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República Bolivariana de Venezuela

Instituto Eclesiástico Santo Tomás de Aquino


Palmira – Estado Táchira

Materia: Eucaristía
Profesor: Pbro. Gonzalo Ontiveros
Estudiante: Dehivis E. Márquez M.
C.I: 20.288.757

Iniciación, Memoria y Presencia


José Cristo Rey

La Eucaristía de los inicios


La Eucaristía en los Padres de la Iglesia
*En el estudio de los Padres de la Iglesia coinciden ortodoxos, protestantes y católicos.
*Los estudios sobre la Eucaristía en los Padres de la Iglesia son claves para la posterior
reflexión teológica.
*La Eucaristía fue para los Padres de la Iglesia el misterio por excelencia.
*Didajé→ distingue de la Eucaristía bautismal y de la Eucaristía semanal o dominical.
«…Nadie coma ni beba de nuestra Eucaristía a no ser los bautizados en el nombre del
Señor…» (Didajé, IX).
*En estos textos se ven condensados los principales elementos de la Eucaristía
neotestamenteria.
*Justino→ «A nadie es lícito participar de la Eucaristía si no cree que son verdad las
cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño de la remisión de los pecados
y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó».
*Gaudencio de Brescia (411)→ define la Eucaristía como la rica herencia que el Señor
nos dejó como prenda de su presencia y como viático, con el que nos alimentamos y
nutrimos durante el camino de esta vida.
*Agustín de Hipona→ puso el énfasis en el simbolismo de la Eucaristía, como
sacramento de la unidad del cuerpo de Cristo, es decir, de la Iglesia.

La Eucaristía de la iniciación y los dones de la Tierra Prometida


*La Eucaristía era la culminación de la iniciación.
*Carta a Bernabé (117-138) / Traditio apostólica de Hipólito de Roma→ atestiguan
que los neófitos participaban no sólo del pan y vino eucarísticos, sino también de leche
y miel, que simbolizaban la introducción del neófito en la Tierra Prometida.
*Los bautizados o iluminados participaban inmediatamente en su primera Eucaristía.
*Les era ofrecida una copa de agua; algo propio de la celebración de iniciación que
simbolizaba la purificación del alma (Hipólito).

La Eucaristía, memorial del Señor


*Algunos datos neotestamentarios se privilegian, como: “Copa de la alianza” (Lucas y
Mateo); “Copa de la sangre” (Marcos y Mateo); mandato del memorial (Lucas y 1
Corintios).
La Iglesia bajo el mandato “hagan esto en memoria mía”
*La Iglesia de los Padres tenía conciencia de no ser ella la autora de la Eucaristía, de
no tener la iniciativa. Consideraba la Eucaristía como un “memorial permanente ‫״‬.
*Justino→ llegó a presentar toda la acción eucarística bajo el imperativo de Jesús de
“hagan esto en memoria mía”.
«…Los apóstoles, en las memorias que redactaron, llamadas evangelios, nos transmitieron
que así les había sido mandado: que Jesús, habiendo tomado el pan y dando gracias dijo:
“Hagan esto en memoria mía; esto es mi cuerpo”, y que habiendo tomado del mismo modo
la copa y dando gracias, dijo: “Esta es mi sangre”; y que solemnemente hizo partícipes a
ellos».
→Es interesante el uso que hace Justino de las palabras “memoria”, “memorial”:
habla de los evangelios como las memorias de los apóstoles sobre el Señor; la
memoria por excelencia, es la Eucaristía.
→Memoria es la Palabra, memorial es el sacramento.
→La expresión compuesta “hagan en memoria” la sintetizó en una sola palabra
“eucaristizar”, que designa el Verbo que actúa.
→El pan y vino ––no alimento-bebida ordinarios–– son la carne y sangre del que se
encarnó.
*Orígenes→ El mandato de Cristo, “hagan esto en memoria mía”, llevaba a
cumplimiento, según él, lo que prefiguraban los doce panes de la proposición,
ofrecidos perpetuamente a Yahvé en memorial por las doce tribus de Israel.
El “nuevo memorial” preferible a la pascua judía y las eucaristías heréticas
*San Juan Crisóstomo→ teólogo, por antonomasia, de la anámnesis eucarística.
∟El pedía a sus fieles fidelidad al mandato del Señor y trataba de hacerles ver la
superioridad del memorial cristiano sobre cualquier otro: el memorial judío (finales del
siglo IV, en las sinagogas se exaltaba el sacrificio de Isaac en contraposición del
sacrificio de Jesús) o los memoriales heréticos de los acuarios (eucaristías gnósticas).
∟También se opuso a las herejías de su tiempo, que minimizaban la memoria
eucarística de la pasión y muerte de Jesús.
∟Afirma dos elementos de la anámnesis: la multiplicidad de conmemoraciones y la
unidad del sacrificio.
*Para los padres antioquenos la Eucaristía es, ante todo, memorial de la encarnación
del Jesús que vivió un proceso que le llevó hasta la muerte y la resurrección. Objeto de
la anámnesis es toda la actuación salvífica de Jesús.

La Eucaristía como memorial del sacrificio


El sacrificio agradable en acción de gracias
*Irineo
∟Jesucristo nos enseñó a ofrecer a Dios las primicias de la creación, el pan y el
vino, el sacrificio eucarístico.
∟El único sacrificio que le agrada a Dios es el de la Eucaristía, ofrecida por la
Iglesia.
∟Para que los dones se conviertan en Eucaristía es necesario que sean consagrados.
*Justino
∟habla de aquellos sacrificios que agradan de verdad a Dios, en contraposición a
los que no le agradan.
*Hipólito de Roma→ La plegaria eucarística que trae Hipólito de Roma en su
Tradición apostólica (probablemente de finales del siglo II), fue construida en torco a
la idea de “damos gracias” (grafías tibí referimus) y “haciendo memoria” (et
memores).
∟ Se trata de una memores offerimus, es decir, de una memoria oferente. En ella
tiene también un lugar importantísimo la epíclesis o invocación al Espíritu, tanto para
que consagre las ofrendas como para que consagre a la comunidad.

El sacrificio del Cordero inmolado


*La eucaristía, que es ante todo una celebración del sacrificio de Jesucristo, fue
denominada por los Padres con las categorías de imagen, semejanza, símbolo, tipo,
sacramento, misterio de la pasión y muerte de Jesús. →todas estas categorías nos
hablan de una auténtica presencia.
*Atanasio (295-325)→ los cristianos «No inmolamos un cordero material, sino aquel
verdadero Cordero que fue inmolado, nuestro Señor Jesucristo... purificándonos con su
propia sangre».
*Cirilo de Jerusalén (313-386)→ llama a la Eucaristía «sacrificio espiritual, culto
incruento, sacrificio de propiciación por la paz común de las Iglesias, por el orden del
mundo, por los reyes, por los soldados y los aliados, por los enfermos, por los
afligidos... sacrificio por todos los que necesitan ayuda».

Sacramento del sacrificio invisible


*Agustín de Hipona→ «El sacrificio visible es el sacramento del sacrificio invisible,
es decir, es un signo sagrado».
∟Para san Agustín hay sacrificio allí donde se realiza algo con vistas a entrar en
comunión santa con Dios.
∟ «En el sacramento del altar se le demuestra a la Iglesia que aquello en lo cual ella
ofrece, ella misma es ofrecida».
∟La Eucaristía es un sacrificio en cuanto expresión del retorno a Dios de Cristo con
su Iglesia.

La Eucaristía como presencia


*La explicación de la presencia de Jesús, el Señor, en los dones eucarísticos ha
oscilado entre dos polos: el encarnatorio y el ascensional.
*Mientras unos Padres subrayaban la presencia de la carne del Señor, otros
interpretaban la presencia de forma más pneumatológica o espiritual.
Presencia de la “carne” del Señor
*La lucha contra el docetismo cristológico lleva a los Padres a poner el énfasis en la
humanidad y carnalidad de Jesús, incluso al referirse al cuerpo eucarístico.
*Ignacio de Antioquía→ afirmaba que en la Eucaristía se continúa la misión de
Jesucristo en la carne.
*Ireneo→ los dones de pan y vino “reciben al Logos de Dios y devienen Eucaristía,
cuerpo y sangre de Cristo”.
*Tertuliano→ se oponía así a la tesis gnóstica de la pura “apariencia” e irrealidad del
cuerpo del Señor; toda la realidad del cuerpo es expresada por el cáliz o la sangre.
*Para Juan Crisóstomo→ el sacramento del cuerpo del Señor hace presente el cuerpo,
pero ya revestido totalmente por el Espíritu Santo.
*Teodoro de Mopsuestia (+428)→ rechazó llamar símbolo a los dones eucarísticos: el
cuerpo y la sangre del Señor son realidad para él:
«No dijo: Esto es símbolo de mi cuerpo y esto es símbolo de mi sangre, sino: esto es mi
cuerpo y mi sangre; enseñándonos a no mirar la naturaleza de lo que se ve presente, sino al
cambio en cuerpo y sangre, producido por la Eucaristía realizada».
*Según los teólogos antioquenos→ los dones del pan y del vino sufren una trans-
elementación (meta-stoicheia), que es un cambio absoluto.
∟En la misma línea se encuentra el padre latino Ambrosio de Milán. El escribió:
«Antes de la consagración, esto no era el cuerpo de Cristo. Pero después de la consagración
te digo que ya es el cuerpo de Cristo. Lo que se ha dicho se ha hecho, lo que se ha
ordenado, ha sido creado. Tú mismo existías, pero eras una criatura vieja; después de haber
sido consagrado, has comenzado a ser una nueva criatura».
*Ambrosio→ la Palabra de Cristo transforma los dones. Si la Palabra de Cristo crea
desde el no-ser, ¡cuánto más podrá transformar lo que existe ya! El cuerpo y la sangre
de Jesús no se hacen presentes en su manifestación (species) sino en una cierta
similitud (similitudo), para que el miedo ante la sangre no espante a los creyentes. La
posición de Ambrosio fue la del “metabolismo”.
La presencia “espiritual” del Logos
*Los padres alejandrinos→ contemplaban la Eucaristía como mediación para la
comunión con el Logos.
∟ La comunión eucarística no era –para ellos– la única forma de comunión con El:
el cristiano perfecto, el gnóstico, comulga de una forma mucho más espiritual e
inmediata cuando acoge la verdad y las ideas del Logos.
∟ para los primeros padres alejandrinos la más perfecta Eucaristía es la unión
espiritual con el Logos y toda unión espiritual con el Logos es para ellos una
Eucaristía.
*Más radical fue Orígenes→ él dio prevalencia a la comunión espiritual sobre la
comunión eucarística.
∟La Palabra es –para él– el sacramento propio del Logos y el contenido esencial de
la eucaristía.
∟El pan y el vino que Jesús reconoció como su cuerpo y sangre no eran -según
Orígenes- realidades que él tenía en sus manos, sino la Palabra que alimenta las almas
y se apodera de los corazones.
Una presencia transformadora, divinizadora
*Atanasio→ comprendió que el Logos no era mediador de ideas, sino, sobre todo,
mediador de la redención. Esta mediación diviniza al ser humano: al comer el cuerpo
del Señor, el Logos nos diviniza comunicándonos su Espíritu.
*Cirilo de Alejandría→ define la Eucaristía como “mística bendición”. La presencia
de Cristo en la Eucaristía es para Cirilo real.
∟« No pienses que las cosas que aparecen son una figura, sino que por algo inefable del
Dios omnipotente las oblaciones son realmente transformadas en el cuerpo y en la sangre de
Cristo; y nosotros, al participar de ellos, recibimos la fuerza vivificadora y santificadora de
Cristo».
La presencia eclesial de Jesucristo en la Eucaristía
*Los dones eucarísticos no solamente simbolizan la pasión de Cristo, sino también al
pueblo cristiano.
* El pan formado de muchos granos y el vino formado por muchas uvas, representan el
nuevo pueblo unificado en Cristo.
*Cipriano→ La mezcla de vino y agua representa su unión con Cristo. La unidad del
pueblo de la Iglesia no es fruto, sino presupuesto de la Eucaristía. Para Cipriano, fuera
de la Iglesia no se puede realizar la Eucaristía.
* Para Agustín→ la eficacia de la Eucaristía se manifiesta no tanto en que hace
presente el cuerpo de Cristo, sino más bien en que constituye el cuerpo no individual
sino universal, eclesial de Cristo, el totus Christus, cabeza y cuerpo, la sociedad de los
predestinados en la Iglesia santa.

Repercusiones de la Eucaristía en la existencia cristiana


*Justino→ presentaba estrechamente vinculadas y sin dicotomías la forma de vida
cristiana y la celebración eucarística dominical. Los que tenían bienes acudían en
ayuda de los necesitados. La Eucaristía era creadora de unidad.
*Juan Crisóstomo→ La Eucaristía es la mesa de la unidad, de la comunidad de todos
los hombres.

Conclusiones teológico-pastorales
*La eucaristía aparece como el gran sacramento de unidad y de universalidad de la
Iglesia.
*La eucaristía de la iniciación se ha convertido entre nosotros en una realidad muy
desfigurada (Primera Comunión) → Hay que recuperar la fuerza de iniciación cristiana
y, por lo tanto, plantear de otra forma –más cercana a los santos Padres– la pastoral de
la Eucaristía de la iniciación.
*Las exigencias de pureza y preparación→ Es un aspecto en el que insisten cada vez
más los Padres de la Iglesia.
*Los frutos que debe producir una Eucaristía bien acogida, debe ser sobre todo de
unidad eclesial, de cercanía a los más pobres, de caridad activa.
*La memoria del Señor no estaba circunscrita únicamente a los acontecimientos
sucedidos en la muerte y la resurrección de Jesús. Toda la historia de la salvación y del
mundo, y la misma memoria anticipada de la escatología, quedaban incluidas en la
memoria eucarística.
*El memorial no es sólo evocación; es presencia; es, en cierta forma parusía, que hace
icónicamente presente la realidad recordada: el único sacrificio del Señor.
* En la medida en que la Iglesia se une a su Señor y forma con El un solo cuerpo, en
esa misma medida participa en su sacrificio y se hace, ella misma, agradable a Dios.→
Por esto, el sacrificio que más le compete a ella es el sacrificio de alabanza y de acción
de gracias.
*Ninguna acción humana puede por ella misma propiciar a nuestro Dios; ninguna
acción nuestra se merece su gracia. No podemos ganarnos la mirada benevolente de
Dios a base de exigencias, de tasas, de estipendios. Lo que sí tiene razón de ser es
unirnos en sacrificio de alabanza y acción de gracias a nuestro Señor, formando Iglesia,
y “en El, con El y por El” esperar la benevolencia del Padre.
*Los Padres nos advierten que no entendamos la presencia de Jesús en la Eucaristía de
forma materialista. De una forma u otra, todos afirman la presencia del Señor
resucitado, del cuerpo espiritual de Cristo Jesús. Aunque algunos insistan –
especialmente motivados por herejías cristológicas– en que se trata de su verdadera
carne.
Comentario Personal
La Eucaristía, como lo enseña la Iglesia, es “el centro y culmen de la vida cristiana”
(CVII), y esto no se ha comprendido desde los tiempos modernos como una nueva
reflexión teológica, sino que ha sido una conciencia de fe asumida por los cristianos ya
desde los primeros siglos. Ejemplos vivos de esta fe los vemos reflejados en los textos
o escritos de los primeros Padres de la Iglesia. Esto es lo que se ha tratado.
Como bien lleva el nombre el apartado: Iniciación, Memoria y Presencia; considero
que son tres ideas claves que pueden sintetizar todo lo aquí expuesto por el autor.
Iniciación, porque describe a la Eucaristía como uno de los sacramentos fundamentales
en la iniciación de la vida cristiana, cuya celebración era clave para los iniciados en la
fe (iluminados o bautizados). Era la celebración inicial recién recibido el bautismo, la
cual los introducía a la comunión plena con el Señor y con la vida de toda la Iglesia.
Este carácter de iniciación es el que según el autor Cristo Rey hemos de recuperar en la
actualidad para que los niños y nuevos creyentes que se disponen a recibir la
Comunión, lo puedan hacer con un sentido, como el de los primeros cristianos, con un
sentido mistagógico, es decir, con una introducción y profundización en el misterio
pascual de Cristo.
Memoria, describe la connotación que la Eucaristía tenía para los primeros cristianos
la celebración del sacrificio pascual de la nueva alianza como un mandato del Señor
(reafirmado sobre todo por Lucas y Pablo), así lo concibieron varios Padres de la
Iglesia y así lo expusieron en sus catequesis sobre la Eucaristía. Pero también este
adjetivo de memoria tiene el significado de la conciencia de los creyentes de que el
Señor está presente en medio de ellos, a través de la celebración de la Acción de
Gracias, pero que también vive actuante por la fe gracias a su resurrección en la vida de
la Iglesia. Algunos Padres realizaban la distinción de memoria y memorial, memoria,
referido a los hechos y palabras de Jesús; y memorial, referido a la celebración o
conmemoración del sacrificio eucarístico.
Y, por último, Presencia, como la conciencia de la compañía de Jesús en medio de
la comunidad eclesial, de un modo particular en el pan y el vino consagrados, que ya
dejan de ser simples elementos materiales, para ser real y verdaderamente el Cuerpo y
la Sangre del Señor bajo las especies del pan y del vino. Otros notaban esta presencia
no sólo desde una perspectiva de encarnación, sino de ascensión, es decir, una
presencia que viene a los creyentes a partir del cuerpo resucitados del Señor a través de
la acción del Espíritu Santo.
Todos estos elementos serán muy útiles a la hora de reflexionar en torno a la
teología de la Eucaristía. Volviendo a las fuentes es como la Iglesia se enriquece y se
alimenta para seguir profundizando en el misterio pascual de Cristo, sobre todo en el
sacrificio eucarístico.

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