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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. AA20-C-2022-000319
 

Magistrado Ponente: JOSÉ LUÍS GUTIÉRREZ PARRA

En el juicio por prescripción adquisitiva, interpuesto ante el


Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito
de la Circunscripción Judicial del estado Yaracuy, por los
ciudadanos  ZONEIDA YSABEL RUIZ DE SEGOVIA, JOSEFA
MARÍA RUIZ DÍAZ y LUIS EDGARDO RUIZ DÍAZ , titulares de
cédulas de identidad Nro. V- 4.731.422, V-7.506.242 y V-10.366.263
respectivamente, representados judicialmente por las profesionales del
derecho, Zaidimar Vargas, Romer Silva y María Elena Calles Ramírez,
inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado (I.P.S.A.) bajo
los números 229.877, 138.228 y 65.784, en su orden, contra los
ciudadanos   FORTUNA DEL CARMEN GONZÁLEZ DE CANELÓN,
WILLIANS RAFAEL CANELÓN GONZÁLEZ, NIDIRA ESPERANZA
CANELÓN GONZÁLEZ, YELITZAIDE DEL TRÁNSITO CANELÓN
GONZÁLEZ, KEILA DEL CARMEN CANELÓN GONZÁLEZ  Y JOSÉ
GREGORIO RUIZ DÍAZ,  titulares de la cédula de identidad números
V-824.795, V-4.123.926, V-4.124.010, V-7.576.717, V-7.577.542 y V-
5.458.554, respectivamente, asistidos judicialmente por la defensora
pública 3° ante la Sala Constitucional, Político administrativa, Electoral,
Casación Civil y Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia,
abogada Petra Oneida Romero, inscrita en el Instituto de Previsión Social
del Abogado (I.P.S.A.) bajo el número 63.317, el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil y Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, dictó
sentencia en fecha 4 de mayo de 2022, mediante la cual declaró: sin
lugar el recurso de apelación ejercido por el codemandado José Gregorio
Ruiz Díaz; confirmó  en toda su extensión la sentencia proferida por el
juzgado a quo en fecha 20 de mayo de 2021; y condenó en costas, al
codemandado recurrente.
Mediante diligencia del 3 de junio de 2022, la parte codemandada
anunció recurso extraordinario de casación, el cual fue admitido el 8 de
junio de 2022 y formalizado oportunamente. Hubo impugnación.
 

El 21 de julio de 2022, se dio cuenta en Sala, designándose como


ponente al Magistrado Dr. José Luis Gutiérrez Parra .

Por auto de fecha 7 de octubre de 2022, se declaró concluida la


sustanciación.

Cumplidas las formalidades legales, pasa la Sala a dictar su


decisión bajo la ponencia del Magistrado quien con tal carácter la
suscribe, y lo hace bajo las siguientes consideraciones:

DENUNCIAS POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

Conforme al contenido del artículo 313, numeral 1° del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia la infracción de los  artículos  243,
numeral 5, y 244  eusdem, por el vicio de  incongruencia,  bajo el siguiente
tenor:

“…Con fundamento en el artículo 313 numeral 1° del


Código de Procedimiento Civil, se denuncia la
violación de los artículos 243 numeral 5 t o  y 244,
ejusdem, por haber incurrido el Juzgado Superior en lo
Civil Mercantil y Transito (sic) de la Circunscripción
Judicial del estado Yaracuy,  en el vicio de
incongruencia, por cuanto el referido Tribunal (sic) no
decidió en forma expresa, positiva y precisa, con
arreglo de la pretensión deducida, ya que la
sentencia fue más allá de lo solicitado , apartándose el
Juez (sic) de la petición solicitada en el presente
asunto, ya que lejos de lo señalado procedió a
pronunciarse sobre consideraciones de fondo de la
acción principal al señalar que el efecto de las causas
de interrupción de la prescripción consiste en eliminar
retroactivamente el tiempo transcurrido a favor del
prescribiente, en forma tal que, si se iniciara
nuevamente la prescripción el plazo anterior no entraría
en el cómputo.
Considera quien aquí expone que en la sentencia no
existe razonamiento jurídico, ni hay explicación traer a
colación de cómo es posible que los codemandantes
ZONEIDA YSABEL RUIZ DE SEGOVIA, JOSEFA
MARÍA RUIZ DÍAZ y LUIS EDGARDO RUIZ DÍAZ,
pudieran adquirir la propiedad de las bienhechurías por
prescripción adquisitiva por el transcurso de un tiempo
menor a 20 años, para dar consumada la prescripción
por un tiempo menor a 20 años de ejercicio de la
posesión legítima para darla por demostrada, tiempo de
20 años que deben haber transcurrido en ambos
requisitos concurrentes de procedencia de la acción
para poder declarar consumada la prescripción
adquisitiva y de ejercicio de la posesión legítima, sólo
el sentenciador se limitó a explicar con detalles
únicamente lo correspondiente al ejercicio de a
posesión legítima que se necesita para adquirir por
prescripción adquisitiva ejercida por los codemandantes
y se olvidó por completo de analizar el tiempo
necesario de 20 años para que sea consumada la
prescripción y además de ignorar el deber que tiene el
sentenciador de relacionar el tiempo transcurrido
completo y el ejercicio de la posesión legitima,
simplemente declaró CON LUGAR, la demanda por
prescripción adquisitiva de las bienhechurías en contra
de! demandado JOSÉ GREGORIO RUIZ DÍAZ.
Lo establecido en los artículos 243 numeral 5° y 244,
ambos del Código de Procedimiento
Civil, los cuales disponen:
...Omissis...
Efectivamente ciudadanos Magistrados la sentencia
vulnera lo establecido en los artículos señalados ya que
la misma carece de motivación, no se encuentran
plasmados los motivos por los cuales se arriba a la
decisión hoy censurada, siendo estos tan vagos que
impiden de toda forma conocer los criterios para
decidir la causa, por tanto se solicita muy
respetuosamente sea declarada con lugar la denuncia
que antecede…” (Mayúsculas y negrillas del escrito de
formalización).
 
 
Aunque en el encabezado de la denuncia  supra transcrita se delata
la infracción del artículo 243, numeral 5 del Código de Procedimiento
Civil, por supuestamente incurrir la alzada en el vicio de incongruencia,
la verdadera intención del formalizante era acusar la transgresión del
artículo 243, numeral 4,  íbidem , por inmotivación, pues, alega la parte
formalizante del recurso extraordinario de casación que  el sentenciador
omitió analizar el tiempo necesario de 20 años para que sea consumada la
prescripción, y finalmente expresa “… que la misma carece de
motivación, no se encuentran plasmados los motivos por los cuales se
arriba a la decisión hoy censurada, siendo estos tan vagos que impiden
de toda forma conocer los criterios para decidir la causa …”.

En tal sentido, esta Sala pasa a conocer la denuncia conforme a lo


señalado supra,  vale decir, el vicio de inmotivación. Así se establece.

Para decidir , la Sala observa:

Entre los requisitos formales de la decisión, figura la exigencia de


los motivos de hecho y de derecho que sirvan de fundamento a la
decisión. Así, el artículo 243, ordinal 4°, del Código de Procedimiento
Civil, establece expresamente que toda sentencia debe contener los
motivos de hecho y derecho de lo decidido, es decir, el conjunto de
razonamientos lógicos expresados por el juez al analizar los hechos
alegados y probados por las partes y subsumirlos en las normas y en los
principios jurídicos que considera aplicables al caso.

La relevancia en el cumplimiento de este requisito radica en que al


estar obligado el juez a expresar los motivos de su decisión, se le
garantiza a las partes la protección contra lo arbitrario, y en caso de
desacuerdo, el control de la legalidad de lo decidido mediante el
ejercicio de los recursos pertinentes.

 
En este sentido, el vicio de inmotivación en el fallo,  consiste en la
falta absoluta de fundamentos  y no cuando los mismos son escasos o
exiguos, con lo cual no debe confundirse. No obstante lo anterior, la Sala
ha indicado en reiteradas oportunidades, que las modalidades bajo las
cuales puede configurarse tal vicio son las siguientes:  i) Cuando los
motivos son tan vagos, generales, inocuos, ilógicos o absurdos que
impiden conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su
decisión; ii) Cuando en la sentencia hay una falta absoluta de motivos
tanto de derecho como de hecho ; iii) Cuando surge una contradicción
entre los motivos y el dispositivo, y;  iv) Cuando hay una contradicción
en los motivos (Vid. Sentencia N° 199, de fecha 02 de abril de 2014,
expediente 13-574).

En tal sentido, la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal ha


expresado de manera clara, que las razones dadas por el juez en la
sentencia de mérito, conforme al principio de autosuficiencia de la
decisión, deben ser capaces no solo de lograr el convencimiento de las
partes y de la opinión pública, sino también de permitir conocer el por
qué concretó lo acordado y constatar la vinculación de tal decisión a la
ley y a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Vid.
Sentencia N° 2958 del 29 de noviembre de 2002).

Razón por la cual, la correcta motivación de los fallos judiciales,


como expresión del derecho constitucional a la tutela Judicial efectiva
contenida en el artículo 26 de la Carta Política de 1.999, debe ser
entendida como un deber de la jurisdicción, destinado a evitar la
arbitrariedad, al otorgarle a los litigantes la posibilidad de ejercer el
control judicial sobre la legalidad e incluso sobre la constitucionalidad
del pronunciamiento judicial.

Con respecto a la vinculación del precitado requisito con el


derecho a la defensa contenido en nuestro texto fundamental, la Sala
Constitucional en decisión N° 33, del 30 de enero de 2.009, Exp. N° 08-
220, en el caso de Hielo Manolo, C.A., señaló:
“…Aunque no lo dice expresamente el artículo 49 de
la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, es de la esencia de dicha norma, que todo
fallo debe ser motivado, de manera que las partes
conozcan los motivos de la absolución o de la
condena, del por qué se declara con o sin lugar una
demanda. Solo así, puede calificarse el error judicial a
que se refiere el numeral 8 del citado artículo 49; sólo
así, puede tener lugar el acto de juzgamiento, el cual
corresponde a los jueces, según el numeral 4 del mismo
artículo; sólo así, puede determinarse si a la persona se
le sanciona por actos u omisiones, como lo establece el
numeral 6 del mencionado artículo;  y es más, todo acto
de juzgamiento, a juicio de esta Sala, debe contener
una motivación, que es la que caracteriza el
juzgar. Es la falta de motivación de la sentencia, en
criterio de esta Sala, un vicio que afecta el orden
público , ya que todo el sistema de responsabilidad civil
de los jueces no podría aplicarse y la cosa juzgada no
se conocería como se obtuvo, y principios rectores
como el de congruencia y de la defensa se
minimizarían, por lo cual surgiría un caos social.
Fallos judiciales sin juzgamientos (motivación) atentan
contra el orden público, y siendo éste el vicio que se
denuncia en la solicitud de amparo, considera la Sala,
que debe examinar la sentencia para calificar si
realmente hay falta de motivación...”. (Destacado de
este fallo).
 

La motivación en la sentencia conlleva, entonces, a establecer con


certeza la justificación de lo ordenado en ella, por lo que  el vicio de
inmotivación existe, cuando la decisión carece totalmente de
fundamentos sin permitir, en consecuencia, que se entienda el por
qué de lo prescrito y no debe confundirse la escasez o exigüidad de la
motivación, con la falta absoluta de fundamentos  (cuando los motivos
del fallo, por ser impertinentes o contradictorios, o integralmente vagos
e inocuos, no le proporcionan apoyo alguno al dispositivo de la
sentencia), que es la infracción que da lugar al recurso de casación.

 
En tal sentido, ante lo delatado es pertinente hacer mención a lo
determinado por el juzgador de alzada en su fallo, el cual es del siguiente
tenor:

“…CONSIDERACIONES PARA DECIDIR


...Omissis...
Quien pretenda la usucapión inmobiliaria debe cumplir
con requisitos esenciales de admisibilidad, entre ellos,
interponer su demanda contra todas las personas que
aparezcan como propietarios o titulares de derechos
reales sobre el inmueble, lo cual fue verificado con la
efectiva consignación de la copia certificada del
documento de propiedad que consta a los folios 27 al
38 de la 1era pieza y certificación de gravamen
constante a los folios 24 al 26 de la 1era pieza del
presente expediente, previamente analizados, por lo que
la parte actora si cumplió con lo establecido en el
artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, y así
se establece.
De igual forma, consta en las actas procesales a los
folios 154 al 168 de la 1era pieza, el cumplimiento de
lo establecido en el artículo 692 de la ley adjetiva civil,
en cuanto a la publicación del Edicto (sic), la cual es
de orden público y garantiza la participación en juicio
de todas aquellas personas que integraron el negocio
jurídico o que ostentan algún derecho real sobre el
inmueble en litigio.
De seguidas, consagra la norma contenida en el artículo
1977 del Código Civil, el tiempo necesario de
prescripción de las acciones reales, al fijar un término
de usucapión de veinte (20) años; por consiguiente,
para que los actos de los demandantes sobre el
inmueble en litigio tengan el efecto pretendido,
debieron haberse realizado dentro de los veinte (20)
años precedentes a la fecha de interposición de la
presente demanda, vale decir, entre el 06 de junio de
1999 y 06 de junio de 2019.
Ahora bien, con las pruebas que cursan a los autos
quedaron demostrados los siguientes hechos:
Que la co demandante (sic) ZONEIDA RUIZ reside en
el inmueble objeto de la presente demanda ubicado en
la carrera 7 entre calles 10 y 11 de Yaritagua, Yaracuy
desde hace más de 40 años, tal como consta en Carta
(sic) Ocupacional (sic) expedida en fecha 25/04/2017
por el Consejo Comunal ‘El Jovito’ cursante al folio 22
de la 1era pieza, que fue debidamente valorado por esta
juzgadora .
Que la co demandante (sic) ZONEIDA RUIZ, al
momento de contraer matrimonio con el ciudadano
Víctor Segovia, en fecha 27/11/1981 residía en el
inmueble objeto de la presente demanda ubicado en la
carrera 7 entre calles 10 y 11 de Yaritagua, Yaracuy,
tal como consta en Acta (sic) de Matrimonio (sic) que
riela al folio 212 de la 1era pieza, que fue debidamente
valorado por esta juzgadora.
Que el ciudadano JOSE (sic) DE JESUS (sic) RUIZ
(sic), padre de los demandantes ZONEIDA RUIZ (sic),
JOSEFA MARIA (sic) RUIZ DIAZ (sic), LUIS
EDGARDO RUIZ(sic) DIAZ, tuvo como último
domicilio hasta su muerte en fecha 06/03/2017, el
inmueble objeto de la presente demanda ubicado en la
carrera 7 entre calles 10 y 11 de Yaritagua, Yaracuy,
tal como consta en Acta (sic) de Defunción (sic) N° 53,
que riela a los folios 213 y 214 de la 1era pieza, que
fue debidamente valorado por esta juzgadora.
Que la ciudadana ESPERANZA SOFIA JOSE DE
JESUS (sic) RUIZ, madre de los demandantes
ZONEIDA RUIZ,JOSEFA MARIA (sic) RUIZ DIAZ
(sic), LUIS EDGARDO RUIZ DIAZ (sic), tuvo como
último domicilio hasta su muerte en fecha 13/02/2017,
la carrera 7 entre calles 10 y 11 Yaritagua, Estado (sic)
Yaracuy, el inmueble objeto de la presente demanda
ubicado en la carrera 7 entre calles 10 y 11 de
Yaritagua, Yaracuy, tal como consta en Acta de
Defunción N° 28, que riela a los folios 215 y 216 de la
1era pieza, que fue debidamente valorado por esta
juzgadora.
Con las declaraciones rendidas por los testigos
ROBERTO JOSE (sic) CALVETE PRIETO, GERARDO
JOSE (sic) OROPEZA ALVARADO, JOSE(sic)
PONCIANO ARANGUREN MONTESINOS,
QUINTERO PASTOR OROPEZA (sic) ALVARADO
(sic), NIVIA ROCIO GONZALEZ (sic) LINAREZ,
MARIA (sic) DESIDERIA TREJO DEMEZA y MILDA
JOSEFINA PARRA CHAVEZ (sic), que fueron
debidamente valoradas en esta sentencia, quedó
demostrado que los actores ciudadanos ZONEIDA
YSABEL RUIZ DIAZ, JOSEFA MARIA (sic) RUIZ
DIAZ   (sic) y LUIS EDGARDO RUIZ  DIAZ   (sic),
tienen la posesión pacífica del inmueble objeto del
presente juicio desde hace más de 20 años, lo que
denota, sumado a las documentales anteriores, el
animus domini de su posesión; vale decir, la intención
de tener el inmueble como suyo propio.
Por el contrario, no probó el demandado JOSE (sic)
GREGORIO RUIZ DIAZ (sic), que ha tenido la
posesión del inmueble objeto del presente juicio, por
cuanto de la Constancia (sic) de Residencia (sic) traída
a los autos, expedida por el consejo comunal ‘El
Jovito’, cursante al folio 189 de la 1era pieza, fue
expedida en fecha 28 de junio de 2019, fecha está en la
cual ya los actores habían interpuesto la presente
demanda, y de la misma no se desprende tiempo en el
cual hubiese residido en el referido inmueble. Sumado
a esto, se tiene que la copia certificada de la sentencia
de divorcio entre JOSÉ GREGORIO RUIZ DÍAZ y
YELITZAIDE CANELÓN GONZÁLEZ, cursante a los
folios 217 al 219 de la 1era pieza, se constata que su
ultimo domicilio conyugal para la fecha de
interposición de la demanda de fecha 29 de septiembre
de 2014 fue la carrera 09 esquina calle 11 de la ciudad
de Yaritagua, Municipio Peña del Estado (sic) Yaracuy.
...Omissis...
Por último, como quiera que  en el caso de marras,
quedó demostrado que los ciudadanos ZONEIDA
YSABEL RUIZ DIAZ (sic), JOSEFA MARIA RUIZ
DIAZ (sic) y LUIS EDGARDO RUIZ DIAZ (sic)
habitan desde hace más de cuarenta años, el inmueble
objeto del presente juicio en forma continua e
ininterrumpida, pacífica y con la intención de tenerlo
como suyo propio , de conformidad con el artículo 772
del Código Civil, debe forzosamente concluirse que la
posesión que han ejercido es legítima, resultando
concluyente, que  en el presente caso los demandantes
lograron demostrar que han ejercido la posesión
legítima por más de veinte años , por lo que resulta
procedente la pretensión de prescripción adquisitiva, Y
ASÍ SE ESTABLECE.…” (Mayúsculas de la sentencia
transcrita. Doble subrayado agregado por la Sala)
 

El ad quem  advirtió en su fallo, específicamente al analizar si la


parte actora había cumplido con los requisitos de admisión y
los elementos fundamentales de procedencia de la demanda por
prescripción adquisitiva,  que: 1) los demandantes  interpusieron la
demanda contra todas las personas que aparecen como propietarios o
titulares de derechos reales sobre el inmueble objeto del litigio,
cumpliendo con lo establecido en el artículo 691 del Código de
Procedimiento Civil; 2) que los actores efectuaron también la
publicación del edicto, garantizando así la participación en juicio de
todas aquellas personas que integraron el negocio jurídico o que ostentan
algún derecho real sobre el inmueble en litigio (artículo 692 del Código
de Procedimiento Civil); y 3) del análisis en conjunto de las pruebas
documentales y las declaraciones de los testigos evacuados, la alzada
constató que los accionantes de autos tienen la posesión pacífica del
inmueble objeto del presente juicio desde hace más de 20 años.

Es este sentido, resulta palmariamente visible que el judicante de


segundo grado de jurisdicción motivó suficientemente las ideas o
argumentos que le permitieron desestimar la apelación y confirmar la
procedencia de la acción propuesta, contrariamente a lo denunciado por
el formalizante sobre que la alzada “… se olvidó por completo de
analizar el tiempo necesario de 20 años …”, sino que la alzada  concluyó
que “…la posesión que han ejercido  –los actores-  es legítima  (…) –y
que- lograron demostrar que   han ejercido la posesión legítima por más
de veinte años…”. Por tanto, esta Sala desestima la presente denuncia.
Así se establece.

DENUNCIAS POR INFRACCIÓN DE LEY

Conforme al contenido del artículo 313, numeral 2° del Código de

Procedimiento Civil en concordancia con el artículo 320  eiusdem, se

denuncia la infracción del  artículo 508 y 509  ibídem, por falsa

aplicación,  al incurrir la alzada en el vicio de silencio de pruebas, bajo el

siguiente tenor:

“…Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313


del Código de Procedimiento Civil, en concordancia
con el artículo 320 eiusdem, se denuncia la infracción
por la recurrida del artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil, por falsa aplicación, al incurrir en
error por cuanto no tomó en consideración la posesión
de las bienhechurías del ciudadano  JOSÉ GREGORIO
RUIZ DÍAZ, que fue adquirida tal como consta en
documento protocolizado ante el Registro Público del
Municipio Peña, Yaritagua, Estado (sic) Yaracuy, en
fecha 15 de junio de 2018, quedando inscrito bajo el N°
2018.343, Asiento (sic) Registral (sic) 1 del inmueble
matriculado con el N° 465.20.7.2.4242 del libro del
folio real.
En el caso que nos ocupa, es obvio que el Juzgado (sic)
Superior (sic) evadió deliberadamente el análisis de las
distintas probanzas a las que se pretendió hacer
referencia, omitiendo absolutamente el análisis y
valoración de todos los medios de pruebas presentado
por los codemandados, generando la apariencia de
haberse llevado a cabo un razonamiento lógico que, en
realidad, nunca se efectuó, pues, lo cierto es que, en
este caso, no se sabe cuál es el valor probatorio de los
medios supuestamente analizados, ni los hechos que
constan en éstos, ni tampoco si ellos coinciden o no
con los hechos controvertidos.
De conformidad con la parte in fine del artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, cumplimos con la carga
procesal de señalar que las infracciones denunciadas
son determinantes del dispositivo de la sentencia
impugnada, toda vez que, de haberse aplicado los
mencionados artículos 12, 508 y 509 del Código de
Procedimiento Civil, el tribunal de alzada habría hecho
un análisis integral, conjunto y concordado de todos los
medios probatorios producidos en autos, que habrían de
manera decisiva y determinante, dado una visión clara,
para la resolución del fondo de la controversia, pues,
además de las pruebas producidas por mi representado
habría hecho un análisis y valoración de las mismas en
forma completa, integral, examinando su concordancia
entre sí y con las demás pruebas producidas en autos,
dejo claro que mi representado estaba en posesión del
inmueble objeto del presente juicio, en cuanto a que si
operó la prescripción adquisitiva (usucapión) en contra
del ciudadano  JOSÉ GREGORIO RUIZ
DIAZ (sic), hecho en el cual se demuestra que existió
una Incongruencia Positiva, al considerar y ratificar la
sentencia de Primera Instancia, sin embargo es de
señalar que los documentos de compra-venta de la
bienhechuría aportado por mi asistido no fueron
valorados por la recurrida, hecho en el cual se
constituye un Silencio de Prueba,
Por todas las razones expuestas con anterioridad,
resulta claro que la sentencia recurrida no garantiza en
forma alguna la legalidad formal de su dispositivo,
corolario fundamental del principio de seguridad
jurídica y del derecho que tienen las partes a intervenir
en un proceso justo, por lo que pedimos que la presente
denuncia sea declarada con lugar con expresa
condenatoria en costas a la parte demandada y, en
consecuencia, se anule el fallo recurrido y se pronuncie
sobre todo el acervo probatorio producido en autos,
bien sea para apreciarlas y para desecharlas, con
sujeción a las reglas de valoración probatoria
pertinentes que resultaron infringidas por la recurrida
del Juzgado Superior en lo Civil Mercantil y Tránsito
de la Circunscripción Judicial del estado Yaracuy…”
 

Aduce el formalizante en casación, que el judicante de la recurrida


no tomó en consideración el documento de compraventa protocolizado
por ante el Registro Público del municipio Peña, estado Yaracuy, en
fecha 15 de junio de 2018, el cual -a su decir-, demuestra la posesión de
las bienhechurías del inmueble objeto del litigio a favor del ciudadano
José Gregorio Ruiz Díaz, parte demandada.

Afirma que la alzada omitió absolutamente el análisis y valoración


de todos los medios de pruebas presentado por los codemandados, lo que
constituye un silencio de pruebas.

Para decidir , la Sala observa:

Lo pretendido se dirige a la nulidad del fallo recurrido a través del


subtipo de casación sobre los hechos por la comisión del vicio de
silencio de prueba. Así pues, para mayor comprensión, esta Sala en
sentencia número 302 del 3 de junio de 2015, (caso:  Néstor Carrero,
contra Blanca Herrera Vargas ), sobre el silencio de pruebas estableció
lo siguiente:
“…Es criterio reiterado de esta Sala que  el vicio de
silencio de pruebas se produce cuando el
sentenciador ignora por completo el medio
probatorio, o hace mención de él pero no expresa su
mérito probatorio, pues el representante del órgano
jurisdiccional está en la obligación de valorar todas y
cada una de las pruebas presentadas por las partes con
independencia de quien la promovió, siendo que  para
que pueda declararse procedente el vicio delatado de
silencio de pruebas,  el examen de la prueba
denunciada como silenciada debe ser necesario para
resolver el mérito de la controversia , queriendo
decir esto, que la falta de apreciación de dicho
material probatorio, necesariamente debe incidir en
forma determinante en lo dispuesto en el fallo del
cual se trate …”. (Énfasis de la Sala).
 

Con respecto  a las características esenciales para considerar la


configuración del vicio de silencio de pruebas, en sentencia número 420,
de fecha 13 de junio de 2012, (caso:  Benito Barone contra Inversiones
Rosantian C.A .), ratificada en fallo número 889, del 9 de diciembre de
2016, (caso:  Sonia Franci Benedetti Ramírez contra Yammilett Coromoto
Ponte), esta Sala  señaló que:
“…El silencio de prueba procede cuando el juez
incurrió en la falta absoluta o parcial de valoración de
una prueba que resulta trascendental para el dispositivo
del fallo.
Al respecto, esta Sala mediante decisión Nº 62, de
fecha 5 de abril de 2001, caso: Eudoxia Rojas contra
Pacca Cumanacoa, Expediente Nº 99-889, con ponencia
del Magistrado que con tal carácter suscribe la
presente, estableció:
‘Ahora bien, para la procedencia de este tipo de
denuncias, el artículo 312 del Código de
Procedimiento Civil, exige que la infracción de
derecho sea determinante en el dispositivo de la
sentencia, pues de lo contrario la casación sería inútil.
Corresponderá a la Sala determinar en cada caso, la
influencia del examen de la prueba en la decisión. A
título de ejemplo, puede mencionarse los siguientes
casos:
1.) La prueba silenciada se refiere a hechos
manifiestamente impertinentes con los discutidos en el
proceso, como ocurre si en el interdicto por despojo,
el juez no examina la factura de compra de una nevera.
2.) El medio probatorio es ineficaz, pues no fue
promovido y evacuado de conformidad con los
requisitos exigidos en la ley, como sucede, cuando de
las pruebas documentales promovidas por los
litigantes, omite el análisis de un recibo antiquísimo
que fue consignado como modelo de una cancelación,
idéntica a la pretendida, el cual es emanado de un
tercero ajeno al juicio y no fue ratificado. En
consecuencia, se denuncia el vicio de silencio de
prueba con lo cual habría que casar la sentencia de
alzada para que el juez de reenvío la valore y
determine que al no ser ratificada en el proceso, la
misma queda desestimada, de esta manera se estaría
profiriendo una nueva decisión para señalar tan
evidente declaratoria.
3.) La prueba que no fue analizada se refiere a hechos
que resultaron establecidos por el juez, con base en
otra prueba que por disposición legal tiene mayor
eficacia probatoria, como ocurre si en un juicio por
reivindicación el juez hubiese silenciado un
documento privado, y si hubiese valorado un
documento público ambas referidas a la propiedad del
inmueble, pues en ningún caso el primero podría
enervar la fuerza probatoria del segundo; y,
4.) La prueba silenciada es manifiestamente ilegal,
pues la ley dispone que los hechos no pueden ser
establecidos por un determinado medio de prueba; por
ejemplo, el artículo 1.387 del Código Civil, prevé que
no es admisible la prueba de testigo para probar la
existencia de una convención celebrada con el fin de
establecer una obligación o de extinguirla, cuando el
valor del objeto excede de dos mil bolívares
(Bs.2.000,00).
5) Los casos en los cuales se promueve una prueba sin
indicar el objeto de la misma, lo cual impide al
contrario cumplir el mandato del artículo 397 del
Código de Procedimiento Civil, y al juez acatar lo
previsto en el 398 eiusdem.
En los casos mencionados, existe una razón de derecho
que impide el examen de la prueba, lo cual pone de
manifiesto su ineficacia probatoria y, por ende, la
imposibilidad de influir de forma determinante en el
dispositivo del fallo…”.
 

En atención a la jurisprudencia  supra  citada, el vicio de silencio


de pruebas procede sólo cuando el juez omite dar criterio o mención
alguna sobre la prueba o se limita a referirla sin dar alguna valoración de
ésta, y agrega además, conforme a su doctrina pacífica y reiterada:
siempre que tal vicio sea determinante o definitivo en el dispositivo del
fallo.

Por otra parte, el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil,


delatado como infringido, dispone textualmente lo siguiente:
“Los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas
pruebas se hayan producido, aun aquellas que a su
juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de
convicción, expresándose siempre cuál sea el criterio
del juez respecto de ella.”.
 
Tocante a la citada norma jurídica, la Sala de Casación Civil, en
decisión número 7, de fecha 16 de enero de 2009, (caso:  César
Palenzona Boccardo contra María Alejandra Palenzona
Olavarría ), reiterando la decisión de fecha 5 de abril de 2001,
(caso: Eudocia Rojas contra Pacca Cumanacoa ) ratificada, entre otras,
en sentencia número 322, de fecha 7 de agosto de 2019 , estableció lo
siguiente:

“...el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil,


constituye una obligación para el jurisdicente
necesaria para establecer su criterio valorativo de
las pruebas incorporadas en el expediente con
relación a los hechos.  Esta es una de las modalidades
previstas en el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, que permite a la Sala examinar las
actas procesales y extenderse al establecimiento y
apreciación de los hechos y de las pruebas…’”.
(Negritas de la cita).
 

De acuerdo con la normativa legal citada y los criterios


jurisprudenciales previamente transcritos, se observa que tales
razonamientos se vinculan estrechamente al principio de
exhaustividad  probatoria , según el cual, el juez tiene la obligación de
examinar todas las pruebas incorporadas a los autos y, en este sentido,
expresar su criterio y valoración al respecto.

En el presente caso, la parte recurrente ataca la prueba documental


referida a la compraventa de las bienhechurías del inmueble objeto de la
presente causa, y aduce que del análisis de la mencionada prueba
supuestamente silenciada se desprende la posesión de dicho inmueble a
favor del demandado.

Con base en lo anterior y haciendo uso de la facultad conferida


mediante  el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, que permite
a la Sala examinar las actas procesales y extenderse al establecimiento y
apreciación de los hechos y de las pruebas;  de una revisión que se
efectuara a las actas que integran el expediente, se observa que el
demandada promovió las siguientes pruebas (folio 205 y siguientes de la
pieza 1):
“…A tenor del artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil, ratifico en todas sus partes e
insisto en el valor probatorio de los instrumentos
públicos registrados que los codemandantes Zoneida
Ysabel Ruiz de Segovia, Josefa María Ruiz Díaz y Luis
Edgardo Ruiz Díaz, anexaron como medios de pruebas
al libelo de la demanda, siguientes:
...Omissis...
3) Documento público registrado de compra-venta
protocolizado ante el Registro Público del Municipio
(sic) Peña, Yaritagua, estado Yaracuy, en fecha 15 de
junio de 2018, quedando inscrito bajo el Nro. 2018.343,
asiento registral 1 del inmueble matriculado con el Nro.
465.20.7.2.4342 y correspondiente al libro de folio real
del año 2018, que cursa en autos desde el folio 29 al
38, en copias certificadas anexado al libelo por los
codemandantes ZONEIDA YSABEL RUIZ DE
SEGOVIA, JOSEFA MARÍA RUIZ DÍAZ Y LUIS
EDGARDO RUIZ DÍAZ, mediante el cual los
ciudadanos FORTUNA DEL CARMEN GONZÁLEZ DE
CANELÓN, WILLIAMS RAFAEL CANELÓN
GONZÁLEZ, NIDIRA ESPERANZA CANELÓN DE
OSTERIZ, YELITZAIDE DEL TRÁNSITO CANELÓN
GONZÁLEZ Y KEILA DEL CARMEN CANELÓN
GONZÁLEZ (mis otros representados codemandados),
le venden las bienhechurías a su primo mi representado
el codemandado JOSÉ GREGORIO RUÍZ DIAZ.
El objeto de esta prueba instrumental es acreditar la
secuencia y encadenamiento (tradición legal) de los
titulares del derecho de propiedad de las bienhechurías,
donde aparece como propietario de las bienhechurías
mi representado el codemandado JOSÉ GREGORIO
RUÍZ DÍAZ….” (Mayúsculas del texto transcrito).
 
 
Del escrito de promoción de pruebas parcialmente transcrito, esta
Sala observa que la intención del demandado era demostrar mediante la
documental  in comento la tradición legal de las bienhechurías objeto del
litigio.
Pues bien, con la finalidad de verificar si el sentenciador de alzada
incurre en el vicio que se le pretende endosar, resulta necesario
transcribir –en su parte pertinente- el fallo cuestionado, el cual es del
siguiente tenor:
 
“…Se observa de la revisión de las actas procesales que
conforman el presente expediente, que la parte
demandante consignó con el libelo de la demanda a los
folios 24 al 26 de la 1era pieza riela original de
certificación de gravamen expedido por la Oficina de
Registro Público del Municipio (sic) Peña del Estado
(sic) Yaracuy por los últimos 89 años (2018-1929) del
inmueble objeto del presente juicio, donde se constata
que el último documento protocolizado corresponde a
la venta realizada por los ciudadanos FORTUNA DEL
CARMEN GONZALEZ (sic) DE CANELON (sic),
WILLIAMS RAFAEL CANELON GONZALEZ (sic),
NIDIRA ESPERANZA CANELON (sic) GONZALEZ
(sic), YELITZAIDE DE TRANSITO CANELON (sic)
GONZALEZ (sic) Y EILA DEL CARMEN CANELON
(sic) GONZALEZ (sic) al ciudadano JOSE (sic)
GREGORIO RUIZ (sic) DIAZ (sic), protocolizado bajo
el N° 2018.343, Asiento (sic) Registral (sic) 1 del
Inmueble (sic) matriculado con el N° 465.20.7.2.4342
del Libro de Folio Real del (sic) 2018 de fecha 15 de
junio de 2018.
 
...Omissis...
Todas estas documentales (Folios 24 al 77 de la 1era
pieza) constituyen documentos públicos conforme a lo
dispuesto en los artículos 1357, 1359 y 1360 del
Código Civil, el cual no fue impugnado de acuerdo al
artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, por lo
tanto se les otorga valor probatorio, desprendiéndose de
los mismos la tradición legal del inmueble objeto del
presente juicio.
...Omissis...
En la etapa probatoria, consignó el co demandado JOSE
(sic) GREGORIO RUIZ (sic) DIAZ (sic), a través de su
apoderado judicial, escrito de pruebas cursante a los
folios 205 y 206, en el cual solo ratifica el valor
probatorio de todos los instrumentos públicos
registrados consignados por la parte actora y alega el
principio de comunidad de la prueba.
...Omissis...
Se observa de la revisión de las actas procesales que
conforman el presente expediente, que la parte
demandante consignó con el libelo de la demanda a los
folios 24 al 26 de la 1era pieza, original de
certificación de gravamen expedido por la Oficina de
Registro Público del Municipio Peña del Estado (sic)
Yaracuy por los últimos 89 años (2018-1929) del
inmueble objeto del presente juicio, donde se constata
que el último documento protocolizado corresponde a
la venta realizada por los ciudadanos FORTUNA DEL
CARMEN GONZALEZ (sic) DE CANELON (sic),
WILLIAMS RAFAEL CANELON (sic) GONZALEZ
(sic), NIDIRA ESPERANZA CANELON (sic)
GONZALEZ (sic), YELITZAIDE DE TRANSITO (sic)
CANELON (sic) GONZALEZ(sic) Y KEILA DEL
CARMEN CANELON (sic) GONZALEZ (sic) al
ciudadano JOSE GREGORIO RUIZ (sic) DIAZ (sic),
protocolizado bajo el N° 2018.343, Asiento Registral 1
del Inmueble (sic) matriculado con el N°
465.20.7.2.4342 del Libro de Folio Real del (sic) 2018
de fecha 15 de junio de 2018. Por lo tanto, considera
esta sentenciadora en virtud de lo anteriormente
expuesto, donde se evidencia que los ciudadanos
FORTUNA DEL CARMEN GONZALEZ (sic) DE
CANELON (sic), WILLIAMS RAFAEL CANELON
(sic) GONZALEZ (sic), NIDIRA ESPERANZA
CANELON(sic) GONZALEZ, YELITZAIDE DE
TRANSITO (sic) CANELON (sic) GONZALEZ (sic) Y
KEILA DEL CARMEN CANELON (sic) GONZALEZ
(sic), vendieron en fecha 18 de junio de 2018, el
inmueble objeto del presente juicio al ciudadano JOSE
(sic) GREGORIO RUIZ (sic) DIAZ(sic) , es por lo que
no existe una identidad lógica entre la parte actora y
los nombrados co demandados (sic), debiendo
forzosamente proceder la FALTA DE CUALIDAD DE
LOS CO DEMANDADOSFORTUNA DEL CARMEN
GONZALEZ DE CANELON (sic), WILLIAMS
RAFAEL CANELON (sic)  GONZALEZ (sic), NIDIRA
ESPERANZA CANELON (sic)  GONZALEZ (sic),
YELITZAIDE DE TRANSITO (sic) CANELON (sic)
GONZALEZ (sic) Y KEILA DEL CARMEN CANELON
(sic) GONZALEZ (sic) y así se decide.
...Omissis...
Explanado lo anterior, se evidencia que el
codemandado JOSE (sic) GREGORIO RUIZ DIAZ (sic)
no activó la respectiva interrupción de la prescripción
tal como lo establece las normas ut supra
señaladas, pues el hecho de la compra del bien
inmueble no comporta que haya activado la
interrupción de la prescripción, por lo que no consta
de las actas procesales que haya intentado la
recuperación de la posesión del bien objeto del
presente juicio desde su adquisición en fecha15 de
junio de 2018, en consecuencia, es improcedente la
solicitud de interrupción de la prescripción alegada en
esta alzada….”. (Mayúsculas de la sentencia transcrita.
Negrillas añadidas).
 
De la transcripción parcial de la sentencia recurrida, se verifica,
por un lado, que el sentenciador de alzada al analizar la prueba aportada
por la parte demandante –documento compra venta- declaró que
la apreció de conformidad con lo establecido en el artículo 429 del
Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo
1357, 1359 y 1360 del Código Civil, como demostrativa de  la tradición
legal del inmueble objeto del presente juicio ; por otra parte, del escrito
de promoción de pruebas consignado por la parte demandada, la alzada
indicó que “… solo ratifica el valor probatorio de todos los instrumentos
públicos registrados consignados por la parte actora y alega el
principio de comunidad de la prueba …”; percatándose esta Sala, que en
efecto, el juez superior sí realizó un análisis de las pruebas,
específicamente del documento público registrado de compraventa
protocolizado ante el Registro Público del municipio Peña, estado
Yaracuy, en fecha 15 de junio de 2018, quedando inscrito bajo el Nro.
2018.343, asiento registral 1 del inmueble matriculado con el Nro.
465.20.7.2.4342 y correspondiente al libro de folio real del año 2018,
mediante el cual los ciudadanos Fortuna del Carmen González de
Canelón, Williams Rafael Canelón González, Nidira Esperanza Canelón
de Osteriz, Yelitzaide del Tránsito Canelón González y Keila del Carmen
Canelón González le vendieron las bienhechurías al José Gregorio Ruíz
Díaz, análisis del cual el juez  ad quem concluyó, entre otros, que “… el
hecho de la compra del bien inmueble no comporta que haya activado la
interrupción de la prescripción, por lo que   no consta de las actas
procesales que haya intentado la recuperación de la posesión del bien
objeto del presente juicio desde su adquisición …”.

En consecuencia y de acuerdo a los razonamientos antes expuestos,


se puede precisar que el juez  ad quem, no incurrió en la infracción
delatada, por lo que se declara la improcedencia la denuncia bajo análisis
y así se decide.

Ahora bien, por cuanto no prosperó ninguna de las denuncias


acusadas por el formalizante, esta Sala debe declarar sin lugar el
presente recurso, tal como se hará en la parte dispositiva del presente
fallo. Así se establece.
DECISIÓN

En mérito de las anteriores consideraciones, el Tribunal Supremo


de Justicia en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre
de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley,
declara: SIN LUGAR  el recurso extraordinario de casación anunciado y
formalizado por la parte demandada, contra la sentencia dictada por
el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Yaracuy, en fecha 4 de mayo de
2022.

Se CONDENA  en costas del recurso a la parte recurrente, de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente al  Juzgado Primero


de Primera instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
circunscripción judicial del estado Yaracuy. Particípese de esta remisión
al juzgado superior de origen ya mencionado, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 326 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de


Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los ocho
(8) días del mes de noviembre de dos mil veintidós (2022). Años: 212º de
la independencia y 163º de la Federación.
 
Presidente de la Sala,
   

_____________________________
HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA
 
 
Vice-presidente-Ponente,
 
_______________________________
JOSÉ LUÍS GUTIÉRREZ PARRA
Magistrada,
 
________________________________
CARMEN ENEIDA ALVES NAVAS
 
La Secretaria,
 
_______________________________________________
VICTORIA DE LOS ÁNGELES VALLÉS BASANTA
 
Exp. AA20-C-2022-000319.
Nota: Publicada en su fecha a las (      )
Secretaria,

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