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Impuesto Sobre la Renta:

El origen de los impuestos se remonta desde la era primitiva, cuando los

hombres disponían ofrendas a los dioses a cambio de peticiones concebidas, después

en la civilización griega se comenzó el pago de los impuestos ajustando los tributos de

acuerdo a las ganancias de las personas. En particular el impuesto sobre la renta

inicio desde la Edad Media época en la que florece la cultura, el arte y humanismo. En

Venezuela se origina desde la Colonia hasta 1830 cuando el país de consolido como

Republica Independiente bajo la presidencia de el General Jose Antonio Páez,

iniciándose una serie de tributos fijado por la Colonia Española que se caracterizaba

por la falta de uniformidad y su inconsistencia a la hora de aplicarlos lo que causo su

posterior fracaso. La primera Ley de Impuesto Sobre la Renta en Venezuela entro en

vigencia en el año 1943, desde entonces y hasta nuestros días ha pasado por una

serie de modificaciones que van de la mano a las necesidades económicas y sociales

del país. En la actualidad, el impuesto sobre la renta en su concepción general es un

tributo o pago obligatorio a las autoridades, que grava sobre la utilidad o ingresos

obtenidos por parte de los contribuyentes, sean personas naturales o jurídicas, a lo

largo de un año fiscal. Donde, en la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISLR) señala

en el (Art. 1°) que son “Los enriquecimientos anuales, netos y disponibles obtenidos

en dinero o en especie causarán impuesto según las normas establecidas por Decreto

por Rango, Valor y Fuerza de Ley…”. En mi opinión, es un tributo que se le paga al

estado venezolano a través de el SENIAT, el cual, grava las ganancias,

enriquecimiento neto o renta que tenga tanto una persona natural o jurídica,

independientemente de cuál fue la fuente de ese ingreso o de esa renta sin importar

su procedencia ya sea territorial o extraterritorial, siendo su declaración los primeros

tres meses del año subsiguiente con fecha limite de 31 de marzo de cada año. Así
mismo, el ISLR está compuesto por diferentes características entre las cuales

podemos mencionar una de las principales y es que directo, ya que, son aquellos que

grava directamente las riquezas tanto de una persona natural o jurídica, siendo

directo, además, ya que, se paga o se declara de forma presencial ante el ente publico

en este caso en nuestro país Venezuela sería el SENIAT; también se diferencia por

ser un pago de carácter obligatorio, que además se concibe por medio de instrumento

legal, y se amolda en cada país de acuerdo a su economía y otras características

propias de los mismos; cabe resaltar además que eminentemente personal, es decir,

que el tributo lo paga el receptor del enriquecimiento y no otra persona, dado que, la

ley prohíbe que un ente que no es titular de la renta o enriquecimiento, sea el sujeto

de gravamen; podemos agregar que, por tratarse de un impuesto sobre los

enriquecimientos anuales no prevé una contraprestación para quien paga dicho

impuesto, además se distingue por se un pago perentorio y no puede ser restituido;

igualmente especifica que se puede aplicar un mínimo exento, es decir, que no se

paga por debajo de determinada renta; esta excepción tiene como finalidad beneficiar

a los sectores menos favorecidos de la población; al mismo tiempo, es de carácter

impositivo con respecto al porcentaje de renta que hay que pagar, es decir, el

porcentaje crece cuando aumenta la renta, cuanto más se gana más se paga, por

ende es progresivo. Cabe destacar, que dichos impuestos se rigen por la Ley de

Impuesto Sobre La Renta (LISLR). Dentro las normativas vigentes y están sujetos a

este régimen impositivo de acuerdo a los establecido en el (Arts. 7°. y 79°) “… Las

Personas naturales, compañías anónimas, sociedades de responsabilidad limitada,

sociedades en nombre colectivo o en comandita simple, sociedades de personas,

irregulares de hechos, comunidades, titulares de enriquecimientos por actividades de

hidrocarburos y conexas, sociedades, fundaciones y corporaciones, establecimientos

permanentes, centros o bases fijas, empresas propiedad de la nación de los estados


de los municipios. Por todo lo dicho, se puede concretar que son sujetos pasivos, lo

que engloba o abarca a todos aquellos obligados al pago de dicho impuesto, en

efecto, toda persona natural o jurídica, residente o domiciliada en Venezuela, la cual

pagarán impuestos sobre sus rentas de cualquier origen, sea que la causa o la fuente

de ingresos esté situada dentro del país o fuera de él. También las personas naturales

o jurídicas no residentes o no domiciliadas en Venezuela estarán sujetas al impuesto

establecido en la ley del I.S.L.R. Siendo el caso de las personas naturales residentes

obligadas a declarar su enriquecimiento neto anual en el marco del ISLR, cuando el

mismo supere las 1.000 UT o en el mismo lapso, el importe de sus ingresos brutos

sea superiores a 1.500 UT. De igual formar, este sujeto a obligaciones el cual se

compone de un deber de dar y de hacer o no hacer, que posee el contribuyente

deudor con el acreedor. En otras palabras , la obligación fiscal es el deber que el

responsable fiscal tiene en favor del fisco, que es quien tiene el derecho de exigir se

acaten. No solo se habla del deber de los sujetos pasivos pues el enunciado de las

obligaciones fiscales no se agota aludiendo sólo al de pagar contribuciones, ya que,

además de los sujetos pasivos existen otros responsables fiscales, que la ley

menciona a cada paso. Dentro de la presente ley podemos encontrar las tarifas las

cuales dependerán del tipo de contribuyente que vaya a declarar este impuesto. En

este caso, la (LISLR) nos determina tres, la primera esta estipulada en el (Art. 50°) el

cual reza que “El enriquecimiento global neto anual, obtenido por los contribuyentes a

que se refiere el articulo 8° de este Decreto con rango, Valor y Fuerza de Ley se

gravará, salvo disposición en contrario, con base en la siguiente tarifa expresada en

unidades tributarias (U.T.):


Estas tarifas se aplican a aquellas personas naturales, las herencias yacentes.

Igualmente se aplica a las fundaciones y asociaciones sin fines de lucro. En los casos

de enriquecimientos obtenidos por personas naturales no residentes en el país, el

impuesto será del 34%. Mientras que, la tarifa 2° establece en el (Art. 52°) que “El

enriquecimiento global neto anual obtenido por los contribuyentes a que se refiere el

articulo 9° de este Decreto Con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se gravará salvo

disposición en contrario, con base en la siguiente Tarifa expresada en (U.T.):

Se puede señalar, que estas tarifas se aplican a las personas jurídicas,

sociedades de capitales, como compañías anónimas y a las personas asimiladas a

ellas. Y finalmente la tarifa 3° expresado en el (Art. 53°) que expone “Los

enriquecimientos anuales obtenidos por los contribuyentes a que se refieren los

artículos 11° y 12° de este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley se gravarán,

salvo disposición en contrario, con base en la siguiente Tarifa: a) Tasa proporcional de

sesenta por ciento (60%) para los enriquecimientos señalados en el articulo 12°. b)

Tasa proporcional de cincuenta por ciento (50%) para los enriquecimientos señalados

en el articulo 11°. A los fines de la determinación de los impuestos a que se contrae el

encabezamiento de este artículo, se tomara en cuenta el tipo de contribuyente, las


actividades a que se dedica y el origen de los enriquecimientos obtenidos”. Por lo que

esta, va orientada a los contribuyentes que sólo perciban regalías o participaciones

mineras y demás participaciones análogas, con un 60% y a las que se dediquen a la

explotación de hidrocarburos y de actividades conexas, con un 50%. Con respecto, a

la determinación del (ISLR). En relación a, como todo impuesto tiene tres condiciones,

la cuales, serian el hecho

Es conveniente resaltar, que la (LISLR) integra por exenciones y

exoneraciones, aunque suenan parecido como un juego de palabras son diferentes

entre sí, donde las exenciones consisten en la dispensa total o parcial del

cumplimiento de la obligación tributaria, otorgada por la ley, en cuyo caso sus

beneficiarios están obligados a informar a la Administración Tributaria para su debida

fiscalización y control; Están exonerados al pago de este tributo, las entidades

venezolanas de carácter público, el Banco Central de Venezuela y el Fondo de

Inversiones de Venezuela, así como los demás institutos oficiales autónomos que

determine la ley como son los agentes y demás funcionarios diplomáticos extranjeros

acreditados en la república, por las remuneraciones que reciban de su gobierno, las

instituciones benéficas y de asistencia social, siempre que sus enriquecimientos se

hayan obtenido como medio para lograr los fines antes señalados, etc. Por el

contrario, las exoneraciones se disponen en El Código Orgánico Tributario, establece

que la Ley que autorice al Ejecutivo Nacional para conceder exoneraciones,

especificará los tributos que comprenda, los presupuestos necesarios para que

proceda y las condiciones a los cuales está sometido el beneficio.

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