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Durante los últimos años se ha observado la tendencia de consumo de alimentos orgánicos y también
un incremento en el empleo de frutas y verduras en la alimentación de los seres humanos. Puesto que
éstos son alimentos que ayudan a mejorar la calidad de vida y salud de las personas. Sus propiedades
nutricionales y funcionales además de nutrir el cuerpo, ayudan con la prevención de enfermedades
degenerativas, poseen antioxidantes por excelencia, mejoran los procesos digestivos y previenen la
vejez prematura, etc. Por tal motivo, tanto los consumidores de vegetales frescos como aquellos
encargados de procesarlos, hacen énfasis en la calidad de los mismos. En efecto, la calidad de vegetales
frescos y sus productos, es la combinación de atributos, propiedades y características que dan valor a
cada producto como alimento humano. La importancia relativa de cada uno de los elementos que
componen la calidad depende del producto y uso al que estén dirigidos ya sea en fresco o productos
procesados. El concepto de calidad en el fruto ha ido evolucionando y su percepción era diferente según
el interés particular de cada uno de los agentes que intervenían en el proceso de producción. Sin
embargo, existe una coincidencia entre los sectores implicados y todos tienden a acercar sus criterios
hacia los que impone el consumidor, en los que el estado de maduración del fruto cumple un rol
fundamental. El precio del fruto está cada vez más ligado a la calidad del producto final, por lo tanto el
sector agroindustrial, se ve en la necesidad de planificar el proceso productivo con el fin de satisfacer
al máximo las exigencias del sector comercial.
El fruto a lo largo de su vida pasa por una serie de etapas caracterizadas por una secuencia
de continuos cambios metabólicos; siendo el proceso de maduración, la etapa más importante
y compleja de desarrollo. La madurez es el conjunto de procesos de desarrollo y cambios
observados en los frutos. Como consecuencia de la maduración la fruta desarrolla una serie de
características físico-químicas, biológicas, organolépticas que permiten definir distintos
estados de madurez. Según Kader (como se citó en Rosas, 2011) la madurez también se pude
definir como la fase final del desarrollo que ocurre una vez que el fruto adquiere su tamaño
máximo. Esta etapa implica cambios bioquímicos, fisiológicos y estructurales, que modifican
la apariencia, textura, sabor, aroma y características nutricionales del fruto. El proceso de
maduración puede dividirse en tres fases fundamentales: la maduración fisiológica, la
maduración hortícola y maduración organoléptica, como se puede observar en la figura 2.
La madurez fisiológica es el estado que alcanza la fruta cuando la semilla está desarrollada
y adquiere su capacidad reproductiva, además, adquiere el máximo peso y tamaño. El color se
traduce en una reducción del verde propio de la clorofila y un aumento de la pigmentación
característica de cada fruto. Además, Bosquez (como se citó en Flores, 2011) manifiesta que
el estado de madurez fisiológico es aquel en el cual el fruto ha alcanzado un estado de desarrollo
suficiente para que, después de la cosecha y manejo pos cosecha, su calidad sea al menos, la
mínima aceptable para el consumidor final. En frutas climatéricas, es el estado de desarrollo
en el cual el fruto puede continuar madurando normalmente para el consumo aún después de
la cosecha. La madurez comercial u hortícola es el estado de desarrollo en que la fruta se
encuentra apta para su consumo u otro fin comercial. En este punto el fruto pierde por completo
el color verde y adquiere su color característico. La textura varía de firme y tiende a perder
firmeza. La madurez hortícola puede coincidir o no con la madurez fisiológica.
Por su parte, la madurez organoléptica, hace referencia al proceso por el cual los frutos
adquieren las características sensoriales que las definen como comestibles. Transforma el tejido
fisiológicamente maduro pero no comestible en otro visual, olfatorio y gustativamente
atractivo. Es decir tiene un equilibrio de dureza, sabor, color y aroma. Este proceso comienza
durante los últimos días de maduración fisiológicas y conduce a la senescencia de la fruta. Los
cambios más notables durante la maduración son los del color, sabor, olor, textura, etc.;
resultado de la profunda reestructuración metabólica y química que se desencadenan dentro del
fruto. En los frutos climatéricos, este proceso es controlado, principalmente, por el etileno y su
actividad respiratoria.
ESTADOS DE
MADUREZ
Cambios bioquímicos,
fisicoquímicos
fisiológicos y organolépticos.
A medida que los frutos se desarrollan sufren una serie de cambios anatómicos, fisiológicos
y bioquímicos que son evaluables.
Asimismo el 1- MCP es un gas inodoro que tiene una semejanza física al etileno permitiendo
que este se ligue a los receptores del etileno en las frutas, inhibiendo de esta manera la acción
normal del etileno (en frutas climatéricas). El uso del cloruro de calcio para prolongar la vida
útil de almacenamiento se aplica frecuentemente a algunas frutas como el mango. Éstos son
sumergidos en una solución fría de cloruro de calcio por 2 horas después de la cosecha.
Estudios han demostrado que los tratamientos con cloruro de calcio entre 4 a 6% ampliaron la
vida mostrador de la fruta por 5 a 7 días.
Como se ha mostrado el estado de maduración de los vegetales es un factor importante que
interviene en la calidad, así como también en el tiempo de vida de almacenamiento de los
frutos. Por lo cual, es necesario establecer el estado de madurez de la fruta en el momento de
ser procesada ya que las operaciones tecnológicas que requiere la elaboración del producto
afectan a su calidad durante la comercialización. Del mismo modo frutos con estados de
maduración óptimos aumentan las ventas pues son los elegidos por los consumidores que están
dispuestos a pagar mejores precios; puesto que, los frutos en este estado desarrollan
características organolépticas deseadas. Un buen manejo de la madurez óptima requiere una
gestión profesional de la cadena de cosecha, transporte y distribución. Los medios existen y
están al alcance de cualquier distribuidor que quiera mejorar sus resultados económicos.
Bibliografía.
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https://ciad.repositorioinstitucional.mx/jspui/bitstream/1006/179/1/Rosas%20Doming
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