Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
d) El tránsito de la época patrística a la Edad Media: San Isidoro de Sevilla (s. VI- VII)
El molde platónico había predominado durante la época patrística. Para el mundo
occidental la teología de San Ambrosio y San Agustín seguirán siendo referentes
necesarios. Dos autores sirven de «correa de transmisión» original, por la riqueza de su
pensamiento y la importancia de su influencia en toda la Edad Media: el Pseudo-Dionisio y
San Isidoro de Sevilla, la doctrina de Isidoro la podemos resumir de la siguiente manera:
1. Insistencia en un cambio real («transformatio, sacramentum facere») de los
elementos del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo, por la consagración que
produce en ellos, lo que se puede calificar como un «místico metabolismo».
2. Esta transformación por la consagración sucede porque en el sacramento actúa una
virtud secreta («a secretis virtutibus»), que no es otra que la virtud del Espíritu
Santo.
3. La consagración es, pues, un momento importante, unido a la institución de la
eucaristía por Cristo y a la acción del Espíritu Santo, que sucede después de la
oración del «post-sanctus», en la oración del «post-pridie» que contiene las palabras
de la institución.
b) El carácter sacrificial
En la sesión XXII (1562) se aprobó el decreto sobre el sacrificio de la misa, tema
del que ya se había ocupado en 1547 y en 1551-1552. La negación rotunda del carácter
sacrificial de la misa por parte de Lutero y los reformadores 107 daba especial importancia
a este decreto. El tema central es el de la identidad entre el sacrificio de la cruz y el de la
misa, que Trento fundamenta en la anámnesis, ya que la eucaristía es «memoria»,
«representación» y «aplicación» del sacrificio pascual de Cristo, al modo como la cena
pascual judía es memorial actualizador del acontecimiento del éxodo. La eucaristía no
repite ni hace un nuevo sacrificio, es el mismo sacrificio de Cristo en la cruz, que celebra
en memoria, como representación de aquel único e irrepetible sacrificio. Trento entiende
memoria en sentido objetivo, al modo del memorial de la pascua antigua, y no en sentido de
recuerdo subjetivo, como hacía Lutero.
1. Período postridentino
a) Divergencias sin diálogo
La teología protestante comprende la «cena del Señor» de modo simbólico y dinámico: el
sacramento tiene una estructura de banquete, y ha sido instituido para ser participado y recibido.
Pero en la celebración no es el signo lo más importante, sino la fe subjetiva y la Palabra.
La teología católica, en cambio, entiende que la misa es un sacramento eficaz («opus operatum»),
en el que destaca lo objetivo ritual, la presencia real, el verdadero sacrificio. En cambio, no se le da
tanta importancia a la Palabra (se emplea una lengua que no entiende el pueblo), ni a la fe subjetiva
de los participantes, a quienes ciertamente se pide que «no pongan óbice» a la recepción del
sacramento.