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APELLIDO Y NOMBRE: Terrasanta, Susana Beatriz

AÑO Y MES de cursada: 2020, agosto


N D I S C I P L I N A R I A S
C A P E R N T Y U N B V F I L
M D N Y A C S X N F U M N N Z
D L G G A L P O N P Ñ M O O F
P A S B M U I O R E J I I M T
A U T F C S O N D D C P T E A
R G I X U I P Z N A A T Y G R
M I E L D O E T Z R T T N E A
A C C R D N R I Z O N S E H R
R X A E E A N O U B R A E E S
E X R T D T A G A R U T L U C
T D V Y E R C V H K M D F G V
Estado: Tamarit (1994) considera la definición de Gramsci “Estado es todo el
conjunto de actividades prácticas y teóricas con las cuales la clase dirigente no sólo
justifica y mantiene su dominio, sino que llega a tener el consenso de los gobernados”
(Tamarit, J. 1994, p. 6). El Estado es un instrumento de la clase dominante para
generar consenso a través de la hegemonía que forma ciudadanos funcionarios.
Para Tenti Fanfani (2010), la definición generalmente aceptada es la de Webber
(ppios. del s. XX), un Estado es un instituto político de actividad continuada cuyo
cuadro administrativo mantiene con éxito la pretensión del monopolio legítimo de la
coacción física para el mantenimiento del orden vigente. Se dice que el Estado es un
instituto porque su autoridad se extiende sobre un territorio y porque su capacidad de
obligarnos a obedecer sus disposiciones mientras permanezcamos en el territorio que
controla es independiente de nuestra voluntad o de nuestro consentimiento. Sus
cuadros administrativos son aquellos funcionarios encargados del mantenimiento del
orden. El Estado monopoliza el ejercicio de la violencia física para el cumplimiento de
las leyes que lo sostienen. Respecto a cuadros administrativos, se debe tener en
cuenta también la estructura de poder burocrático construido alrededor de él:
ministerios, y dependencias en todos los rincones del país con personas contratadas
por el estado para hacer cumplir sus disposiciones en todos los órdenes: aduanas,
seguridad, salud, transporte, educación. El Estado es la institución gobernante. La
temporalidad de la educación moderna está sujeta a leyes, o sea, se concentra en el
Estado tanto la autoridad para determinar qué se entiende por disposiciones
indispensables en todo miembro de la sociedad como la responsabilidad de asegurar
que todos las desarrollen. Aun sin monopolizar los medios de enseñanza, el Estado
monopoliza los medios de consagración del conocimiento socialmente relevante
(aunque en las sociedades modernas el saber legítimo y el poder legítimo están
institucionalmente separados).
Poder: Tamarit (1994) señala que el término poder es ambiguo, sin embargo,
establece dos posturas: 1) Parsons afirma que el poder es una forma de disponer de
un recurso para logros colectivos, que la sociedad produce y luego distribuye. 2)
Poulantzas centra el poder en la capacidad de una clase social de la población para
lograr sus propios intereses.
La función de la escuela guardará relación con los respectivos conceptos de poder:
será un recurso de la sociedad para el cumplimiento de fines y objetivos que derivan
de un compromiso público general, o un instrumento que contribuye a la legitimación
de las relaciones de dominación, etc.
Hegemonía: Es definida como el logro y el mantenimiento del consenso de las clases
subordinadas en pos de un proyecto nacional; a su vez, mediante el lenguaje se
mantiene y se consolida las relaciones de dominación. La escuela es un aparato de
hegemonía porque es un centro de poder ideológico y un campo de lucha ideológica.
Se utiliza para la reproducción del modelo existente. Es también un centro de lucha
masiva y sistemática actuando en el momento primordial de conformación de la
conciencia del individuo. En las diferentes instituciones públicas o privadas están
instalados los campos donde gravita el poder, resumidos en tres imágenes:
económica, política e ideológica.
Disciplinarias: Lewkowicz (2004) afirma que en los Estados nacionales, “existir” es
existir institucionalmente (instituciones disciplinarias). Basándose en Foucault
considera disciplinaria cualquier institución que se base en el uso de tres instrumentos:
la vigilancia jerárquica, la sanción normalizadora y el examen.
Si el Estado, en tanto meta-institución, carece de la capacidad de articular el conjunto
institucional, es porque no reúne las condiciones para generar un lenguaje común. Los
dispositivos disciplinarios (la familia y la escuela, por ejemplo) organizaban entre sí
una relación analógica, que admitían que las distintas subjetividades (obrero, alumno,
padre, hijo) pudieran coexistir sin contradicciones. Sin las bases que permitan
establecer las correspondencias dadas por el Estado Nacional, cada relación, cada
vínculo interpersonal, ya no está a priori definido por el contexto institucional, sino que
se conforma, se realiza en el momento. Ahora esa vacante la ocupa el mercado, la
dominación ya no es estatal, ya no es el disciplinamiento, ya no es el sometimiento de
unos cuerpos a unos lugares a través de la vigilancia y el castigo, sino que la
dominación se da a través del capital financiero. En su función de institución
disciplinaria, la escuela poseía unos mecanismos u operaciones pedagógicas que
imprimían fuertemente una subjetividad alumno y una subjetividad docente.
Galpón: Según Lewkowicz (2004), es lo que queda de la institución cuando no hay
sentido institucional: los ladrillos y un reglamento que está ahí, pero no ordena el
interior de esa materialidad. La metáfora del galpón nos permite nombrar una
aglomeración de materia humana sin una tarea compartida, sin una significación
colectiva, sin una subjetividad común. Es decir, coincide puramente material de los
cuerpos en un espacio físico; predominan los choques, escasean los encuentros. Se
sufre por destitución y fragmentación. En la modernidad, la escuela es un galpón ya
que no hay marcas analógicas con instituciones previas; no está constituida la
subjetividad alumno; la subjetividad dominante es más mediática. En el galpón no es
posible más relación que la del aglutinamiento; la de permanecer por yuxtaposición,
contacto, cohesión. No hay orden claro en un ambiente galponil, todo es anómalo, la
producción de sentidos se dispersa.
Igualdad: Es la utopía de la formación educativa que se encuentra en la escuela,
donde a pesar de todas sus deficiencias se construyen puentes a las personas, siendo
la única institución pública que en estos países tan desiguales todas los días abre sus
puertas para recibir a los alumnos. A su vez, cabe señalar que cualquier sociedad
democrática se basa en principios de igualdad y justicia social. Bajo esta visión, la
lógica del mercado comprende todo tipo de relación humana para la satisfacción de
necesidades individuales. Según esta mirada, la búsqueda de la igualdad se trata de
una invención para imponer un poder que frene el orden espontáneo de cooperación
humana, es decir, las relaciones orientadas al intercambio. Así, la educación no es
vista como un derecho sino como un mecanismo para la lucha competitiva, una forma
de empoderamiento para defendernos de quien nos impida la libertad de vincularnos
con otros en la búsqueda de la satisfacción personal. Con respecto a la tecnología en
la escuela, el problema de la conectividad, lamentablemente en nuestro país aún no
está resuelta, por lo tanto no podremos hablar de una tecnología para todos, por el
momento sigue siendo elitista de alguna manera.
Cultura: Para Tenti Fanfani (2010) hace referencia a una construcción de
subjetividades, a una construcción social. Según Lewkowicz (2004) es proceso de
significación. Los individuos como consumidores. En la lógica mercantil todo es
mercancía (incluso la educación y la cultura).
Etnización: Procesos de revalorización cultural, se trata del reconocimiento y la
salvaguarda de los modos de vida de minorías étnicas, de una redefinición de cómo ha
de pensarse la unidad nacional así como de la representación política de grupos de
personas que se identifican étnicamente. “Los procesos de etnización pueden ser
definidos como tipos de marcación de alteridad basados en divisiones en la cultura y
construidos históricamente. Así como la nación constituye el marco central de la
experiencia social y de la conformación de los actores políticos, las etnicidades así
como los movimientos etnopolíticos en torno a los que se organiza las experiencias
políticas de muchos pueblos originarios, se construyen también allí a través de la
experiencia histórica de lucha, oposición y diferenciación social.” (Interculturalidad
como perspectiva política, social y educativa, 2007, p. 16).
Inclusión: “la escuela puede recuperar las múltiples articulaciones entre educación y
pobreza y producir condiciones de inclusión para quienes habitan en los bordes.
Reconocer los contextos de pobreza contribuye a comprender y develar las relaciones
de desigualdad en las que estos sujetos pugnan por ser incluidos, reconocidos y
nominados” (Interculturalidad como perspectiva política, social y educativa, 2007, p.
16).
Exclusión: Dentro del sistema escolar se perpetúan mecanismos de exclusión social
que ocasionan procesos de aprendizaje desiguales entre el alumnado. Gentili (2011)
analiza las situaciones políticas que han propiciado la construcción de sistemas
educativos diferenciados, donde unos son los que acceden a una educación de
calidad con los mejores mecanismos para el logro de los aprendizajes, y otros se
quedan dentro de un sistema educativo limitado donde la suerte es un factor relevante
para continuar hacia niveles educativos superiores. Asimismo, el resultado de los
gobiernos neoliberales ha sido el establecimiento de mecanismos de exclusión donde
algunos logran altos niveles de escolarización y otros se quedan en el camino porque,
a pesar de acceder a la educación primaria, no adquirieron los aprendizajes
necesarios para continuar o no cuentan con las condiciones sociales, culturales o
económicas para hacerlo. Una ejemplo típico de estas dinámicas de exclusión y
segregación se observa en la educación media; lo cual se debe al desinterés de los
gobiernos neoliberales por atender las demandas populares y a su incapacidad de
revertir la desigualdad entre la población.
A su vez, Gentili (2011), señala un conjunto de problemas endógenos y afirman que
muchos de ellos no resisten la prueba del desempeño democrático. Entre los
problemas que señala identifico los siguientes: a) La exclusión incluyente: el acceso a
la escuela en condiciones totalmente desfavorables, insuficientes para revertir el
aislamiento y la marginación al interior y al exterior del sistema educativo. b) La
universalización sin derechos: “el proceso de acceso a la escuela que se produce en
un contexto de empeoramiento de las condiciones necesarias para hacer realidad las
dimensiones atribuidas y reconocidas al derecho a la educación desde 1948” (Gentili,
2011, p. 10). c) La expansión condicionada: el crecimiento de los sistemas educativos
nacionales bajo una dinámica de segmentación y diferenciación institucional, que
otorga a sus destinatarios un estatus y un conjunto de oportunidades altamente
desiguales. d) La escolaridad degradada pedagógicamente: aquella en la que los
sectores más vulnerables de la población, especialmente aquellos que se encuentran
en situación de pobreza, son atendidos por agentes educativos cuya formación
pedagógica es deficiente, en una infraestructura escolar deteriorada, con materiales
educativos escasos, bajo estrategias didácticas ineficaces e inoportunas y abordando
contenidos de aprendizaje desligados completamente de sus contextos de vida. e) El
racismo educativo: se podría entender como la suma de los problemas antes
descritos, porque en conjunto configuran procesos de discriminación pedagógica y
curricular que se ejerce sobre ciertos sectores de la población en razón de su situación
de pobreza económica y marginación cultural.
Lewkowicz (2004) se refiere a la expulsión como modalidad de exclusión social.
Panóptico como mecanismo de exclusión que controla, y no como vigilancia.

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