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Puede ocurrir:
Tipo de tejido
Varían según
La especie
Unidad 6: Patología
Microorganismos causantes de perdida postcosecha y pre infección.
La pérdida postcosecha es una reducción del peso del alimento disponible.
Se estima que a nivel mundial las pérdidas post-cosecha de frutas y hortalizas causadas por
microorganismos son del orden del 5 al 25% en países desarrollados y del 20 al 50% en países en
desarrollo.
Por lo general, los países desarrollados cuentan con condiciones ambientales menos favorables
para la ocurrencia de este tipo de daños, así como también disponen de mayor cantidad de
recursos tecnológicos y económicos para prevenirlos.
Las pérdidas por causas patológicas pueden ser de naturaleza cualitativa o de naturaleza
cuantitativa. Las de naturaleza cualitativa típicamente son el resultado de enfermedades
localizadas superficialmente sobre el producto, lo cual lo hace menos atractivo aun cuando no
haya destrucción real del tejido aprovechable.
Por su parte, las pérdidas cuantitativas son el resultado de la destrucción rápida y extensiva de
tejido en toda la anatomía del producto, causado por los microorganismos.
En estos casos generalmente ocurre una infección inicial (o primaria) por uno o más patógenos
específicos del producto, seguido por la masiva infección secundaria de una gama amplia de
microorganismos oportunistas que son débilmente patogénicos pero que se reproducen en el
tejido muerto o moribundo resultante de la infección primaria.
Los patógenos más importantes que causan pérdidas pos cosecha de frutas y hortalizas son
normalmente las bacterias y los hongos.
Sin embargo, algunos roedores e insectos pueden contribuir a las pérdidas directamente al causar
daño mecánico, indirectamente transmitiendo y creando vías de entrada para los patógenos.
Las bacterias son a menudo la causa más importante de deterioro en las hortalizas, siendo la
Erwinia spp el más común causante de las pudriciones suaves algunos miembros del género
Pseudomonas también causan deterioro en hortalizas.
Con mayor frecuencia los hongos son los causantes del deterioro patológico de frutas y
productos subterráneos raíces y tubérculos.
Los microorganismos producen estructuras especializadas que deben ser depositadas sobre el
producto para poder penetrar, invadir y eventualmente colonizar masivamente el tejido para
causar daño económico.
Estos procesos requieren de condiciones húmedas para que la mayoría de los hongos y bacterias
puedan germinar y penetrar el tejido del producto.
Los hongos y las bacterias
Los hongos patógenos son los principales responsables del deterioro poscosecha de frutas y
hortalizas. Por tanto, su control es fundamental para prolongar la frescura y calidad nutricional
de los productos frescos y lograr así, una óptima comercialización.
Son enemigos que se deben controlar durante el periodo pos cosecha de frutas y hortalizas
frescas.
Adicionalmente, los hongos presentes durante el período pos cosecha generalmente muestran
crecimiento óptimo a 20-25 ºC, dependiendo de la especie.
En general, las temperaturas máximas que toleran los hongos para su crecimiento son 32 a 38 ºC,
aunque algunas especies pueden crecer aún a mayores temperaturas.
Las temperaturas inferiores a 15 ºC usualmente inhiben el desarrollo de patógenos, aunque existe
un grupo selecto de hongos (como Pennicillium expansum, Botrytis cinerea, Alternaria alternata
y Cladosporium herbarum) que pueden crecer y causar deterioro a temperaturas entre –1 y 1 ºC.
Las frutas y hortalizas pueden ser contaminadas e infectadas en el campo durante el desarrollo
del cultivo o durante la cosecha, así como durante su manipulación en la empacadora, en los
locales de almacenamiento, durante el tránsito hacia los mercados y en los mismos exhibidores
de los mercados y supermercados.
La presencia de daños mecánicos en la superficie del producto, es casi un requisito obligatorio
para el desarrollo de muchas enfermedades (no todas) causadas por hongos durante la pos
cosecha, debido a que son la vía para penetrar al interior; sin embargo, ciertas especies de hongos
son capaces de penetrar directamente la piel de hojas, tallos y frutos y causar el mismo daño.
Principales daños y enfermedades en postcosecha
Son muchos los factores que pueden afectar a las frutas y verduras durante el periodo de
postcosecha. La mayoría de ellos son aspectos intrínsecos al ciclo de vida de los frutos, como la
respiración o la producción de etileno. Sin embargo, también puede haber factores externos que
les afecten y deterioren. A continuación, resumimos los principales daños y enfermedades en
postcosecha que pueden padecer los frutos:
Los daños fisiológicos: Debido a factores externos y naturales como, por ejemplo, la
exposición a temperaturas extremas o los desbalances nutricionales, las frutas y verduras
pueden presentar daños fisiológicos que repercuten sobre su calidad. Estos son algunos de
los más comunes:
Daños por frío: Pese a que las temperaturas bajas ayudan a conservar en mejor estado las
frutas y verduras, siempre debe haber un control. La exposición a heladas o temperaturas
bajo cero de manera constante puede desarrollar síntomas negativos en los frutos como
sabores amargos, olores fuertes, deterioro de los tejidos, etc.
Daño por altas temperaturas: Al igual que el frío excesivo, las temperaturas demasiado
elevadas también influyen en la calidad de los frutos. Las altas temperaturas modifican el
efecto del etileno acelerando el proceso de envejecimiento. También favorecen la
germinación de esporas de los hongos, lo que ayuda al desarrollo de patógenos. Las
temperaturas altas provocan que los frutos experimenten una pérdida acelerada de agua
que puede terminar en la pérdida de la cosecha.
Daños por bajos niveles de oxígeno: Bajos niveles de O₂ en el ambiente pueden inducir
procesos de fermentación en las frutas ocasionando la producción de malos olores y
sabores, así como el deterioro del producto. Esto es habitual cuando la ventilación del
ambiente en el cual se encuentran las frutas o verduras es deficiente, y se pueden ver
favorecidos por las altas temperaturas.
Daños por altos niveles de CO₂: La acumulación de dióxido de carbono puede retrasar el
proceso normal de ablandamiento y pérdida de verdosidad en algunas frutas. En otros
casos, los síntomas que se observan son la decoloración, así como un deterioro interno por
la acumulación de este gas. El exceso de CO₂ también puede producir en algunas frutas
mal sabor y marcas en la piel.
Daños físicos: Pueden ser lesiones ocasionadas por golpes, caídas o cualquier tipo de
rotura de la piel del fruto. Como consecuencia de esto se producen una serie de reacciones
físicas que pueden mostrarse en forma de tejido dañado, ennegrecimiento de la piel, malos
olores, etc.
Las enfermedades: Durante la postcosecha, las frutas y verduras son susceptibles de verse
afectadas por distintos microorganismos como hongos y bacterias que empeoran su
rendimiento y calidad. Cada uno de estos organismos patógenos tiene un efecto distinto en los
frutos, pero las consecuencias más habituales derivadas de estas enfermedades en postcosecha
son la podredumbre, la degradación, la pérdida de sabor y los malos olores. Cuanto mayor
tiempo estén los frutos almacenados, mayor será la posibilidad de que contraigan alguna de
estas enfermedades, ya que la capacidad de síntesis de las sustancias naturales que los
protegen frente a estas enfermedades disminuye. Algunas de las enfermedades en postcosecha
más comunes son las siguientes: