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Padilla, Constanza y Lopez, Esther (2019). Curso Procesos psicolingüísticos de comprensión y producción de
discursos. Universidad Nacional de Jujuy.
G: claro para la gente que ha dado la privatización pero lo que yo, lo que yo me pregunto es si estee,
que no a..., digamos, como para centrar el problema, uno de los temas que deberíamos centrar es en
esto y el otro tema sería eh, ¿está privatizada el agua o no?
R: está privatizada
M: escuchame una cosita / me parece que tendríamos que organizarnos
G: [ antes de organizarnos
M: un estilo de superestructura ], (se impone en el turno) entonces plantiémonos una reseña
histórica, un estado actual y una posible solución, que [ es lo que me parece en una carta
G: ahí está ]
M: después de ahí, nos planteamos el contenido de cada uno de ellos, pero plantiémonos eso
primero, una reseña histórica. ¿Alguien conoce algo de la historia // de las aguas anteriores? Del
estado acá en Tucumán?
a) Yo estoy preocupado porque hay algo que la computadora impide mantener a la vista: la
tachadura, la tachadura. El texto en su proceso de composición no deja estela que revele los
tanteos de la composición y cuando desaparece del texto la huella que sobre la piel de ese
texto van dejando las hendiduras de la vacilación, se tiene la impresión de que uno ha
compuesto sin costo, por más que recuerde el esfuerzo de haberlo hecho, el texto desmiente
con su perfección aparente, la honda vacilación de la búsqueda…SK (en Muse, 2018: 113-
114)
b) “Tengo un montón de buenas ideas y empiezo a escribir las más importantes primero, porque
son las que tengo al frente de mi mente. Entonces las menos importantes empiezan a
aparecer a las tres cuartas partes de la página y quizás un montón de esas…un enjambre de
esas…así que podría escribir tantas como me sea posible. No lleva tanto tiempo”.
(Scardamalia y Bereiter, 1992, p. 49)
c) “Tengo un montón de ideas y escribo hasta que mi suministro de ideas se agota. Entonces
intentaría pensar en más ideas hasta el punto en que no puedes obtener ninguna idea más
que merezca la pena llevar al papel y entonces lo acabaría.” (Scardamalia y Bereiter, 1992,
p. 49)
d) Generalmente, escribo todo muchas veces. Todos mis pensamientos son segundos
pensamientos. Y corrijo bastante cada página, o la reescribo muchas veces sobre la
marcha…Las cosas se me aparecen en trozos, y cuando los trozos aparecen tengo que
trabajar duro para hacer de ellos algo coherente. Scardamalia y Bereiter, 1992, p. 49
(tomado de Writers and Works, Escritores trabajando, segunda serie, 1963, p. 167)
e) La escritura es una experiencia poco confortable y me parece que comparte con cualquier
otra manifestación de la creación esa característica que uno podría definir diciendo que el
creador es alguien que está dispuesto a hacer la experiencia de su extrema pobreza, una
pobreza que no pasa solo por no encontrar los recursos con los que expresarse, sino porque
escribir es en verdad tratar de llegar a saber qué quiere decirse y no escribir lo que de
antemano se sabe que uno quiere decir. El que traslada al papel lo que comprende de
antemano, en rigor no escribe, plasma. El escritor va en busca de su expresión y de la
construcción de su problemática y de su temática en un acto de desamparo solo
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Padilla, Constanza y Lopez, Esther (2019). Curso Procesos psicolingüísticos de comprensión y producción de
discursos. Universidad Nacional de Jujuy.
contrarrestado, te diría por último, por la infinita delicia de intentar algo distinto. SK. (en
Muse, 2018: 113)
f) Al escribir normalmente uno descubre por qué en buena medida lo convoca a redactar
aquello que lo convoca a redactar. Uno se entera de lo que quiere decir escribiendo, pero lo
que nos fuerza a escribir tiene esta paradójica constitución: es entrañable y desconocido a la
vez. Es entrañable porque nos toma del cuello y nos hace sentar ante la mesa y es
desconocido porque uno no escribe lo que ya sabe, va en pos del saber de lo que quiere
decir. Entonces esto es lo que tiene de agotadora la experiencia amorosa de la escritura. SK.
(en Muse, 2018: 113)
g) …yo cuando me enfrento a un texto es como que me enfrento a una especie de cámara
negra, y me encanta esta imagen porque ahí hay dos luces, yo lo que veo son dos luces
¿no? y de repente uno ve una luz, que es la luz que de alguna manera te hace ojitos y te
llama, y esa es una idea que uno tiene, las ideas literarias vienen de la vida experimentada,
del mundo onírico, yo sueño mucho y los sueños me nutren mucho. La literatura viene,
además, sin dudas de la literatura misma, de la literatura que uno ha leído, es la gran
proveedora. Y también la observación, claro, y el trabajo periodístico, que ayuda muchísimo.
Ahora, es claro, cuando tengo una inquietud, un estímulo digamos, y comienzo, en realidad
no sé muy bien para dónde voy... Sí tengo esa lucecita en la oscuridad y yo creo que la labor
del poeta, del narrador es resolver ese problema, quiero decir el mejor poema, o el mejor
cuento o la mejor novela es aquella en la que simplemente el autor resolvió los problemas,
aunque está claro que para plasmarlos, ese resolver problemas no tiene fórmula, no tiene
caminos prefijados, en mi caso por lo menos en cada obra voy resolviendo sobre la marcha,
lleno de miedo, de inseguridad, trastabillando y muchas veces abandonando la tarea porque
me vence, por eso siempre digo que son muchísimos más los textos no escritos,
abandonados; muchos más los abortos que los alumbramientos, esto lo he hablado con otros
colegas, creo que a muchos nos pasa, el alumbramiento es de alguna manera un instante de
felicidad como sucede en una parición, entonces, claro, uno siente que puede empezar a
explicar algunas cosas de ese caminito que hizo, porque uno empieza a comprender lo que
no había comprendido durante la construcción. Yo no quiero ser el que sabe de esas cosas
mientras escribe, a mí me ayuda este desconocimiento porque si yo conociera todo de
antemano y estuviera bien nutrido del conocimiento del camino, si tuviera mapas y hojas de
ruta perdería la curiosidad, perdería la espontaneidad. Hoy, me parece a mí, no estoy muy
seguro. (… ) para mí además la literatura es una búsqueda, es un camino hacia el
conocimiento, yo quiero avanzar para conocer, quiero ir conociendo a medida que avanzo.
MG (en Muse, 2018: 115)