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Universidad de Costa Rica

Facultad de Letras
Escuela de Filosofía
Sección de Filosofía Práctica
F-4012 Seminario sobre el pensamiento de Paulo Freire
Profesor Helio Gallardo

Número de créditos 3.
Horario: jueves 19.00 a 21.50 horas.
Modalidad: virtual.

Texto 1 seminario Paulo Freire 2021

En las “Primeras palabras” que abren su “Pedagogía del oprimido” (1970) Paulo Freire (1921-
1997) señala que en los cursos de capacitación para la ‘concientización’ en los que ha
participado ha podido advertir que surge lo que él llama “miedo a libertad”. Este concepto, el de
‘libertad’ admite diversas interpretaciones, pero una de ellas la ubica como la capacidad que
tiene una persona (o grupo de personas) para decidir desde sí mismo que hará en una situación
(de existencia) que parece presentar opciones. Por ejemplo, la esposa dirá (y cómo lo hará) a su
marido o pareja que desea él participe más en la rutina del hogar, especialmente en la atención
que demandan los hijos, o se quedará callada para ‘no perturbar la tranquilidad del hogar’. De
hecho, reflexiona ella, él ya tiene muchas preocupaciones afuera, en su trabajo. La difícil
situación económica del país ha puesto en peligro su empleo y salario. Tal vez no sea el
momento más oportuno.
Se podría añadir que quizás nunca se de este “momento oportuno” (ideal, si se quiere) para que
esta mujer esposa diga lo que querría decir. Tal vez lo haga el mayor de los hijos varones (13
años, digamos) y su intervención sea interpretada por el padre como una falta de respeto y
consideración hacia él. Él trabaja, día con día, y sostiene con su salario el hogar (o la casa) y,
más encima, recibe reclamos. La casa-hogar es su espacio de descanso. Reclama comprensión,
cariño, no demandas.
En la situación aquí descrita encontramos situaciones sociales: la esposa ha sido modelada, por
ejemplo, por el imaginario patriarcal que dice que la ‘mujer calladita es más bonita”. Por eso
teme. Y cree asimismo va a equivocar el momento y las palabras. Tal vez lo mejor será
permanecer callada. Quizás el esposo se de cuenta solo de lo que sucede. Pero el esposo ha sido
‘entrenado” socialmente (culturalmente, si se quiere) asimismo para no advertir lo que ocurre en
el hogar. El atiende los problemas de la vida, del empleo, del mal gobierno, del buen o pésimo
juego de su equipo favorito. La irrupción del hijo de 13 años le parece falta de respeto y
desconsideración. Ya él será mayor y aprenderá lo que es sostener un hogar. En cuando al hijo
puede estimar haber “metido la pata” hablando lo que no debía lo que no debía (la mamá le había
advertido quedarse callado) y también experimentar “tristeza” porque consiguió lo contrario de
lo que se proponía. Tal vez jure que no lo hará nunca más (e incumpla luego su juramento
porque eso es normal a su edad y en ciertos sectores sociales).
Por supuesto la situación descrita se sostiene en estereotipos. Pero ¿quién “enseñó” a la esposa
su temor (profecía cumplida), la idea y sentimiento del esposo que su mujer es quien “lleva los
asuntos de la casa” y el ‘atrevimiento’ del hijo varón que resiente el cansancio de la mama?.

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Bueno, lo aprendieron socialmente y quizás reforzaron ese aprendizaje en la Escuela (si lo
tuvieron).
Para Freire, y su pedagogía crítica, la sociedad “educa”, la escuela “educa”, el hogar “educa”,
el barrio “educa”. Por desgracia esa “educación” (formación) puede contener prejuicios, errores,
salidas mecánicas o standarizadas, etc. Una tarea de la pedagogía crítica es aprender a
desaprender. Porque la sociedad, sin necesidad de proponérselo, “educa”. Y la escuela, esta vez
deliberadamente, “educa” y hasta concede “títulos” y ciertos prestigios.
En la situación recién inventada recién inventada y narrada, advertimos, por
ejemplo, machismo, aceptación de la subordinación de la mujer, adultocentrismo. También se
nos presentan dificultades con el ejercicio de la libertad. Podría ser traducida como “violencia” y
ella quizás acarrearía más dificultades o problemas que los que se quería evitar o resolver.
El texto citado de Freire incluye asimismo el siguiente párrafo: <…la verdad es que no es la
concienciación (o concientización) la que puede conducir al pueblo a “fanatismos destructivos”.
Por el contrario, al posibilitar ésta una inserción más efectiva de los seres humanos y los
ciudadanos en sus situaciones sociales de existencia (proceso histórico) como sujetos, puede
evitar mejor los fanatismos y los desaloja para, criticados, inscribirlos en la búsqueda de su
afirmación.>. Se cambió algo la referencia. Por eso no se utilizaron las comillas tradicionales.
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