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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

(UTESA)

ASIGNATURA:

MICROBIOLOGÍA MÉDICA

NOMBRE:

MARIELA MARIA MOLINA PACHECO


2-18-1289

GRUPO:

002

TEMA:

LOS HONGOS

PRESENTADO A:

OMAR DESPRADEL

Santiago de los caballeros. RD 21 de Abril de 2021


PULMONES

GENERALIDADES
Los dos pulmones, derecho e izquierdo, están situados en el tórax a ambos
lados del mediastino y de los órganos que este contiene. Poseen caracteres
generales comunes, pero presentan diferencias de forma que los
caracterizan.
El pulmón experimenta profundas modificaciones según la edad y el momento
ventilatorio (respiratorio) que se considera. El pulmón fijado con formaldehído
difiere en su aspecto del pulmón del ser vivo, lleno de aire y de sangre.

Peso
Debe distinguirse el peso absoluto del peso específico:
– El peso absoluto del pulmón derecho oscila alrededor de los 600 g y el del
pulmón izquierdo, de los 500g , o sea, un término medio de 1100 g para los
dos pulmones. El pulmón enfisematoso (distendido por el aire que contiene)
es más liviano. El pulmón congestivo o atelectásico (lleno de sangre y de
exudados) es más pesado.
– El peso específico es de 490 g para el pulmón normal, que flota fácilmente
puesto en la superficie del agua. El pulmón atelectásico no flota, como
tampoco lo hace el del recién nacido que aún no ha respirado (este hecho es
útil en la técnica médico-forense.

DESCRIPCIÓN
Se describe aquí la forma de los pulmones llenos de aire, en
el tórax. En efecto, el pulmón vacío, aplastado, no tiene forma propia;
recupera su forma si se lo insufla.

Cada pulmón tiene la forma de un semicono con vértice superior y una base
inferior. Se pueden describir:
– Tres caras: costal, mediastínica y diafragmática.
– Un vértice.
– Dos bordes: anterior e inferior.
– Una base o circunferencia, inferior.

Por último, cada pulmón está profundamente separado por


las fisuras interlobares, que lo dividen en partes desiguales, los
lóbulos pulmonares.
Hilio pulmonar
Es una depresión situada en la mitad inferior de la cara mediastínica,
aproximadamente en la unión de los tres cuartos anteriores con el cuarto
posterior de esta cara.

Consistencia y elasticidad
El tejido pulmonar es flácido y elástico. Una leve presión lo deprime,
evacuando el aire contenido en los alvéolos. Muy elástico, el pulmón
abandonado a sí mismo se aplasta y se vacía del aire que contiene. Es lo que
se produce al abrir el tórax del ser vivo: neumotórax quirúrgico, accidental o
terapéutico.
La esclerosis y la fibrosis alteran la elasticidad pulmonar: el valor respiratorio
del órgano se halla entonces muy disminuido. El tejido pulmonar es frágil: a
pesar de su cubierta pleural, se desgarra fácilmente dando un precario apoyo
a las suturas.

Caras
Cara costal
Es regular, lisa y convexa en todos los sentidos. Se extiende del borde
anterior a la porción vertebral de esta cara, y en sentido vertical, del vértice a
la base. Su parte posterior es más alta que su parte anterior. Está en contacto
con el plano costointercostal, que puede marcar su impresión en el pulmón
del cadáver fijado.

Esta cara es la que se ofrece a la exploración clínica (percusión y


auscultación) y la que está expuesta a los traumatismos
de la pared torácica.

Cara mediastínica
Se extiende desde el borde anterior hasta la porción vertebral de la cara
costal, y en sentido vertical, del vértice a la base. Es cóncava y se apoya
contra los órganos mediastínicos, que a menudo marcan en ella su impresión
cuando se trata de material cadavérico fijado. En esta cara se encuentra el
hilio pulmonar, por el cual penetran los elementos de la raíz pulmonar
[pedículo pulmonar]: bronquio principal y arteria pulmonar, y emergen las
venas pulmonares y elementos linfáticos.

Cara diafragmática (inferior o base)


Cóncava en todos los sentidos, se moldea sobre el hemidiafragma
correspondiente. Desciende más en la parte posterior que en la anterior, de
allí su orientación cóncava hacia abajo y adelante.

Vértice
Es la parte más alta del órgano. Está determinado por la confluencia de las
caras costal y mediastínica y del borde anterior con la porción vertebral de la
cara costal. Es redondeado y no tiene límite neto. Se ha convenido, en la
práctica, definirlo como la parte del pulmón que sobrepasa el borde superior
de la 2.ªcostilla. Se proyecta hacia arriba a la base de la región
supraclavicular, de la que está separado por el tabique cervicotorácico. Es
parte del lóbulo superior del pulmón y se encuentra ligeramente por detrás del
eje vertical mayor del órgano.

Bordes
Borde anterior
Está determinado por la confluencia anterior de la cara costal
con la parte anterior de la cara mediastínica. Es, pues, anteromedial. Agudo,
limita una delgada lengüeta anterior de tejido pulmonar. Primero, es oblicuo
de arriba hacia abajo y lateromedialmente, luego se hace vertical antes de
dirigirse en sentido lateral.

Porción vertebral de la cara costal


Borde posteromedial. Está situado entre la parte posterior de
la cara costal y la cara mediastínica. Es un borde redondeado y
grueso, moldeado en la concavidad costovertebral. Pertenece a
los lóbulos superior e inferior, tanto a la derecha como a la izquierda. Está
interrumpido a nivel de la fisura oblicua que separa
estos lóbulos.

Borde inferior [circunferencial]


Separa las caras costal y mediastínica de la cara diafragmática.
Este borde es agudo, cortante, en especial atrás y lateralmente,
situado en la extremidad de una lengüeta pulmonar estrecha y
delgada. Medialmente, en contacto con el mediastino, el borde
inferior es más redondeado y se adapta a la forma de los órganos
mediastínicos que están en contacto con él. Se hunde entonces
profundamente atrás, para alcanzar la parte posterior de la
circunferencia.
Fisuras [cisuras] del pulmón
Características generales
Se trata de fisuras profundas que, cuando son completas, atraviesan el
pulmón de una cara a otra, interrumpidas sólo a nivel de la raíz pulmonar.
Dividen cada uno de los dos pulmones en lóbulos, los que, además de las
caras descritas en el pulmón, disponen de una o más caras interlobares.
Cada fisura pulmonar está constituida por dos caras interlobares (fisuras
oblicuas del pulmón izquierdo y fisura horizontal del pulmón derecho) o
bien por tres caras, como la fisura oblicua del pulmón derecho, en la que
participan los tres lóbulos. Estas caras están tapizadas por la pleura visceral
que aquí, como en otras partes, cubre la superficie del tejido pulmonar. En el
fondo de la fisura, en contacto con el hilio y la raíz, la pleura visceral pasa de
una cara a otra del espacio denominado interlobar o plano fisural.

Cuando el pulmón está insuflado, las caras interlobares de los diferentes


lóbulos se hallan en contacto. La fisura solo aparece en la periferia del
pulmón, con aspecto de un trazo regular que se observa en la superficie del
órgano.

Existen numerosas variantes en la anatomía de las fisuras:

– Por falta: en este caso, dos lóbulos vecinos están reunidos


por un puente de parénquima pulmonar, aparentemente sin
fisura pero que presenta, no obstante, un plano de separación análogo al que
separa los segmentos pulmonares.
– Por exceso: son las fisuras supernumerarias (véase más adelante).
– Por modificaciones patológicas (fusión de las hojas pleurales,
desplazamiento de las fisuras por retracción pulmonar, etc.)

Fisuras del pulmón derecho


A. Fisura oblicua [mayor]: comienza en la parte posterosuperior del hilio,
para ascender oblicuamente hacia atrás. Aparece en la porción vertebral de la
cara costal del pulmón a la altura de la 5.ª costilla (Brock). Desciende luego
oblicua abajo y adelante para alcanzar la cara diafragmática, por detrás de su
parte anterior. Atraviesa esta cara de lateral a medial, llega a la parte prehiliar
de la cara mediastínica y asciende hacia atrás para llegar a la parte anterior e
inferior del hilio.

Delimitada así, la fisura oblicua separa:


– Arriba y atrás, el lóbulo superior del lóbulo inferior, según un plano oblicuo
abajo, adelante y lateral.
– Abajo y adelante, el lóbulo inferior del lóbulo medio, siguiendo un plano
casi vertical, oblicuo anterolateralmente (D’Hour).

B. Fisura horizontal [menor]: semeja una ramificación de la fisura oblicua


de la que parece desprenderse a nivel de la 6.ª costilla, algo por detrás de la
parte media de la cara costal del pulmón. Se dirige adelante y medialmente,
llega al borde anterior del pulmón, atraviesa la parte prehiliar de la cara
mediastínica y llega al hilio. Separa el lóbulo superior del lóbulo medio, según
un plano horizontal algo oblicuo adelante y en sentido lateral. Casi nunca es
completa y su parte anteromedial falta en el 80% de los casos. El lóbulo
superior y el lóbulo medio derecho se hallan entonces unidos en su parte
anterior y medial.

Fisura del pulmón izquierdo

Existe una sola, la fisura oblicua. Su contorno es semejante al


que presenta su homóloga derecha.

Separa el lóbulo superior del lóbulo inferior, pero el plano fisural es irregular:
tiene forma helicoidal, con una parte superior orientada adelante y
lateralmente y una parte inferior que mira adelante y medialmente. Esta fisura
se presenta completa con más frecuencia que la derecha (74% de los casos).
No es raro observar un puente de parénquima en la parte anteroinferior del
plano fisural (entre el lóbulo inferior y la língula del lóbulo
superior).

Fisuras supernumerarias
Cuando existen, sustituyen a un plano intersegmentario al
que reemplazan en forma variable. Difícilmente llegan en su profundidad al
hilio. No adoptan una disposición arbitraria; el asiento más común puede
observarse:
– Entre el segmento superior del lóbulo inferior y el segmento basal posterior.
– Entre los dos segmentos del lóbulo medio derecho.
– Entre la língula del lóbulo superior izquierdo y la porción anteroinferior del
culmen del mismo lóbulo.

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