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El tejido cartilaginoso es una variedad de tejido conjuntivo compuesta por condrocitos y una
matriz extracelular abundante y muy especializada (tabla 6.1). Más del 95% del volumen del
cartílago corresponde a la matriz extracelular, que es un elemento funcional de este tejido. Los
condrocitos son escasos pero indispensables para la producción y el mantenimiento de la
matriz. Se distinguen tres tipos de cartílago:
• Cartílago hialino.
• Cartílago fibroso.
• Cartílago elástico.
El cartílago fibroso o fibrocartílago es una forma de transición entre el tejido conectivo denso y
el cartílago hialino, con células de colágeno tipo I. Se encuentra en los discos intervertebrales,
bordes articulares, discos articulares y meniscos, así como en los sitios de inserción de los
ligamentos y tendones, carece de pericondrio (capa de tejido conectivo de colágeno denso).
Destrucción-condropatía
Degeneración-osteocondritis
Las alteraciones graduales de desgaste y rotura hacen que el cartílago pierda elasticidad y sea
más susceptible de traumatismos; se agravan, además, por cargas excesivas sobre las
superficies articulares (como en la obesidad), por disminución de la viscosidad del líquido
sinovial y por lesión o destrucción local del cartílago. La degeneración del cartílago articular
comienza con una modificación del cemento intercelular de la matriz (condromalacia) y
continúa con la pérdida de cobertura de las fibras de colágeno (fibrilación). Finalmente, el
cartílago degenerado, que se localiza principalmente en la zona central o de carga, se erosiona
y deja expuesto el hueso subcondral, el cual, con el movimiento continuo, va quedando
engrosado, denso y pulido. Encontramos aquí las osteocondritis (afectación de cartílago y
hueso subcondral), a menudo asociadas a la práctica deportiva de impacto (p. ej., en rodilla y
cadera) o a otro tipo de lesiones (ligamentosas, meniscales, etc.).
A diferencia de la zona central, el borde periférico del cartílago articular de una articulación
sinovial está cubierto por un tipo de pericondrio que va seguido de la membrana sinovial.
Cuando hay una degeneración de la zona central del cartílago, asociada al movimiento
continuo, el pericondrio periférico prolifera y genera gradualmente un anillo periférico casi
completo de cartílago engrosado. Por tanto, el anillo periférico está formado inicialmente por
cartílago, pero después se osifica.
Cuando dicha osificación se desprende, dando lugar a los conocidos como «ratones
articulares», nos encontramos ante un cuadro de osteocondritis disecante.
C O N D R O P A T ÍA R O T U L IA N A
Introducción y generalidades
El aparato extensor de la rodilla se desliza sobre la extremidad inferior del fémur como si se
tratase de una cuerda en una polea. La única diferencia es que la tróclea es una polea fija. La
tróclea femoral y la fosa intercondílea forman de hecho un canal vertical profundo, en cuyo
fondo se desliza la rótula. De esta forma, la fuerza del músculo cuádriceps femoral, dirigida
oblicuamente hacia arriba y ligeramente hacia afuera, se convierte en una fuerza
estrictamente vertical. Por tanto, el movimiento normal de la rótula sobre el fémur durante la
flexión es una traslación vertical a lo largo de la garganta de la tróclea y hasta la fosa
intercondílea. Así, el desplazamiento de la rótula equivale al doble de su longitud (8 cm) y lo
efectúa girando sobre un eje transversal; de hecho, su cara posterior, dirigida directamente
hacia atrás en posición de extensión, se orienta directamente hacia arriba en la flexión
extrema, debajo de los cóndilos. De forma que se trata de una traslación circunferencial.
• La congruencia femororrotuliana.
• El ligamento rotuliano, cuya longitud establece la altura de la rótula en relación con los
cóndilos femorales y transmitela fuerza de contracción del cuádriceps a la tibia.
Los flexores mediales y laterales afectan a la función rotuliana de la tibia moviendo hacia
dentro y hacia fuera el tubérculo tibial, con lo que modifican la orientación de la inserción del
tendón rotuliano y, por tanto, el alineamiento del aparato extensor, con especial incidencia en
el predominio de influencia de los flexores laterales sobre dicho alineamiento y en generación
de hiperpresiones laterales en la rótula.
Los elementos estáticos y dinámicos deben funcionar armónicamente para que el mecanismo
femororrotuliano sea normal; cualquier factor que desequilibre la balanza puede conducir al
desequilibrio rotuliano.
Al analizar los factores etiopatogénicos que pueden generar una lesión de cartílago rotuliano,
se observan:
• Anomalías de la morfología femororrotuliana. Durante el desarrollo fetal se pueden alterar
las condiciones biomecánicas de la articulación femororrotuliana con un compromiso de
espacio en el vientre materno por ejemplo. La rótula puede luxarse en ese momento y, al no
ejercer su influencia sobre el cóndilo externo, este se presentará aplanado y pequeño,
facilitando así la malposición rotuliana. También puede ocurrir que la rótula sea pequeña por
defecto del desarrollo.
a) la laxitud del alerón interno puede ser de origen congénito, postraumática (tras una
luxaciónaguda) o postoperatoria (tras una meniscectomía interna), pero siempre es evolutiva
en el transcurso de la inestabilidad rotuliana progresiva; b) la hipertensión del alerón externo
es, para Ficat, el factor etiológico más frecuente, observándose en el 60% de los casos. Es de
origen diverso, rara vez congénito, traumático, postoperatorio o asociado a un genu valgo; c) la
inserción demasiado externa del tendón rotuliano en la tibia produce una deformidad en
bayoneta del aparato extensor, lo que equivale a un aumento del ángulo Q (cuadro 6.1); d) la
rótula alta puede ser causa importante de rótula luxable.
• Por último, hay que considerar que el mal alineamiento del aparato extensor puede ser
consecuencia de anomalías situadas en la extremidad inferior, entre las que se encuentran las
anomalías angulares (genu valgo-varo-recurvatum) y rotatorias (torsión femoral y tibial). En el
genu valgo (fig. 6.6) el ángulo
Q aumenta el efecto de tirante del cuádriceps y en el genu recurvatum (fig. 6.7) se asocia a una
rótula alta y a hipermovilidad rotuliana. Dentro de las anomalías rotatorias hay que destacar la
rotación femoral interna, la rotación tibial externa o la combinación de ambas (fig. 6.8). La
anteversión excesiva del cuello femoral o la rotación femoral interna determinan que la tróclea
femoral se sitúe más medialmente con relación al tubérculo tibial, con lo cual el tendón
rotuliano se insertaría funcionalmente más lateralmente. Cuando el paciente está en
bipedestación, esto se traduce en una orientación de la rótula hacia la línea media (squinting) y
un genu varo aparente (fig. 6.9). Igual modificación ejerce sobre el tendón rotuliano la torsión
tibial externa.
Cada uno de estos cuadros forma parte de una entidad clínica única y, por tanto, deben
considerarse como pasos sucesivos en el camino del desequilibrio rotuliano y posterior daño
cartilaginoso (fig. 6.10); así, el tratamiento ha de ser común, pero se actuará con objetivos
diferentes dependiendo de la fase a la que nos enfrentemos.
TR A TA M IEN T O D E LA C O N D R O P A T ÍA R O T U L IA N A
• Las que intentan aliviar las tensiones de la articulación femororrotuliana con la realineación o
la mejora de las ventajas mecánicas del aparato extensor (liberación del retináculo lateral,
realineaciones proximal o distal, elevación de la tuberosidad anterior tibial, etc.).
• Las que actúan directamente sobre el cartílago: entre las técnicas más avanzadas para tratar
los defectos del cartílago se encuentra el implante de condrocitos autólogos, que permite
tratar y solucionar el defecto del cartílago una vez que se han solucionado los factores que lo
desencadenaron. Podemos encontrar igualmente actuaciones quirúrgicas que proceden con
afeitado del cartílago, resección, perforación o abrasión del hueso subcondral,
espongialización, etc.
R O T U LIA N A
Inspección
Exploración específica
• Valoración estática:
• Palpación a nivel de las carillas articulares de la rótula. La faceta rotuliana interna suele ser la
más sensible. El alerón externo suele estar tenso, con lo que impide el tacto de la carilla
rotuliana externa. La plica sinovial suprarrotuliana es una banda sensible que parte de la cara
interna de la grasa infrarrotuliana recorriendo la zona interna de la rodilla, pasa luego por
debajo del cuádriceps bordeando el borde superior de la rótula para insertarse articularmente
en el área del vasto externo.
• Valoración dinámica:
• A la extensión activa contra resistencia desde los 90° de flexión. «Cuestionarios más
utilizados en traumatología», en el Pruebas complementarias.
• Una radiografía nos permitirá valorar más objetivamente el ángulo Q, la altura de la rótula,
etc.
• La RM es sensible a las lesiones del cartílago, aunque en ocasiones han de estar muy
avanzadas para ser detectadas.
TR A TA M IEN T O F IS IO T E R A P IC O EN LA C O N D R O P A T ÍA R O T U L IA N A
Pese a que están en discusión los efectos a largo plazo del tratamiento conservador con
fisioterapia en las inestabilidades y problemas rotulianos, la tendencia actual es la de
considerar la fisioterapia como tratamiento de primera elección, otorgándosele un
protagonismo importante en el pronóstico de la disfunción. En cualquier caso, si la opción
fuese quirúrgica, añadiríamos a los siguientes objetivos y pautas las consideraciones relativas a
la cirugía.
Objetivos fisioterápicos
Pautas fisioterápicas
• Fase inicial o aguda: en esta fase se encuentran aquellos pacientes que sufren dolor
constante en la cara anterior de la rodilla o exacerbación de este y que les causa limitación
funcional.
Los resultados indican que las ondas de choque en pacientes con artrosis de rodilla reducen
significativamente la sinovitis y el dolor de rodilla
Vendaje neuromuscular
Se han demostrado mejores resultados con el vendaje de tipo M cConnell que con el vendaje
de Coumans.
Existe evidencia suficiente como para apoyar el uso del vendaje). La ap licación de ejercicio s
junto con vendaje demostró ser más efectiva en la mejora del dolor y de la función en
pacientes con síndrome de dolor femororrotuliano que la aplicación solamente de ejercicios.
Existe evidencia para apoyar el uso del vendaje funcional como tratamiento conservador para
la mejora de parámetros específicos de la marcha .
Las órtesis se han mostrado eficaces en el tratamiento del dolor de rodilla a corto plazo
Cinesiterapia activa
Los ejercicios de sentadillas con rotación interna y externa de cadera mostraron mejoras
similares en la fuerza muscular y en la propiocepción en pacientes con síndrome de dolor
femororrotuliano
Los ejercicios de sentadillas son más efectivos que los ejercicios de levantar la pierna recta en
el tratamiento de la condromalacia rotuliana Tanto los ejercicios de levantamiento de peso
como los de no levantamiento pueden mejorar significativamente los resultados clínicos y
subjetivos en pacientes con síndrome de dolor femororrotuliana.
Parece haber efectos a largo plazo sobre el dolor y la función con los ejercicios de alta carga y
muchas repeticiones epacientes con síndrome de dolor femororrotuliano.
La aplicación de ejercicios ha demostrado tener los mismos resultados a largo plazo (5 años)
que la realización de artroscopiamás ejercicios de cartílago.