Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A partir del siglo XV, a medida que los efectos de la crisis disminuían, Europa
comenzó a experimentar cierta recuperación, que se manifestó en diversos
aspectos. En primer lugar, la población comenzó a crecer nuevamente. Uno
de los factores que contribuyeron a ello fue la disminución de las guerras y
las epidemias que habían asolado el continente durante el siglo XIV. Al mismo
tiempo, al aumentar la población, la demanda de productos agrícolas y la
cantidad de mano de obra disponible para los trabajos rurales fueron
mayores. Además la producción agrícola se vio favorecida por algunos
adelantos técnicos (mejoras de los arados y de los sistemas de irrigación) y
por la incorporación a la agricultura de tierras que habían sido abandonadas
durante la crisis. El aumento de la producción agrícola fue acompañado por
un crecimiento de las manufacturas y las actividades comerciales. En el
primer caso, en esa época surgió una nueva forma de producción
manufacturera, que recibió el nombre de trabajo rural domiciliado: con
materias primas y créditos facilitados por los comerciantes, los campesinos
producían manufacturas en sus aldeas. Luego, vendían sus productos a los
comerciantes, quienes lo comercializaban en las ciudades. El aumento de
producción de manufacturas, junto con otros factores, como la mejora de los
caminos y el perfeccionamiento de los medios de pago, impulsó un
significativo crecimiento en los intercambios comerciales.