización. Algunos, como
donantes, pero la mayoría como volunta-
rios, colaborando con charlas motivacio-
nales y compartiendo su experiencia. “Ése
“Las nuevas generaciones
estamos dando una importante
batalla cultural”, destaca
Mercedes Pombo, integrante
de Jóvenes por el Clima.
es el mayor valor de la organización”, dice
Porto. “Es un ejemplo de que pueden lo-
grarlo”, agrega.
Además de quienes fueron becarios
y luego continuaron trabajando en Ci-
mientos, hay voluntarios profesionales
que provienen de empresas donantes o a
través de búsquedas que hacen en redes
sociales. “La educación es un tema que
importa mucho, pero que también genera
compromiso. A veces, convoca más par-
ticipar de una actividad puntual, durante
una jornada solidaria, que una propuesta
que requiere más tiempo y un seguimien-
to. Como es un bien más intangible, en al-
gunos casos asusta, porque hay gente que
se pregunta si va a estar a la altura para
hacer todo un acompañamiento. A la lar-
ga, lo que se genera es un vínculo de gran
satisfacción”, destaca la vocera.
Compromiso social, cívico y po-
lítico. “Los grandes hitos de la historia
fueron empujados por juventudes, los
jóvenes no son apáticos. Si uno les abre
un espacio genuino, sin buscar nada a
cambio, si les da herramientas se las apro-
pian y son los protagonistas del cambio”,
reflexiona Paz Míguez, directora Ejecutiva
de Fundación Éforo.
Se trata de una organización que nació
en la década del ’90, con el objetivo de
promover una fiscalización ciudadana
sobre la gestión pública a partir de la par-
ticipación y la capacitación. Desde enton-
DOMINGO 8 DE AGOSTO DE 2021 | 3. ACCIONES
“Frente a una retracción de lo
público, se fortalecieron las
organizaciones barriales y
comunitarias”, sostiene el
investigador Pablo Vommaro.
CÓMO CONTACTARSE
Fundación Éforo: eforo.org.ar
Jóvenes por el Clima:
jovenesporelclima.com
Cimientos: cimientos.org
ces, se desarrollan líneas de trabajo como
conversatorios, espacios de formación y
divulgación de informes sobre la admi-
nistración estatal. Escuela de vecinos,
un programa educativo que se propone
incentivar el compromiso social, cívico y
político de los jóvenes, es uno de los gran-
des proyectos.
“Trabajamos con temas que ellos mis-
mos eligen y los acompañamos en un
proceso de trabajo colaborativo. Son
adolescentes que están en cuarto año de
la escuela secundaria (o su equivalente,
según el régimen educativo) y al final del
proceso presentan sus ideas y propues-
tas ante el Concejo Deliberante local o la
Legislatura porteña. Lo que buscamos es
generar puentes entre los representados
y sus representantes, transmitirles lo im-
portante de no quedarse solo en las críti-
cas, sino que vale la pena involucrarse”,
resalta Míguez.
Durante los 15 años de Escuela de Ve-
cinos participaron 10.000 estudiantes de
más de 200 colegios y fueron presentados
decenas de proyectos ante el Legislati-
vo. “Son adolescentes que provienen de
lugares diversos, de escuelas religiosas,
públicas, que viven en barrios vulnerados
y en barrios ricos. Cuando se les abre el
espacio, enseguida se lo apropian. Hoy, lo
que notamos es que encuentran muchos
ámbitos de participación e inserción ciu-
dadana y ya no son, quizás, las estructuras
que conocemos los adultos”, señala la di-
rectora de Éforo.
Tensiones y propuestas. Ante la
profundización de la crisis económica,
generada por la llegada de la pandemia,
las redes comunitarias salieron a sostener
a muchas familias. “Ahí estuvieron los jó-
venes. Ante una retracción de lo público,
hubo un fortalecimiento de las organiza-
ciones barriales y comunitarias, la ma-
yoría conformada por personas de muy
poca edad”, sostiene el sociólogo Pablo
Vommaro, que además es docente e in-
vestigador de la Universidad de Buenos
Aires (UBA), del CONICET y del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO).
Esta retracción de las acciones estatales
o públicas también coincidió con cierto
desinterés de los jóvenes en la participa-
ción dentro de estructuras más tradicio-
nales, partidarias o jerárquicas.
Lo político partidario tiene algo menos
de adhesión que años atrás, pero no solo
como factor o consecuencia del rechazo a
las jerarquías, sino también por una bús-
queda de intervención más inmediata,
con propuestas claras y concretas y una
participación bien plural. “Muchos te-
mas no son asimilados por lo partidario,
por lo gubernamental. No logran discur-
sivamente interpelar a los jóvenes. Cues-
tiones vinculadas a género e identidades
ganaron un lugar porque lo fueron impo-
niendo las juventudes y las mujeres. Con
lo ambiental todavía falta, lo mismo con
el veganismo, expresiones culturales que
no encuentran espacios y muchas otras
cuestiones que aún no reciben la conside-
ración que merecen”, agrega Vommaro.
A diferencia de las estructuras partida-
rias, las organizaciones no gubernamen-
tales, de la sociedad civil y movimientos
sociales sí fueron adaptándose a las de-
mandas más vanguardistas.
“La presencia de lo territorial, la proxi-
midad, incide mucho en la forma de par-
ticipación. También hay un trabajo de
cooperativismo, emprendimientos, eco-
nomías populares. Todo lo que tiene que
ver con mejorar las condiciones de vida”,
indica Vommaro, y concluye: “La partici-
pación juvenil en el tercer sector está lejos
de retraerse y ser individualista. Muestra
que hay renovadas formas de involucrarse
y que se multiplican. Adoptan sus propios
modos, sus condiciones, manejan su len-
guaje. Es el adulto el que queda afuera y
eso, a veces, molesta”.
4. ACCIONES | DOMINGO 8 DE AGOSTO DE 2021
ENTREVISTA A ROXANA MORDUCHOWICZ
“Internet es un gran
lugar de participación”
A partir de una investigación
que coordinó, la asesora
principal de la UNESCO en
ciudadanía digital identifica
dos esferas en las que se
involucran los jóvenes: la
que se da en la vida diaria,
que llaman offline, y la que
sucede online. Qué rol tienen
las redes sociales.
Pensar de qué manera se involucran los
jóvenes no es una tarea sencilla. Solo un
correcto diagnóstico puede permitir una
adecuada evaluación de su participación
en las diversas instancias y contribuir a
mejorarlas.
Un análisis profundo se encuentra en
el libro “Adolescentes, participación y
ciudadanía digital”, una investigación
coordinada por Roxana Morduchowicz,
asesora principal de la UNESCO en la te-
mática, Magister en Educación y Sociedad
de FLACSO y Doctora en Comunicación
de la Universidad de París.
Se trata de un trabajo realizado el año
pasado en un universo de 2.000 jóvenes
de entre 14 y 18 años, con un corte repre-
sentativo en género, edad, regiones geo-
gráficas y nivel socioeconómico.
¿Cuáles son las esferas de partici-
pación que abordaron?
Las dos más importantes son la vida co-
tidiana, la que llamamos offline, y la que
se da en internet, la online.
¿Dónde ocurre la participación
en la vida cotidiana?
Fuera de las pantallas, el primer espa-
cio, muy valorado e importante, es el cen-
tro de estudiantes. Posiblemente, es tam-
bién el más próximo. Siete de cada diez
jóvenes afirmaron que participan o les
gustaría hacerlo. Es importante porque
tiene incidencia sobre la participación en
otras esferas.
La segunda instancia es el barrio y, fun-
damentalmente, ayudar, por ejemplo, en
tarea escolar a chicos que lo necesitan,
participar en comedores escolares. Esa
son las principales acciones o iniciativas
en las que se involucran en el barrio, las
acciones solidarias.
Hay una tercera instancia, válida bási-
camente para chicos de 17 años, que nos
sorprendió gratamente, que indica que la
mitad de los entrevistados participó en
una elección nacional. Esto es muy inte-
resante, porque los chicos de esa edad no
reciben una penalidad si no votan. Es la
instancia que llamaríamos cívica.
¿Y la participación en internet?
La pregunta que más consenso recibió
en esta investigación fue la valoración que
tienen de internet como espacio de par-
ticipación. El 98% la considera como es-
pacio de participación y una herramienta
útil para solucionar problemas de la es-
cuela o la comunidad.
Los lugares de participación son, funda-
mentalmente, las redes sociales. Práctica-
mente, todos los adolescentes de 13 a 17 “El acceso a la tecnología está mos ciudadanía digital, quizás la mejor
años tienen perfil en alguna de las redes. herramienta para alfabetizar a los chicos
Pudimos ver que, además de comunicar- bien como acción para incluir, en el uso de la información.
se con amigos, las usan para informarse. A pero debe ser el punto de ¿Qué es un ciudadano digital?
los adolescentes les interesa la actualidad, partida y no el de llegada”, Es aquel que entiende los principios
lo que pasa en el país, en el mundo, en su que rigen el entorno digital. O, dicho de
ciudad. El 70% se informa a través de las señala Roxana Morduchowicz. otro modo, quien sabe usar internet de
redes, más que por un medio tradicional. manera ética, reflexiva, crítica, creativa
Si bien todos están en una red social, solo y participativa. Participar es uno de los
la mitad da opinión sobre temas que lo las fake news? componentes de la ciudadanía digital.
afectan y preocupan. Es una deuda que Lamentablemente, las investigaciones Queremos que también apunte a generar
tenemos, ya que opinar de un tema es el en todo el mundo muestran que los chicos contenido o involucrarse en comunidad.
primer paso hacia una participación. tienen enormes dificultades para distin- ¿Quién debería brindarles capa-
¿Por qué ocurre eso? guir una información confiable de aquella citación a los jóvenes?
Nos dimos cuenta de que la mitad de que no lo es. Es un problema muy grande. Lo debe hacer la escuela, pero necesita-
los adolescentes dice que sufrió algún Otra cosa que les pasa es que cuando bus- mos una política pública que incluya a la
acoso, intimidación o burla cuando dio can información, se quedan con el primer ciudadanía digital en la formación de los
su opinión sobre algo que los preocupaba link que encuentran o no identifican al docentes. En el mundo se concentró todo
o afectaba. Si perciben que recibirán una autor de la información o quién la mandó en lo que es la provisión de tecnología, a
burla por opinar, prefieren no hacerlo. resulta más importante que quién la pro- través de equipamiento. Está muy bien,
Esto es un problema. dujo. La consecuencia es que comparten porque el acceso es una acción fundamen-
¿Cómo se concibe informarse a datos de dudosa credibilidad. Es necesa- tal para incluir. Pero es el punto de parti-
través de las redes y evitar caer en rio un tipo de alfabetización que llama- da, no debe ser el punto de llegada.