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1.- Una vez leído el texto anterior de la Cena de Jesús, escribe un texto donde expreses la diferencia entre la
Pascua Cristiana y la Pascua Judía.
2.- Lee los siguientes textos bíblicos: Jn.6,26-58 y Lc.22,19 y responde: ¿Por qué Jesús es el “Pan de Vida”?
3.- ¿A qué nos invita Jesús en Jn.6,53?
4.- La Última Cena fue un hecho de suma importancia en la vida de Jesús y en la vida de la primitiva Iglesia.
Tiene muchos significados. Lee el siguiente texto.
– Primero: la Cena del Señor es «la gran acción de gracias» a Dios. La palabra griega
«eucharistein» (Lc.22,19; 1 Cor.11,24) recuerda las bendiciones que proclaman las obras de
Dios: la creación, la redención, y la santificación. La Iglesia prefiere la palabra «Eucaristía»
para indicar la Cena del Señor.
– Segundo: Cuando Jesús en la Ultima Cena dijo al partir el pan: «Tomen y coman, esto es mi
cuerpo», no estaba hablando en forma simbólica. Estas palabras anunciaban claramente su
presencia misteriosa y real en los signos del pan y del vino. Realmente Jesús dio al pan y al
vino un nuevo sentido.
Jesús dijo claramente: «Esto es mi cuerpo». Jesús indicó un realismo incomparable y no un
simple simbolismo. Esto sucedió en la primera Eucaristía o Santa Misa.
– Tercero: También dio Jesús a sus apóstoles el mandato de recordar y revivir estos gestos
sagrados: «Hagan esto en memoria mía» (Lc. 22,19). Fiel a este mandato de Jesús, la Iglesia
desde aquel momento hasta ahora realiza continuamente estos signos sagrados que hizo
Jesús en la Ultima Cena. Y la Iglesia cree que el Pan consagrado en cada Eucaristía es a la
vez figura y realidad del Cuerpo celestial de Cristo: un memorial vivo de Cristo.
-Cuarto: El apóstol Pablo para recordar lo sagrado que es el alimento eucarístico, escribe en
términos muy claros: «El cáliz que bendecimos, ¿no es acaso la comunión de la Sangre de
Cristo? Y el Pan que partimos, ¿no es acaso la comunión del Cuerpo de Cristo?» (1Cor. 10,16).
Para Pablo, ese pan y ese vino, una vez consagrados, no son un simple símbolo del cuerpo y
sangre, sino realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo glorificado. Y en este mismo sentido
sigue el apóstol escribiendo a los Corintios, después de reprenderles por algunos abusos que
cometían en sus reuniones: «Así, pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa,
están proclamando la muerte del Señor hasta que venga. Por tanto, si alguien come el pan y
bebe de la copa del Señor indignamente, peca contra el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por
eso, que cada uno examine su conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. De otra
manera come y bebe su propia condenación al no distinguir el cuerpo de Cristo. Esta es la
razón por la cual se ven tantos enfermos entre ustedes» (1Cor. 11, 26-30).