Cuestionario Grupal

Sexualidad, Virtudes y Valores

1. ¿QUE SON LAS VIRTUDES?

La podemos definir como excelencia o plenitud, son perfecciones habituales y estables del
entendimiento y voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían
nuestra conducta en conformidad con la razón y la fe.

Son el patrimonio moral del hombre. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, las Virtudes
son: “La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo
realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y
espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones
concretas.”1

Hay virtudes que son Teologales, son virtudes que tienen como origen motivo y objeto a Dios,
es decir, nacen de Él de su gracia. Estas son: La fe, la esperanza y la caridad. También, están las
virtudes Cardinales, que se les llama así porque de ellas se agrupan todas las demás, por ello
son fundamentales. Estas son: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Y por otro lado las
virtudes humanas son las que nacen de los esfuerzos del hombre por obrar el bien.

2. ¿QUE SON LOS VALORES?

Podemos definir el valor de la siguiente manera: la cualidad y característica que hace buena a
una persona. El valor es lo digno de ser apreciado, lo deseable y lo que se identifica con lo
bueno o positivo y se orienta al ser y al buen hacer de la persona.

La educación en valores es el fundamento del equilibrio personal y social. La persona conoce

los valores a través de su inteligencia y los desarrolla a través de su voluntad.

Los valores humanos son valores de la humanidad, y por lo tanto, los valores cristianos no son
en esencia diferentes de los valores humanos. Lo que los diferencia es su origen (la acción de
Dios en el hombre por la gracia y la revelación cristiana) y su fin (la comunión eterna con Dios y
los demás en el cielo). El cristianismo los incorpora a la dimensión sobrenatural dándoles un
sentido nuevo. Cada persona, de acuerdo a sus experiencias construye un sentido propio de
los valores, es decir serán diferentes en cada persona. Los valores y su jerarquización pueden
cambiar a lo largo de la vida. Están relacionados con los intereses y necesidades de las
personas a lo largo de su desarrollo.

1
CEC,1803
 3. ¿DE QUE FORMA ESTOS SE RELACIONAN CON LA SEXUALIDAD?

Se relacionan en el tema de que ambos expresan características que cada persona ha cultivado
por los principios y los valores que ha ido desarrollando y que ha recibido de su familia o del
entorno. Tienen que ver también con la identidad de la persona, con quien realmente ella en
lo más profundo de su ser, características esenciales de su persona, y ambos son también
características por las que se les puede reconocer.

Por otro lado, los valores deben estar presentes en la vivencia auténtica de la sexualidad. Son
necesarios y en un sentido custodian la vivencia de la sexualidad pues orientarán siempre a la
persona a aquello que es bueno y que es deseable hacia el bien.

4. PLANTEA 10 EJEMPLOS PRACTICOS EN DONDE SE APLIQUEN VALORES Y VIRTUDES

QUE LOS POODAMOS RELACIONAR CON LA SEXUALIDAD.

1. Las mujeres que salen embarazadas y que ante situaciones difíciles y que van en
contra de su embarazo tienen la fortaleza para optar por la vida de su hijo, para
trascender sus sufrimientos y miedos por estar viviendo un embarazo que no
deseaban pero que encuentran el valor para dar a luz.
2. Los padres que tienen la cercanía y la transparencia para educar a sus hijos en la
sexualidad, explicándoles el tema del respeto entre ambos, también les enseñan las
diferencias que hay entre ambos sexos, por qué es importante cuidarse, crecer en
recto valor a sí mismos.
3. Los matrimonios que viven rectamente su sexualidad, que no ven el acto sexual como
un simple buscar placer sino como un momento especial para unirse más en el amor y
para procrear una nueva vida.
4. Las personas que desde pequeñas han sido educadas en buenos y auténticos valores,
son capaces de vivir un amor puro y sincero, saben mirar al otro valorándolo por quién
realmente es y no por su físico, no por lo que tiene o por sus logros.
5. Hay métodos anticonceptivos que no tienen otro fin que el de evitar la concepción y
que son utilizados por las personas solo con el fin de poder tener placer y sin
preocupaciones. Sin embargo, hay personas que hacen la opción por vivir su
sexualidad a través de métodos naturales, que no van en contra de la concepción.
6. Quienes viven rectamente el desarrollo de su sexualidad son capaces de identificar y
de tener una identidad sexual clara.
7. Hay también personas que no respetan sus matrimonios, que son infieles mirando o
pensando en otras personas o incluso teniendo “vidas paralelas”. Es importante el
cuidado de la fidelidad en el matrimonio, que permita que más allá de las fragilidades,
se tenga un amor único y especial por la pareja.
8. Los problemas de drogadicción y pandillaje que provienen de falta de educación y de
valores, y de amor sus familias, tienen también problemas para vivir su sexualidad,
viendo a las personas como un mejor objeto de placer sexual o en quienes desfogar
sus carencias y dificultades. Sin embargo esto no los determina, pues ellos pueden
hacer la opción por una vida nueva, una vida en la que pueden “Re-formar” sus valores
y virtudes, para encaminarse a un cambio positivo, responsable y sin problemas. Y por
ende con una concepción distinta de qué es la sexualidad.
9. La valoración de la sexualidad está trastocada y se piensa que está determinada por la
imagen, confunden el concepto de lo que es el amor con el tener relaciones sexuales y
creen que son más amadas si las tienen. Por el contrario, una persona que se valora
auténticamente a sí misma, no buscará su valor en esas otras cosas.
10. La búsqueda de sensaciones de los jóvenes los hace querer buscar esos placeres
inmediatos que tarde o temprano dejan de satisfacerlos y que a medida que pasa el
tiempo existe cierta inconformidad por lo que buscan otras cosas o en otros lugares
que por lo general les dan experiencias más intensas y no necesariamente saludables.
Una persona que se encuentra con la voz de su conciencia pide ayuda, busca
orientación en personas especializadas o que la pueden aconsejar mejor para salir del
problema.