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VALORES HUMANOS.

los valores existen y son fundamentales para la humanidad. Intentaremos ir


más allá y profundizar en el tema. ¡Entremos en materia! 

¿Qué son los valores humanos?


Los valores humanos son una serie de principios universales por los que se
rigen la mayoría de las personas. Nos sirven de guía para saber cómo
conducirnos para vivir armónicamente en comunidad y evolucionar juntos y
juntas.

Estos valores no están determinados ni por la cultura ni por la religión ni por el


tiempo ni por ningún otro condicionante. Son innatos al ser humano,
perdurables en el tiempo y trasladables a cualquier lugar del mundo.

Y sí, efectivamente, existen comportamientos y actitudes objetivamente


positivas y otras negativas. Entre los valores humanos más importantes
encontramos la ética, el respeto al prójimo, la tolerancia, la bondad, la paz, la
solidaridad, el amor, la justicia, la responsabilidad, la equidad, la amistad, la
libertad o la honestidad, entre otros. ¿Cuál más añadirías tú?

Además de estos valores universales, cada individuo puede sumar otros


valores subjetivos que tienen que ver con su personalidad, con la educación
recibida, con la sociedad en la que vive, con su nivel cultural, con sus
creencias, etc. El conjunto de todos nuestros valores (valores humanos
universales y valores personales) nos construye como personas y son los
responsables de nuestra manera de estar en el mundo. ¿Lo habías visto de
este modo? 

¿Por qué es importante educar en valores?


¿Puedes imaginar cómo serías si no tuvieras los valores humanos de los que
hemos hablado? ¿Cómo te comportarías ante las distintas situaciones que se
te presentan? ¿Cómo sería tu vida? ¿Tendría sentido? Quizá una persona sin
los valores fundamentales no sabría qué hacer en cada momento, cómo
dirigirse en la vida… o tal vez haría cualquier cosa en cada momento sin
pensar en las consecuencias. Por ejemplo, si un vecino te molesta cada noche
haciendo ruido, ¿qué serías capaz de hacer? Si tienes hambre cuando vas
caminando por la calle, ¿cogerías lo que quisieras de cualquier tienda o
restaurante? Es difícil imaginar cómo sería una persona sin ningún valor, ¡es
casi imposible!

Los valores humanos son los pilares de la humanidad. Por eso es tan


importante educar en valores a los niños y niñas. No solo les ayuda a ser
mejores personas, capaces de relacionarse y comportarse de manera correcta
en cada momento. ¡Hay más! Una educación basada en los valores
humanos les aportará seguridad, confianza, fuerza, sabrán qué hacer y qué
esperar de los demás.

1. Valores morales

Son aquellos valores que va adquiriendo una persona sobre la base de su


experiencia. Esas normas o modos de comportamiento son heredados y
transmitidos por la sociedad a los ciudadanos. Además, determinan el modo de
comportarse de forma correcta o incorrecta.

Los valores morales son indispensables para poder diferenciar lo que es bueno
de lo que no lo es o lo correcto de lo incorrecto.

En ocasiones, se pueden confundir los valores morales y los valores éticos,


pero son diferentes. Los primeros son los que va adquiriendo una persona y
están relacionados con la sociedad en la que vive, los segundos con su manera
propia de pensar.

Por lo tanto, los valores morales siempre estarán guiados y determinados por la
propia sociedad en la que viva el individuo. Se van adquiriendo en la infancia a
través de los padres, profesores y las experiencias que se van viviendo a lo
largo de la vida.

¿Cuáles son los 5 valores morales más destacados?

Estos son algunos de los valores morales más destacados que existen:

 Generosidad: Es la capacidad de compartir sin esperar nada a cambio.


Es un valor moral muy deseado en la sociedad y fomenta las relaciones
sociales y personales. Por ejemplo, compartir una comida con alguien sin
pretender que esa persona nos invite en otra ocasión determinada.
 Tolerancia: Es la capacidad de aceptar todas aquellas opiniones o
normativas que se alejan de lo que uno piensa. Una persona no tiene por qué
coincidir con la forma de opinar de otra. Sin embargo, es capaz de respetar su
manera de pensar y aceptarla sin ninguna crítica por ello.
 Lealtad: Determinada por las leyes que gestionan la fidelidad y el honor.
Ser leal a alguien es apoyarlo, respetarlo y tener cierto afecto. Por ejemplo,
el equipo de trabajo se mostró leal con su capitán y se marchó con él tras ser
destituido de su cargo.
 Humildad: Comienza por aceptar nuestras propias limitaciones y
defectos. Pero esto no quiere decir que no podamos tener confianza y
valorarnos. Todo lo contrario, solo alguien humilde puede tener la confianza
real suficiente para afrontar grandes retos, pues se conoce a sí mismo.
 Honestidad: Es aquel valor que nos impulsa a ser sinceros y justos con
nosotros mismos y con los demás. No obstante, hay muchas formas de ser
sinceros, por lo que la comunicación es fundamental. La honestidad es
incompatible con las faltas de respeto.

Ejemplos de valores morales

Aquella persona recibió una suma indecente de dinero gracias al sorteo de la


lotería. Decidió repartir parte de sus ganancias con los más necesitados de su
vecindario. Este es un ejemplo de valor moral, en concreto hablamos de la
generosidad de un individuo.

Esta persona no busca nada a cambio, lo que quiere es compartir algo que ha
conseguido y que además ayudará a otras personas que están sumamente
necesitadas.

Otro ejemplo sería el de honestidad. Un vendedor de seguros nos ofrece un


seguro de coche. Nosotros queremos un seguro con unas determinadas
coberturas pero que resulta ser más caro. Sin embargo, el corredor de seguros
nos ofrece una opción mejor, más adaptada a nuestras necesidades y a un
menor precio. Incluso, aunque el gane una comisión menor.

La formación moral de la persona

Las personas no solo nacen, sino que se hacen, es decir, se construyen su


identidad personal a lo largo de su vida y en relación con el resto de la
sociedad. En este escenario de formación de la persona intervienen normas,
creencias y valores, que se constituyen en derechos. A cada derecho le
corresponde un deber.

Ej. Derecho a ser libre Deber de responsabilizarse de esa libertad.

El PERSONALISMO. Es una corriente ética que da primacía al valor de la


persona por encima de cualquier entidad, como el valor económico.
2.1 Las personas nacen y se hacen

Si somos personas, no es únicamente por haber nacido humanos ni por


participar de una cultura que dignifica a los seres humanos sobre el resto de
seres, sino porque construimos nuestro proyecto de vida haciéndonos
responsables de nuestros actos libres.

La conciencia, que implica ser libre, tiene un envés: la responsabilidad. Aunque


resulte evidente que una persona lo es por nacimiento (se nace humano, en
vez de ser una piedra, una planta o un oso), es cierto también que las personas
se hacen, esto es, construyen su identidad personal a lo largo de su vida.
Además, en esa labor de autoconstrucción no están solos, ya que se hallan en
relación estrecha y fundamental con el resto de personas, con la sociedad.

En este nuevo escenario de formación de la persona intervienen las normas,


las creencias y los valores, que se constituyen en derechos y deberes:

a) El derecho de ser libre, pero al mismo tiempo el deber de responsabilizarse


de esa libertad.

b) El derecho a ser tratado dignamente, pero a la vez el deber de respetar la


dignidad de los demás.

c) El derecho de ser igual ante la ley, pero simultáneamente el deber de


obedecer esa ley

Cada uno de nosotros tiene que ser un inventor de sí mismo, un novelista de su


propia existencia, un escultor de su propia vida y así va construyendo su propia
biografía en el quehacer cotidiano.

La otra cara de la libertad es, pues, la responsabilidad. El ser humano que


escoge en cada una de las decisiones debe ser capaz más tarde de dar
explicaciones de lo que elige (ser responsable).

Peregrinos realizando abluciones en el río Ganges,


en Benarés. Los seres humanos nacemos en una
cultura, pero tenemos la libertad de construirnos a
nosotros mismos.

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