Domingo 26 de febrero de 2023

Año 12 / Número 157

Prohibida su venta por separado

Primer empleo
Ingresar al mundo laboral parece una misión imposible. La falta de
experiencia es un condicionante y la informalidad se impone. La
desocupación entre los jóvenes duplica a la del resto de la población y los
programas de inserción públicos y privados parecen no ser suficientes.
2. ACCIONES | DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2023
EDITORIAL
La primera vez
Por Federico Recagno
Presidente Fundación Éforo
De alguna manera, y en diversas si-
tuaciones, hemos vivido el impacto de
una primera vez. El primer día de clase,
el primer beso, la primera menstrua-
ción, el primer sueldo, la primera rela-
ción. ¿El primer empleo?
El término “joven” lleva, implícita-
mente, la idea de futuro y, por eso, car-
ga con sus cuotas de incertidumbre en
una economía argentina estancada en
lo incierto.
Pasar al mundo laboral es, de por sí,
una dificultad para los jóvenes de cual-
quier lugar del mundo. Llevar el aná-
lisis del primer empleo a la Argentina
lo impregna de características propias,
complicadas y particulares.
Los trabajos a obtener son, de mane-
ra notoria, de baja calidad en cuanto
a condiciones y con serios obstáculos
para pasar de ese primer empleo pre-
cario a un trabajo posterior decente o
formal.
La educación, la formación previa,
no parecen orientadas a un proyecto
laboral y/o social posterior y hay una
escasa presencia de instituciones que
guíen, tanto para la elección de una ca-
rrera o para arribar a un primer traba-
jo calificado. Esto implica, también, al
universo sindical.
El trabajo de la juventud nutre a la
sociedad y debe ponerse sobre él una
mirada institucional especial.
La incorporación de jóvenes es fun-
damental en un mundo laboral necesi-
tado de nuevas ideas y nuevo vigor.
Un/a joven desempleado/a es una
energía en suspenso que puede tomar
rumbos desconocidos y/o disvaliosos.
Logremos canalizarla para dar luz a
una sociedad mejor.
Entre la falta de
experiencia y la
alta informalidad
Conseguir el primer empleo se
presenta como una misión imposible.
La desocupación entre los jóvenes
duplica a la del resto de la población
y los programas de inserción públicos
y privados parecen no ser suficientes.
Los números oficiales en nuestro país son cla-
ros. Según datos del INDEC, la desocupación
general alcanzó el 7,1% en el tercer trimestre de
2022, pero en la franja etaria que va de los 14 a
los 29 años ese índice supera los 15 puntos. A su
vez, si se desglosa la información, la situación
es más preocupante aún entre las mujeres que
entre los hombres: 16,6% y 14,3% de desempleo
respectivamente.
Si se analiza la serie histórica, se observa un
comportamiento similar en las últimas déca-
das, con una leve mejoría en los tres últimos
años: en 2019, previo a la pandemia, el 22% de
las mujeres y el 17,9% de los hombres jóvenes se
encontraban en la búsqueda laboral.
Desde el tercer sector también son conscien-
tes de esta problemática. Según un informe pu-
blicado por la ONG Junior Achievement, reali-
zado junto a la consultora ManpowerGroup, el
86% de los jóvenes argentinos de entre 18 y 29
años aseguró tener dificultades para conseguir
trabajo (el promedio en América Latina se en-
cuentra en el 75%). Las principales razones que
expusieron los miembros de esa franja etaria
fueron “la falta de experiencia” como primer
motivo y, muy por detrás, “los bajos salarios”.
Las cifras que parten desde el sector privado
van en la misma línea. Un estudio realizado por
la consultora Adecco sobre jóvenes que parti-
cipan en distintos programas de la Fundación
Cimientos muestra que el 46,8% de los que se
encuentran en la búsqueda laboral son “poco
optimistas” frente a esa situación. En el docu-
mento se presenta otro número nada alentador:
en la mayoría de las empresas, el plantel confor-
mado por menores de 25 años no alcanza el 20%
del total de los empleados.
Los datos de los tres sectores coinciden: la
pata pública, la del tercer sector y la privada
sostienen que los jóvenes la tienen difícil para
insertarse en el mercado laboral.
Con (in)experiencia. Basta revisar los avi-
sos de los clásicos portales de empleo o caminar
por los comercios de cada barrio para confirmar
que el requisito “con experiencia” se repite en la
inmensa mayoría de las ofertas laborales. Ese es
el problema cíclico al que se enfrentan quienes
quieren adentrarse por primera vez al mercado
del trabajo.
Esteban Bogani, subsecretario de Promo-
ción del Empleo del Ministerio de Trabajo de
la Nación, afirma que el mercado laboral, como
cualquier otro, discrimina: “Tiende a maximizar
beneficios, que en este caso serían valerse de
trabajadoras y trabajadores formados y experi-
mentados. Claro, los jóvenes pueden estar for-
mados, pero no tienen experiencia. Por lo tanto,
¿Y las nuevas
tecnologías?
La denominada Generación Z, con-
formada por aquellos nacidos en los
últimos años de la década del ‘90 y los
primeros de los 2000, se reconoce como
nativa digital y quienes la conforman de-
sarrollan gran parte de sus actividades y
de sus vínculos relacionales mediante la
virtualidad. Sin embargo, no encuentran
mayormente en la tecnología una herra-
mienta para ofrecerse e insertarse en el
mercado laboral.
Según Itatí Cabral, de Junior Achie-
vement, los jóvenes no ven a las nue-
vas tecnologías con esa óptica. “En los
programas vocacionales para pensar
qué hacer cuando se termina la escue-
la ponemos mucho énfasis en preparar
nuestro perfil público: cómo le vamos a
mostrar al mundo qué somos y qué que-
remos. Hay que pensar en construir esa
red, así como se construyen otras redes.
Los jóvenes, a la hora de buscar trabajo,
no están utilizando la tecnología a su fa-
vor”, analiza.
Un reciente estudio de la Fundación
Cimientos parece confirmarlo. Los tres
métodos principales que eligieron los
jóvenes para la búsqueda laboral fueron
presentar físicamente sus currículums
en locales o empresas que buscan per-
sonal, consultar con amigos, familiares o
conocidos y responder a avisos en porta-
les tradicionales de empleo.
Si bien el Ministerio de Trabajo no
cuenta con publicaciones que analicen
este punto, se encuentran realizando
una investigación junto a la Universidad
Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).
muchas veces, es una contradicción. Nosotros
trabajamos para modificar esto, pero siempre
parece poco”.
Itatí Cabral es directora de Operaciones de la
organización del tercer sector Junior Achieve-
ment. Tanto por su experiencia como por los
estudios cuantitativos en los que trabaja, tam-
bién sostiene que ese requisito es el principal
desencuentro entre empleadores y potenciales
empleados. “Los jóvenes manifiestan que tie-
nen dificultades para conseguir trabajo y en el
sector privado dicen que enfrentan dificultades
para dar con gente joven para los puestos que
necesitan. Ambos coinciden en el tópico de la
experiencia. Entonces, esas necesidades se cru-
zan y una es la respuesta de la otra”, apunta.
Se pueden sumar datos, estudios y encuestas,
y todos van en la misma línea. En un informe
de la consultora Adecco de julio de 2022, se les
Esteban Bogani, subsecretario
de Promoción del Empleo: “El
mercado laboral busca maximizar
beneficios, entre ellos, contar con
trabajadores experimentados”.
preguntó a los jóvenes cuál era el principal pro-
blema a la hora de conseguir empleo: el 83,2%
hizo referencia al requisito de la experiencia
previa. Alexandra Manera, directora de Recur-
sos Humanos de esa consultora para Argentina
y Uruguay, agrega la visión de los empleadores.
“El 46% de las empresas consultadas asegura
tener dificultades para encontrar el perfil joven
que requiere, pero más de la mitad (54,9%) no
cuenta con ningún tipo de programa de primer
empleo”, afirma.
Si bien la problemática se agudiza en los jó-
venes con menos estudios, es compartida por
quienes finalizaron el nivel secundario e incluso
el universitario. Tal es el caso de Renato, un jo-
ven oriundo de Junín, recibido de licenciado en
Ciencia Política, que hace tres meses se trasladó
a la Ciudad de Buenos Aires para buscar trabajo.
Ya tuvo empleo como alfabetizador. En su mo-
mento, lo consiguió porque durante muchos
años fue voluntario en esa área. Pero lo habitual
en ese tipo de puestos es trabajar de manera
temporaria o por proyecto. Cuando finaliza,
hay que comenzar nuevamente con la búsque-
da. “Si no tuviera los años de voluntario, segura-
mente no lo habría conseguido. Uno hace cur-
sos o especializaciones para tratar de suplir en
parte la experiencia que no tiene cuando recién
egresa”, asegura Renato.
Con (in)formalidad. El sector juvenil no
solo lleva en sus espaldas las peores cifras de
desempleo, sino también las de trabajo no re-
gistrado. Según datos del Ministerio de Trabajo
correspondientes al segundo trimestre de 2022,
la tasa de empleo informal entre las personas
de 30 a 65 años llega al 30,4%. Si la medición se
traslada a la franja de entre 16 y 24 años, el ín-
dice alcanza el 69%. La situación empeora -aún
más- si se desagregan los datos de acuerdo al
nivel de educación: aquellos que no finalizaron
la escuela secundaria marcan el techo de 83,9%
de empleo no registrado.
DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2023 | 3. ACCIONES
“La informalidad habla de la calidad del em-
pleo. Supone desprotección, bajos ingresos y no
estar en el marco de ninguna ley. Lo trabajamos
muy de cerca. Los empleadores actualmente
tienen beneficios como nunca antes. Un ejem-
plo es el Decreto 551 conocido como ‘Puente al
Empleo’, que establece reducciones de las con-
tribuciones patronales del 100%, por un perío-
do de 12 meses para aquellos empleadores que
realizan nuevas contrataciones incrementando
la nómina. Eso no se había hecho nunca en
Argentina”, describe Bogani, subsecretario de
Promoción del Empleo.
El informe de Junior Achievement para Amé-
rica Latina titulado “Escasez de oportunidades
laborales para los jóvenes” sigue la misma línea
de las cifras oficiales del país, pero muestra que
la problemática no es propia de Argentina. En la
encuesta, apenas la mitad de los jóvenes que lo-
graron conseguir empleo lo hicieron de manera
formal, con la cobertura de sus derechos como
trabajadores.
Renato lo vive en primera persona: “El merca-
do laboral no es lo que era antes. Uno entraba
a una empresa o a un puesto y estaba 20 años.
Ahora, y más en mi rama, que es la de las cien-
cias sociales, se trabaja por iniciativas, en el
mejor de los casos con contratos de seis meses.
Hoy miraba el boletín de empleo de mi facultad
y había solo dos ofertas de pasantías para todo
el universo de recibidos”.
Programas y puentes. Desde 2008, el
Ministerio de Trabajo impulsó el programa
Jóvenes con más y mejor trabajo, orientado a
desocupadas y desocupados de entre 18 y 24
años sin secundario completo. A partir del año
pasado, ese programa pasó a formar parte del
Fomentar Empleo y, entendiendo que esta pro-
blemática no era exclusiva de quienes no ha-
bían terminado sus estudios, ahora permite la
inscripción de jóvenes con nivel medio comple-
to. Según datos de la cartera, ya son 184.000 los
que forman parte de uno u otro programa.
“Dentro del Fomentar tenemos una línea de
Entrenamiento para el trabajo que permite que
un joven tenga un tutor que le enseñe un rol
ocupacional o un oficio por un tiempo determi-
nado, cuatro horas por día, de lunes a viernes.
Los chicos que hacen esa experiencia formati-
vo-práctica son los que tienen la tasa de inser-
ción laboral más alta de todas las líneas. En el
“El 46% de las empresas que
relevamos asegura que es
difícil encontrar el perfil joven
requerido”, cuenta Alexandra
Manera, de la consultora Adecco.
mejor año, nos dio que el 37% de los que pasa-
ron por allí terminaron con empleo registrado;
en el peor, arrojó 23%, casi uno de cada cuatro.
Esa experiencia de irse con un certificado que
dice ‘trabajé en equis lado’, pone a los jóvenes
en un trayecto distinto, es muy habilitante”,
sostiene Bogani.
Sin embargo, según un informe de Adecco,
apenas el 7,6% de los jóvenes consultados cono-
ce la existencia de estrategias gubernamentales
para acompañarlos en la inserción al mercado
laboral y el desarrollo del empleo juvenil.
Tal como afirma Itatí Cabral, de Junior Achie-
vement, son muchas las entidades no guberna-
mentales que piensan y arman puentes entre
el mundo empleador y el joven trabajador que
busca insertarse: “Uno de los programas que
tenemos en Junior es de certificaciones en tec-
nología, destinado a jóvenes de 18 a 25 años que
no tienen trabajo formal ni acceso a estudios
superiores. Es muy efectivo. Lo comenzamos
en 2020 y empresas como Google o Microsoft
lo certifican como competencia técnica. Pero,
además de estos programas puente, en el caso
del primer empleo hay que hacer un seguimien-
to del paso a paso: el curso está bien y el acom-
pañamiento para conseguir trabajo también,
pero hay que estar presente durante los prime-
ros tiempos con ese empleo porque, como di-
cen los chicos, ‘hay que saber manejarse´”.
Para Alexandra Manera, de Adecco, es impor-
tante que los jóvenes puedan crecer en habili-
dades que mejoren su empleabilidad, pero a la
vez que las empresas acompañen en el proceso
apostando a su formación: “Todos alguna vez
arrancamos de cero. Una herramienta nece-
saria para equilibrar la exigencia por parte del
empleador son los programas de Early Career
u otras iniciativas de primeras experiencias. El
objetivo es construir un mercado laboral in-
clusivo en el que los jóvenes vivan su inserción
como una etapa que, lejos de frustrarlos, los en-
tusiasme y los motive”.
4. ACCIONES | DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2023
ENTREVISTA A VALERIA MARCH
“En un año, 2.300 jóvenes
consiguieron trabajo”
La directora de Formación
Laboral de Santa Fe rescata el
programa Primer Empleo, que
funciona en la provincia desde
fines de 2021. También cuenta
cuáles son los beneficios que
ofrecen desde el Estado.
La falta de experiencia, la dificultad para
continuar los estudios y la poca oferta de tra-
bajo son las principales trabas que perciben los
jóvenes al momento de conseguir un empleo.
Las empresas, a su vez, piden postulantes muy
jóvenes y con mucha experiencia laboral, algo
difícil de encontrar. Ante esta situación, la pro-
vincia de Santa Fe lanzó el programa Primer
Empleo con el objetivo de hacer frente a estos
obstáculos.
La responsable de las iniciativas destinadas a
que los jóvenes puedan conseguir trabajo es Va-
leria March, directora provincial de Capacita-
ción y Formación Laboral, quien conversó con
Acciones y destacó los principales puntos de la
iniciativa.
¿Qué programas tiene la provincia de
Santa Fe para fomentar el empleo jo-
ven?
Existen tres programas que alientan a la ca-
pacitación, la formación laboral y la reinserción
real al mundo formal del trabajo. En primer
lugar, está “Santa Fe capacita”, que busca que
santafesinos o personas mayores de 18 años
que vivan en la provincia se capaciten en un
oficio de manera gratuita. En esta instancia, ar-
ticulamos con municipios, comunas, institucio-
nes de la sociedad civil, ONG y sindicatos. Los
acercamos al oficio en una etapa formativa.
El segundo programa es la práctica laboral. Se
trata de una especie de pasantía dentro de las
empresas por un determinado tiempo. Allí, se
les enseña, a través de un tutor, el oficio in situ,
conociendo los horarios laborales, cómo traba-
jar con otras personas, con mandos medios. Se
busca que la persona se capacite dentro de la
empresa.
El tercer caso es el programa Primer Empleo.
¿De qué se trata Primer Empleo?
Es una política pública nueva de la provincia
de Santa Fe. Se lanzó hace más de un año con la
particularidad de que hay una inserción real al
trabajo formal. Aquellas empresas que contra-
ten personal de 18 a 30 años reciben un desem-
bolso del 85% del Salario Mínimo Vital y Móvil
(SMVM) durante seis meses para la contrata-
ción de ese empleado. Solo cambia en el caso
de las personas con discapacidad, donde no hay
rango etario y la ayuda económica es de hasta
un año. Otro requisito para ambos casos es que
los jóvenes contratados no estén trabajando al
momento de adherirse. Como la remuneración
está atada al SMVM, cuando éste aumenta, tam-
bién se incrementa la ayuda económica.
¿Cuáles son los requisitos para las em-
presas?
Los requisitos son que estén dados de alta
en AFIP para poder tener empleados y que no
cuenten con multas por trabajo no registrado.
Todo el procedimiento lo hacemos a través de
un portal de intermediación donde se inscribe
la empresa y las personas que buscan trabajo.
La empresa puede buscar por localidad, nom-
bre, puesto y perfil. Las personas que comple-
tan el formulario van generando su currículum
y pueden postularse a los avisos de las compa-
ñías. Faltaba un programa que apoyara a las
empresas que están contratando y también a las
personas que buscan un empleo.
¿Cuántos jóvenes participan de la ini-
ciativa?
El programa se lanzó a fines de 2021 y en di-
ciembre de 2022 había 2.300 jóvenes de 18 a 30
años que consiguieron su trabajo a través de
este programa. Apuntamos a ese rango etario
porque vemos que son los más golpeados al mo-
mento de encontrar un trabajo en blanco.
¿Qué rubros son los de mayor partici-
pación?
Industrial y puestos administrativos. Debo
aclarar que no tiene que ser el primer empleo
del joven, es solo el nombre del programa. No
importa si ya tuvieron aportes.
¿Qué pasa después de los seis meses?
Después de ese tiempo la empresa debe tener
a los empleados bajo el Convenio Colectivo de
Trabajo. Nos encontramos con que luego de los
seis meses, más del 80% de los jóvenes contrata-
dos sigue trabajando en la empresa, aún cuando
ya no cuentan con el beneficio económico que
les brinda el Estado. Esto es lo que busca el pro-
grama, que no se caiga el contrato a los seis me-
ses ni que haya rotación de personal.