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Hora Santa

Lectores
22 de abril de 2021

1. ORACION INICIAL
Señor en esta hora de adoración venimos a acompañarte para hablar y estar
contigo, Tú que has resucitado y nos das la luz de la vida, ayúdanos a avanzar en
este tiempo de Pascua. Hay demasiadas cosas por hacer y pocas horas para
hacerlo. Ayúdanos, Señor, con la fuerza de tu Espíritu, a buscar los frutos de la
Resurrección. Te agradecemos, Señor, por la fe que nos une más a ti. Te damos
gracias, Padre, por dejar tu presencia en nuestros corazones. Te damos gracias,
por aceptarnos cerca de ti. Queremos dar frutos, por eso convierte, con la fuerza
de tu Espíritu, nuestra esterilidad en fecundidad. Danos la fuerza para vencer los
miedos sin desesperar. Para no dispersarnos de lo esencial. Para no caminar en
solitario. La hora del Espíritu está cerca, Señor, y se acerca la hora de la verdad,
del envío. ¡Te adoramos en Espíritu y Verdad! ¡Creemos y esperamos en ti Señor!
Queremos hacer nueva la vida, después de tu resurrección. Tú nos envías a
proclamar tu resurrección, la paz, la verdad y la alegría. Aquí nos tienes, Señor,
¡para hacer siempre tu voluntad!
Padre Nuestro…
Dios te salve María….
Gloria al Padre….
Infinitamente sea alabado…

CANTO……………………………………………………………………………
2. LECTURA DE LA PALABRA
JUAN 20,19-31
«Aquel mismo domingo, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa
con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Jesús se presentó en medio
de ellos y les dijo: - La paz esté con vosotros. Y les mostró las manos y el costado.
Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús les dijo de nuevo: - La
paz esté con vosotros. Y añadió: - Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a
vosotros. Sopló sobre ellos y les dijo: - Recibid el Espíritu Santo. A quienes les
perdonéis los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengáis, Dios
se los retendrá. Tomás, uno del grupo de los doce, a quien llamaban «El Mellizo»,
no estaba con ellos cuando se les apareció Jesús. Le dijeron, pues, los demás
discípulos: - Hemos visto al Señor. Tomás les contestó: - Si no veo las señales
dejadas en sus manos por los clavos y meto mi dedo en ellas, si no meto mi mano
en la herida abierta en su costado, no lo creeré. Ocho días después, se hallaban
de nuevo reunidos en casa todos los discípulos de Jesús. Estaba también Tomás.
Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús se presentó en medio de ellos y les
dijo: - La paz esté con vosotros.
Palabra del Señor…
3. REFLEXION DEL EVANGELIO
¿POR QUÉ TANTO MIEDO?
Los discípulos estaban paralizados por el miedo ante lo que había pasado. Pero la
vida es iniciativa de Dios, y puede terminar o cambiar de repente, sin previo aviso,
impredeciblemente.
Cuando los humanos estamos paralizados y llenos de miedo, Dios interviene y
abre horizontes completamente nuevos. Hoy, el mundo entero clama a Dios en
medio de una pandemia que parece no tener fin, sin embargo, debemos recordar
que, a pesar de la muerte y la enfermedad, aun hay esperanza, porque Jesús vive
y esta en medio de nosotros.
La resurrección de Jesús es una señal de Dios, que se abre camino a través de
cualquier forma de desesperanza y fatalismo humano. Tocar a Jesucristo puede
dar luz en situaciones aparentemente insalvables. Ser vulnerable, débil, limitado,
etc., son “toques” que nos permiten sentir y buscar al Señor a través de la fe.
Gloria al Padre….
Infinitamente sea alabado….

Canto…………………………………………………………………………………
4. Oración a Jesús Resucitado
Señor resucitado, que sienta la paz que me muestras,
Que no se cierren mis “puertas” por el miedo.
Que me aferre al Espíritu que me regalas,
Para vivir intensamente el compromiso de sentirme enviado…
Señor mío y Dios mío, perdona mis debilidades, mis dudas, mis temores…
Porque aun siendo a veces como Tomás, deseo buscarte, estar contigo…
Porque, aunque me encierre en mis silencios o en mis ruidos, en mis comodidades
o en mis ocupaciones…
Tú sabes cómo entrar en mi vida, como hacerla distinta, como soplar aire en mis
vacíos y oxigenar mi alma endurecida.
Que el Espíritu renovado de la resurrección,
Nacido de la victoria sobre la muerte y alimentado por el Amor más generoso…
Impulse mi fe, mi permanencia en Ti, y aliente el ánimo modesto de quien quiere
quererte, seguirte y responderte, Padre…
Tu Amor es mi paz, mi paz es tu perdón, y tu perdón es mi camino de testimonio al
amparo de tu Fuerza.
AMEN
Infinitamente sea alabado…

Canto ………………………………………………………………………………
5. MEDITACION

Las crisis de proporciones imprevistas, como la pandemia actual, están destinadas a


provocar trastornos y caos. Así que la llamada de esta Pascua es para liderar desde el
futuro que emerge. El Papa Francisco nos dice que a veces el desarraigo puede ser
curativo o resultar en un cambio de imagen radical. Da la oportunidad de soñar, de
desarrollar nuevas ideas, de pensar “fuera de la caja”, o incluso, simplemente de orar en
maneras que son únicas y propias.

Cuando uno es expulsado del campo de fútbol y sentado en el banco, todo da un giro.
Durante el confinamiento actual del coronavirus, nuestros hábitos, nuestros
comportamientos reflexivos, los puntos de referencia de nuestra existencia que han
tomado forma a medida que pasa el tiempo, habrán dado una vuelta de pies a cabeza, y
todos habremos aprendido a vivir de nuevo. En todo momento tenemos que mantener
nuestros ojos en el horizonte, como lo hizo Jesús, para ver el nuevo crecimiento de hojas
frescas y tiernas que brota después de una severa poda.

Esta poda, esta purificación nos desafía a desarrollar paciencia, tolerancia, comprensión,
capacidad de perdonar, e infunde en nosotros una nueva empatía por los pobres y los
indefensos. A su vez, esto nos llama al silencio y a la soledad. A menudo el silencio y la
soledad aumentan nuestra capacidad de oración y conexión con Dios, y con la ayuda de
Dios seremos capaces de superar las tentaciones que experimentamos en el
camino. Tomar tiempo para leer buenos libros inspiradores, biografías, autobiografías,
escuchar música, disfrutar de pasatiempos significativos y creativos, nos ayudará a
prepararnos para el futuro que emerge. Equipados con estas habilidades, cada uno de
nosotros puede emerger como líder.

Cuando escuchamos, contemplamos, hablamos a Jesús como hablaríamos a un amigo


cercano, entonces asumiremos automáticamente la responsabilidad colectiva de todas las
criaturas de Dios y esto nos llevará a lo mejor de estas transformaciones. Cuando vivimos
creativamente, el Espíritu Divino nos empodera. Cuando entregamos nuestro temor a la
muerte a los pies de Cristo, entramos en la vida eterna ahora en lugar de después de la
muerte. La resurrección de Jesús ha asegurado que todos tengamos vida eterna, pero
necesitamos vivir nuestra vida presente al máximo. Dios ha confiado una misión a cada
uno de nosotros y no podemos descansar hasta que el reino de Dios, de justicia, amor y
paz se haga realidad en la tierra.

Quizás el Señor nos desafía esta Pascua a mirar más allá de lo obvio, a convertirnos en
nuevos samaritanos del tercer milenio. Queremos ser personas de cambio, personas del
futuro, energizadas por la gratitud, el humor, la risa, la generosidad y el amor
incondicional. Queremos que la buena nueva de nuestra redención sea conocida por
todos.

Gloria al Padre…
Infinitamente sea Alabado….

6. PRECES
Hemos sido testigos de la resurrección del Hijo unigénito del Padre, y ahora
ponemos ante su mirada nuestras suplicas y las del mundo. Todos decimos
ESCUCUCHANOS, SEÑOR, PORQUE EN TI CONFIAMOS.

 Por el Papa, los obispos y toda la Iglesia, para que lleven a todos los
hombres del mundo la paz que nos trajo Jesús tras su
resurrección. OREMOS
 Por todos los pueblos que aún no te conocen –ni a Ti, ni a tu Hijo Único-
para que la Verdad del evangelio les llegue y con ella la salvación que brota
de la resurrección de Jesús. OREMOS
 Por todos aquellos que perdieron la luz de la resurrección, y para aquellos
que están inmersos en la angustia y la desesperanza a raíz de la pandemia,
para que les llegue la luz de Jesús resucitado en este tiempo propicio y
participen de nueva en la Vida que él mismo inauguró. OREMOS
  Por los enfermos y por aquellos que los atienden para que la esperanza de
la resurrección los acompañe en estos momentos difíciles. OREMOS
 Por todas las familias, para que resuciten de sus rutinas, sus esclavitudes,
sus competitividades, sus egoísmos, sus discordias y reine en ellas la
unidad y la paz. OREMOS
 Por nosotros, para que el Señor nos dé la generosidad y la entrega
necesarias para gritar a todos con nuestra vida que Cristo ha
resucitado. OREMOS

Infinitamente sea alabado….

Canto ……………………………………………………………………….
7. Oración a María Madre de la Espera.
¡Virgen María, Madre buena, Señora de la Espera, concédeme la gracia de vivir
santamente este tiempo pascual y enséñame a vivir cada día en actitud orante
para abrir mi corazón al amor, a la compasión, a la entrega, al perdón, a la
generosidad, al servicio…! ¡María, Madre que reinas en mi corazón, tu conoces
cuáles son mis anhelos y esperanzas, mis alegrías y sufrimientos, conoces
también todo lo que necesitan los que me rodean por eso acudo a Ti en este
tiempo para que lo acojas todo, ¡para que con tus manos amorosas le eleves al
Padre! ¡Madre, Señora de la Espera, ¡enséñame a orar con el corazón abierto
para saber poner en las manos de Dios todos mis problemas, mis angustias, mis
necesidades, mi fragilidad, mis alegrías, mis anhelos! ¡Te entrego, María, la vida
de todos los que amo, de mi familia y amigos, ¡de tantos que con acuden a esta
página para pedir oración por sus seres queridos! ¡Concédeme la gracia, Madre,
¡de abrirme cada día como hiciste Tu a la acción de Dios en mi vida! ¡María,
Madre, cuando colocaron a Jesús en el sepulcro, tu fuiste la única que mantuviste
encendida la llama de la fe y te preparaste en silencio y en oración para acoger el
anuncio de la Resurrección; ayúdame a seguir cada día tu ejemplo para que mi fe
se sostenga cada día en la confianza en Tu Hijo y poder exclamar cada día con
gozo y alegría: Jesucristo ha resucitado, ¡en verdad ha resucitado! AMEN.
Infinitamente sea alabado….

Canto………………………….…………………………………………………….
8. ORACION FINAL
Señor Resucitado
Quiero darte las gracias por este ratito de cielo.
Espero que mi compañía haya sido de tu agrado.
Vuelvo a mis ocupaciones,
pero procuraré mantenerme unido a ti donde quiera que me encuentre.
Me voy pero te dejo mí corazón para que te adore perpetuamente.
También mi corazón se queda en el Sagrario
consumiéndose como una llama ardiente en tu presencia.
Ayúdame a ser fiel testigo de tu resurrección
en mi hogar y con todas las personas con quien me encuentre.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias.
Adiós Jesús mío.
Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre mía, que por tu
intercesión he alcanzado la gracia de realizar esta
adoración, concédeme que pueda repetirla, todos los días
de mi vida. AMÉN.
Infinitamente sea alabado….

Canto………………………….…………………………………………………….

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