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ante este Tribunal Supremo por los abogados Magdalena Ruth Boada y Marcos Rodríguez
cual declaró sin lugar la apelación interpuesta por los demandados contra el auto del a
quo de fecha 7 de marzo de 2001, que homologó la transacción del 6 de febrero de 2001,
sin lugar la impugnación hecha por los demandados el 12 de marzo de 2001 contra esta. De
esta manera, homologó con autoridad de cosa juzgada la transacción y, por vía de
impugnación.
hace esta Sala, bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe el presente
“...En el punto IV de la sentencia de fondo (folio 273 al 275, ambos
inclusive del expediente) la recurrida da por establecido los hechos que
conforman el acto de auto composición procesal llevado a cabo por las
partes del juicio y los subsume dentro de lo dispuesto en el artículo 1.713 y
1.719 del Código Civil, haciendo alusión al criterio doctrinal del tratadista
patrio ARISTEDES RENGEL ROMBERG Y MELICH ORSINI, JOSÉ
(folios 275, 276 y 277 del expediente) sin que haga un análisis de los hechos
contenidos en dicho acto frente al caso especifico de la transacción
contenida en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, en éste texto
legal el legislador exigió el auto de homologación porque es necesario que
quien auto compone la causa, tenga capacidad para hacerlo, y si es un
apoderado, que el se encuentre con tal facultad; e igualmente porque puede
existir juicio que versan sobre derechos indisponibles y de aceptarse su
disposición por las partes, surgiría una violación a la ley...
...Omissis...
El fallo dictado por la recurrida adolece de insuficiencia en cuanto a los
fundamentos de hecho y no consta en la prueba de su legalidad, no se hace
un análisis debido en cuanto ha si el apoderado del actor tiene facultad para
disponer en el acto llevado a cabo del objeto y del derecho en el litigio y si
esta capacidad se encontraba en el poder acreditado en los autos; es decir si
tenía facultad para auto componer como lo hizo; no examino (sic) en dicha
sentencia de fondo, ni calificó si realmente se estaba frente a un
convenimiento o a una transacción, solo hace referencia en el fallo a la
naturaleza jurídica de la transacción y sus requisitos, entrando a analizar lo
contenido en los artículos 1.719 y 1.713 del Código Civil, referente a las
causas de nulidad de la transacción, desde el punto de vista sustantivo y no a
la ilegalidad propia del acto de auto composición procesal, ergo, a la
incapacidad o capacidad de las partes que lo celebraron y/o la
indisponibilidad de la materia autocompuesta, en este sentido existe un total
vicio de inmotivación por no contener el fallo todos los fundamentos de
derecho y de hecho con los cuales se apoya, igualmente viola el artículo 12
ejusdem por no atenerse a lo alegado y probado en autos.
...Omissis...
Al no apreciar la recurrida el poder por medio del cual se le facultaba al
apoderado de la parte actora, abogado YASMIN GARCÍA DABOIN, a
realizar el mencionado acto, si tenía o no facultad para autocomponer y /o
disponer del objeto o derecho en litigio; así como de los representantes
legales de la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL,
C.A., si igualmente podían o no realizar tal acto de autocomposición,
incurrió en inmotivación del fallo recurrido, en infracción del ordinal 4°, del
artículo 243 del mismo código...” (Mayúsculas del formalizante)
un análisis en cuanto a si el apoderado del actor tenía facultad para auto componer en la
la legalidad de lo decidido.
con sujeción a las pruebas que los demuestran, y los motivos de derecho por la aplicación
fundamentos que como vicio de forma invalida la sentencia, con la escasez o exigüidad de
segundo caso, existe en realidad una motivación, que aunque se tilde de precaria o exigua,
errónea no puede considerarse como infracción del ordinal 4º del artículo 243, porque ello
en modo alguno constituye falta de motivación, sino una infracción de otras disposiciones
legales, cuya denuncia debe hacerse al amparo del ordinal 2º del artículo 313 del Código de
siguiente manera:
“...De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso
de marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por
las partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo
de 2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar al ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1.146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado.
A tenor de lo expuesto, ratifica este Juzgador que no existe controversia
entre las partes sobre puntos de derecho que puedan causar la anulabilidad
de la transacción celebrada; igualmente la misma no esta (sic) fundada en
titulo nulo o documento falso ni existe sentencia ejecutoriada sobre el
presente litigio y no existiendo vicios del consentimiento de la demandada,
pues la medida de embargo decretada –se repite- lo fue en virtud de la
interposición del cobro de bolívares (vía ejecutiva) fundada en el artículo
630, y en la oportunidad de su practica, consintió en celebrar transacción con
la demandante. Consecuentemente su conducta esta enmarcada, a criterio de
esta superioridad, dentro de los parámetros establecidos en el Código Civil,
para consentir validamente en la transacción, sin que se diga que fue
obligado por las circunstancias. Y ASÍ SE DECLARA...” (Negrillas de la
Sala)
expresó sus fundamentos en torno a la transacción celebrada por las partes en la practica del
embargo ejecutivo calificándola como tal. Respecto a no ser contraria a derecho y que se
cumplió con todas las exigencias legales, necesarias para surtir plenos efectos entre las
ello, la presente denuncia por quebrantamiento del ordinal 4° del artículo 243 del Código de
ÚNICO
Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, se denuncia la infracción por la recurrida del artículo 263 eiusdem, por falta de
aplicación, y el artículo 256 ibidem, por falsa aplicación, con la siguiente argumentación:
“...En efecto consta del acto de auto composición procesal que corre a los
folios 190 al 193 del expediente, ambos inclusive, y de la transcripción que
de el hace en la sentencia de fondo la recurrida (folios 273 al 275 del
expediente), que de la mencionada actuación procesal se desprende que las
partes demandadas convinieron en la demanda y propusieron un plazo para
el pago....
...Omissis...
Como se aprecia ciudadanos Magistrados, el acto de auto composición
procesal en el cual intervino mi representada en su condición de demandada
en fecha 6 de febrero de 2001, transcrito por la recurrida en la sentencia de
fondo al cual se hizo mención anteriormente, establece la aceptación de los
demandados a todos los puntos objetos del libelo de la demanda,
reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago y que el abogado
YASMIN GARCÍA DABOIN, apoderado de la parte demandante en éste
mismo acto, expreso: “visto el convenimiento propuesto por la parte
demandada, en nombre de mi representada acepto el mismo en los términos
expuestos por los demandados, recibo conforme tanto el dinero en efectivo
como los cheques identificados...”. En este negocio jurídico las partes no se
hacen reciprocas concesiones que es lo que caracteriza a la transacción de
acuerdo al artículo 1.713 del Código Civil, por lo que la señalada norma
procesal debió ser aplicada y haberse resuelto la homologación del
mencionado acto por la recurrida con sujeción a lo en ella establecido, sin
embargo la recurrida no la aplico y en su lugar aplico falsamente el artículo
256 del Código de Procedimiento Civil.
De acuerdo a lo expuesto la recurrida violó el artículo 263 del mencionado
código por falta de aplicación, por ser el acto de auto composición procesal
de naturaleza convencional, lo que equivale a negarle vigencia, infracción
que fue determinante en lo dispositivo del fallo, ya que de haber aplicado el
mencionado artículo 263, tendría que haber estimado lo establecido en el
artículo 264 eiusdem, referente a que para convenir en la demanda se
necesita tener capacidad para disponer del objeto sobre que verse la
controversia, haber analizado si la representación legal de la demandada
PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía capacidad para
disponer del objeto y derecho en litigio, facultad esta que debe constar
expresamente por así exigirlo este texto legal.
La recurrida no ha debido homologar el mencionado acto bajo el criterio
legal del artículo 1.713 y 1.719 del Código Civil y doctrina del tratadista
patrio DR. ARISTEDES RENGEL ROMBERG, pero no llego a (sic)
análisis con precisión en la sentencia de fondo si la representación legal de
la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía
dicha capacidad para dar por valido la homologación, se limito a homologar
dicho acto celebrado entre las partes aplicando para ello lo dispuesto en el
artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, de tal manera pido a ésta
Sala declare la infracción denunciada en la cual incurrió la recurrida y
consecuentemente la nulidad de dicha decisión ordenando se proceda a
dictar un nuevo fallo corrigiendo dicha infracción...”
artículo 1.713 del Código Civil al resolver la homologación del acto de composición
procesal, por lo que alega que aplicó falsamente el artículo 256 del Código de
Procedimiento Civil, y la falta de aplicación del artículo 263 eiusdem, por ser el acto de
concesiones.
controversia, utiliza una regla legal cuyo supuesto abstracto no coincide o no es aplicable al
hecho debatido.
señala:
“...Por su parte el JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA
EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS, por auto de fecha 07 de marzo de 2001 (f.199) Homologó la
transacción celebrada en los términos expuestos, ordenando proceder como
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, de conformidad con lo
previsto en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil. Este auto es
el objeto de la apelación por la demandada, quien igualmente impugnó la
transacción, pues aduce que se vieron obligados a firmar un convenimiento
para evitar los graves perjuicios que se iban a causar a la Panadería y
Pastelería Pamadil.
2.- De la impugnación de la transacción.
...Omissis...
De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso de
marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por las
partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo de
2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar a ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado...”
Procedimiento Civil, por lo que no es posible alegar su infracción por falsa aplicación, la
cual se produce cuando se aplica una norma jurídica a una situación de hecho que ella no
contempla, pues en su fallo lo que hace es citar la conclusión del juez de primera instancia
establece la aceptación de los demandados a todos los puntos objetos del libelo de la
demanda, reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago...”, por lo que arguye
que las partes no se hacen reciprocas concesiones en el referido acto que es lo que
caracteriza la transacción.
El artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, establece que “en cualquier
convenir en ella. El Juez dará por consumado el acto, y se procederá como en sentencia
contraria...”
de Procedimiento Civil, Tomo II, pág 315, en cuanto al artículo 263 señala que:
“...No puede haber convenimiento en la demanda -expresa la Corte-, sino
más bien transacción, cuando la admisión del demandado no es pura y
simple como sucede cuando después de admitir lo pedido en el libelo agrega
una manera de cumplimiento no indicada en éste, y que requiere, por tanto,
el cumplimiento o aceptación del actor para que quede perfeccionado y
pueda ser homologado por el Juez...” (cfr CSJ, Sent. 27-7-72, en Ramírez &
Garay, XXXV, p.393; Sent. 9-5-85, en Ramírez & Garay, XCI, núm. 513).
De lo dicho por el fallo de la Corte se deduce como consecuencia que la
mayoría de los convenimientos son, en propiedad, transacciones, pues
normalmente se conceden plazos de gracia al demandado aun cuando la
deuda es morosa en su integridad. Se presupone la aquiescencia del actor,
cuando este se apropia los efectos del acto dispositivo y pide su ejecución...”
la deuda, que tal como lo indica la jurisprudencia ut supra, se entiende tal convenio como
una transacción al basarse en reciprocas concesiones al quedar pendientes pagos entre las
partes.
tal acto de convenimiento como pretende el recurrente, sino que en su motiva dejó
establecido como así lo homologó el de primera instancia que se trataba de una transacción
estableciendo sus razones de hecho y derecho para declarar que no existían causas para la
anulabilidad del referido acto de composición procesal. Por tanto, resulta inaplicable al caso
de autos el artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, norma que prevé el
convenimiento entre las partes, por estar fundamentada la recurrida en una transacción.
aplicación del artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, y falta de aplicación del
DECISIÓN
Por las razones antes, expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
formalizado por los codemandados contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior
Procedimiento Civil, se condena al pago de las costas del recurso a los recurrentes.
Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Tribunal de la causa, Juzgado
Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Particípese dicha remisión al Juzgado Superior
Procedimiento Civil.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los seis (06) días del mes
de julio del año dos mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y 145º de la Federación.
El Vicepresidente en ejercicio
de la Presidencia de la Sala,
_____________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
El Magistrado Ponente,
_________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
Magistrado,
_________________________
TULIO ÁLVAREZ LEDO
La Secretaria,
__________________________
ADRIANA PADILLA ALFONZO
RC 03-140
ANÁLISIS DE LA SENTENCIA RECURRIDA
En cuanto al recurso invocado por defecto de actividad que la parte recurrente realiza, lo
fundamenta específicamente en el articulo 313 del Código de procedimiento Civil,
denuncia la violación de los artículos 12 y 243 ordinal 4º eiusdem, al incurrir en el vicio de
inmotivación lo hace según la siguiente argumentación la cual se transcribe textualmente:
contener el fallo los fundamentos de derecho y de hecho en los cuales se apoya, al no hacer
un análisis en cuanto a si el apoderado del actor tenía facultad para auto componer en la
El artículo 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil que establece el
juez, pues ello constituye el presupuesto necesario para obtener un posterior control sobre
la legalidad de lo decidido.
con sujeción a las pruebas que los demuestran, y los motivos de derecho por la aplicación
fundamentos que como vicio de forma invalida la sentencia, con la escasez o exigüidad de
segundo caso, existe en realidad una motivación, que aunque se tilde de precaria o exigua,
errónea no puede considerarse como infracción del ordinal 4º del artículo 243, porque ello
en modo alguno constituye falta de motivación, sino una infracción de otras disposiciones
legales, cuya denuncia debe hacerse al amparo del ordinal 2º del artículo 313 del Código de
siguiente manera:
“...De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso
de marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por
las partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo
de 2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar al ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1.146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado.
A tenor de lo expuesto, ratifica este Juzgador que no existe controversia
entre las partes sobre puntos de derecho que puedan causar la anulabilidad
de la transacción celebrada; igualmente la misma no esta (sic) fundada en
titulo nulo o documento falso ni existe sentencia ejecutoriada sobre el
presente litigio y no existiendo vicios del consentimiento de la demandada,
pues la medida de embargo decretada –se repite- lo fue en virtud de la
interposición del cobro de bolívares (vía ejecutiva) fundada en el artículo
630, y en la oportunidad de su practica, consintió en celebrar transacción con
la demandante. Consecuentemente su conducta esta enmarcada, a criterio de
esta superioridad, dentro de los parámetros establecidos en el Código Civil,
para consentir validamente en la transacción, sin que se diga que fue
obligado por las circunstancias. Y ASÍ SE DECLARA...” (Negrillas de la
Sala)
expresó sus fundamentos en torno a la transacción celebrada por las partes en la practica del
embargo ejecutivo calificándola como tal. Respecto a no ser contraria a derecho y que se
cumplió con todas las exigencias legales, necesarias para surtir plenos efectos entre las
ello, la presente denuncia por quebrantamiento del ordinal 4° del artículo 243 del Código de
artículo 1.713 del Código Civil al resolver la homologación del acto de composición
procesal, por lo que alega que aplicó falsamente el artículo 256 del Código de
Procedimiento Civil, y la falta de aplicación del artículo 263 eiusdem, por ser el acto de
concesiones.
controversia, utiliza una regla legal cuyo supuesto abstracto no coincide o no es aplicable al
hecho debatido.
señala:
“...Por su parte el JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA
EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS, por auto de fecha 07 de marzo de 2001 (f.199) Homologó la
transacción celebrada en los términos expuestos, ordenando proceder como
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, de conformidad con lo
previsto en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil. Este auto es
el objeto de la apelación por la demandada, quien igualmente impugnó la
transacción, pues aduce que se vieron obligados a firmar un convenimiento
para evitar los graves perjuicios que se iban a causar a la Panadería y
Pastelería Pamadil.
2.- De la impugnación de la transacción.
...Omissis...
De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso de
marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por las
partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo de
2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar a ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado...”
Procedimiento Civil, por lo que no es posible alegar su infracción por falsa aplicación, la
cual se produce cuando se aplica una norma jurídica a una situación de hecho que ella no
contempla, pues en su fallo lo que hace es citar la conclusión del juez de primera instancia
establece la aceptación de los demandados a todos los puntos objetos del libelo de la
demanda, reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago...”, por lo que arguye
que las partes no se hacen reciprocas concesiones en el referido acto que es lo que
caracteriza la transacción.
El artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, establece que “en cualquier
convenir en ella. El Juez dará por consumado el acto, y se procederá como en sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte
contraria...”
de Procedimiento Civil, Tomo II, pág 315, en cuanto al artículo 263 señala que:
“...No puede haber convenimiento en la demanda -expresa la Corte-, sino
más bien transacción, cuando la admisión del demandado no es pura y
simple como sucede cuando después de admitir lo pedido en el libelo agrega
una manera de cumplimiento no indicada en éste, y que requiere, por tanto,
el cumplimiento o aceptación del actor para que quede perfeccionado y
pueda ser homologado por el Juez...” (cfr CSJ, Sent. 27-7-72, en Ramírez &
Garay, XXXV, p.393; Sent. 9-5-85, en Ramírez & Garay, XCI, núm. 513).
De lo dicho por el fallo de la Corte se deduce como consecuencia que la
mayoría de los convenimientos son, en propiedad, transacciones, pues
normalmente se conceden plazos de gracia al demandado aun cuando la
deuda es morosa en su integridad. Se presupone la aquiescencia del actor,
cuando este se apropia los efectos del acto dispositivo y pide su ejecución...”
medida de embargo decretada y la parte actora da su aceptación a los plazos para el pago de
la deuda, que tal como lo indica la jurisprudencia ut supra, se entiende tal convenio como
una transacción al basarse en reciprocas concesiones al quedar pendientes pagos entre las
partes.
tal acto de convenimiento como pretende el recurrente, sino que en su motiva dejó
establecido como así lo homologó el de primera instancia que se trataba de una transacción
estableciendo sus razones de hecho y derecho para declarar que no existían causas para la
anulabilidad del referido acto de composición procesal. Por tanto, resulta inaplicable al caso
de autos el artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, norma que prevé el
convenimiento entre las partes, por estar fundamentada la recurrida en una transacción.
aplicación del artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, y falta de aplicación del
La parte recurrente en cuanto a la solicitud del recurso por infracción de ley con
fundamento en el ordinal 2º del artículos 313 del Código De Procedimiento Civil, denuncia
la violación por la parte recurrida del artículo 263 eiusdem, por falta de aplicación y el
articulo 256 ibídem, por falsa aplicación.
El recurrente basa su denuncia, en cuanto que tal como consta a los autos el acta
de auto composición procesal que corre a los folios 190 al 193 del expediente ambos
inclusive y de la transcripción que se hace de la sentencia de fondo la recurrida folios 273
al 275 del expediente, en donde se evidencia que las partes convinieron en la demanda y
propusieron un plazo para el pago.
Continua alegando la parte recurrente que la en dicho auto de composición procesal
su defendida en calidad de demandada acepto todos los puntos objetos del libelo de la
demanda reconociendo la deuda existente y el plazo de pago futuro para su pago, y la parte
demandante expreso que visto el convenimiento propuesto por la parte demandada, en
nombre de su representada aceptó el mismo en los términos expuestos por los demandados,
y recibe conforme tanto el dinero en efectivo como los cheque identificados, alegando que
en este tipo de negocio no se hacen reciprocas concesiones que es lo que caracteriza a la
transacción de acuerdo al articulo 1.713 del Código Civil, y que se debió haber homologado
el convenimiento y sin embargo la recurrida aplico falsamente el articulo 256 del Código de
Procedimiento Civil.
De esto se desprende según la recurrida, violo el articulo 263 del mencionado
código, por falta de aplicación por ser el auto de composición procesal de naturaleza
convencional y la recurrida no debió homologar el acto bajo criterio legal del articulo 1.713
y 1.719 del Código Civil y bajo la doctrina de los tratadistas patrios ARISTEDES
RENGEL ROMBERG y MELICH ORSINI JOSE, y por no llegar a un análisis preciso en
la sentencia de fondo si la representación legal de la codemandada PANADERIA Y
PASTELERIA PAMADIL C.A, tenia la capacidad para dar por validad la homologación,
incurriendo en la infracción denunciada.