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Inexistencia vs nulidad
El acto inexistente es aquel que no produce efectos jurídicos, porque faltando alguno de sus
elementos esenciales, nuca tuvo existencia real. No requiere de una declaratoria judicial.
1. Vicios de inconstitucionalidad:
2. Vicios de ilegalidad.
1. Requisitos de fondo.
a. Incompetencia:
Afecta a los actos administrativos cuando han sido dictados por funcionarios o personas que no
estén autorizados para dictarlos, sea en virtud que carecían de toda competencia, sea en virtud de
que se extralimitaron en el ejercicio de la misma. El vicio puede ser constitucional o legal
dependiendo de la norma atributiva de competencia.
De orden constitucional:
o Usurpación de autoridad: un acto estaría viciado de usurpación de autoridad
cuando una persona sin ningún tipo de investidura pública asume una función
pública y actúa como funcionario. Un acto administrativo dictado con usurpación
de autoridad está viciado de nulidad absoluta de acuerdo a los artículos 19.1 19.4
de la LOPA. La usurpación es siempre manifiesta
b. Vicio en el objeto.
El objeto del acto es el contenido práctico que se quiere obtener con el mismo. Ese objeto debe
ser determinado o determinable, lícito y posible. La ilicitud, indeterminación del objeto o su
imposibilidad de ejecución determinan la nulidad del acto administrativo. En eses sentido, el
artículo 19.3 de la LOPA sanciona con nulidad absoluta los actos administrativos cuando su
contenido sea de imposible o ilegal ejecución. La indeterminación solo da lugar a nulidad relativa
por cuanto la administración puede subsanarlo determinado el objeto.
SPA (1993): la irregularidad calificada por la Ley como vicio de nulidad absoluta, con todas
sus consecuencias, es que el objeto del acto administrativo sea de imposible o ilegal
ejecución (…) Ahora bien, el primer supuesto se refiere a una imposibilidad física en su
ejecución, puede ser que el objeto del acto sea licito pero su ejecución imposible por
razones de impedimentos físicos (…) Por su parte, el acto de ilegal ejecución, es aquel
cuyo objeto es ilícito per se, es decir, tiene un vicio de ilegalidad en sentido objetivo,
como conducta prohibida por la ley o ilegalidad en abstracto.
SPA (1988): el concepto de ilegal ejecución tiene un contenido material o físico preciso.
La ilegalidad se encuentra referida exclusivamente a la ejecución del contenido del acto,
pero no al acto mismo.
CPCA (1991): a los fines de la nulidad del acto por su ilegal e imposible ejecución es
necesario que el recurrente exponga con precisión las razones que configuran la
imposibilidad o ilegal ejecución del acto impugnado.
La causa es la razón justificadora del acto y esa razón siempre está vinculada a alguna
circunstancia de hecho que va a motivar el acto (no confundir con motivación). Todos los vicios
que afecten la constatación, apreciación y calificación de los presupuestos de hecho dan origen a
vicios en la causa.
SPA (1988): La correcta apreciación de los hechos que fundamentan las decisiones
administrativas constituye un factor esencial para la legalidad y corrección de las mismas
(…) constituye ilegalidad el que los órganos administrativos apliquen las facultades que
ejercer, a supuestos distintos de los expresamente previstos por las normas o que
distorsionen la real ocurrencia de los hechos o el debido alcance de las disposiciones
legales (…) Semejante conducta afecta la validez del acto así formado, que será entonces
una decisión basada en falso supuesto, con lo cual, se vicia la voluntad del órgano.
CPCA (1988): Los tribunales de lo contencioso-administrativo han terminado por
reconocer la distinción que existe entre la motivación del acto administrativo (que es la
expresión que se haga de los motivos de la providencia administrativa) y los motivos del
mismo (que son los fundamentos de hecho y de derecho de la providencia administrativa).
Entonces no pueden existir dudas que el elemento motivo o causa del acto administrativo,
está constituido por las razones o fundamentos tanto de hecho como de derecho sobre los
cuales se apoya el mismo.
(…) Entonces ese vicio de falso supuesto puede referirse indistintamente al error de hecho
o al error de derecho de la Administración, es decir, a la falsa, inexacta o incompleta
apreciación por parte de la Administración, del elemento causa del acto integralmente
considerada.
CPCA (1983): cuando los hechos y/o el derecho en que se funda la Administración para
adoptar una decisión son tergiversados, de tal manera que se afecta la decisión, ésta
adolece de vicio de falso supuesto.
Este vicio se produce cuando el funcionario que tiene poder y competencia para tomar una
decisión en una situación de hecho concreta, sin embargo, toma la decisión no para cumplir los
fines previstos en la norma, sino para otros fines para cuya comprobación habría que establecer
indubitablemente hechos que autorizaran a determinar la desviación. El fin desviado no sólo se
produce cuando el funcionario persigue un fin personal sino aun en supuestos en que se persiga
otra finalidad pública pero distinta a la que la ley prevé.
SPA (1980): los actos administrativos se encuentran afectados del vicio de desviación de
poder, cuando la Administración, al emanarlos, actúa con fines distintos de aquellos para
los cuales explícita o implícitamente la Ley confirió a la Administración la facultad o el
deber de dictarlos.
CPCA (1982): hay desviación de poder cuando el acto aun siendo formal y
substancialmente acorde con la ley, sin embargo, no lo es desde un punto de vista
teleológico por cuanto la Administración al dictarlo no persigue con ello el fin a cuyo logro
le fue acordada la facultad para hacerlo, sino un fin distinto que es por sí mismo contrario
a derecho (…) la desviación de poder para que se tipifique no requiere ni siquiera que el fin
distinto perseguido por el proveimiento sea contrario a la ley, basta con que sea contrario
al objetivo con el que el acto especifico que se dicta se trata de conseguir.
2. Requisitos de forma.
ii. Violación de los derechos de los particulares en el procedimiento: tales como el derecho
al acceso al expediente, a obtener copias, a hacerse parte, a presentar pruebas, a ser
notificado, etc. Pues bien, la violación por la Administración en cualquier procedimiento
administrativo de cualquiera de estos derechos de los particulares provocaría la invalidez
del acto y lo haría susceptible de anulación.
CPCA (1985): En efecto, en materia administrativa si se alcanzó el fin perseguido por la ley,
respetándose los derechos de los administrados, la reposición, que es un remedio procesal
de carácter formalista propio de los juicios, resulta en los procedimientos administrativos
perjudicial. Por ello, en estos procedimientos no opera absolutamente la teoría de las
nulidades procesales formales.
El vicio procedimental que acarrea la nulidad absoluta, no sólo del acto definitivo sino de
todo lo actuado, es el incumplimiento total del procedimiento y no el incumplimiento
parcial del mismo (…) El otro vicio procedimental que justifica que se considere inútil toda
una tramitación administrativa, es el de la indefensión grave, o sea, la negativa o la
imposibilidad total de que un administrado se defienda, o porque no se le notificó del
procedimiento en ninguna forma, o porque se le impidió ejercer el derecho a defenderse
en el procedimiento, negándosele las pruebas o el acceso al expediente.
CPCA (1982): El vicio de procedimiento que propiamente da lugar a la nulidad de los actos
administrativos es el de la ausencia total y absoluta del procedimiento legalmente
establecido, pero no las violaciones de trámites o de lapsos cuando ello no represente una
indefensión.
TSCA-RC (1996): la motivación como requisito formar del acto administrativo debe ser
suficiente (principio de la suficiencia de la motivación), es decir, de una amplitud tal que
permita al interesado reconstruir el proceso lógico a través del cual se formó la voluntad
administrativa que le lesiona sus derechos subjetivos o intereses legítimos personales y
directos. Por lo tanto, la motivación del acto debe ser capaz de poner en evidencia la
concatenación lógica que une las diversas premisas que sirvieron de sustento a la
Administración al momento de tomar su decisión.
TS2CT-RC (2014): la exigencia de motivar los actos administrativos se constituye en
presupuesto necesario para la protección del derecho de defensa del administrado, pues
en la medida en que el particular conozca a cabalidad la causa o motivos del acto,
constituidos por los fundamentos de hecho y de derecho, estará habilitado para oponer
los alegatos y pruebas que considere suficiente para desvirtuar la veracidad, legitimidad y
legalidad del acto administrativo que le perjudica en sus derechos o intereses legítimos
personales y directos.
TSCA-RC (1990): como quiera que la motivación defectuosa equivale a falta de
motivación, el alegado vicio no puede ser subsanado pues según la CPCA la declaratoria
de nulidad de los actos administrativos, por inmotivación por incidir en el derecho a la
defensa de los administrados, es de orden público por lo tanto, afectados de nulidad
absoluta, no pueden ser convalidados con motivaciones sobrevenidas porque el vicio en
cuestión es insubsanable.
CPAC (1991) para que un acto administrativo esté debidamente motivado, es necesario
que exprese de forma clara y precisa el motivo o el supuesto específico dentro de los
varios que pueda contener la norma y en caso de que uno de los múltiples supuestos de
una forma tuviera a su vez varios supuestos, debe igualmente señalarse dentro de cuál de
ellos se encuentra el acto.
El artículo 18 de la LOPA enumera con precisión qué es lo que debe contener un acto
administrativo desde el punto de vista de la forma. La violación de alguno de alguno de estos
requisitos del artículo 18 también daría lugar a una irregularidad del acto y un vicio de forma, que
solo podría dar origen a un vicio de nulidad relativa de los actos administrativos.