FÁBULA EL CABALLITO DE MAR

Una vez, un caballito de mar reunió sus ahorros y partió a buscar fortuna. No
había andado mucho cuando se encontró a una anguila que, al verle, le dijo:

– ¡Eh, jovencito! ¿A dónde vas?

– Voy a buscar fortuna, respondió el caballo de mar.
– Has tenido suerte, dijo la anguila. Si me das cuatro monedas, te entregaré esta
rauda aleta y llegarás mucho antes.
– Vaya No está mal, dijo el caballito de mar sacando las monedas. Se las dio a la
anguila y se deslizó a toda velocidad.
Después encontró una esponja, que le dijo:

– Eh, oye. ¿Adónde vas?

– Voy a buscar fortuna, replicó el caballo de mar.
– Has tenido suerte, dijo la esponja. Yo te puedo vender este patín autopropulsado
por poco dinero y correrás mucho más veloz.
El caballo de mar sacó de su bolsillo las monedas que le quedaban y se las
entregó. Salió disparado, deslizándose por el agua como una flecha.

Poco después encontró un tiburón, que le dijo:

– Eh, oye. ¿Adónde vas?

– Voy a buscar fortuna, replicó el caballito de mar.
– Mira qué suerte. Si te metes por este atajo, dijo el tiburón señalando su boca
abierta, ganarás mucho tiempo.
– Muchas gracias, exclamó el caballo de mar, y como un rayo, se adentró en las
fauces del tiburón, para ser devorado por él.

Responde las siguientes preguntas:

¿Porque fue devorado el caballito?

¿En qué me parezco al caballito?

¿Qué me enseña esta fábula?

¿Se para dónde voy en mi vida?

¿Porque fue devorado el caballito?

El caballito fue devorado porque confió demasiado en los demás creyendo

ciegamente en las palabras de sus supuestos amigos.

¿En qué me parezco al caballito?

Nos parecemos a él porque hay veces que queremos un camino fácil para llegar a
la meta que queremos alcanzar, pero eso nos puede traer problemas en un futuro,
no hay que apurarnos por llegar a nuestro destino, porque hay muchas personas
que se acercan a nuestras vidas con malas intenciones para ser una piedra de
tropiezo en lo que queramos emprender.

¿Qué me enseña esta fábula?

Me enseña a no ser tan confiado con los demás y tampoco apurados por llegar a
nuestro destino, si no sabemos con seguridad a donde vamos, puede que
lleguemos, sin darnos cuenta, a un lugar muy distinto del que pretendíamos.

¿Se para dónde voy en mi vida?

Voy hacia una vida digna, no llena de riquezas si no llena de felicidad con las
personas que amo donde pueda demostrar las grandes ideas que tengo para
cambiar al mundo para bien, no quiero llegar a ser una persona que se conforme
por cómo está el mundo, quiero cambiarlo y mejorarlo aportando con grandes
ideas pero sobre todo por el camino correcto.

Lo mejor que podría hacer para forjar mi futuro es empeñándome desde ahora en
mis decisiones que se reflejaran con el tiempo y demostraran lo que en verdad
valgo y el potencial que tengo, busco experiencias nuevas probar siempre algo
nuevo y sobre todo saber si está bien o no, pensando siempre en grande y a la
vez muy humilde.