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IMPUESTO SOBRE LA RENTA:

El Impuesto sobre la Renta rige en Venezuela desde 1942 como un tributo


nacional, directo, personal, subjetivo, progresivo y periódico cuya materia gravable es el
enriquecimiento neto, obtenido en el período anual. De tal manera que, la renta neta
constituye la base imponible reveladora de potencialidad económica para contribuir con la
satisfacción de los gastos de la sociedad jurídicamente organizada. En efecto, la renta
neta, supone el incremento neto de patrimonio durante un ejercicio anual gravable.
Inicialmente un hecho imponible; Es un elemento del tributo que se define como la
circunstancia o presupuesto de hecho ya sea de naturaleza jurídica o económica, fijado
por la ley para configurar cada tributo (a eso se refiere el artículo 36 del Código Orgánico
Tributario), cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria principal, por
el hecho de que la ley no puede por sí sola cumplir con este fin al no poder indicar dentro
de la ley a los deudores individuales de tributo. El principio clave para el hecho imponible
es el de la legalidad.
Acerca de base imponible; Es la magnitud que resulta de la medición del hecho imponible
y como ya se sabe en las relaciones jurídico tributarias este pone de manifiesto la
existencia de una capacidad económica en los sujetos, pero para que el impuesto pueda
ser aplicado, y generalmente es en unidad monetaria.
Sumado a esto, el hecho imponible y base imponible del ISLR ha sido siempre considerado
como un tributo que mide de manera directa la capacidad contributiva y es un impuesto
progresivo por excelencia, por lo tanto, los elementos que conforman dicha obligación
tributaria deben ser concebidos con especial atención y apego a dichos principios. El
hecho imponible del referido tributo es enriquecimiento NETO anual y disponible en el
ejercicio fiscal, por lo tanto, su base imponible es la utilidad neta determinada conforme a
las reglas de determinación previstas en la Ley.
La definición de la base imponible en resguardo de la seguridad jurídica del contribuyente.
Comprende la medida económica resultante de la sustracción de los costos y gastos a los
ingresos generados por la actividad productora de renta incluida la ganancia o pérdida
resultante de la aplicación del sistema de ajuste por inflación fiscal que fue
inconstitucionalmente eliminado para los sujetos pasivos especiales y la banca. Esta
operación determina el carácter neto del enriquecimiento; en otras palabras, para el
cálculo de éste, deben sustraerse todos los costos y gastos (deducciones) normales y
necesarios para su obtención.
Por consiguiente, el Sujeto del ISLR es aquel sujeto activo que tiene derecho a
exigir una deuda tributaria. Es decir, tiene poder legal de reclamar que se cumplan las
obligaciones a otra persona u entidad. Pongamos de ejemplo dos personas que firman un
contrato de alquiler. Una de ellas es la propietaria que alquila por una cantidad de dinero.
Esta es el sujeto activo. En cambio, la persona que vivirá de alquiler, sería el sujeto pasivo.
La persona que pone la vivienda tiene poder para exigirle al arrendatario que pague la
mensualidad pactada en el contrato.
En resumen, sujeto activo es el que tiene la capacidad de exigir algo, mientras que el
sujeto pasivo es la que tiene que hacer frente a una obligación. En el caso de los
impuestos, el sujeto activo es la entidad pública que exige un impuesto. Por ejemplo,
Hacienda. El sujeto pasivo será una persona física o jurídica que está obligada por la ley a
cumplir determinadas obligaciones tributarias. Puede ser, por ejemplo, un contribuyente.
En este sentido, el sujeto activo es el ente público el (SENIAT) Servicio Nacional Integrado
de Administración Aduanera y Tributario, donde se declara y paga el ISLR. Por lo tanto, el
sujeto pasivo es la persona natural o jurídica que se pondrá al día con las obligaciones
tributarias del mismo.
Cabe señalar que, los principios de imposición son los fundamentos en los que se
basan los sistemas tributarios de los países. Estos principios ayudan a determinar la forma
en que se imponen los impuestos y cómo se establecen las obligaciones fiscales de los
contribuyentes. Uno de los principios fundamentales es el principio de domicilio
territorial, también conocido como principio de territorialidad.
A su vez, el principio de domicilio territorial establece que un país tiene derecho a gravar
los ingresos generados dentro de su territorio, es decir, aquellos ingresos que provienen
de fuentes ubicadas físicamente en el país. Bajo este principio, los países solo pueden
imponer impuestos a las personas o entidades que tienen una conexión económica o física
con su territorio.
Por ejemplo, si una persona es residente de un país y obtiene ingresos de una fuente
dentro de ese país, el país tiene la jurisdicción para imponer impuestos sobre esos
ingresos. Sin embargo, si la persona obtiene ingresos de una fuente ubicada fuera del país,
el país no tendría derecho a gravar esos ingresos, a menos que exista un acuerdo de doble
imposición o alguna otra disposición legal aplicable.
Es importante tener en cuenta que cada país puede tener sus propias reglas y definiciones
sobre lo que constituye una conexión económica o física suficiente para aplicar el principio
de domicilio territorial. Además, algunos países también pueden tener reglas especiales
para gravar los ingresos de personas o entidades no residentes, como por ejemplo a
través del principio de fuente o mediante acuerdos internacionales.
Por otra parte, la nacionalidad y renta mundial; Según el principio del domicilio o
de la residencia del titular del capital, o de la renta, se grava el capital o la renta de
quienes (personas de existencia visible o ideal) sean sus dueños, o la obtengan,
respectivamente, cuyo domicilio o residencia se halle en el país que aplica la ley,
cualquiera fuere el lugar donde se hallare instalado el capital o estuviere la fuente
productora de la renta. Ello se traduce en gravar según el concepto de ‘renta mundial’ del
residente, sujeto pasivo del impuesto (Atchabahian, 2003).
El principio de la nacionalidad, o de la ciudadanía, tal como explica Atchabahian (2003),
grava el capital o la renta en función de que su dueño, o quien la obtenga, fuere nacional
(nativo), o se lo considere ciudadano, aunque no se domiciliare en su país de origen, o en
el cual adquiriera la ciudadanía, y cualquiera fuere el lugar donde se hallare instalado el
capital o estuviere la fuente productora de la renta. En consecuencia, también para esta
hipótesis rige el concepto de gravar la ‘renta mundial’ del sujeto pasivo del impuesto.
En cuanto a la renta mundial Mediante este criterio de carácter subjetivo, el Estado grava
todas las ganancias originadas en cualquier lugar del mundo en la medida que sean
obtenidas por sujetos residentes, domiciliados o nacionalizados en el país que las recauda.
Cada país establece qué elemento, si el de residencia, nacionalidad o domicilio utilizará
para aplicar este criterio subjetivo, pero en cualquiera de estos casos se gravará lo
obtenido por el individuo independientemente de cuál sea el lugar donde se origine la
renta, por ello se lo llama renta mundial.
EL 14 de marzo de2008, el servicio nacional integrado de administración aduanera y
tributaria, emitió un comunicado recordando a los venezolanos residentes en el
extranjero deben cumplir con sus obligaciones tributarias con Venezuela, es decir deben
declarar y pagar ISLR.
La obligación de pagar el ISLR está vinculada, en principio, con dos conceptos. El lugar de
residencia fiscal de la persona, el monto y origen de las rentas de esa persona.
Aplicando en principios esos dos conceptos vamos a ver a continuación cuando se aplica,
Venezolano que emigró después de pasar más de 183 días en el país.Para entenderlo
mejor, usaremos un ejemplo basado en un caso ficticio.
Este es el caso de Daniela Pérez, quien estuvo viviendo en Venezuela hasta el 25 de
Octubre del año 20XX.
En este caso, la contribuyente, estuvo viviendo en el país por más de 183 días del Ejercicio
Fiscal, es decir que, a los efectos de lo establecido en el COT y en la Ley del ISLR se
encuentra domiciliada fiscalmente en Venezuela.(Ver Código Orgánico Tributario, Art. 30,
Num 1 y Ley del ISLR, Art. 51)
Ya por esta condición, presumimos que la Sra. Daniela Pérez está obligada a declarar el
ISLR en Venezuela.
Adicionalmente la Sra. Pérez tenía ingresos por alquileres, sueldos y honorarios
profesionales mientras vivió en Venezuela, y generó enriquecimientos superiores a 1.000
UT durante el ejercicio fiscal 20XX. (Ver Ley del ISLR, Art. 79)
En este caso se combinan las 2 condiciones: residencia fiscal en el país y enriquecimientos
superiores a 1.000 UT, por ello la Sra. Pérez deberá declarar ISIR en Venezuela.
Venezolano con más de 183 días fuera del país. Aquí nos encontramos con varios casos,
por una parte los venezolanos que emigraron a principios de un ejercicio fiscal y tuvieron
enriquecimientos superiores a 1000 UT durante el tiempo que permanecieron en el país,
por la otra venezolanos que tienen varios ejercicios fiscales fuera del país pero mantienen
actividades generadoras de rentas en Venezuela y finalmente los venezolanos que no
tienen residencia fiscal ni rentas generadas en Venezuela.
En cualquiera de los casos, el parágrafo segundo del Art. 30 del Código Orgánico Tributario
establece que «la residencia en el extranjero se acreditará ante la Administración
Tributaria, mediante constancia expedida por las autoridades competentes del Estado del
cual son residentes.
En ausencia de esta acreditación, se presume que las personas naturales de nacionalidad
venezolana, son residentes en el territorio nacional.
Consideremos a Venezolanos en el exterior con enriquecimientos en el país superiores a
1.000 UT Uno de los indicadores para determinar el domicilio de las personas naturales es
el lugar donde ocurre el hecho imponible, en cristiano, el lugar donde ocurre la actividad
que genera el enriquecimiento. Si ese lugar es Venezuela, entonces se considera que la
persona deberá tributar en el país por el monto de esos enriquecimientos. Vamos a ver un
par de ejemplos para entender esto mejor.
Ejemplo A. Venezolano en el exterior que emigró en el primer semestre de un ejercicio
fiscal
Consideremos el caso de Antonio Rodríguez, que salió de Venezuela en Mayo de 20XX.
Tiene menos de 183 días en el país durante el ejercicio fiscal 20XX; sin embargo tuvo
ingresos por concepto de sueldos durante Enero, Febrero, Marzo y Abril de 20XX que son
superiores a 1000 UT.
En este caso, el Sr. Rodríguez debe declarar el ISLR correspondiente, aprovechando por
supuesto las retenciones a las que haya sido sujeto, por los ingresos obtenidos.
Ejemplo B. Venezolano en el exterior que tiene varios ejercicios fiscales fuera del país pero
genera rentas en Venezuela.
Ahora veamos el caso de Diana Valera, quién emigró junto a su esposo Alí Arana en
Octubre de 2011. Evidentemente tiene más de 183 días fuera del país, por lo que se
presume que su condición ante la Administración Tributaria es de No Residente. Sin
embargo, la Sra. Valera tiene propiedades en Venezuela que le generan renta pues a
dejado bajo la atención de sus padres varias casas vacacionales que alquila en bolívares.
Estos alquileres son depositados en cuentas bancarias de la Sra. Valera en Venezuela. El
monto de los alquileres es superior a 1000 UT. Si notificó a la Administración Tributaria su
cambio de residencia fiscal, deberá declarar como No Residente.
Para concluir; Puede definirse periodo fiscal a los años fiscales, trimestres fiscales,
meses fiscales, o periodos fiscales personalizados. Los periodos fiscales son un tipo de
registro de clasificación, lo que significa que existen en una jerarquía y que deben estar
definida en relación con otros registros. Por ejemplo, antes de crear trimestres fiscales,
debe crear el año fiscal. En cuanto al periodo contable; es una de las reglas de oro de la
contabilidad que todos los contadores deben seguir. Este artículo repasa lo que es, los
diferentes tipos de periodos contables y por qué es tan importante. Un periodo contable
es un lapso de tiempo durante el año fiscal o año natural en el que los contadores realizan
funciones como la recopilación y agregación de datos y la creación de estados financieros.
Los estados financieros realizados durante estos periodos son muy importantes para
atraer a posibles inversionistas o conseguir préstamos de los bancos.
Un periodo contable puede consistir en cualquier plazo establecido, aunque los más
comunes son la semana, el mes, el trimestre y el año fiscal o el año natural. Las empresas
que cotizan en bolsa están obligadas a presentar informes trimestrales a la Comisión del
Mercado de Valores (SEC). Los periodos contables pueden (y de hecho lo hacen)
sobreponerse. Por ejemplo, los contadores pueden agregar datos para crear una cuenta
de resultados para el mes de febrero. Aunque la cuenta de resultados resultante sólo
representará el periodo contable de febrero, el mes de febrero también estará
representado en los estados financieros trimestrales del primer trimestre.
Además tenemos algunos requisitos del periodo contable; En primer lugar, los periodos
contables deben ser consistentes. Por ejemplo, si un contador crea estados financieros
mensualmente, debe hacerlo para cada mes de cada año natural. Esto se llama
periodicidad, y tener una buena periodicidad dará a los responsables de la toma de
decisiones, a los inversionistas y a los bancos una muestra grande y congruente a partir de
la cual podrán juzgar la salud y las perspectivas financieras de una empresa. Al utilizar los
periodos contables, otra regla de oro es el principio de concordancia. El principio de
concordancia es un principio clave del método contable de devengo. Exige que los gastos
se contabilicen en el periodo en el que se produjeron; del mismo modo, todos los ingresos
deben contabilizarse en el periodo en el que se obtuvieron.
Es importante destacar; el concepto de ciclo del periodo contable el cual dice que es el
tiempo que se tarda en completar el ciclo contable. Cuando se abre el periodo contable,
los contadores comienzan el ciclo con entradas de reversión y terminan el ciclo cerrando
entradas y produciendo estados financieros cuando el periodo contable culmina. El ciclo
vuelve a empezar cuando se inicia el siguiente periodo contable.
Sumado a esto; La diferencia entre los periodos contable, fiscal y de costos son los
resultados que se resultan de cada uno de ellos. Periodo contable; se refiere al ejercicio
económico establecido en el documento o acta constitutiva de la entidad. Generalmente
se trata de un periodo de 12 meses. Para conocer el resultado de un ejercicio económico
se elabora un estado financiero llamado Estado de Resultados. Periodo fiscal; se refieren a
los lapsos determinados por la administración tributaria para la declaración y pago de
diversos tributos: Renta, IVA, actividades económicas, etc.
REFERENCIA
https://taxdown.es/taxductor/sujetoactivo/#:~:text=En%20el%20caso%20de%20los,%2C
%20por%20ejemplo%2C%20un%20contribuyente.
https://pensamientos.com/ssvsg%conclusión///

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