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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Salud

Universidad De Las Ciencias De La Salud

Nombre y Apellido: Gustavo Beltrán

Cedula: 30412548

Área De Aprendizaje: rspl

Correo: Gustadavid17@gmail.com

Maracaibo Estado Zulia


Descripción General

Se presenta esta unidad curricular con el nombre de Realidad Sociopolítica


y Pensamiento Latinoamericano, su diseño permite que las y los
estudiantes revisen nuestro pasado histórico, para comprender nuestro
presente y planificar nuestro futuro, bajo una concepción integracionista,
latinoamericanista y caribeña, por esta razón se hace necesario su estudio
durante todo el desarrollo del Curso Introductorio a las Ciencias de la
Salud.

Tiene como propósito, identificar la realidad sociopolítica en el contexto


latinoamericano y caribeño luego de la llegada de los europeos; el afán
libertario y de justicia social que han quedado registrados en documentos
originales e igualmente identificar aquellos sucesos históricos claves que
fueron guiados por líderes y pensadores representantes de nuestros hitos
históricos. Asimismo, reconocer las luchas contra las hegemonías
española-portuguesa e inglesa, esta última desde finales del siglo XIX
hasta principios del siglo XX, y la estadounidense a partir del siglo XX, que
desarrollaron en nuestras y nuestros pensadores una profunda convicción
libertaria, sellada por el rescate de la identidad, así como por la necesidad
de la unión entre nuestros pueblos.

El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primacía de


las ideas o incluso su existencia independiente. Afirman que la realidad, o
la realidad que podemos conocer, es fundamentalmente un constructo de
la mente o inmaterial. El idealismo supone que los objetos no pueden
tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos.
Para poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la consciencia, las
ideas, el sujeto y el pensamiento.

El materialismo rechaza el idealismo. El idealismo no es precisamente


antagónico al realismo pues hay filosofías idealistas (idealismo objetivo)
que postulan una existencia de objetos abstractos independientes del
observador.
El idealismo: se manifiesta como un escepticismo sobre la posibilidad de
saber cualquier cosa independiente de nuestra mente. En un sentido
sociológico, el idealismo enfatiza cómo las ideas humanas, especialmente
las creencias y los valores, dan forma a la sociedad.[1] Como doctrina
ontológica, el idealismo va más allá, afirmando que todas las entidades
están compuestas de mente o de espíritu.[2] El idealismo rechaza así las
teorías físicalistas y dualistas, que no atribuyen prioridad a la mente. Una
versión extrema de este idealismo puede existir en la noción filosófica del
solipsismo.

En 1781, Immanuel Kant publicó su famosa Crítica de la razón pura,


rechazando ambas posturas y proponiendo una alternativa. Según Kant, si
bien todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, no todo se
origina de ella,[1] pues existen ciertas estructuras del sujeto que
anteceden a toda experiencia, en tanto son las condiciones que la hacen
posible. La filosofía del siglo XIX se caracterizó en gran parte por ser una
reacción a su filosofía.

El materialismo: es una doctrina que considera la materia como la única


realidad , por tanto va vinculada de alguna manera con el realismo , sin
embargo el materialismo no encuentra en su entorno mas camino de lo
que se ve y de lo que se siente .

Hegemonía: dominio de una entidad sobre otras de igual tipo. Un bloque


de naciones puede tener hegemonía gracias a su mayor potencial
económico, militar o político, y ejerce esa hegemonía sobre otras
poblaciones, aunque estas no la deseen. Por «hegemonía mundial» se
entiende el dominio del mundo por parte de una sola nación o un grupo
de naciones..

Desde un aspecto social, se entiende como «hegemonía cultural» —según


se lee en la obra de Antonio Gramsi— la dominación y mantenimiento de
poder que ejerce una persona o un grupo para la fascinación de otro u
otros sometidos, minoritarios o ambas cosas, imponiendo sus propios
valores, creencias e ideologías, que configuran y sostienen el sistema
político y social, con el fin de conseguir y vincular un estado de finura en el
pensamiento y en la acción, así como una tasa de la temática y el enfoque
de las producciones y las publicaciones culturales.

A lo largo de la historia moderna, sólo seis Estados han alcanzado la


hegemonía en el sistema-mundial: las Provincias Unidas, Gran Bretaña
(Pax Britannica), España, Francia, Portugal y Estados Unidos. Dichas
hegemonías, al igual que todos los fenómenos sociales, han tenido
períodos de determinada duración: para este caso, han sido nombrados
como ciclos hegemónicos o ciclos de las hegemonías mundiales. Ahora
bien, los ciclos hegemónicos constan de cinco fases: 1) emergencia o
ascenso, 2) despliegue, 3) apogeo, 4) declive, y 5) extinción. Dichas fases
han sido ampliamente estudiadas desde la dimensión económica, pero
menos desde la dimensión política.

Ahondar en el examen de las fases políticas por las que atraviesa el


hegemón mundial es de suma importancia, puesto que si se conjetura que
la gobernanza internacional es ejercida principalmente por los Estados con
mejor posicionamiento en la estructura internacional gracias a sus
capacidades nacionales, entonces el hegemón –que por definición es la
potencia que sobresale por su máximo cúmulo de poder nacional- será el
actor más determinante en la gobernanza del sistema. Cada fase del ciclo
hegemónico se corresponde con la promoción de ideas y valores
orientados por determinada ideología. Esto quiere decir que conforme
evolucionan las capacidades nacionales de un Estado hegemónico, este
tiende a favorecer u obstruir ciertas ideologías, lo que se traduce en un
posicionamiento internacional frente a determinadas políticas, Estados y
organizaciones. Dichas fases por las cuales atraviesa el hegemón según su
ideología han sido nombrados como ciclos políticos hegemónicos y son
fundamentales para comprender la dirección política internacional que el
hegemón imprime en la gobernanza internacional.

Pensamiento político: l pensamiento político como todo pensamiento es


una capacidad humana, y en este caso exclusiva de este animal racional, al
que además Aristóteles calificó de animal político, portador de ciertas
habilidades del pensamiento como la de percibir el bien y el mal,
distinguirlos, formar ideas, y expresarlas lingüísticamente.

Eso es en esencia el pensamiento político, el del hombre que vive en


sociedad, conformada en un Estado, y busca para él, la mejor forma de
gobierno y administración para lograr el bien común. El pensamiento
político es un pensamiento de medios y de fines, de estrategias, de críticas
fundadas, que se ejerce por parte de quien detenta el poder, para
encaminar su actuación a los fines previstos; y por parte de quienes son
oposición para controlar que no se desvíe en su propósito. Es un tipo de
pensamiento libre, en la búsqueda del mejor camino para todos, y por ello
difieren de una persona a otra los medios e incluso los fines pretendidos.
No es lo mismo el pensamiento político de la antigüedad griega, que el de
Maquiavelo o el de Marx, pero coinciden en que todos tratan de
conformar el mejor estado posible.

Quien posee un pensamiento político, sabe escuchar, ver las carencias y


necesidades de su pueblo, pero no se queda en ello: piensa una idea, la
comunica, indaga en los medios con que cuenta, los organiza y selecciona,
los organiza en base a la idea, los reorganiza cuantas veces sea necesario,
escucha las críticas, repiensa su accionar, y finalmente ejecuta la acción.
-actualmente el pensamiento político es visto como inmoral, corrupto, y
más inclinado a satisfacer los propios intereses que los colectivos. Sin
embargo el error radica en creer que esas personas merecen llamarse
políticos, pues su pensamiento no es político, sino egoísta y mezquino, y
en ciertos casos, hasta antijurídico.

Política: es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de


decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre
individuos, como la distribución de recursos o el estatus.[1] También es el
arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados,[2]
promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de
distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien
común en la sociedad. En la política se implementan una variedad de
métodos, que incluyen promover las propias opiniones políticas entre las
personas, negociar con otros sujetos políticos, hacer leyes y ejercer la
fuerza, incluida la guerra contra los adversarios. La política se ejerce en
una amplia gama de niveles sociales, desde clanes y tribus de sociedades
tradicionales, pasando por gobiernos locales, empresas, instituciones
modernas y estados soberanos, hasta el nivel internacional. En los estados
nacionales modernos, la gente a menudo forma partidos políticos para
representar sus ideas. Los miembros de un partido acuerdan adoptar la
misma posición en muchos temas y aceptan apoyar proyectos de ley y sus
líderes. Una elección suele ser una competencia entre diferentes partidos.
Un sistema político es el marco que define métodos políticos aceptables
dentro de una sociedad. La ciencia política constituye una rama de las
ciencias sociales que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una
sociedad, compuesta por seres humanos libres, resuelve los problemas
que le plantea su convivencia colectiva.

Poder: Para las ciencias sociales el poder es la capacidad de un individuo


(que esté en el poder político) para influir en el comportamiento de otras
personas u organizaciones sociales.El término"autoridad" se usa a
menudo para designar al poder cuando es percibido como legítimo.

Escena de la película Citizen Kane de Orson Welles. En ella, la carrera del


personaje Kane nace del servicio social y evoluciona gradualmente a una
implacable búsqueda de poder.

El poder puede ser considerado injusto. Este tipo de ejercicio del poder es
históricamente endémico entre los humanos; sin embargo, como seres
sociales, los seres humanos también pueden ejercer el poder con
objetivos humanísticos que ayudarán y empoderarán a otros (p. ej. la
Fundación Gates trabajando en la erradicación de la poliomielitis). En
general, como se perciben la existencia y el uso del poder se deriva de los
factores de interdependencia entre dos entidades y el entorno. En los
negocios, el objetivo del poder es el logro y, como tal, se puede considerar
que si es justo será un juego de suma cero. El poder se puede expresar
tanto "hacia arriba" como "hacia abajo". Con poder descendente, el
directivo de una empresa influye en los subordinados para alcanzar los
objetivos organizacionales. Pero cuando en una empresa se ejerce un
poder ascendente, son los subordinados quienes influyen en las decisiones
de sus líderes.

El uso del poder no implica necesariamente la fuerza o la amenaza de la


fuerza (coerción). Un ejemplo de uso del poder sin coerción es el concepto
"poder blando", en comparación con el poder duro.Gran parte del
reciente debate sociológico sobre el poder gira en torno a la cuestión del
poder como un medio para hacer posibles las acciones sociales tanto
como puede restringirlas o prevenirlas. En este sentido el filósofo Michel
Foucault vio el poder como una expresión estructural de "una situación
estratégica compleja en un entorno social dado" que requiere restricción y
habilitación.

Teoría de la aproximación / inhibición

Desarrollada por D. Keltner y otros colegas, la teoría de la aproximación /


inhibición supone que tener poder y usar el poder altera los estados
psicológicos de los individuos. La teoría se basa en la noción de que la
mayoría de los organismos reaccionan a los eventos ambientales de dos
maneras comunes. La reacción de la aproximación está asociada con la
autopromoción, la búsqueda de recompensas, el aumento de la energía y
el movimiento. La inhibición, por el contrario, está asociada con la
autoprotección, evitando amenazas o peligros, la vigilancia, la pérdida de
motivación y una reducción general de la actividad.

En general, la teoría de la aproximación / inhibición sostiene que el


ejercicio del poder promueve las tendencias de aproximación, mientras
que una reducción del poder promueve las tendencias de inhibición.

Efectos positivos

 El poder incita a las personas a actuar


 Hace que las personas respondan mejor a los cambios dentro de un
grupo y su entorno

 Las personas poderosas son más proactivas, tienen más


probabilidades de hablar, dar el primer paso y liderar la negociación

 Las personas poderosas están más centradas en los objetivos


apropiados en una situación dada y tienden a planificar más
actividades relacionadas con las tareas, en un entorno laboral[57]

 Las personas poderosas tienden a experimentar emociones más


positivas, como la felicidad y la satisfacción, y sonríen más que las
personas de bajo poder

 El poder está asociado con el optimismo sobre el futuro porque las


personas más poderosas centran su atención en aspectos más
positivos del medio ambiente.

 Las personas con más poder tienden a realizar funciones cognitivas


ejecutivas con mayor rapidez y éxito, incluidos los mecanismos de
control interno que coordinan la atención, la toma de decisiones, la
planificación y la selección de objetivos

Aspectos negativos

 Los poderosos son propensos a tomar decisiones arriesgadas,


inadecuados o poco éticas y, a menudo tienden a sobrepasar sus
límites

 Tienden a generar reacciones emocionales negativas en sus


subordinados, particularmente cuando hay un conflicto en el grupo[

 Cuando los individuos ganan poder, su autoevaluación se vuelve


más positiva, mientras que sus evaluaciones que hacen de los
demás se vuelven más negativas

 El poder tiende a debilitar la atención social hacia los subordinados,


lo que conduce a la dificultad para comprender el punto de vista de
otras personas
 Las personas poderosas también pasan menos tiempo recolectando
y procesando información sobre sus subordinados y, a menudo, los
perciben de manera estereotipada

 Las personas con poder tienden a usar tácticas más coercitivas, a


aumentar la distancia social entre ellas y sus subordinados, a creer
que las personas no poderosas no son fiables y a devaluar el trabajo
y la capacidad de las personas menos poderosa

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