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Retinopatía hipertensiva

La retinopatía hipertensiva es una manifestación de la HAS (TA >140/90).


Generalmente, por un mal control metabólico crónico que nos va a afectar las
arteriolas de la retina.

Hay varios puntos clave que condicionan la evolución de la retinopatía hipertensiva,


los cuales son: la gravedad, que determina el daño presente; la duración de la
enfermedad (edad de diagnóstico), la velocidad con la que avanza y el estado
anterior de la vasculatura retiniana.

En la fondoscopia podemos encontrar tres datos que nos indican HAS; la


manifestación principal es la vasoconstricción arteriolar, la cual, es más fácil de
apreciar en personas jóvenes, ya que la esclerosis involutiva afecta las arteriolas
haciéndolas más rígidas conforme avanza la edad. El segundo es la extravasación
vascular causando edemas o hemorragias con un patrón de llama. El edema crónico
a su vez genera exudados duros (representados por el depósito de lípidos) con
forma de estrella. El tercero es la arteriolosclerosis, que de acuerdo con las
alteraciones en el vaso puede generar un signo de hipertensión crónica que son los
cruces arteriovenosos.

La arteriolosclerosis se clasifica en grados (I-IV):


El grado I presenta adelgazamiento leve y rectificación de las arteriolas.
El grado II presenta cruces arteriovenosos (o signo de salus) (un vaso de mayor
calibre cubre a uno de menor donde se cruzan).
El grado III presenta hilos de cobre (o signo de Gunn) (excesivo engrosamiento del
vaso, en donde, no pasan los eritrocitos perdiendo el color rojizo y presentando un
tono tipo cobrizo).
El grado IV presenta hilos de plata (vasos de color tipo plata).

También hay otra forma de estadificarlo (leve, moderado o grave):


Se considere leve si presenta ≥1 de los siguientes signos: vasoconstricción arteriolar
generalizado o focal, cruces arteriovenosos, opacidad de la pared arteriolar.
Se considera moderado si presenta ≥1 de los siguientes signos: hemorragias,
mancha algodonosa, microaneurismas o exudados duros.
Se considera grave si tiene datos de retinopatía moderada más tumefacción del
disco óptico.

Los datos clínicos de la retinopatía hipertensiva es un método para evaluar la HAS


de una forma más sencilla e indolora, aunque tiene una baja confiabilidad. El
consumo de tabaco, personas >50 años de edad, niveles altos de triglicéridos y
colesterol y claramente un mal control de la presión arterial crónico puede exacerbar
las alteraciones.
La retinopatía diabética tiene alteraciones hipertensivas, ya que, los pacientes con
DM también suelen tener HAS.

La fase maligna de la hipertensión se caracteriza por papilitis.


En la hipertensión acelerada ocurren cambios coroideos, como: manchas de
Elschnig que representan infartos focales, estrías de Siegrist que indican necrosis
fibrinoide y desprendimiento retiniano exudativo, esto es muy raro y suele ocurrir en
adultos jóvenes.

Las complicaciones de la HAS puede desarrollar oclusión venosa o arterial retiniana,


macroaneurismas arterial retiniano, neuropatía óptica isquémica anterior o parálisis
oculomotora.

El tratamiento principal es el control de la hipertensión, pero, en la mayoría de los


casos es el más difícil de seguir, por lo que, se utilizan otras medidas como la
panfotocoagulación con láser (láser argón), la cual, es una técnica que coagula por
medio del láser (se encarga de detener la extravasación vascular); además, se
puede usar junto con medicamentos intravitreos.
Los medicamentos intravitreos son: triaxinolona; es un esteroide que se encarga de
desinflamar. También los medicamentos antiVEGF, inhibiendo el factor de
crecimiento endotelial vascular, por ejemplo:
ranibizumab, pegaptanib, bevacizumab.

En México hay una alta prevalencia de personas con HAS, por lo que, es importante
hacer una fondoscopia en pacientes que apenas recibirán el diagnóstico. Esto para
evaluar y poder clasificarla de acuerdo a las alteraciones presentes.
Las emergencias hipertensivas deben de tratarse a tiempo, ya que, pueden afectar
a un órgano blanco como el ojo.
Independientemente de la presentación de hipertensión arterial sistémica (primaria
o secundaria) ambas presentaran retinopatías.

Referencias:
Bolos, B. (2015). Oftalmología clínica de Kanski (8ª ed.). WB Saunders.
Raymond-Townsend, R. (2021). Ocular effects of hypertension. UpToDate.
https://bit.ly/3gRuXWd
Tsukikawa, M., & Stacey, A. W. (2020). A Review of Hypertensive Retinopathy and
Chorioretinopathy. Clinical optometry, 12, 67–73.
https://doi.org/10.2147/OPTO.S183492

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