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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente: ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ.

En el juicio por cobro de bolívares vía ejecutiva, incoado ante el Juzgado

Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción

Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por el ciudadano JESÚS FABIÁN

BERROTERÁN RENGIFO, representado judicialmente por la abogada Yasmín García

Daboin, contra los ciudadanos CRÍSPULO HERNÁN VELÁSQUEZ PARRA y DIGVI

ALBERTO MENDES LEFFERBRES, como obligados principales; y la sociedad

mercantil PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., en su carácter de fiadora

solidaria, representados judicialmente en la instancia por el abogado Jairo Revilla Duarte, y

ante este Tribunal Supremo por los abogados Magdalena Ruth Boada y Marcos Rodríguez

Briceño; el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la misma

Circunscripción Judicial, dictó sentencia en fecha 15 de noviembre de 2002, mediante la

cual declaró sin lugar la apelación interpuesta por los demandados contra el auto del a

quo de fecha 7 de marzo de 2001, que homologó la transacción del 6 de febrero de 2001,

sin lugar la impugnación hecha por los demandados el 12 de marzo de 2001 contra esta. De

esta manera, homologó con autoridad de cosa juzgada la transacción y, por vía de

consecuencia, confirmó el auto apelado.


 

Contra dicha decisión, anunció recurso de casación la representación judicial de

la parte demandada, el cual fue admitido, y oportunamente formalizado. Hubo

impugnación.

Cumplidos los trámites de sustanciación, siendo la oportunidad para decidir, lo

hace esta Sala, bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe el presente

fallo, previas las siguientes consideraciones:

RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD


ÚNICO

Con fundamento en el artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se

denuncia la violación por la recurrida de los artículos 12 y 243 ordinal 4°eiusdem, al

incurrir en el vicio de inmotivación, con la siguiente argumentación:

 
“...En el punto IV de la sentencia de fondo (folio 273 al 275, ambos
inclusive del expediente) la recurrida da por establecido los hechos que
conforman el acto de auto composición procesal llevado a cabo por las
partes del juicio y los subsume dentro de lo dispuesto en el artículo 1.713 y
1.719 del Código Civil, haciendo alusión al criterio doctrinal del tratadista
patrio ARISTEDES RENGEL ROMBERG Y MELICH ORSINI, JOSÉ
(folios 275, 276 y 277 del expediente) sin que haga un análisis de los hechos
contenidos en dicho acto frente al caso especifico de la transacción
contenida en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, en éste texto
legal el legislador exigió el auto de homologación porque es necesario que
quien auto compone la causa, tenga capacidad para hacerlo, y si es un
apoderado, que el se encuentre con tal facultad; e igualmente porque puede
existir juicio que versan sobre derechos indisponibles y de aceptarse su
disposición por las partes, surgiría una violación a la ley...
 
...Omissis...
 
El fallo dictado por la recurrida adolece de insuficiencia en cuanto a los
fundamentos de hecho y no consta en la prueba de su legalidad, no se hace
un análisis debido en cuanto ha si el apoderado del actor tiene facultad para
disponer en el acto llevado a cabo del objeto y del derecho en el litigio y si
esta capacidad se encontraba en el poder acreditado en los autos; es decir si
tenía facultad para auto componer como lo hizo; no examino (sic) en dicha
sentencia de fondo, ni calificó si realmente se estaba frente a un
convenimiento o a una transacción, solo hace referencia en el fallo a la
naturaleza jurídica de la transacción y sus requisitos, entrando a analizar lo
contenido en los artículos 1.719 y 1.713 del Código Civil, referente a las
causas de nulidad de la transacción, desde el punto de vista sustantivo y no a
la ilegalidad propia del acto de auto composición procesal, ergo, a la
incapacidad o capacidad de las partes que lo celebraron y/o la
indisponibilidad de la materia autocompuesta, en este sentido existe un total
vicio de inmotivación por no contener el fallo todos los fundamentos de
derecho y de hecho con los cuales se apoya, igualmente viola el artículo 12
ejusdem por no atenerse a lo alegado y probado en autos.
 
...Omissis...
 
Al no apreciar la recurrida el poder por medio del cual se le facultaba al
apoderado de la parte actora, abogado YASMIN GARCÍA DABOIN, a
realizar el mencionado acto, si tenía o no facultad para autocomponer y /o
disponer del objeto o derecho en litigio; así como de los representantes
legales de la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL,
C.A., si igualmente podían o no realizar tal acto de autocomposición,
incurrió en inmotivación del fallo recurrido, en infracción del ordinal 4°, del
artículo 243 del mismo código...” (Mayúsculas del formalizante)

Para decidir, la Sala observa:

Alega el formalizante que la recurrida incurre en el vicio de inmotivación, al no


contener el fallo los fundamentos de derecho y de hecho en los cuales se apoya, al no hacer

un análisis en cuanto a si el apoderado del actor tenía facultad para auto componer en la

transacción y si existía un convenimiento o una transacción.

El artículo 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil que establece el

requisito de motivación, impone al juez el deber de expresar los motivos de hecho y de

derecho de la decisión. El fin perseguido es permitir el conocimiento del razonamiento del


juez, pues ello constituye el presupuesto necesario para obtener un posterior control sobre

la legalidad de lo decidido.
 

Los motivos de hecho están conformados por el establecimiento de los hechos

con sujeción a las pruebas que los demuestran, y los motivos de derecho por la aplicación

de los principios doctrinarios y las normas jurídicas atinentes a tales hechos.


 

Esta Sala ha señalado reiteradamente que no debe confundirse la carencia de

fundamentos que como vicio de forma invalida la sentencia, con la escasez o exigüidad de

la motivación; en el primer caso hay falta absoluta de fundamentos y el fallo es nulo; en el

segundo caso, existe en realidad una motivación, que aunque se tilde de precaria o exigua,

en esta circunstancia el fallo es válido por no carecer de fundamentos y poder ejercerse el

control de legalidad de lo decidido.


 

Asimismo, la Sala ha establecido pacíficamente que la motivación inadecuada o

errónea no puede considerarse como infracción del ordinal 4º del artículo 243, porque ello

en modo alguno constituye falta de motivación, sino una infracción de otras disposiciones

legales, cuya denuncia debe hacerse al amparo del ordinal 2º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil (recurso por infracción de ley). 

  En el presente caso, el Juez de alzada fundamentó el fallo recurrido de la

siguiente manera:
“...De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso
de marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por
las partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo
de 2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar al ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1.146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado.
 
A tenor de lo expuesto, ratifica este Juzgador que no existe controversia
entre las partes sobre puntos de derecho que puedan causar la anulabilidad
de la transacción celebrada; igualmente la misma no esta (sic) fundada en
titulo nulo o documento falso ni existe sentencia ejecutoriada sobre el
presente litigio y no existiendo vicios del consentimiento de la demandada,
pues la medida de embargo decretada –se repite- lo fue en virtud de la
interposición del cobro de bolívares (vía ejecutiva) fundada en el artículo
630, y en la oportunidad de su practica, consintió en celebrar transacción con
la demandante. Consecuentemente su conducta esta enmarcada, a criterio de
esta superioridad, dentro de los parámetros establecidos en el Código Civil,
para consentir validamente en la transacción, sin que se diga que fue
obligado por las circunstancias. Y ASÍ SE DECLARA...” (Negrillas de la
Sala)

Como puede observarse de la transcripción anterior, la sentencia impugnada

expresó sus fundamentos en torno a la transacción celebrada por las partes en la practica del

embargo ejecutivo calificándola como tal. Respecto a no ser contraria a derecho y que se

cumplió con todas las exigencias legales, necesarias para surtir plenos efectos entre las

partes, no existiendo vicios en el consentimiento otorgado por la demandada. Si el

formalizante considera que tal razonamiento es exiguo, escaso o insuficiente, ello no

implica ausencia absoluta de motivos.

En consecuencia, la recurrida establece los motivos en el caso bajo estudio, por

ello, la presente denuncia por quebrantamiento del ordinal 4° del artículo 243 del Código de

Procedimiento Civil, se declara improcedente. Así se decide.

RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY

ÚNICO

 
Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de Procedimiento

Civil, se denuncia la infracción por la recurrida del artículo 263 eiusdem, por falta de

aplicación, y el artículo 256 ibidem, por falsa aplicación, con la siguiente argumentación:
“...En efecto consta del acto de auto composición procesal que corre a los
folios 190 al 193 del expediente, ambos inclusive, y de la transcripción que
de el hace en la sentencia de fondo la recurrida (folios 273 al 275 del
expediente), que de la mencionada actuación procesal se desprende que las
partes demandadas convinieron en la demanda y propusieron un plazo para
el pago....
 
...Omissis...
 
Como se aprecia ciudadanos Magistrados, el acto de auto composición
procesal en el cual intervino mi representada en su condición de demandada
en fecha 6 de febrero de 2001, transcrito por la recurrida en la sentencia de
fondo al cual se hizo mención anteriormente, establece la aceptación de los
demandados a todos los puntos objetos del libelo de la demanda,
reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago y que el abogado
YASMIN GARCÍA DABOIN, apoderado de la parte demandante en éste
mismo acto, expreso: “visto el convenimiento propuesto por la parte
demandada, en nombre de mi representada acepto el mismo en los términos
expuestos por los demandados, recibo conforme tanto el dinero en efectivo
como los cheques identificados...”. En este negocio jurídico las partes no se
hacen reciprocas concesiones que es lo que caracteriza a la transacción de
acuerdo al artículo 1.713 del Código Civil, por lo que la señalada norma
procesal debió ser aplicada y haberse resuelto la homologación del
mencionado acto por la recurrida con sujeción a lo en ella establecido, sin
embargo la recurrida no la aplico y en su lugar aplico falsamente el artículo
256 del Código de Procedimiento Civil.
 
De acuerdo a lo expuesto la recurrida violó el artículo 263 del mencionado
código por falta de aplicación, por ser el acto de auto composición procesal
de naturaleza convencional, lo que equivale a negarle vigencia, infracción
que fue determinante en lo dispositivo del fallo, ya que de haber aplicado el
mencionado artículo 263, tendría que haber estimado lo establecido en el
artículo 264 eiusdem, referente a que para convenir en la demanda se
necesita tener capacidad para disponer del objeto sobre que verse la
controversia, haber analizado si la representación legal de la demandada
PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía capacidad para
disponer del objeto y derecho en litigio, facultad esta que debe constar
expresamente por así exigirlo este texto legal.
 
La recurrida no ha debido homologar el mencionado acto bajo el criterio
legal del artículo 1.713 y 1.719 del Código Civil y doctrina del tratadista
patrio DR. ARISTEDES RENGEL ROMBERG, pero no llego a (sic)
análisis con precisión en la sentencia de fondo si la representación legal de
la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía
dicha capacidad para dar por valido la homologación, se limito a homologar
dicho acto celebrado entre las partes aplicando para ello lo dispuesto en el
artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, de tal manera pido a ésta
Sala declare la infracción denunciada en la cual incurrió la recurrida y
consecuentemente la nulidad de dicha decisión ordenando se proceda a
dictar un nuevo fallo corrigiendo dicha infracción...”

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante denuncia que el sentenciador de alzada, debió aplicar el

artículo 1.713 del Código Civil al resolver la homologación del acto de composición

procesal, por lo que alega que aplicó falsamente el artículo 256 del Código de

Procedimiento Civil, y la falta de aplicación del artículo 263 eiusdem, por ser el acto de

composición procesal de naturaleza convencional en que las partes no se hacen reciprocas

concesiones.

La falsa aplicación de una norma jurídica, según la doctrina de este Alto

Tribunal, resulta de la infracción que comete el jurisdicente cuando al resolver una

controversia, utiliza una regla legal cuyo supuesto abstracto no coincide o no es aplicable al

hecho debatido.

Al respecto, la sentencia recurrida en sus partes pertinentes, textualmente

señala:

 
“...Por su parte el JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA
EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS, por auto de fecha 07 de marzo de 2001 (f.199) Homologó la
transacción celebrada en los términos expuestos, ordenando proceder como
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, de conformidad con lo
previsto en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil. Este auto es
el objeto de la apelación por la demandada, quien igualmente impugnó la
transacción, pues aduce que se vieron obligados a firmar un convenimiento
para evitar los graves perjuicios que se iban a causar a la Panadería y
Pastelería Pamadil.
2.- De la impugnación de la transacción.
...Omissis...
De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso de
marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por las
partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo de
2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar a ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado...”

Ahora bien, de la lectura de la sentencia recurrida se evidencia que el

juzgador ad quem, no fundamentó su decisión en el artículo 256 del Código de

Procedimiento Civil, por lo que no es posible alegar su infracción por falsa aplicación, la

cual se produce cuando se aplica una norma jurídica a una  situación de hecho que ella no

contempla, pues en su fallo lo que hace es citar la conclusión del juez de primera instancia

al homologar la transacción, aplicando en su motiva la norma que denuncia el formalizante

que debió aplicar como lo es el artículo 1.713 del Código Civil.

En cuanto a la falta de aplicación del artículo 263 del Código de Procedimiento

Civil, alega el recurrente lo siguiente: “...el acto de auto composición procesal en el cual

intervino mi representada en su condición de demandada en fecha 6 de febrero de 2001,

transcrito por la recurrida en la sentencia de fondo al cual se hizo mención anteriormente,

establece la aceptación de los demandados a todos los puntos objetos del libelo de la

demanda, reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago...”, por lo que arguye
que las partes no se hacen reciprocas concesiones en el referido acto que es lo que

caracteriza la transacción.

El artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, establece que “en cualquier

estado y grado de la causa puede el demandante desistir de la demanda y el demandado

convenir en ella. El Juez dará por consumado el acto, y se procederá como en sentencia

pasada en autoridad de cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte

contraria...”

De acuerdo con la norma transcrita, una vez que la demandada conviene en la

demanda se extingue el proceso, pues ésta se allana en lo pedido por el demandante y, en

consecuencia, procede la homologación del convenimiento.

Ahora bien, el Dr. Ricardo Henríquez La Roche, en sus comentarios al Código

de Procedimiento Civil, Tomo II, pág 315, en cuanto al artículo 263 señala que:

 
“...No puede haber convenimiento en la demanda -expresa la Corte-, sino
más bien transacción, cuando la admisión del demandado no es pura y
simple como sucede cuando después de admitir lo pedido en el libelo agrega
una manera de cumplimiento no indicada en éste, y que requiere, por tanto,
el cumplimiento o aceptación del actor para que quede perfeccionado y
pueda ser homologado por el Juez...” (cfr CSJ, Sent. 27-7-72, en Ramírez &
Garay, XXXV, p.393; Sent. 9-5-85, en Ramírez & Garay, XCI, núm. 513).
 
De lo dicho por el fallo de la Corte se deduce como consecuencia que la
mayoría de los convenimientos son, en propiedad, transacciones, pues
normalmente se conceden plazos de gracia al demandado aun cuando la
deuda es morosa en su integridad. Se presupone la aquiescencia del actor,
cuando este se apropia los efectos del acto dispositivo y pide su ejecución...”

En el presente caso, la recurrida transcribe del folio 273 al 275, el acto en el

cual los codemandados convienen en la demanda en el momento de la ejecución de la


medida de embargo decretada y la parte actora da su aceptación a los plazos para el pago de

la deuda, que tal como lo indica la jurisprudencia ut supra, se entiende tal convenio como

una transacción al basarse en reciprocas concesiones al quedar pendientes pagos entre las

partes.
 

En tal sentido, se evidencia de la recurrida que el juzgador ad quem no calificó

tal acto de convenimiento como pretende el recurrente, sino que en su motiva dejó

establecido como así lo homologó el de primera instancia que se trataba de una transacción

estableciendo sus razones de hecho y derecho para declarar que no existían causas para la

anulabilidad del referido acto de composición procesal. Por tanto, resulta inaplicable al caso

de autos el artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, norma que prevé el

convenimiento entre las partes, por estar fundamentada la recurrida en una transacción.
 

En consecuencia, se declara improcedente la presente denuncia por falsa

aplicación del artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, y falta de aplicación del

artículo 263 eiusdem. Así se decide.


 

DECISIÓN
 
 
Por las razones antes, expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de

Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela

y por autoridad de la Ley, declara: SIN LUGAR el recurso de casación, anunciado y

formalizado por los codemandados contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior

Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área

Metropolitana de Caracas, en fecha 15 de noviembre de 2002.


 

De conformidad con lo establecido en el artículo 320 del Código de

Procedimiento Civil, se condena al pago de las costas del recurso a los recurrentes.
 
Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Tribunal de la causa, Juzgado

Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del  Tránsito de la Circunscripción

Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Particípese dicha remisión al Juzgado Superior

de origen, de conformidad con lo establecido en el artículo 322 del Código de

Procedimiento Civil.
 

Dada,  firmada  y  sellada  en  la  Sala  de  Despacho  de  la  Sala de Casación

Civil  del Tribunal Supremo de  Justicia, en   Caracas, a los  seis (06) días del mes

de  julio  del año dos mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y 145º de la Federación.
El Vicepresidente en ejercicio
de la Presidencia de la Sala,
 
_____________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
                                                                                       
El Magistrado Ponente,
 
_________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ        
Magistrado,
   
                                                                 _________________________   
                                                                              TULIO ÁLVAREZ LEDO
                                                                   
La Secretaria,
 
__________________________
ADRIANA PADILLA ALFONZO
 
 

RC 03-140
ANÁLISIS DE LA SENTENCIA RECURRIDA

1.- SALA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA EN LA CUAL CONOCIÓ


EL RECURSO Y MAGISTRADO PONENTE:

 SALA DE CASACIÓN CIVIL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA.


 MAGISTRADO PONENTE: ANTONIO RAMÍREZ JIMENEZ.

2.- FECHA DE LA SENTENCIA ANALIZADA:


 SEIS (06) DE JULIO DEL AÑO DOS MIL CUATROI (2.004).

3.- TRIBUNAL DE LA REPUBLICA POR ANTE EL CUAL SE INTERPUSO EL


RECURSO DE APELACIÓN Y EL TIPO DE JUICIO:

 JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL,


MERCANTIL Y DEL TRANSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL
ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS.
 JUICIO POR: COBRO DE BOLÍVARES VIAL EJECUTIVA.

4.- TRIBUNAL DE LA REPUBLICA QUIEN CONOCIO EL RECURSO DE


APELACIÓN:
 JUZGADO SUPERIOR PRIMERO EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL
TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL  DEL ÁREA
METROPOLITANA DE CARACAS, EN FECHA 15 DE NOVIEMBRE DE 2002.

5.- PARTES QUE CONCURREN EN EL RECURSO:


 DEMANDANTE: JESÚS FABIÁN BERROTERÁN RENGIFO,
REPRESENTADO JUDICIALMENTE POR LA ABOGADA YASMÍN GARCÍA
DABOIN.
 DEMANDADO: CRÍSPULO HERNÁN VELÁSQUEZ PARRA Y DIGVI
ALBERTO MENDES LEFFERBRES, COMO OBLIGADOS PRINCIPALES; Y
LA SOCIEDAD MERCANTIL PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL,
C.A., EN SU CARÁCTER DE FIADORA SOLIDARIA, REPRESENTADOS
JUDICIALMENTE EN LA INSTANCIA POR EL ABOGADO JAIRO REVILLA
DUARTE, Y ANTE ESTE TRIBUNAL SUPREMO POR LOS ABOGADOS
MAGDALENA RUTH BOADA Y MARCOS RODRÍGUEZ BRICEÑO.

6.- FECHA EN QUE SE DICTO LA SENTENCIA RECURRIDA Y EL MOTIVO:

 SENTENCIA DICTADA POR EL JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA


INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRANSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS. EN FECHA 15 DE NOVIEMBRE DE 2.002.
 MOTIVOS: 1.- DECLARATORIA SIN LUGAR LA APELACIÓN
INTERPUESTA POR LOS DEMANDADOS CONTRA EL AUTO DEL  A
QUO DE FECHA 7 DE MARZO DE 2001, QUE HOMOLOGÓ LA
TRANSACCIÓN DEL 6 DE FEBRERO DE 2001, 2.- SIN LUGAR LA
IMPUGNACIÓN HECHA POR LOS DEMANDADOS EL 12 DE MARZO DE
2001 CONTRA ESTA, DE ESTA MANERA, HOMOLOGÓ CON AUTORIDAD
DE COSA JUZGADA LA TRANSACCIÓN Y, POR VÍA DE CONSECUENCIA,
CONFIRMÓ EL AUTO APELADO.

7.- TIPO DE RECURSO POR EL CUAL LLEGA AL ORGANO


JURISDICCIONAL:

 LLEGA A LA SALA DE CASACIÓN CIVIL POR DOS TIPOS DE RECURSOS:


1. RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD
2. POR RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY.

8.- IDENTIFICACIÓN DE LA DIVERGENCIA INTERPRETATIVA DE


DERECHO DE LA PARTE RECURRENTE EN CUANTO A LOS RECURSOS POR
DEFECTO DE ACTIVIDAD Y POR INFRACCION DE LA LEY :

A.- RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD:


 LO QUE ALEGA EL RECURRENTE:

En cuanto al recurso invocado por defecto de actividad que la parte recurrente realiza, lo
fundamenta específicamente en el articulo 313 del Código de procedimiento Civil,
denuncia la violación de los artículos 12 y 243 ordinal 4º eiusdem, al incurrir en el vicio de
inmotivación lo hace según la siguiente argumentación la cual se transcribe textualmente:

“...En el punto IV de la sentencia de fondo (folio 273 al 275, ambos


inclusive del expediente) la recurrida da por establecido los hechos que
conforman el acto de auto composición procesal llevado a cabo por las
partes del juicio y los subsume dentro de lo dispuesto en el artículo 1.713 y
1.719 del Código Civil, haciendo alusión al criterio doctrinal del tratadista
patrio ARISTEDES RENGEL ROMBERG Y MELICH ORSINI, JOSÉ
(folios 275, 276 y 277 del expediente) sin que haga un análisis de los hechos
contenidos en dicho acto frente al caso especifico de la transacción
contenida en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, en éste texto
legal el legislador exigió el auto de homologación porque es necesario que
quien auto compone la causa, tenga capacidad para hacerlo, y si es un
apoderado, que el se encuentre con tal facultad; e igualmente porque puede
existir juicio que versan sobre derechos indisponibles y de aceptarse su
disposición por las partes, surgiría una violación a la ley...
 
...Omissis...
 
El fallo dictado por la recurrida adolece de insuficiencia en cuanto a los
fundamentos de hecho y no consta en la prueba de su legalidad, no se hace
un análisis debido en cuanto ha si el apoderado del actor tiene facultad para
disponer en el acto llevado a cabo del objeto y del derecho en el litigio y si
esta capacidad se encontraba en el poder acreditado en los autos; es decir si
tenía facultad para auto componer como lo hizo; no examino (sic) en dicha
sentencia de fondo, ni calificó si realmente se estaba frente a un
convenimiento o a una transacción, solo hace referencia en el fallo a la
naturaleza jurídica de la transacción y sus requisitos, entrando a analizar lo
contenido en los artículos 1.719 y 1.713 del Código Civil, referente a las
causas de nulidad de la transacción, desde el punto de vista sustantivo y no a
la ilegalidad propia del acto de auto composición procesal, ergo, a la
incapacidad o capacidad de las partes que lo celebraron y/o la
indisponibilidad de la materia autocompuesta, en este sentido existe un total
vicio de inmotivación por no contener el fallo todos los fundamentos de
derecho y de hecho con los cuales se apoya, igualmente viola el artículo 12
ejusdem por no atenerse a lo alegado y probado en autos.
 
...Omissis...
 
Al no apreciar la recurrida el poder por medio del cual se le facultaba al
apoderado de la parte actora, abogado YASMIN GARCÍA DABOIN, a
realizar el mencionado acto, si tenía o no facultad para autocomponer y /o
disponer del objeto o derecho en litigio; así como de los representantes
legales de la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL,
C.A., si igualmente podían o no realizar tal acto de autocomposición,
incurrió en inmotivación del fallo recurrido, en infracción del ordinal 4°, del
artículo 243 del mismo código...” (Mayúsculas del formalizante).

 LO QUE ALEGA EL PONENTE DE LA SALA:

Alega el formalizante que la recurrida incurre en el vicio de inmotivación, al no

contener el fallo los fundamentos de derecho y de hecho en los cuales se apoya, al no hacer

un análisis en cuanto a si el apoderado del actor tenía facultad para auto componer en la

transacción y si existía un convenimiento o una transacción.

 
El artículo 243 ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil que establece el

requisito de motivación, impone al juez el deber de expresar los motivos de hecho y de

derecho de la decisión. El fin perseguido es permitir el conocimiento del razonamiento del

juez, pues ello constituye el presupuesto necesario para obtener un posterior control sobre

la legalidad de lo decidido.
 

Los motivos de hecho están conformados por el establecimiento de los hechos

con sujeción a las pruebas que los demuestran, y los motivos de derecho por la aplicación

de los principios doctrinarios y las normas jurídicas atinentes a tales hechos.


 
Esta Sala ha señalado reiteradamente que no debe confundirse la carencia de

fundamentos que como vicio de forma invalida la sentencia, con la escasez o exigüidad de

la motivación; en el primer caso hay falta absoluta de fundamentos y el fallo es nulo; en el

segundo caso, existe en realidad una motivación, que aunque se tilde de precaria o exigua,

en esta circunstancia el fallo es válido por no carecer de fundamentos y poder ejercerse el

control de legalidad de lo decidido.


 

Asimismo, la Sala ha establecido pacíficamente que la motivación inadecuada o

errónea no puede considerarse como infracción del ordinal 4º del artículo 243, porque ello

en modo alguno constituye falta de motivación, sino una infracción de otras disposiciones

legales, cuya denuncia debe hacerse al amparo del ordinal 2º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil (recurso por infracción de ley). 

  En el presente caso, el Juez de alzada fundamentó el fallo recurrido de la

siguiente manera:
“...De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso
de marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por
las partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo
de 2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar al ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1.146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado.
 
A tenor de lo expuesto, ratifica este Juzgador que no existe controversia
entre las partes sobre puntos de derecho que puedan causar la anulabilidad
de la transacción celebrada; igualmente la misma no esta (sic) fundada en
titulo nulo o documento falso ni existe sentencia ejecutoriada sobre el
presente litigio y no existiendo vicios del consentimiento de la demandada,
pues la medida de embargo decretada –se repite- lo fue en virtud de la
interposición del cobro de bolívares (vía ejecutiva) fundada en el artículo
630, y en la oportunidad de su practica, consintió en celebrar transacción con
la demandante. Consecuentemente su conducta esta enmarcada, a criterio de
esta superioridad, dentro de los parámetros establecidos en el Código Civil,
para consentir validamente en la transacción, sin que se diga que fue
obligado por las circunstancias. Y ASÍ SE DECLARA...” (Negrillas de la
Sala)

Como puede observarse de la transcripción anterior, la sentencia impugnada

expresó sus fundamentos en torno a la transacción celebrada por las partes en la practica del

embargo ejecutivo calificándola como tal. Respecto a no ser contraria a derecho y que se

cumplió con todas las exigencias legales, necesarias para surtir plenos efectos entre las

partes, no existiendo vicios en el consentimiento otorgado por la demandada. Si el

formalizante considera que tal razonamiento es exiguo, escaso o insuficiente, ello no

implica ausencia absoluta de motivos.

En consecuencia, la recurrida establece los motivos en el caso bajo estudio, por

ello, la presente denuncia por quebrantamiento del ordinal 4° del artículo 243 del Código de

Procedimiento Civil, se declara improcedente. Así se decide.

B.- POR RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY:


 LO QUE ALEGA EL RECURRENTE:

En cuanto al segundo recurso invocado por defecto de actividad que la parte


recurrente realiza, lo fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, se denuncia la infracción por la recurrida del artículo 263 eiusdem,
por falta de aplicación, y el artículo 256 ibidem, por falsa aplicación, con la siguiente
argumentación la cual se transcribe textualmente:
“...En efecto consta del acto de auto composición procesal que corre a los
folios 190 al 193 del expediente, ambos inclusive, y de la transcripción que
de el hace en la sentencia de fondo la recurrida (folios 273 al 275 del
expediente), que de la mencionada actuación procesal se desprende que las
partes demandadas convinieron en la demanda y propusieron un plazo para
el pago....
 
...Omissis...
 
Como se aprecia ciudadanos Magistrados, el acto de auto composición
procesal en el cual intervino mi representada en su condición de demandada
en fecha 6 de febrero de 2001, transcrito por la recurrida en la sentencia de
fondo al cual se hizo mención anteriormente, establece la aceptación de los
demandados a todos los puntos objetos del libelo de la demanda,
reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago y que el abogado
YASMIN GARCÍA DABOIN, apoderado de la parte demandante en éste
mismo acto, expreso: “visto el convenimiento propuesto por la parte
demandada, en nombre de mi representada acepto el mismo en los términos
expuestos por los demandados, recibo conforme tanto el dinero en efectivo
como los cheques identificados...”. En este negocio jurídico las partes no se
hacen reciprocas concesiones que es lo que caracteriza a la transacción de
acuerdo al artículo 1.713 del Código Civil, por lo que la señalada norma
procesal debió ser aplicada y haberse resuelto la homologación del
mencionado acto por la recurrida con sujeción a lo en ella establecido, sin
embargo la recurrida no la aplico y en su lugar aplico falsamente el artículo
256 del Código de Procedimiento Civil.
 
De acuerdo a lo expuesto la recurrida violó el artículo 263 del mencionado
código por falta de aplicación, por ser el acto de auto composición procesal
de naturaleza convencional, lo que equivale a negarle vigencia, infracción
que fue determinante en lo dispositivo del fallo, ya que de haber aplicado el
mencionado artículo 263, tendría que haber estimado lo establecido en el
artículo 264 eiusdem, referente a que para convenir en la demanda se
necesita tener capacidad para disponer del objeto sobre que verse la
controversia, haber analizado si la representación legal de la demandada
PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía capacidad para
disponer del objeto y derecho en litigio, facultad esta que debe constar
expresamente por así exigirlo este texto legal.
 
La recurrida no ha debido homologar el mencionado acto bajo el criterio
legal del artículo 1.713 y 1.719 del Código Civil y doctrina del tratadista
patrio DR. ARISTEDES RENGEL ROMBERG, pero no llego a (sic)
análisis con precisión en la sentencia de fondo si la representación legal de
la codemandada PANADERÍA Y PASTELERÍA PAMADIL, C.A., tenía
dicha capacidad para dar por valido la homologación, se limito a homologar
dicho acto celebrado entre las partes aplicando para ello lo dispuesto en el
artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, de tal manera pido a ésta
Sala declare la infracción denunciada en la cual incurrió la recurrida y
consecuentemente la nulidad de dicha decisión ordenando se proceda a
dictar un nuevo fallo corrigiendo dicha infracción...”
  LO QUE ALEGA EL PONENTE DE LA SALA:

El formalizante denuncia que el sentenciador de alzada, debió aplicar el

artículo 1.713 del Código Civil al resolver la homologación del acto de composición

procesal, por lo que alega que aplicó falsamente el artículo 256 del Código de

Procedimiento Civil, y la falta de aplicación del artículo 263 eiusdem, por ser el acto de

composición procesal de naturaleza convencional en que las partes no se hacen reciprocas

concesiones.

La falsa aplicación de una norma jurídica, según la doctrina de este Alto

Tribunal, resulta de la infracción que comete el jurisdicente cuando al resolver una

controversia, utiliza una regla legal cuyo supuesto abstracto no coincide o no es aplicable al

hecho debatido.

Al respecto, la sentencia recurrida en sus partes pertinentes, textualmente

señala:

 
“...Por su parte el JUZGADO UNDÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA
EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS, por auto de fecha 07 de marzo de 2001 (f.199) Homologó la
transacción celebrada en los términos expuestos, ordenando proceder como
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, de conformidad con lo
previsto en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil. Este auto es
el objeto de la apelación por la demandada, quien igualmente impugnó la
transacción, pues aduce que se vieron obligados a firmar un convenimiento
para evitar los graves perjuicios que se iban a causar a la Panadería y
Pastelería Pamadil.
2.- De la impugnación de la transacción.
...Omissis...
De tal predicamento, observa quien aquí decide que no existe en el caso de
marras motivo que justifique la nulidad de la transacción celebrada por las
partes en fecha 06 de febrero de 2001, homologada en fecha 07 de marzo de
2001, pues si bien es cierto la demandada fundamenta su impugnación en
que se vio constreñida a firmar la transacción –denominada convenimiento
por las partes- y otorgar su consentimiento –lo cual no fue probado- en
virtud de la medida de embargo ejecutivo practicada; no es menos cierto,
que esa la llamada obligación con que firmó, entendida como coacción, la
genera una actuación judicial efectuada por un Tribunal debidamente
facultado para decretarla y otro para ejecutarla, por cuanto sus conductas
lícitas no pueden calificarse de amenazas, destinadas obligar a ejecutado a
convenir o transar mediante un consentimiento “arrancado u obligado”
(1146 CC). Además, la demandada contaba con los recursos para
defenderse, al estar asistida de abogado...”

Ahora bien, de la lectura de la sentencia recurrida se evidencia que el

juzgador ad quem, no fundamentó su decisión en el artículo 256 del Código de

Procedimiento Civil, por lo que no es posible alegar su infracción por falsa aplicación, la
cual se produce cuando se aplica una norma jurídica a una  situación de hecho que ella no

contempla, pues en su fallo lo que hace es citar la conclusión del juez de primera instancia

al homologar la transacción, aplicando en su motiva la norma que denuncia el formalizante

que debió aplicar como lo es el artículo 1.713 del Código Civil.

En cuanto a la falta de aplicación del artículo 263 del Código de Procedimiento

Civil, alega el recurrente lo siguiente: “...el acto de auto composición procesal en el cual

intervino mi representada en su condición de demandada en fecha 6 de febrero de 2001,

transcrito por la recurrida en la sentencia de fondo al cual se hizo mención anteriormente,

establece la aceptación de los demandados a todos los puntos objetos del libelo de la

demanda, reconociendo la deuda existente y un plazo para su pago...”, por lo que arguye

que las partes no se hacen reciprocas concesiones en el referido acto que es lo que

caracteriza la transacción.

El artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, establece que “en cualquier

estado y grado de la causa puede el demandante desistir de la demanda y el demandado

convenir en ella. El Juez dará por consumado el acto, y se procederá como en sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte

contraria...”

De acuerdo con la norma transcrita, una vez que la demandada conviene en la

demanda se extingue el proceso, pues ésta se allana en lo pedido por el demandante y, en

consecuencia, procede la homologación del convenimiento.

Ahora bien, el Dr. Ricardo Henríquez La Roche, en sus comentarios al Código

de Procedimiento Civil, Tomo II, pág 315, en cuanto al artículo 263 señala que:

 
“...No puede haber convenimiento en la demanda -expresa la Corte-, sino
más bien transacción, cuando la admisión del demandado no es pura y
simple como sucede cuando después de admitir lo pedido en el libelo agrega
una manera de cumplimiento no indicada en éste, y que requiere, por tanto,
el cumplimiento o aceptación del actor para que quede perfeccionado y
pueda ser homologado por el Juez...” (cfr CSJ, Sent. 27-7-72, en Ramírez &
Garay, XXXV, p.393; Sent. 9-5-85, en Ramírez & Garay, XCI, núm. 513).
 
De lo dicho por el fallo de la Corte se deduce como consecuencia que la
mayoría de los convenimientos son, en propiedad, transacciones, pues
normalmente se conceden plazos de gracia al demandado aun cuando la
deuda es morosa en su integridad. Se presupone la aquiescencia del actor,
cuando este se apropia los efectos del acto dispositivo y pide su ejecución...”

En el presente caso, la recurrida transcribe del folio 273 al 275, el acto en el

cual los codemandados convienen en la demanda en el momento de la ejecución de la

medida de embargo decretada y la parte actora da su aceptación a los plazos para el pago de

la deuda, que tal como lo indica la jurisprudencia ut supra, se entiende tal convenio como

una transacción al basarse en reciprocas concesiones al quedar pendientes pagos entre las

partes.
 

En tal sentido, se evidencia de la recurrida que el juzgador ad quem no calificó

tal acto de convenimiento como pretende el recurrente, sino que en su motiva dejó
establecido como así lo homologó el de primera instancia que se trataba de una transacción

estableciendo sus razones de hecho y derecho para declarar que no existían causas para la

anulabilidad del referido acto de composición procesal. Por tanto, resulta inaplicable al caso

de autos el artículo 263 del Código de Procedimiento Civil, norma que prevé el

convenimiento entre las partes, por estar fundamentada la recurrida en una transacción.
 

En consecuencia, se declara improcedente la presente denuncia por falsa

aplicación del artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, y falta de aplicación del

artículo 263 eiusdem. Así se decide.

9.- RAZONAMIENTO DE LO ALEGADO POR LA PARTE RECURRENTE:


¿CUÁLES FUERON LAS RAZONES JURÍDICAS OPOUESTAS POR EL PARA
SOLICITAR EL RECURSO:
A.- RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD:
La parte recurrente en cuanto a la solicitud del recurso por defecto de actividad,
con fundamento en el artículos 313 del Código De Procedimiento Civil, denuncia la
violación por la parte recurrida de los artículos 12 y 243 ordinal 4º eiusdem, al incurrir en el
vicio de inmotivación.
Basa su denuncia en la infracción cometida por la recurrida según sus dichos, al
haber convalidado en el fallo el auto de composición procesal llevado a cabo entre las
partes en el litigio, y lo cual lo subsume en los supuestos establecidos en los artículos 1.713
y 1.719 del Código Civil de Venezuela vigente, y apoyado en el criterio doctrinal
pronunciado por los tratadistas patrios ARISTEDES RENGEL ROMBERG y MELICH
ORSINI JOSE, aduciendo que no se hizo el analices de los hechos contenidos en dicho
acto frente al caso especifico de la figura de la transacción contenida en el articulo 256 del
Código de Procedimiento Civil.
Además, alga el recurrente, que el fallo dictado por la recurrida adolece de
insuficiencia en cuanto a los fundamentos de hecho y no consta la prueba de legalidad, no
hace un análisis si el apoderado del actor tiene facultad para disponer en el acto llevado a
cabo del objeto y del derecho en el litigio y si esta capacidad se encontraba acreditada en
autos es decir si tenia capacidad para auto componer como así lo hizo, si se estaba frente a
un convenimiento o una transacción y solo hace referencia en el fallo a la naturaleza
jurídica de los articulo 1.719 y 1.713 del Código Civil, y no sobre la ilegalidad del acto del
auto de auto composición procesal, a la incapacidad de las partes que lo celebraron así
como de la violación del articulo 112 eiusdem, por no atenerse a lo alegado y probado en
autos.

B.- POR RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY:

La parte recurrente en cuanto a la solicitud del recurso por infracción de ley con
fundamento en el ordinal 2º del artículos 313 del Código De Procedimiento Civil, denuncia
la violación por la parte recurrida del artículo 263 eiusdem, por falta de aplicación y el
articulo 256 ibídem, por falsa aplicación.
El recurrente basa su denuncia, en cuanto que tal como consta a los autos el acta
de auto composición procesal que corre a los folios 190 al 193 del expediente ambos
inclusive y de la transcripción que se hace de la sentencia de fondo la recurrida folios 273
al 275 del expediente, en donde se evidencia que las partes convinieron en la demanda y
propusieron un plazo para el pago.
Continua alegando la parte recurrente que la en dicho auto de composición procesal
su defendida en calidad de demandada acepto todos los puntos objetos del libelo de la
demanda reconociendo la deuda existente y el plazo de pago futuro para su pago, y la parte
demandante expreso que visto el convenimiento propuesto por la parte demandada, en
nombre de su representada aceptó el mismo en los términos expuestos por los demandados,
y recibe conforme tanto el dinero en efectivo como los cheque identificados, alegando que
en este tipo de negocio no se hacen reciprocas concesiones que es lo que caracteriza a la
transacción de acuerdo al articulo 1.713 del Código Civil, y que se debió haber homologado
el convenimiento y sin embargo la recurrida aplico falsamente el articulo 256 del Código de
Procedimiento Civil.
De esto se desprende según la recurrida, violo el articulo 263 del mencionado
código, por falta de aplicación por ser el auto de composición procesal de naturaleza
convencional y la recurrida no debió homologar el acto bajo criterio legal del articulo 1.713
y 1.719 del Código Civil y bajo la doctrina de los tratadistas patrios ARISTEDES
RENGEL ROMBERG y MELICH ORSINI JOSE, y por no llegar a un análisis preciso en
la sentencia de fondo si la representación legal de la codemandada PANADERIA Y
PASTELERIA PAMADIL C.A, tenia la capacidad para dar por validad la homologación,
incurriendo en la infracción denunciada.

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